Por Hernán Andrés Kruse.-

“En ciertos períodos la nación se aduerme dentro del país. El organismo vegeta; el espíritu se amodorra. Los apetitos acosan a los ideales, tornándose dominadores y agresivos”. (José Ingenieros)

“Cuando un grupo o un pueblo cede en su afán de promover a los mejores, entra indefectiblemente en un tobogán y pasando por los mediocres termina en los peores”. (Jorge L. García Venturini)

Entrevista de Darío Villarruel al presidente

El sábado pasado el presidente de la nación dialogó con el periodista kirchenrista Sergio Villarruel. Expresó lo siguiente (fuente: Ámbito, 18/6/022): “Lo concreto es que no hubo ninguna irregularidad, en ese avión había cinco personas iraníes, pero no pesa sobre ellos ningún tipo de restricción, tampoco sobre la carga”. “Cómo es la oposición, trataron de aprovecharlo, incluso recordando hechos tan dolorosos como el atentado a la AMIA”. “Hablaron de todo, es parte de la locura que se vive en parte de la política argentina”. Reconoció que el programa económico era su gran obsesión: “La producción argentina está volando, tenemos récord de producción industrial. La producción anda bien, el empleo anda bien, incluido el informal”. “¿Dónde está fallando el programa?”: en la distribución”. “Justamente en la distribución es donde el salario crece y el bolsillo se llena de plata. Esa es nuestra mayor obsesión hoy”.Sobre la segmentación de las tarifas, manifestó: “que los ricos paguen lo que tengan que pagar y démosle a los más vulnerables lo que necesitan, ése es el sentido de la segmentación. Los que tienen plata van a pagar lo que corresponde”. Consideró que el proyecto de renta inesperada “debe ser aprobado” y recordó que “en la Cumbre de las Américas Biden me dijo que él la está impulsando. El mundo está caminando hacia ese lado”. Sobre el crecimiento de la derecha en ciertas regiones del mundo, consideró que “como consecuencia de la pandemia hay un estado de conmoción social en la gente muy serio”. “Muchos explotan eso y lo multiplican para generar desánimo, profundizar el malestar. Por eso existe VOX, Le Pen, Milei. Petro está peleando contra un personaje…Está pasando en todo el mundo”. “La Argentina no está teniendo un problema institucional, sino que tiene uno de naturaleza económica, política, en parte derivada de la condición interna, que también se ve alterada por la gran crisis mundial que estamos viviendo. No tomamos dimensión de lo que vivimos”. Finalmente, dijo que “la gente finalmente va a entender esta conmoción que vivimos, va a pasar, y va a saber quién dijo la verdad y quién mintió. Ahora se dan cuenta de que las vacunas no eran veneno, que a nadie le faltó vacunas, que la economía poco a poco se recupera”. Voy “a trabajar para que no vuelvan los que hicieron el mayor daño que yo recuerde a la Argentina y también voy a trabajar para que dentro del espacio nacional y popular nos demos un debate racional sobre lo que queremos ser”.

Una vez más quedó en evidencia la incapacidad del presidente de ser consciente de la realidad. Afirmar que la economía está volando confirma el diagnóstico. Alberto se parece a ese médico que cree que su paciente está bien de salud cuando en realidad lo aqueja una grave enfermedad. El desenlace es el esperado: finalmente, el paciente muere. La economía está gravemente enferma. La inflación devora sin piedad el bolsillo de millones de argentinos. ¿Qué valor tiene el descenso de la desocupación si los salarios que perciben los trabajadores son de hambre? Existe en el país una severa crisis institucional y política provocada por un presidente que carece de autoridad. Luego del “Olivosgate” la palabra de Alberto dejó de ser creíble. En su entrevista afirmó que a la larga el pueblo sabrá quién le dijo la verdad y quién le vendió pescado podrido. Pues bien, el pueblo dio su veredicto hace rato: quien le vendió pescado podrido fue el presidente.

A manera de colofón el presidente afirmó que hará todo lo que esté a su alcance para evitar el retorno de quienes le ocasionaron al país el mayor daño qué él recuerde. El esfuerzo que está habiendo para impedir el retorno de Mauricio Macri es ínfimo. Por el contrario, da la impresión de que está haciendo todo lo que esté a su alcance para garantizarle a Macri su ansiado segundo tiempo. Alberto afirmó que los cuatro años de Cambiemos en el poder fueron un infierno. Es cierto que el fracaso de Macri fue sonoro, pero de ahí a afirmar que fue lo peor que le pasó a la Argentina en su historia media un largo trecho. Perón e Isabel, por ejemplo, en el período 1973/1976, le hicieron al país un daño infinitamente mayor que el ocasionado por Macri. Ni qué hablar del daño infligido al pueblo por Videla y Galtieri. En le etapa democrática, la hiperinflación alfonsinista, el saqueo menemista y la crisis delarruísta, fueron mucho más dañinos que el gobierno de Cambiemos.

¿A quién creerle?

El escándalo protagonizado por el boeing 747 de Conviasa que arribó al país hace unos días, se acrecienta a diario. Es un tema que acapara la atención de muchos argentinos porque detrás de este avión emerge el fantasma del trágico atentado contra la AMIA el 18 de julio de 1994. De ahí la imperiosa necesidad de contar con una prensa independiente que analice este hecho de manera veraz, profesional. Lamentablemente, esa prensa no existe en nuestro país. Para la prensa antikirchnerista el gobierno pretende proteger a la tripulación del avión por sus vínculos con el terrorismo internacional. En la vereda opuesta, el gobierno intenta convencer al pueblo que, como afirmó Agustín Rossi, se trata sólo de un entrenamiento capitaneado por cinco iraníes. Para los medios opositores, es un escándalo internacional. Para los medios oficialistas, se trata de un avión más que aterrizó en Ezeiza.

En las últimas horas tomó estado público un informe del FBI que afirma que el piloto iraní del avión retenido en Ezeiza, Gholamreza Ghasemi, está vinculado con la fuerza Al-Quds y el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria iraní. Pues bien, el lunes 20 Página/12 y Clarín aludieron al tema desde posturas antagónicas. Para Página/12 Ghasemi es un “buen chico” mientras que para Clarín es un terrorista. ¿A quién creerle, entonces? ¿A Irina Hauser y Raúl Kollmann, periodistas de Página/12 y autores del artículo “La novela del avión, episodio FBI”, o a la periodista de Clarín Natasha Niebieskikwiat, autora del artículo “Avión venezolano-iraní: otro informe del FBI da detalles sobre la relación de Mahan Air con las fuerzas Al Quds y Hezbollah”? Los partidarios del FdT apoyarán la versión de Hauser y Kollmann mientras que los seguidores de Juntos apoyarán a Niebieskikwiat. Para los seguidores del gobierno todo lo que publica Clarín es mentira. Para los seguidores de Juntos, por el contrario, todo lo que publica Página/12 es mentira. ¿Quién dice, entonces, la verdad? Porque lo único indubitable es la presencia en nuestro país de 14 venezolanos y cinco iraníes que aterrizaron un gigantesco Boeing 747 en Ezeiza. A partir de ese momento, todo lo que se informe y analice sobre los motivos de su presencia en Argentina entra en el ámbito de lo ideológico que siempre impide cualquier atisbo de enfoque racional de cualquier asunto. Personalmente, en esta oportunidad me inclino a creerle más a la periodista de Clarín.

A continuación transcribo parte de ambos artículos.

Escribieron Hauser y Kollmann:

1-“Un informe del FBI recibido por el juez Federico Villena y la fiscal Cecilia Incardona afirma que Gholamreza Ghasemi, el piloto iraní del avión retenido en Ezeiza, es CEO y miembro del directorio de la aerolínea Qeshm Fars Air, cuyas actividades vincula con la fuerza Al Quds y el cuerpo de la Guardia Revolucionaria Iraní y la organización Hezbollah. Otro reporte del Departamento del Tesoro de Estados Unidos pone en duda que el boeing 747 de Conviasa que llegó a la Argentina sea realmente venezolano, informaron allegados a la causa. Por todo esto, la investigación está ahora orientada a verificar la propiedad de la aeronave y si su llegada a la Argentina es parte de alguna operación ligada al terrorismo. Los nuevos datos permiten trazar hipótesis, pero no alcanzan para establecer en el expediente una imputación específica (…) Gholamreza Ghasemi no tiene pedidos de captura ni alertas rojas ni ningún procedimiento que haya sido informado a la Argentina, tal como informaron en la causa la Agencia Federal de Inteligencia, Cancillería, la Dirección de Migraciones y hasta Interpol. El organismo estadounidense de investigaciones lo que hace es poner a disposición información que dice tener en su poder y en este caso señaló que una parte fue desclasificada. ¿Qué dice? Que Gholamreza Ghasemi es, además de CEO y directivo de Qesham Fars Air, piloto. Agrega que está asociado con grupos terroristas: la fuerza Al Quds y Hezbollah (…).

2-“Los 19 tripulantes (14 venezolanos y 5 iraníes) tienen prohibida la salida del país. Por ahora no pesa sobre ellos ninguna otra restricción. En el gobierno toman la información recibida con cautela. Hasta ahora no había ningún documento que ligara a Gholamreza Ghasemi con actividades terroristas. El del FBI lo hace de manera elíptica. “Es un panfleto para incautos”, se escuchó en un despacho. Los servicios secretos como la CIA estadounidense y el Mossad israelí habían pedido datos a la Argentina y no alegaban certezas pero una vez que la aeronave ya estaba en Ezeiza, según pudo reconstruir este diario. Un punto que sigue resultando llamativo es que el mismo avión haya pasado ya por tantos países y ciudades (Paraguay, Aruba-que es de los Países Bajos-México, India, China, Pakistán, Cabo Verde y Belgrado) pero nadie lo haya retenido. El presidente Alberto Fernández dijo este fin de semana que el episodio generó un aprovechamiento de la oposición y de intereses geopolíticos en busca de afectar al Gobierno”.

Escribió Niebieskikwiat:

1-“Existen al menos dos comunicaciones del Bureau Federal de Investigaciones (FBI) en conexión con la investigación que lleva adelante el juez Federico Villena en torno al avión venezolano-iraní incautado en Ezeiza y con su tripulación retenida en el país. Una de ellas es el informe que anticipó Clarín este domingo, que afirma que el capitán de la aeronave, Gholamreza Ghasemi, está “asociado” al cuerpo de la Guardia Revolucionaria de la República Islámica de Irán y al Hezbollah del Líbano, ambos acusados por el atentado terrorista contra la AMIA, de 1994 (85 muertos). “Ghasemi es CEO y miembro del consejo de administración Qeshm Fars Air” señalan. Un segundo informe, menos conocido pero del que también se habló en estos días, brinda información sobre las prohibiciones que pesan sobre Al Quds y Hezbollah y su relación con Haban Air, la línea propietaria del boeing 747 que está en Ezeiza y en el que viajaban catorce venezolanos y cinco iraníes, entre ellos Ghasemi” (…).

2-“Clarín transcribe aquí los párrafos del informe del FBI, que es la Agencia de Investigación Criminal, bajo la órbita del Departamento de Justicia de los Estados Unidos. Se omite dar los nombres de quienes firman el documento, que en el final señala que la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) sancionó a Mahan Air de conformidad con una orden ejecutiva, la 13224, “por proporcionar material financiero o soporte tecnológico para el cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán-Fuerza Quds (a la que identifica por sus siglas IRGC-QF). Y afirma que “la aerolínea también ha transportado armas y personal para Hezbollah”. En lo que hace a la relación entre las IGRC-QF y Hezbollah, el FBI detalló que el 25 de octubre de 2007, el Departamento de Estado designó bajo la Orden Ejecutiva 13382 una “entidad iraní clave de preocupación en materia de proliferación”. Y la entidad a la que apuntó fue el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica, también conocido como Cuerpo de la Guardia Revolucionaria de Irán. El Departamento del Tesoro también identificó al IRGC-QF bajo la Orden Ejecutiva 13224 por “proporcionar apoyo material a los talibanes y Hezbollah”. Y contextualiza: la fuerza Quds ha tenido “una larga historia de apoyo a las actividades militares, paramilitares y terroristas de Hezbollah, brindándole orientación, financiamiento de armas, inteligencia y apoyo logístico”. Luego, el informe le hace al juez una descripción de dónde opera la Fuerza Quds, de la que se señala como miembro al piloto Ghasemi. Opera campos de entrenamiento para Hezbollah en el valle de Bekaa en El Líbano y, según se reporta, ha entrenado a más de 3000 combatientes de la milicia libanesa en las instalaciones de entrenamiento del IRGC en Irán”.

Cristina y una nueva embestida contra Alberto

La vicepresidenta de la nación utilizó la conmemoración de un nuevo aniversario del fallecimiento de Manuel Belgrano para embestir nuevamente contra Alberto. El escenario elegido fue la ciudad de Avellaneda, donde tuvo lugar el plenario de delegados de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA). Flanqueada por Hugo Yaski (secretario general de la CTA) y Jorge Ferraresi (ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat).

Dijo Cristina (fuente: Perfil, 21/6/022);

“Yo desconfío de quienes no miran el pasado. En el pasado encontramos las claves, no se puede actuar en el presente sin el conocimiento del pasado y sin la imaginación y la estrategia del futuro. Esto implica comenzar a decodificar el significado de las palabras porque, a través de las palabras, comienza la dominación cultural. En el siglo XXI, advertimos el ataque formidable sobre el Estado”. “La primera gran crisis fue la de 2008. Allí, el Estado corrió a socorrer al sistema privado. ¿Y qué hubiera sido sin Estado en la pandemia? Esto es lo que tenemos que pensar. ¿El Estado es necesario o innecesario? El Estado es imprescindible, sin lugar a dudas. Su reducción es un ejercicio para quedar bien, de ocasión en un discurso de televisión”. “El capitalismo debe hacerse cargo de algo porque cuando, en 1989 cae el Muro de Berlín, se cayó para los dos lados. Convencieron que ser comunista era malo. Bueno ahora somos capitalistas, queremos tener acceso a la comida, a la ropa, a la salud. Si vamos a hacer capitalismo, hagámoslo en serio pero para todos y todas”. “¿Quiénes han aparecido en el mundo de las importaciones? Los jueces y los fiscales…Ajá. Entre enero del 2021 y marzo de 2022 salieron del país 1847 millones de dólares de importaciones autorizadas por jueces y fiscales con amparos. Esos jueces no siguen la doctrina de Carlos Rosenkrantz. Donde hay una necesidad de dólares ahí habrá un juez y fiscal para darle dólares a los importadores”.

“Si las necesidades son del pueblo no hay derecho, justicia, fiscal ni jueces. Si la necesidad es de los poderosos, hay jueces, fiscales, defensores, lo que haya. No digo más Poder Judicial porque no hay más: hay partido judicial”. “No es que no haya dólares o nos falten dólares…la economía argentina produce dólares que se evaden. Los dólares están afuera y eso es el problema que hoy tenemos: la escasez de dólares y la economía bimonetaria”. “Creo que el Gobierno debe pensar cómo articular más adecuadamente el Banco Central, Ministro de Producción, AFIP, la Aduana. No estaría sucediendo porque hay un festival de importaciones desde hace tiempo, no es tan difícil controlar esto y se deben dar estrategias”. “Si tenés una empresa multinacional de la magnitud de Techint, pedile que los 200 millones de dólares que le tienen que pagar a su subsidiario en Brasil la financien ellos o pidan un crédito. Estas cosas son también usar la lapicera. No hace falta pelearse, no hay que agacharles la cabeza, hay que discutir”. “La unidad del Frente de Todos nunca estuvo ni estará en discusión. No es mi voz, es la voz de los que queremos representar a la gente. No me interesa quedar bien con ningún funcionario, me importa un pito, quiero quedar bien con la sociedad, con los que nos votaron y a eso no voy a renunciar”. “Este proceso inflacionario que estamos viviendo en la Argentina es producto del endeudamiento criminal de los cuatro años del macrismo. Tengo expectativas de que puedan reencausar y reenderezar las cosas, pero tenemos que ponernos de acuerdo cuál es el criterio. Más allá de las diferencias que yo tengo con la gestión en el día a día para abordar esto y fundamentalmente para hablar con la sociedad y contarle estas cosas”.

Nadie discute, salvo los libertarios, la imprescindible presencia del Estado. Lo cabe analizar es de qué Estado estamos hablando. Porque lo que Argentina necesita de manera imperiosa es un Estado sólido, eficaz, capaz de garantizar las funciones esenciales para las que fue creado: educación, salud, seguridad y defensa exterior. Desde hace décadas que el Estado no cumple con tales funciones. Desde hace décadas que viene demostrando una ineficacia supina para garantizar a la población una buena educación, un sistema de salud idóneo y un sistema de seguridad que la proteja de la delincuencia. Desde hace décadas que el Estado es un botín de guerra para todos y cada uno de los gobiernos que supimos conseguir. Desde hace décadas que el Estado es sinónimo de burocracia, ineficacia y, fundamentalmente, corrupción. Organismos como la ANSES y el PAMI vienen sirviendo exclusivamente a los intereses electorales y/o personales de los funcionarios que fueron designados para manejarlos en beneficio del pueblo. Se torna, pues, impostergable la tarea de hacer del Estado una institución que esté al servicio de nosotros, los ciudadanos, que pagamos con nuestros impuestos los sueldos de millones de empleados públicos, muchos de ellos militantes políticos que se desentienden del bien común.

La justicia y la inflación son dos temas que obsesionan a Cristina desde hace tiempo, especialmente el primero. Desde que la Corte Suprema resolvió el 10 de septiembre de 1930 convalidar el golpe de estado fascista contra Hipólito Yrigoyen, el poder judicial, especialmente la Corte Suprema, quedó reducido a un mero apéndice del gobierno de turno. La independencia de la justicia es, pues, una entelequia. Nuestros jueces no son independientes por una simple y contundente razón: su nombramiento depende del poder político. Quien pretende ser juez en la Argentina debe sí o sí contar con un sólido respaldo de algún político influyente. En caso contrario, por más que sus antecedentes académicos sean óptimos, jamás logrará ser nombrado juez. Respecto a la inflación, una vez más se acude a la vieja táctica de culpar a otros con el objetivo de encubrir las propias falencias. Nadie discute la irresponsabilidad del ex presidente Macri al contraer una deuda colosal con el FMI. Pero la inflación que hoy nos agobia es responsabilidad del gobierno, cuyo ministro de Economía viene demostrando una gran incapacidad para controlar el flagelo.

Cristina y las organizaciones sociales

Durante el acto en la CTA la vicepresidenta criticó con inusual dureza a las organizaciones sociales: “El peronismo no es depender de un dirigente barrial para que me dé el alta y la baja”. El Estado “debe recuperar el control, la auditoría y la aplicación de las políticas sociales, que no pueden seguir tercerizadas” (fuente: Perfil, 21/6/022).

La respuesta del presidente no se hizo esperar: “El problema de la Argentina no está en los necesitados, definitivamente, sino en que la Argentina crezca”. “Acuérdense, hagan memoria. Cuando llegamos, la verdadera discusión era cuánto tiempo iba a pasar para que hubiera un estallido social, el primer saqueo, que la gente se levantara para demandar comida. Nada de eso pasó porque las organizaciones sociales estuvieron acompañándonos, al lado de los más necesitados, no se llevaron la plata de los más vulnerables”. Si bien “La Argentina fue capaz de crear 1.200.000 empleos en plena pandemia”, eso “no es suficiente”. “Tenemos que crear más empleos para que los que hoy reciben un plan social puedan ser empleados formales”. “Le quiero agradecer a las organizaciones sociales que estuvieron al lado nuestro ayudándonos a contener definitivamente a esos sectores vulnerables llevando solidaridad y compromiso donde no existía”. “Quiero agradecérselo aún cuando algunos hagan picardías, que nosotros no convalidamos. Lo que no es bueno es generalizar”. “Les pido que no cedamos, que sigamos firmes en nuestras convicciones, que nada nos confunda, que nuestras diferencias no nos hagan decir cosas a veces injustas y que estemos unidos” (fuente: Perfil, 21/6/022).

Sigamos el consejo presidencial. Hagamos memoria. Las organizaciones sociales surgieron durante la segunda presidencia de Carlos Menem, como consecuencia de la exclusión social provocada por el plan de convertibilidad impuesto por el ministro Domingo Cavallo a comienzos de 1991. Con el correr del tiempo, tales organizaciones sufrieron una fuerte politización. Algunas, como el Polo Obrero, se radicalizaron. La mayoría, en cambio, pasaron a formar parte del movimiento creado por el general Perón. Sin embargo, las demandas han sido siempre las mismas: la obtención de un trabajo genuino, digno, bien remunerado. Que en 2022 las organizaciones sociales demanden lo mismo que hace dos décadas, demuestra a las claras que desde Menem a la fecha no hubo gobierno capaz de crear las condiciones que permitan a los argentinos conseguir trabajo.

La pregunta que surge de inmediato es la siguiente: ¿se trata de mala praxis económica o, por el contrario, de intencionalidad política? En otras palabras: ¿las organizaciones sociales han sido funcionales a los presidentes que supimos conseguir a partir de la recuperación de la democracia? Lo han sido y, lamentablemente, lo seguirán siendo hasta que el pueblo elija en las urnas a un presidente que tenga lo que hay que tener para terminar de una vez por todas con este clientelismo político que degrada al trabajador y que, para unos cuantos “vivos”, constituye un negocio por demás lucrativo.

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