Por Malú Kikuchi.-

Evo Morales, 3 veces presidente de la Plurinacional República de Bolivia, líder cocalero, sindicalista y de etnia aimara, llegó a Buenos Aires para festejar el 22/1 la plurinacionalidad boliviana que suma 36 naciones.

De acuerdo con el concepto aimara, el mundo no se divide en países sino en etnias. Lo que explica el proyecto político de Evo que quiere revivir la nación aimara desmembrando regiones de 4 países.

Un poco de historia para entender algo. Los señoríos aimaras surgieron cuando se desintegró la cultura Tiwanaku (siglo XII), sin tener un poder político central, sólo unidos por su lengua y estilo de vida. Se expandieron por el altiplano boliviano, el Norte Grande de Chile, el sur de Perú y el NOA argentino.

El Inca Llonque Yupanqui inició la conquista del territorio aimara a finales del siglo XIII y terminó en el siglo XV cuando Pachacútec derrotó a Chuchi Kápak. Los aimaras fueron derrotados por los incas.

No existen evidencias de que hayan tenido un lenguaje escrito. Durante el imperio inca los aimaras fueron el pueblo mayoritario, ocupando las mismas regiones que antes de la conquista.

Hoy la mayor parte de los aimaras viven en la región del lago Tilcara. La ciudad más poblada por aimaras es El Alto con unos 800.000 habitantes y La Paz, capital gubernamental de Bolivia.

En Perú se calculan unos 400.000 aimaras en Puno, Tacna y Arequipa. En Chile hay 156.000 aimaras en Arica, Iquique, Antofagasta y Santiago. En Argentina habitan Salta y Jujuy grupos minoritarios.

Siendo generosos con los números se supone que en total hay alrededor de 1.500.000 aimaras. Evo Morales pretende resucitar la nación aimara, anterior al imperio Inca que la conquistó.

Y ahora Evo Morales, probablemente para convertir en realidad un sueño político que lo tenga como principal y heroico “libertador” (¿?), quiere su «nación aimara». No importa el costo para otros países.

Preguntas para Evo Morales.

De ser posible lo imposible, o sea una nación aimara, que de hecho nunca lo fue, eran sólo señoríos, ¿vivirían los aimaras como antes de ser derrotados por el imperio Inca?

¿Vivirían sin electricidad, ni transportes modernos, sin celulares ni TV ni medios de comunicación? ¿Sin moneda? ¿Sin maquinaria para sembrar y cosechar? ¿Sin negociar con los demás países?

¿Evo pensará en una nación aimara sólo concentrada en el Tata Inti (Dios Sol) y la Pachamama (madre Tierra)? Creencias respetables, como todas las creencias.

Pero deberían avisarle a Morales que su nación aimara es poco factible. Y deberían recordarle a Evo que los aimaras después de ser derrotados por el imperio Inca, este a su vez fue derrotado por los españoles y estos por el progreso. Derrotar al progreso es improbable.

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