Por Carlos Tórtora.-

Una serie de factores convergen en que sería inminente una nueva crisis en Juntos por el Cambio, tal vez sólo demorada porque muchos de los protagonistas se encuentran de vacaciones.

Para empezar, la cumbre de Cumelen entre Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta fue un fracaso. No habrían llegado a ningún acuerdo sobre los puntos centrales pendientes, esto es el futuro candidato a jefe de gobierno, las primarias y el armado de un futuro gobierno. Macri se habría quejado de que Larreta sólo está ganando tiempo para debilitarlo. En marzo, cuando quede claro que el expresidente no va a ser candidato, el jefe de gobierno avanzaría y se rompería el equilibrio.

A todo esto, el escándalo de los chats de Marcelo D’Alessandro empieza a tener sus efectos en el seno de la coalición opositora. En la UCR son varios los que acompañarían al senador Mario Cimadevilla reclamándole a Gerardo Morales que repudie el contenido de los chats. Morales aguanta en silencio pero la tensión crece. Elisa Carrió, como es lo habitual, se ocupó de tensar más la cuerda haciendo una cerrada defensa de D’Alessandro que no cae nada bien en la dirigencia opositora. Para Carrió, lo único que importa es que los chats se habrían obtenido en forma ilegal, prescindiendo de su contenido.

Bullrich al acecho

Aunque todavía sotto voce, Patricia Bullrich no dejaría de mover sus hilos a partir de que estalló el caso D’Alessandro. La presidenta del PRO se cuida de ponerse en evidencia atacando públicamente a Larreta pero por detrás va instalando la idea de que aquél debe dar explicaciones sobre los álgidos temas contenidos en los chats. La oportunidad de debilitar a su rival para la candidatura presidencial es única para Bullrich. Una explosión de nuevos chats, por ejemplo, podría hacer temblar las chances electorales del jefe de gobierno, ubicándolo como un candidato sospechoso y haciéndolo caer en las encuestas. Acorralado, Larreta se estaría dirigiendo amenazante a sus socios de JxC con el argumento de que su caída podría arrastrar a toda la oposición a un desastre. Mientras tanto, unos y otros especulan acerca de si habrá revelaciones de nuevos chats. Pocas veces la política dependió tanto de las operaciones de inteligencia.

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