Por Oscar Dufour.-

Mientras está en desarrollo un escenario electoral abierto, con Scioli, Massa y Macri con chances presidenciales; lo único que se polariza es la corrupción que se disputan entre algunos integrantes del FpV y el PRO.

A menos de un mes y medio de las elecciones generales, las tendencias electorales no se encuentran polarizadas como se pretende instalar desde las “usinas” del FpV y el PRO, desde que comenzó la contienda de las PASO a comienzos de este año. Con esta postura, el PRO fue y es funcional a este “juego de polarización”, porque considera que lo beneficia en perjuicio del Frente Renovador que lidera el candidato presidencial Sergio Massa. Tan convencidos estaban, y tanto le endulzaron los oídos desde las “usinas” del kirchnerismo a Mauricio Macri, aunque por estas horas se lo reprochen, que privó a la oposición política de una rotunda victoria en las próximas elecciones presidenciales de Octubre, negando con una contundencia cercana a la soberbia, repetir la fórmula de enfrentar junto a Massa al poderoso aparato oficial.

Como venimos anticipando desde notas anteriores, hoy el electorado de Macri comienza a girar la cabeza hacia Massa; es que el “caso Niembro” entre varios casos de corrupción, el más resonante por estas horas, congeló al macrismo en sus pretensiones electorales, cuestión que también así fue reconocida públicamente por el encuestador y analista Jorge Giacobbe, en el programa “La Mirada” que conduce el periodista Roberto García, y fue más allá todavía Giacobbe que es reconocido por su apoyo y simpatía al PRO, cuando expresó y admitió que «el macrismo está clavado en las encuestas, por debajo de lo que sacó en las PASO».

Por otro lado, pese a los esfuerzos de Cristina por no dejar el centro de la escena política, desarrollando una estrategia que no brinda real apoyo al candidato del FpV Scioli, que finalmente le termina quitando capacidad de acción en su intento de posicionarse para Octubre. Tampoco lo ayuda a Scioli, la información que se va conociendo poco a poco y que complica más a la Presidente y su hijo en la “causa Hotesur”, que potencian y refrescan en el “inconsciente colectivo” la gran cantidad de causas de corrupción que tienen que enfrentar funcionarios, ex funcionarios kirchneristas y amigos del poder, que tanto desvelan al candidato Scioli, obligándolo a un silencio que por cómplice también hacen girar la cabeza de su electorado a Sergio Massa.

Mientras Scioli y Macri hacen “la plancha”, Massa toma la iniciativa con sólidas propuestas y levanta el amperímetro

Con un electorado que está mirando al centro, dejando posturas que podríamos denominar de izquierda o derecha; encontramos a un Scioli que podría calzar justo, pero por momentos parece anestesiado, y a un Macri un poco más corrido a la derecha, sin capacidad de reacción después que le comenzaran a explotar a su lado, denuncias de corrupción de fuerte impacto en la opinión pública, que por el momento, solamente lo complican éticamente.

Tucumán pateó el tablero y fue el detonante de que emergiera un nuevo escenario político nacional, donde Scioli tuvo un papel más que deslucido evidenciando la “crisis” de su estrategia, donde mantiene una silenciosa lucha interna dentro del oficialismo. El fantasma de la “legitimidad” no solo ronda en la Provincia de Tucumán, sino que podría extenderse a sectores del resto del País; por lo tanto es una culpa que desde el kirchnerismo le adjudican por falta de capacidad para timonear las tormentas, y al compararlo con Cristina, queda reducido a la mínima expresión en el poderoso electorado juvenil, acotando de esta manera, notablemente sus potenciales votantes.

En realidad el problema es más amplio y complejo y extenso; no sólo quedó pegado al aparato oficialista kirchnerista que se niega a reformar el sistema electoral, sino que también quedó enchastrado cuando el autoproclamado Gobernador de Tucumán Juan Manzur y Rojkés de Alperovich se manifestaron por la democracia, paradoja que hace recordar cuando Amado Boudou y Lázaro Báez se expresan por la transparencia y la honestidad. En breve podría decir que a nadie le gusta que su compañero de fórmula “le esté soplando la nuca”, y tampoco a nadie le gusta que su candidato a Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, clave para el comicio, ESTÉ PERMANENTEMENTE SOSPECHADO DE “NARCO”.

Desde otro ángulo de la polarizada corrupción, vemos que Macri al encubrir la realidad de su candidato a Diputado Nacional Fernando Niembro, con el “affaire” de su empresa “usina producciones”, al resistirse a soltarle la mano tal vez pensando en un propio gesto de grandeza del denunciado, logró lo que un “bonzo”, al evaporarse de la mañana a la noche una buena porción de su electorado, olvidándose váyase a saber los motivos, que de los tantos males que sufrimos los argentinos, corrupción e impunidad son dos de los peores. Operaciones o causalidades, lo cierto es que después de lo de Niembro, y de la actitud que tomó el Jefe del PRO, se conoció públicamente que fueron emitidas por el Banco Ciudad entre 2013 y este año, tres alertas por lavado de dinero con la mira en el propio Fernando Niembro y su socio principal Meza. Todas las alertas por operaciones sospechosas tienen como denominador común el origen injustificado de los fondos, y todas hasta estos días que tomó intervención la Justicia Federal, quedaron encubiertas.

Es inexplicable la actitud tomada de cerrar filas, salvo las sospechas de complicidades corporativas en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, cuyo jefe es Macri, que no podía desconocer que Fernando Niembro cuando en el año 1991 era Secretario de Medios de la Presidencia de la Nación, fue imputado en una “causa” radicada en el Juzgado Federal N° 5 cuyo titular era Agustín Irurzun, por “violación de los deberes de funcionario público, defraudación en perjuicio del Estado Nacional e infracción a la Ley Penal Tributaria”, por un tema bastante similar al actual, por una agencia de publicidad que se le adjudicó de integrar, y que estaría entonces registrada bajo el Nº 3655 por la entonces Comisión Federal de Radiodifusión (COMFER) con sede en la calle Malabia 465 en Capital Federal. Por este “incidente” FERNANDO NIEMBRO TUVO QUE RENUNCIAR A SU CARGO.

En conclusión: La realidad no está indicando a la opinión pública, que en la Argentina lo único que se polarizó en un escenario electoral nacional, es la corrupción, son dos caras de una misma moneda entre sectores del FpV que lleva como candidato a Daniel Scioli, y que según trascendió desde círculos muy cerrados, habría dejado de ser el “preferiti”, vínculo que consideraba estratégico para sus pretensiones presidenciales. En tanto el PRO con el frente Cambiemos, intenta pese a las “usinas”, que Mauricio Macri no pierda sus chances presidenciales, pese al impacto de la denuncia contra Fernando Niembro.

Por lo tanto, con este escenario en desarrollo, insisto en un final abierto, sin polarización, con igual posibilidad de chances, para Daniel Scioli, Mauricio Macri y Sergio Massa.

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