Por Malú Kikuchi.-

Como en un laico “Padre Nuestro”, y en este caso sin rogarlo, Argentina nos da la noticia nuestra de cada día. La mayoría de ellas son inverosímiles y sin embargo, ciertas. Las esperamos con ansiedad. La magnitud del robo que se ha vivido y se ha permitido, escandaliza y exige juicios y condenas. Ya.

¿Pero está el poder judicial, en particular los jueces federales a la altura de los acontecimientos? Son los mismos jueces que cajonearon las denuncias en contra de los funcionarios del gobierno anterior, durante los años que duró el gobierno anterior. ¿Cambiaron los jueces al cambiar el gobierno? Difícil.

Cambiaron las circunstancias y ahora los jueces corren, se empujan, suman causas nuevas a las desempolvadas causas viejas, y esperan que la gente olvide el desamparo al que la condenaron durante los años del saqueo más fenomenal que ha conocida la historia del país. Corren en defensa propia.

Una buena noticia es la de la auditoría a los jueces federales sobre las causas a funcionarios y ex funcionarios a partir de 1996. Lo hará el Consejo de la Magistratura que hasta ahora, y desde su creación desde la “deforma” de la Constitución Nacional de 1994, no ha hecho nada de lo que debiera haber hecho.

Luego están las otras noticias, esas que se esperan como los folletines decimonónicos, donde Víctor Hugo y Alejandro Dumas publicaban Los Miserables y Los Tres Mosqueteros. La misma emoción, pero ahora con asco y una pregunta recurrente y sin explicación: ¿cómo se permitió?

No se sabía, no se creía, no había pruebas, era demasiado para ser cierto. A un pueblo de vivos, de “piolas”, no se lo podía estafar, robar, asaltar, ordeñar, de una manera tan visible, violenta y sobre todo, impune. No podía ser, ni siquiera los ferozmente anti K creían en el total despojo que se sometió al país.

Pero las noticias siguen: Pérez Corradi, buscado durante años y encontrado recién ahora, ¡qué casualidad!, se arrepiente y quiere ser extraditado a la Argentina. Efedrina, “La Morsa”, ¿será Aníbal Fernández?, Capaccioli y las pequeñas droguerías firmando cheques para la campaña 2007 de Cristina; el triple crimen, el amparo de los funcionarios K y tanto más.

Los allanamientos del juez Bonadío a las propiedades de los Kirchner en Río Gallegos, incluyendo la inmobiliaria de Máximo; los US$ 140 millones, las 147 propiedades, los 72 inmuebles de Lázaro y familia, cuando en mayo del 2003 tenía una propiedad y un auto. Pero, tenía a Néstor Kirchner de amigo.

Vanoli como presidente del BCRA le costó al país $ 53.719 millones. EEEUU desde el Departamento de Estado denuncia la seriedad de la Trata de personas en Argentina, país de origen, tránsito y destino. La Cámara confirmó el procesamiento de los Báez y ordenó investigar a Cristina.

Cristina en 40 tuits, declaró: “Conmigo no van a poder”. ¿No? Mientras el juez Casanello reabre el caso Skanska. Coima pagada y reconocida por la empresa sueca y cajoneada por el juez en cuanto a los funcionarios que cobraron la coima. Ahora se reabre. Cambió el gobierno.

Denunciaron a Esteche, el líder de Quebracho, por apología del crimen. En La Plata, en representación de Tierra, Techo y Trabajo, ante Mariotto, Boudou, y otras personas, sostuvo que “este gobierno va a caer con una crisis que ayudaremos a desatar”. Golpista!!! Destituyente!!! Diría Cristina.

El gobierno pidió en marzo al Banco Mundial US$ 600 millones para pagar la asignación universal por hijo, hoy ya fue concedido. Llegó el 1° de julio y el esperado 2° semestre. Económicamente no se siente la diferencia. Hay documentos que prueban vínculos comerciales entre los Kirchner y los Báez.

Cristóbal López fue nuevamente procesado, sumó dos procesos en seis días. José López fue procesado por enriquecimiento ilícito y embargado en $200 millones. Mañana habrá más noticias, muchas más.

Que la capacidad de asombro siga siendo infinita, que la paciencia sea limitada, que el escándalo escandalice, que el poder judicial sea iluminado por la justicia. Que la sociedad que fue capaz de eliminar los golpes de estado, sea capaz ahora, de eliminar para siempre la impunidad.

Share