Por Malú Kikuchi.-

Hechos. El 3/9/2015, el mundo horrorizado, descubrió a raíz de una foto impactante, el cuerpo de Aylan Kurdi, sirio, 3 años, bien vestido, boca abajo, acostado con la carita en el agua y el cuerpo sobre la arena de la playa de Budrun, Turquía. Huyendo del terrorismo que está asolando Siria desde hace 5 años, con sus padres y su hermano Galip de 5, trataron de cruzar el Mediterráneo hacia la isla de Kos, Grecia. La balsa para 4 personas, embarcó a 12. A 1.000 m. de la playa, se dio vuelta. El padre sobrevivió, los hijos y la madre, no. Único culpable, el terrorismo, se llame como se llame.

Hechos. El 9/9/2015, sin escandalizar a nadie, como una noticia más, casi rutinaria, el país se enteró que un chico Qom, Oscar Sánchez, 10 años, pesando 11 kgs, murió de desnutrición y tuberculosis, en el hospital Pediátrico de Resistencia, Chaco.

Antes había pasado por el puesto sanitario local (Fortín Lavalle), el Hospital Néstor Kirchner de Villa Río Bermejo y el Bicentenario Martín Miguel de Güemes de ciudad Castelli. Murió de hambre.

Hechos. En enero 2015, Néstor Femenía, chico Qom, murió de desnutrición a los 7 años. El entonces jefe de gabinete y gobernador del Chaco (con permiso), Capitanich, declaró que “se trató de un hecho aislado”. Lo triste es que los hechos no son tan aislados en el mundo de los pueblos originarios (auténticamente originarios) del NEA. Son Tobas, que involucran a Qom, Wichis, Mocovíes, Pilagás y algunos otros, alrededor de 85.000, donde pareciera que políticamente necesitan que abandonen sus tierras, ¿por qué?

Hechos. El actual jefe de gabinete, Aníbal Fernández, en este caso declaró que: “¿Qué tiene que ve el gobierno? El caso no tiene solución. ¿También somos responsables del hambre en África?” Sin comentarios. Pero el caso es que debe haber muchos, muchísimos ARGENTINOS, porque son argentinos, no sólo pueblos originarios, que tienen hambre, que nacen de madres desnutridas, ya desnutridos desde el vamos. Lamentamos disentir con Aníbal, el gobierno sí tiene que ver. Es una decisión política.

Hechos. Argentina no es Sudán, pura piedra y arena. Es un enorme territorio, el 8° del planeta. El suelo es fértil en casi toda su extensión. Siempre se puede cultivar algo en alguna parte. Tiene ríos de sobra, montañas y selvas. Montes y bosques (estos disminuyen por desidia y negocios no sustentables en el tiempo), no debe, no puede haber hambre en Argentina. Es un disparate que ofende el sentido común. Podemos alimentar a 400 millones de personas. Podríamos, si fuéramos serios y tuviéramos una política agrícola ganadera racional, alimentar a 1.500 millones. ¿Y hay chicos con hambre?

Hechos. En el Impenetrable, hábitat de pueblos originarios, ellos pretenden vivir a su modo. Modo que se les reconoció en un librito llamado Constitución, que no sólo es el nombre de una estación de CABA, es el contrato social firmado entre los habitantes de este territorio, para convertirlo en nación y saberse ciudadanos. Les reconocieron derechos, no se los respetan. Los usan políticamente para conseguir votos. Hecho que no entienden, algunos ni siquiera hablan nuestra lengua. A nadie le importa.

Hechos. Aunque les disguste a los funcionarios municipales, provinciales y nacionales, son CIUDADANOS ARGENTINOS. Y antes que nada, son personas y se les debe el respeto y la dignidad que merecen las personas. No los tienen. Entonces no hablen de inclusión, no mientan sobre la falta de indigencia y la disminución de la pobreza. No inventen una educación que no existe. No disfracen una salud que no brindan. Los están matando de a poco. Habría que preguntarse si es por corrupción o …

Hechos. Como frutilla del postre, el jueves 9/9/2015, en José C. Paz, rodeada por el ex presidente Lula, el candidato FVP y actual gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli y por Mario Ishii, inaugurando algo, Cristina dijo, en una actuación digna de un Oscar, con la voz quebrada: “No quiero parecerme a esos países que dejan morir chicos en las playas”.

Hechos. Los países no mataron a Aylan, ni a su hermano, ni a su madre, ni a los miles que yacen en el fondo del Mediterráneo. No fue Siria, sumida en una terrible guerra, ni Turquía que los dejó entrar como migrantes, ni Gracia que estaba dispuesta a que pasaran por su territorio para llegar a los soñados países capitalistas. No, a los chicos y a los adultos los mata el terrorismo, en este caso el islámico, pero siempre es el terrorismo.

Hechos. Dejen de decir barrabasadas, no se muere de hambre por un tema cultural. Se muere de hambre en un país productor de comida, por un mal gobierno o por una determinada decisión política. Y el último hecho, Cristina, aunque sea una vez antes de irse (porque se va, ¡¡¡se va!!!), ¡deje de mirar la paja en el ojo ajeno y mire la viga en el propio!

Evangelio según San Mateo, 7:1-5, y dijo Jesús: “No juzguéis si no queréis ser juzgados. Porque con el juicio que juzgáis seréis juzgados; en la medida que medís, seréis medidos. ¿Y por qué miras la paja en el ojo de tu hermano, y no miras la viga que está en tu propio ojo?

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