Por Carlos Tórtora.-

Ariel Lijo quedó sorteado para tramitar la denuncia por los contratos del Ministerio de Capital Humano con la OEI. La denuncia fue efectuada por la Subsecretaría de Legales de dicho Ministerio, Leila Gianni. Según fuentes de Comodoro Py, Lijo terminaría excusándose de seguir con la causa dada su condición de candidato del Poder Ejecutivo para ocupar una de las vacantes en la Corte Suprema de Justicia.

Mientras tanto, es una incógnita qué rumbo tomará Sebastián Casanello en su investigación sobre los depósitos de comida de Capital Humano.

El escándalo está instalado y tiene dos vertientes. La probable violación de deberes de funcionario público por la demora en el reparto de alimentos es el costado sin duda más mediático pero el más peligroso para el gobierno es la existencia de una caja negra compuesta por contratos con un organismo internacional, cuyos montos no serían percibidos por los beneficiarios sino por un grupo de funcionarios. Lo más grave es la versión de que esta caja política sería la estructura financiera de Karina Milei en su despliegue para organizar La Libertad Avanza como partido nacional. De comprobarse esto, el escándalo golpearía directamente a Javier Milei. Esto explicaría en parte el tenso silencio de la mayor parte de la dirigencia opositora, que estaría a la espera de que trasciendan las ramificaciones de la red de contratos irregulares.

La cuestión de si estamos ante una caja negra de la Presidencia explicaría la furia con la que el presidente defiende la continuidad de Sandra Pettovello.

Por lo pronto, lo que hasta ahora se sabe alcanza para desmoronar la imagen ética de la gestión libertaria. Pierde así el gobierno una de sus principales banderas: su ejemplaridad frente a la corrupción de la casta.

¿El espionaje de Posse, era sobre este tema?

También está bajo la lupa la sospecha de que los contratos ahora investigados podrían haber sido el objeto del espionaje dispuesto por el ex Jefe de Gabinete Nicolás Posse sobre Pettovello y su entorno.

De ser así, la caída de Posse sería una derivación más de la corrupción en Capital Humano y la denuncia que hoy tramita María Servini sobre el espionaje podría dar un giro inesperado.

Así es que el escándalo, lejos de apagarse, estaría en una fase inicial y con proyecciones mucho más graves de lo que se pensaba.

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