Por Alfredo Nobre Leite.-

Llama poderosamente la atención que Amnistía Internacional, el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria (no es procedente) de la ONU (no tuvieron acceso a los autos judiciales), consideren que la líder de la organización Tupac Amaru, Milagro Sala, que está detenida por la Justicia de Jujuy, fue objeto de «un entramado de las acusaciones consecutivas e inicios de causas judiciales para sostener su privación de manera indefinida en el tiempo, y pidió al ‘Gobierno de la Argentina’ su liberación «inmediata». Es inaceptable tal interferencia de organismos exógenos en la Justicia Argentina, violando nuestra soberanía, pues la detenida Sala está encausada y procesada por varias causales: por el ataque repetido al gobernador provincial Gerardo Morales, siendo senador nacional; por fraude con recursos públicos; por peculado; la presunta responsabilidad por los asesinatos de dos personas. La Justicia ha acopiado suficientes pruebas de defraudación reiterada contra el Estado. También hay evidencias que los recursos del gobierno nacional, para la edificación de viviendas populares que no se construían, eran apropiados por la Sala y como «valijera» de caudales eran transportados a la Quinta de Olivos, y entregados al hijo de la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner, Máximo, lo cual también es un desfalco al Estado. También está penada por otros delitos, como el de violación al libre tránsito frente a la gobernación provincial, tipificado en el Código Penal.

Por todo lo expuesto, es que los jueces la mantienen en prisión, siendo inadmisible que desde la ONU o cualquier organismo foráneo venga en entrometerse en en nuestros asuntos internos, y menos en causas judiciales; y punto.

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