Por Manuel Lichtenstein.-

De acuerdo a lo publicado en el diario israelí, Aurora Digital en español, la DAIA por sugerencia de un organismo judeo-americano, Liga Antidifamación, se realizó una encuesta en Argentina, en la que se consultó a 1510 personas no judías en todo el país.

Los datos consignados revelaban que más del 50% de los judíos argentinos son más leales a Israel que a su país de nacimiento, el 80% afirmaba que a los judíos solo los mueve primordialmente, el interés por el dinero, el 70% declaró que el judaísmo tiene tanto poder porque maneja las riendas de los intereses económicos del mundo, mientras que 41% opina que el poder judío es responsable de las actuales debacles financieras en que se debaten la mayoría de los países que componen el manejo de la economía en Europa, el Continente Asiático y los EEUU, por añadidura.

Antes de profundizar los análisis sobre los resultados de esta inútil, falaz y mal intencionada encuesta, diremos algo sobre el capítulo de la débil lealtad al país, ya que según la encuesta de marras, los judíos somos más proclives a sumar más lealtad por el Estado de Israel, que por nuestro propio país.

Esta ecuación no es real, los judíos argentinos hemos demostrado sobradamente que a pesar de las discriminaciones, somos muchos los argentinos judíos como yo que vivimos nuestro país con pasión, devoción y una suerte de espiritualidad, subordinados al amor por esta Argentina y como es mi caso, un entrañable sentimiento por esta Buenos Aires, única e irrepetible.

Pero a ese 50% les informo, por si no lo saben, que los judíos fuimos ciudadanos de segunda, cuando no de tercera o cuarta, ya que en carne propia tuve, como experiencia personal, que me fue vedado acceder como aspirante a las Fuerzas Policiales o a cualquiera de las Instituciones de nuestras Fuerzas Armadas, simplemente por ser judío, mientras que el Estado de Israel, siempre tendió su mano protectora y no por ser judío, ya que en Israel, más de un millón de musulmanes, en su mayoría son israelíes que gozan de los mismos derechos y garantías de los ciudadanos israelíes.

Llama la atención que los encuestados señalen solamente a los judíos de perseguir únicamente fines materiales, con el único propósito de lograr resultados económicos y financieros, solo como para acrecentar sus riquezas y alimentar sus inagotables arcas.

Debido a estas puntuales discriminatorias, no advierten que la búsqueda o la persecución de logros materiales, son claras actitudes de los seres humanos que están implícitas en su naturaleza.

¿Cuál habrá de ser la real motivación de tantas persecuciones, agresiones, pogroms, asesinatos, Holocausto incluido, toda vez que el judaísmo constituye apenas el 0.02% de la población mundial?

¿Por qué será que los judíos que amamos la vida y que jamás hemos asumido al terrorismo como método para lograr objetivos tales como lo asumen los fundamentalistas islámicos, sin que sean sancionados u objetados por la ONU, que cuestiona permanentemente toda la política exterior de Israel?

¿Es racional que el Estado Argentino encabezado por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, sabiendo que irritaría a toda la comunidad judía argentina, firmó un acuerdo totalmente irreverente con el gobierno de Irán que como todo mamarracho fue incumplido?

¿Acaso no es irracional, discriminativo y falso, afirmar que solamente los judíos somos dueños de una riqueza que nos privilegia sobre el resto de la sociedad, siendo que la riqueza está entre millones y millones de no judíos, circunstancia fácilmente probable?

¿Acaso las guerras que registra la historia desde siempre, cuyos fines fueron por garrapiñar valores materiales o para conquistas territoriales, al mismo tiempo que registra que nunca fue responsabilidad del judaísmo?

El pueblo judío solo guerreó y no dejará de hacerlo, siempre que se trate de defender su libertad, su territorio o de reconquistar lo que tanto jurídicamente como históricamente, como es el tan controvertido caso de Jerusalén?

Que se escuche afirmar que el judaísmo tiene un poder omnímodo sobre el planeta y que el mundo no judío está subordinado a este poder, es una barbaridad intelectual que desmentirlo sería una entelequia.

Otro mamarracho de la encuesta es que se señale que la responsabilidad del judaísmo en cada una de las crisis económicas que sacudió la economía y la estabilidad de la mayoría de las naciones del mundo.

Esta afirmación no resiste ni al más elemental de los análisis, aunque a los judíos, sin caer en el rol de víctimas, nos pueden endilgar que cualquier catástrofe de la naturaleza es causada por nuestra condición de malditos brujos.

Con respecto a la utilidad práctica de esta inútil encuesta, solo diremos que han tomado la decisión de hacerlo, aunque los resultados ya los conocían de ante mano, cosa que no puede ser de otra forma, que metafóricamente vendría a ser lo mismo que si yo consultara mi DNI para confirmar que yo soy quien soy.

Esta encuesta, cuyos resultados los que la ordenaron los sabían por experiencia ya que en una sociedad de gentiles, si la integran judíos, es inevitable que haya un porcentaje de anti semitas, anti judíos, anti israelíes y anti sionistas.

Lo son por ignorancia, por sentimientos viscerales o por una deficiente educación social. Este flagelo de los anti, es muy difícil de erradicar, porque quienes debieran tomar la posta para hacerlo, se hacen los distraídos, total si los que resultan perjudicados son los judíos, a la mayoría de los no judíos, no les importa.

Si profundizamos los análisis sobre los judíos en la Diáspora, y echamos una miradita hacia la historia, no podríamos dejar de señalar las terribles consecuencias sufridas por el judaísmo en los últimos 2000 años.

Una de las más crueles, el judaísmo se la debe a la ceguera de los Reyes Católicos de España, que estimularon a la Santa Inquisición, con la anuencia del clero católico a obligarlos a elegir entre la conversión al catolicismo o la hoguera.

No tuvieron en cuenta que los judíos españoles le dieron a España, un esplendor innegable, en la cultura, en el comercio y en las ciencias.

Sin embargo la Santa Inquisición, con el beneplácito de los Reyes Católicos, mandaron a los judíos que no querían dejar de serlo, a la hoguera y aunque de alguna manera tramposa, les daban la chance de elegir la conversión, la diseminación brillaba ya que a los conversos despectivamente los etiquetaron como “marranos” que fue lo que cargó en sus alforjas, el descubridor de un Nuevo Continente, el genovés Crisóforo Colombo.

Nadie señala que la mayoría de los patriarca argentinos que fueron los primeros en diseñar tanto la futura Nación Argentina como los Reinos de Brasil, fueron judíos de origen.

Francia tiene en su haber, la triste y dramática actuación en la historia, entre otras, en el caso del Capitán de ejército francés, Alfred Dreyfus, que de no haber sido por la valentía de un gentil, el escritor y político, Emilio Zola que gracias a su impetuoso coraje, logró que la justicia y muy a disgusto de muchos franceses, se restituyeran honores y grados al Capitán Alfred Dreyfus, que no pudo disfrutar de la gracia y redención de la Justicia ya que murió enfermo por los males que contrajo en la prisión a la que fuera confinado, la Isla de Diablo donde purgaba su condena por alta traición a la patria.

¿Qué podemos decir del Reino Unido que comete el grave error de volcarse desidiosamente por los musulmanes, despreciando al judaísmo, ya que eliminó la asignatura referida al Holocausto en todos los claustros del país, so pretexto de no irritar a los musulmanes, sin advertir que los verdaderos amigos son los judíos, mientras que los inmigrantes musulmanes solo buscan convertir al Reino Unido en una mezquita?

Que podemos argumentar sobre la discriminación, si el Príncipe de Gales, coronado por poco tiempo como Rey de Inglaterra, Eduardo 7°, se vanagloriaba de ser amigo personal del más grande asesino y criminal de la historia universal, Adolfo Hitler, el líder y fundador del nazismo.

También hacemos mención del Primer Ministro inglés Sir Neville Chamberlain que no desconocía lo que los nazis desarrollaban en su solución final contra los judíos.

Y los italianos con el dictador fascista Benito Mussolini, que el argentino Gral. Juan D. Perón admiraba, ambicionando ser su par, ya que su política tenía muchas vetas fascistas.

Otro personaje del que no estoy nada orgulloso de su escondido origen judío, el Presidente Franklin Delano Roosevelt, que negó el ingreso a los EE.UU a los judíos que huyendo de Europa, intentaban salvar sus vidas refugiándose en su país.

Todos estos hechos históricos no fueron desconocidos por los no judíos, que en su mayoría miraban hacia la vereda de enfrente, si total se trataba solamente de judíos y ese detalle; ¿a quién la importaba?

Si quisiéramos informarnos sobre el grado del anti judaísmo en la argentina, hace un tiempo fue agredido un religioso a la salida de un templo y sin que nada ni nadie lo mediara, fue atacado por un criminal a palazos , las cámaras de seguridad registraron el hecho ¿acaso el atacante fue detenido?

No lo fue, está en libertad y la policía que no es muy pro judía que digamos, va a dar tantas vueltas y embarrar la cancha como lo vienen haciendo durante los años transcurridos desde el atentado terrorista que destruyó la AMIA y la Embajada de Israel.

Argentina es un país tan anti judío como los son casi todas las naciones del mundo con sus ciudadanos o no, que lo habitan a lo largo y ancho de esos países.

No hay duda que cualquier país donde habiten judío en la largo del continente americano, habrá anti judíos de todos los colores.

Los gobiernos y sus instituciones, siempre distraídos, solo están para su pre disposición en no darnos a la comunidad judía, el lugar que tenemos bien ganados en la historia por nuestra innegable contribución a la sociedad toda.

Tal vez a los judíos, nos juegue en contra que personajes prominentes con Jesús de Nazaret, en primer lugar, Albert Einstein, Karl Marx, Sigmund Freud, entre otras figuras resplandecientes que dieron vuelta a muchas páginas de la historia universal desde su entidad de judíos.

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