Por Mario Cadenas Madariaga.-

Desde la década de 1930 en que en que se establecieron tipos diferenciales de cambio en contra de las exportaciones agrarias, hasta la reciente derogación del cepo cambiario y los impuestos a las exportaciones, siempre existió una fuerte discriminación en la política argentina, contra sus principales exportaciones, excepto en el breve período de 1978.

Esta política que obligó a la Argentina a competir en desiguales condiciones con sus grandes competidores -EEUU, Canadá y Australia- es la principal causa del menor crecimiento argentino, desde la década del treinta en adelante. El Dr. Federico Pinedo, Ministro de Hacienda en la década del treinta, me confesó que él la había sugerido como una medida provisoria y que recomendó que se derogara, cuando renunció a ese cargo.

Por lo tanto, cuando Mauricio Macri deroga el cepo cambiario y los impuestos a las exportaciones corrige un error de la política económica argentina que lleva más de 113 años de vigencia negativa.

Por lo tanto aunque, no se han corregido todavía otros aspectos de la política inflacionaria, se ha modificado uno de fundamental importancia, que no se destaca suficientemente.

Por la discriminación cambiaria, las exportaciones agroindustriales sufrían 40% de una quita ilegítima y por impuestos a las exportaciones hasta el 35% adicional.

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