Por Hernán Andrés Kruse.-

En su edición del 3 de junio La Nación publicó un editorial titulado “Una ley fascista” en el que demuestra, una vez más, su intransigencia respecto a la tragedia de los setenta. Dice el mitrismo: “Una de las leyes más asombrosas que haya dictado la legislatura bonaerense en su historial de tres siglos ha dispuesto que tanto en las publicaciones gráficas como en los contenidos audiovisuales y en los actos públicos de gobierno de los tres poderes de la provincia, debe utilizarse la cifra de 30.000 desaparecidos cada vez que se haga referencia “al accionar genocida en nuestro país” (…) “La iniciativa pretende congelar el debate histórico, acallar las disidencias con los números a que se abrazan las organizaciones de derechos humanos que recientemente hicieron la reivindicación del terror subversivo, al que el Estado respondió con otro terror aún de grado superior, e imponer la censura previa y cercenar la libertad de expresión.. Dentro de todo lo inentendible de esa norma podría explicarse que los legisladores peronistas hayan procurado dejar fuera de sus alcances la etapa siniestra de la Triple A. Esta fue la consecuencia paraestatal del llamado del presidente Perón a “exterminar” las bandas guerrilleras” (…) “¿Pero qué sentido ha tenido que legisladores de partidos democráticos, y algunos de ellos de experiencia y responsabilidades más que centenarias, como el radicalismo, hayan votado como lo hicieron hasta con olvido de ese otro aciago período, que precedió al 24 de marzo de 1976?” (…) “Si el 10 de diciembre de 1983, en lugar de haber asumido la presidencia de la Nación el doctor Raúl Alfonsín lo hubiera hecho el candidato del partido justicialista, doctor Ítalo Luder, se habría convalidado la autoamnistía que habían dictado los militares en su propio favor. Este diario se opuso a ese beneficio, con el cual no se habrían realizado los juicios a las juntas militares, pero nadie con algún peso en el peronismo discrepó con los postulados enunciados en la campaña partidaria. Ahora un hombre del mismo partido (el senador Darío Díaz Pérez-FPV)…consigue arrastrar en curiosa dirección a una mayoría impresionante de sus pares. Ha logrado que se oficialice la voluntad de silenciar todo lo que no se acomode con una versión, una sola, de una historia mucho más compleja de la que se quiere embalsamar. Uno de los dirigentes de Montoneros tuvo hace tiempo la valentía de reconocer que fue él quien inspiró la idea de hablar de 30 mil desaparecidos. Se trataba de redondear cierta cifra que impresionara a la opinión pública mundial. Sería mentir si se dijera que ese artificio careció de éxito” (…) “La desaparición forzosa de personas en la guerra no convencional e intestina de fines del siglo pasado fue un horror que ninguna cifra puede magnificar ni ninguna otra empequeñecer en su extraordinaria gravedad. La ley en cuestión tampoco cambiará la opinión de los hombres y mujeres libres que en temas de discusión pública estamos dispuestos, aun en soledad, a preservar aquélla de la prepotencia mayoritaria” (…) “No es fácil ir contra la corriente” (…) “Pero es peor callarse cuando se piensa distinto, más en este caso en que la provincia ha quedado con una ley inconstitucional, por violatoria cuando menos del artículo 14 de la constitución nacional, que prohíbe la censura previa, y de raigambre claramente fascista. ¿Hasta cuándo será la Argentina el país de una política que nunca aprende? Si la vía reglamentaria de la ley en cuestión insinúa algún resquicio para la cordura, queda todavía la esperanza, bastante apaleada por los hechos consumados, de que la gobernadora y su secretario de Derechos Humanos intenten una respuesta que morigere aquel garrafal error”.

En la misma edición, La Nación publicó un artículo de Carlos Pagni titulado “Una muerte que esconde varios enigmas”. Sus párrafos salientes son los siguientes: “El cadáver del financista Aldo Ducler se está instalando como un nuevo signo de interrogación fúnebre sobre el kirchnerismo y su entramado de negocios” (…) “Según el parte médico, murió minutos después de llegar, en ambulancia, al Argerich. Sin embargo, aparecieron algunos detalles inquietantes: a su hijo, Juan Manuel, le informaron que antes del desmayo habría sufrido un intento de robo. Es raro que nadie le sacara el reloj o la billetera. Según los testimonios familiares, durante los últimos tiempos Ducler vivía amenazado. Todos estos detalles, muy inciertos, cobran densidad a partir de un episodio: el martes pasado, Ducler se había presentado ante la Unidad de Información Financiera (UIF) para aportar información sobre la misteriosa peripecia de los fondos de Santa Cruz, identificando a los beneficiarios de esa maniobra financiera” (…) “Se proponía demostrar cómo esos fondos habrían sido utilizados para respaldar la adquisición del 25% de YPF por parte de la familia Eskenazi” (…) “Como Roberto Calvi, el “banquero de Dios”, que en 1982 apareció colgado en Londres debajo del puente Blackfriars, Ducler sabía demasiado. Los legendarios e inasibles fondos de Santa Cruz procedieron de dos operaciones. En 1993 la provincia cobró US$ 654 millones en un acuerdo por regalías petroleras con la Nación. En 1999, cuando YPF fue adquirida por Repsol, vendió su participación en esa petrolera por US$ 1100 millones. Los resúmenes de una cuenta de Morgan Stanley en la que se había depositado una fracción de esos recursos llegaban a la oficina de Ducler. Por eso podría informar, como prometió en varias cartas, los números de cuentas off shore en los que estaban depositados; los banqueros y representantes de la española Petersen Energía, y de la australiana Petersen Energía PTY, las sociedades creadas por los Eskenazi para apropiarse del 25% de YPF; la documentación que probaría cómo los Kirchner presionaron a Repsol para poner ese activo en manos de esa familia, entre muchos otros detalles. Ducler se comprometía a identificar a los ejecutivos del banco Credit Suisse, que otorgó préstamos a sociedades de los Eskenazi, que no calificaban para obtenerlos. En una de las cartas que entregó al Gobierno, Ducler aconsejaba investigar una presunta asociación ilícita entre los Eskenazi, los Kirchner, Alberto Fernández, el ex embajador en España Carlos Bettini, Julio de Vido, Axel Kicillof y Carlos Slim, uno de los financistas de la “argentinización” del 25 por ciento” (…) “Si las tesis de Ducler se comprobaran, sería el tercer saqueo kirchnerista de YPF. El primero habría sido la captura en cuentas off shore de los fondos obtenidos por su privatización. El segundo, la aplicación de esos mismos fondos para respaldar a los Eskenazi en su adquisición del 25% de la compañía. El tercero estaría en trámite: sería el pleito iniciado en los Estados Unidos” (…) “Si el hijo de Ducler documentara que la adquisición de las acciones de YPF por parte de los Eskenazi fue fraudulenta, el conflicto judicial terminaría. Las afirmaciones que dejó escrito Aldo Ducler son bastante verosímiles. Los Eskenazi han tenido con los Kirchner un vínculo tan estrecho como oscuro” (…) “El provincial fue el principal punto de contacto de los Eskenazi con el kirchnerismo, sobre todo con Francisco Larcher, quien, antes de comandar la ex SIDE para Kirchner, fue director de esa entidad en representación de la provincia. Enemistados con Cristina Kirchner, los Eskenazi y Larcher migraron hacia Sergio Massa. La conexión explica la cercanía de Sebastián Eskenazi con los servicios de inteligencia, gracias a la cual se habría beneficiado con algunas prestaciones del tenebroso Antonio Stiuso. Estos vínculos se mantendrían hasta ahora y son de una opacidad inconveniente. Sobre todo, después de la muerte de un financista que sabía demasiado”.

En su edición del 3 de junio, Página/12 publicó un artículo de Fernando Cibeira titulado “Ideales e Intereses”. Sus párrafos principales son los siguientes: “El mito de la unidad es el fantasma que recorre el peronismo” (…) “Si bien es difícil hacer una distinción ideológica entre Cristina Kirchner y Florencio Randazzo -quienes, entre otras cosas, compartieron ocho años de gestión- también sería extremo hablar de traición. No se ven diferencia de intereses, pero sí de lectura de la realidad y de estrategias para adecuarse a ella de la mejor manera. Fue demasiado larga, tirando a eterna, la situación de “pre-definición”. Un largo año y medio en el que la ex presidenta se negó a avanzar en precisiones sobre su posible candidatura y en el que Randazzo se sumió en un llamativo silencio, no solo sobre su futuro sino respecto a todo” (…) “En el sector de Randazzo dicen que su ecuación no cambió y siguen adelante con sus planes para las primarias abiertas, intención que buscaron quedara demostrada en el acto de presentación de avales que el jefe de campaña, Alberto Fernández, encabezó esta semana. Es de manual endurecer las posiciones antes de sentarse a negociar aunque en el caso de Randazzo habría que tener en cuenta el antecedente de 2015, cuando dijo que sería candidato a presidente o nada. Casi nadie le creyó, pero lo cumplió” (…) “En el kirchnerismo esa intransigencia provoca enojos. Para empezar porque el peronismo sería la única fuerza importante en dirimir sus candidatos en las primarias de agosto y con un riesgo doble. Uno, la posibilidad de repetir una interna feroz como fue la de la provincia de Buenos Aires en 2015 en la que todos salen perdiendo. Segundo, que si es la única elección de interés de ese domingo es probable que muchos electores de otros partidos participen sólo para votar en contra de la ex presidenta” (…) “¿Entonces quiere decir que no hay ninguna posibilidad de negociación? Sí, hay. Quedó demostrado en la voluntad de los randazzistas de acudir esta semana a la reunión del PJ bonaerense. Lo que pasa es que necesitaría grandes dosis de voluntad de parte del kirchnerismo para alcanzar un acuerdo” (…) “está el tema de quién maneja la “lapicera”. Esto es, los nombres de quienes integrarán la lista de candidatos. El randazzismo tampoco acepta que sea CFK quien lo haga, aún si declina de presentarse y le cede el lugar al ex ministro” (…) “En cambio, no quiere saber nada (Randazzo) con compartir una boleta con algunos referentes de las fuerzas aliadas que componen el Frente para la Victoria y con ciertos representantes de La Cámpora. Por eso lo de altas dosis de voluntad” (…) “Como en todo acuerdo, ambos tendrán que ceder algo”.

“Otro efecto de la aparición de Cristina Kirchner fue la inmediata reactivación de las causas judiciales en su contra. Nuevas o viejas no importa, nunca parece suficiente. El clímax fue el bochornoso pase en mano que el hizo el presidente de la Cámara Federal, Martín Irurzún, al juez Claudio Bonadio para que avance con la ya dos veces desestimada denuncia de Alberto Nisman contra la ex presidente por el Memorándum con Irán” (…) “Lo aclaró Mauricio Macri: “Los jueces tienen que saber que queremos saber la verdad o vamos a buscar otros jueces que nos representen” (…) “Pero la verdad macrista es unidireccional. La corrupción sólo puede ser kirchnerista, por más que la realidad se empeñe en decir otra cosa. Y así como en los Panamá Papers esperaban encontrar a la ex presidenta y su entorno y aparecieron encastrados Macri y sus familiares, en el caso Odebrecht claman por Julio de Vido pero por ahora sólo se sabe de Gustavo Arribas y la constructora Iecsa. Por eso el Gobierno se apresuró en ofrecer algún tipo de acuerdo ya sea con la empresa brasileña o con los fiscales que manejan la información, en una negociación de improbable legalidad” (…) “En medio del fárrago de información sobre candidaturas y casos de corrupción, sorprendió la noticia de la renuncia de la canciller Susana Malcorra” (…) “Ex Telecom e IBM, Malcorra había llegado a la Cancillería luego de unos años en la burocracia internacional de las Naciones Unidas donde alcanzó el cargo de jefa de asesores de Ban Ki-moon. Desde el primer día quedó claro que su objetivo era usar el ministerio como trampolín para reemplazar a su ex jefe” (…) “En las antípodas de Malcorra, Guterres es un cuadro político de peso, que fue primer ministro de su país y presidió la Internacional Socialista. La preeminencia de los CEOs sobre la política es para consumo local nada más” (…) “¿Malcorra hubiera renunciado por “motivos personales” si hubiera sido electa como secretaria general de las Naciones Unidas, un cargo con un mandato de cinco años? Es de imaginar que no. Su reemplazo por Jorge Faurie…debe interpretarse como un nuevo avance del jefe de Gabinete, Marcos Peña” (…) “Tu próximo trabajo te está esperando”, prometía el folleto que se repartía en la Expo Empleo Joven que se montó en la Sociedad Rural” (…) “El evento incluía mesas sobre los millennials, los emprendedores, las new tech y la mar en coche, todo tan amarillo y PRO que justo tenían que aparecer decenas de miles de chicos y chicas desesperados buscando trabajo para arruinarles la fiesta y recordarles que detrás de las campañas de marketing hay una realidad que no puede maquillarse”.

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