Por Hernán Andrés Kruse.-

En su edición del 3 de diciembre, Página/12 publicó un artículo de Martín Granovsky titulado “Dos muertos después, adiós a la fábula”. Escribió el autor: “La falta de evidencias ya pulverizó el invento oficial de que un pequeño grupo de mapuches radicalizados es el ISIS de la Patagonia. La propia ministra de Seguridad debió admitir que “RAM es un nombre genérico”, o sea que el Estado no tiene ninguna prueba de su existencia. Pero igual siguen las operaciones de inteligencia que crean fantasmas y predisponen el terreno para que las fuerzas federales puedan reprimir de modo ilegal y matar. La acción psicológica busca ocultar el único conflicto verdadero, que es la disputa de tierras con las grandes corporaciones. También obtura el único modo de solucionarlo: la negociación para cumplir con el artículo 75 de la Constitución y otorgar tierras comunitarias a los mapuches y otros pueblos originarios” (…) “La maquinaria oficial fue echada a andar en julio, antes de que desapareciera Santiago Maldonado. Y tiene la fuerza de una tromba. La potencia hizo que la tromba todavía no se haya detenido ni siquiera tras unas declaraciones públicas de Patricia Bullrich. Dijo la ministra de Seguridad el lunes 27 de noviembre en conferencia de prensa: “La RAM es un nombre genérico de grupos que actúan violentamente”. Y agregó: “Los queremos separar total y absolutamente de la comunidad mapuche y de cualquier comunidad originaria de la Argentina”. Más opiniones: RAM es como un nombre pero puede haber otro grupo que se llame de otra manera”. “Se pone en el RAM a todo aquel grupo que no respeta la ley”, afirmó Bullrich” (…) “La situación parece esquizofrénica. Este viernes primero de diciembre el fiscal general de Neuquén, José Gerez, se reunió con Patricia Bullrich. Luego emitió un comunicado: “El objetivo del encuentro fue poner en conocimiento de la ministra y su equipo de colaboradores el trabajo conjunto que hemos realizado desde el Ministerio Público Fiscal y la policía provincial en los casos en los que se investiga la posible vinculación del grupo Resistencia Ancestral Mapuche”. Añadió que “han ocurrido hechos en los últimos meses, principalmente en la ciudad de Neuquén, donde aparecieron elementos que en principio permiten sospechar de la participación de personas vinculadas a esta organización y por lo que hemos tomado diversas medidas de investigación” (…) “Entonces, ¿RAM sí o RAM no? Gerez es la misma persona que el 20 de noviembre anunció: “Dimos con la conexión local de la RAM”. El periodista Santiago Rey, director de la web patagónica “En estos días”, preguntó a Gerez si daba por hecha la existencia de RAM como tal. “Me encantaría hablar más cosas, pero no puedo decirte más nada”, respondió Gerez. Informó que en un operativo había secuestrado cinco “armas de guerra, tres largas y dos cortas”, 100 gramos de marihuana en una casa de Cipoletti y 800 gramos más en Balsa Las Perlas. La peligrosidad se completaría con el hallazgo de folletería con “simbología mapuche” (…) “Antes de llegar a la jefatura de los fiscales Gerez fue asesor legal penal de la Secretaría de Seguridad de Neuquén, organismo del que depende una de las policías bravas más bravas de la Argentina” (…) “Bien leídas, tanto las palabras de Bullrich ante la prensa como las de Gerez en su comunicado introducen una novedad: empiezan a tomar distancia de las aseveraciones iniciales sobre la existencia de RAM. ¿Por qué lo hicieron? Una chance es que las fuerzas de seguridad estén integradas por una manga de tontos que cuatro meses después no logró conseguir ninguna evidencia. Que la tontería sea extensiva a las policías provinciales y a la Justicia en todas sus instancias. Que los poderosísimos Carabineros de Chile no hayan aportado un solo dato real. Otra chance es que, cuatro meses después, la ficción empiece a ser insostenible incluso para sus creadores. Todo invento tiene un límite. Más aún cuando queda manchado de sangre” (…) “Los funcionarios del gobierno empiezan a girar, quizás, hacia una apreciación más realista del tablero. El problema es que no pusieron el guiño. Entonces una maratón de operadores y algunos periodistas que creyeron en la fábula por desidia o ignorancia siguieron de largo. Y repiten. Y repiten. Y repiten”.

En su edición del 2 de diciembre, Página/12 publicó artículos de Carlos Rodríguez (“Han llevado a la muerte a 44 personas”), Luis Bruschtein (“Supermiércoles”) y David Cufré (“Lo más delgado”).

Escribió Rodríguez: “En una reunión marcada por la angustia, por la lógica desesperación, los familiares de los tripulantes del ARA San Juan le plantearon a las autoridades del gobierno nacional que “no pueden abandonar la búsqueda porque ustedes asumieron el compromiso de buscarlos en nombre del país”. Las demandas fueron formuladas durante un tenso encuentro que mantuvo con los familiares el ministro de Defensa, Oscar Aguad, quien se vio desbordado por los reproches: “No pueden abandonar la búsqueda porque hay 44 personas que están dando la vida por usted y el país” (…) “En el momento que ellos pidieron socorro, nadie los escuchó”; “ustedes han hecho abandono de persona, han llevado a la muerte a 44 personas”; “ustedes son los culpables de todo”. Las frases acallaron en más de una ocasión las explicaciones que intentó dar el ministro Aguad, quien finalmente dijo que seguirán buscando al submarino, aunque sin ninguna expectativa de encontrar sobrevivientes” (…) “¿Cómo, no es que dicen que la Armada no abandona a sus marinos? Ahora ustedes los están abandonando. Cortando el rescate los están abandonando a los marinos”. Antes de que terminara esa intervención, otra mujer, que tiene embarcado a su hermano, interpeló al ministro con otro interrogante: “¿ustedes quieren que yo vaya hasta el medio del mar para llorarlo?”. Cuando escuchó la acusación respecto de la responsabilidad del gobierno en la tragedia, Aguad decidió transitar de nuevo las palabras que dijo antes el presidente Mauricio Macri: “eso (la responsabilidad penal) es motivo de investigación posterior, es otra etapa, ahora los vamos a seguir buscando”. La respuesta, en realidad, apuntaba a garantizar que seguirán buscando al submarino “con la ayuda extranjera que estamos recibiendo y con nuestros propios medios”, pero en todo momento dejó en claro que ya descartan toda posibilidad de encontrar sobrevivientes” (…) “Un hombre intervino para replicar: “nos han mentido cuando dijeron que uno de los barcos (que participan del rescate) volvió a puerto porque tenía el agua (de consumo de la tripulación) contaminada, porque uno de los marinos norteamericanos dijo (ante las cámaras de televisión) que no tenía idea de por qué retornó ese barco a tierra”. En ese momento, la palabra “mentira” se escuchó varias veces, como expresión del descontento general” (…) “En su mayoría, los familiares que se reunieron con Aguad son los que venían manteniendo una postura moderada, confiados en que la búsqueda tendría un final positivo. Una de las mujeres explicó el por qué de esa esperanza: “nosotros tenemos la fe de que están vivos y si usted tiene hijo tiene que comprendernos”. Por eso insistió en el pedido central que es el de que “los rescaten sea como sea”. Como respuesta, Aguad dijo que había venido a verlos el viernes 15, y ayer, “porque hubo un compromiso mutuo, primero porque íbamos a dejarnos ayudar y después que íbamos a hacer lo imposible para buscar a los tripulantes del submarino y al submarino” (…) “Según su evaluación el operativo es algo que “jamás se había producido a nivel internacional” porque “nunca hubo una ayuda de esta naturaleza, con los medios más avanzados que hay en el planeta hoy” (…) “La reunión con Aguad duró cerca de una hora, y al retirarse de la Base Naval, muchos de los familiares volvieron a expresar su disconformidad con lo actuado: “queremos los cuerpos, que se comprometan a encontrarlos. Al ministro Aguad le dijimos que se comprometan a rescatarlos y nos dijo que no nos puede garantizar nada”, señaló ante los periodistas Marcela Fernández, esposa del suboficial Alfredo Sánchez. “Estamos muy disconformes con su respuesta”, remarcó la mujer, quien agregó que “así como los llevaron, queremos que los traigan, no tienen que parar” la búsqueda”.

Escribió Bruschtein: “El remolino de interrogantes que dejó el hundimiento del ARA San Juan funciona como metáfora del país. La Armada anunció que ya no se buscarán sobrevivientes y no hubo una declaración” (…) “El mismo día del anuncio de la Armada, Mauricio Macri habló al asumir como presidente in pectore del G-20: “nos sumamos a un diálogo global sin alzar la voz de enojados”, dijo, al tiempo que el derechista Financial Times se sorprendía por el autoritarismo reflejado en la decisión del gobierno argentino de impedir el ingreso al país a más de 60 representantes de ONG´s internacionales que normalmente participan en estas reuniones” (…) “Una súpersemana con un supermiércoles. El Senado aprobó las reformas a pesar de la masiva marcha que expresó su repudio en la puerta del Congreso. Sin asumir, Cristina Kirchner había, jurado como senadora pocos minutos antes” (…) “Y pocos minutos después en Comodoro Py hubo profusión de perpetuas para los criminales del GT de la ESMA” (…) “La desaparición del ARA San Juan con sus 44 tripulantes a bordo proyecta la gran sombra de una tragedia que interpela al gobierno, deriva sobre recortes y ajustes, sobre las consideraciones de lo que se gasta y sobre su sensibilidad frente al drama de seres humanos” (…) “Millones de jubilados aparecen como las víctimas de otro hundimiento social aprobado en un Senado con restos del naufragio del peronismo en las urnas y manos levantadas. Los senadores radicales, los del PRO y los peronistas que responden al senador Miguel Angel Pichetto levantaron la mano para empezar a hundir a los jubilados” (…) “En la puerta del Congreso, decenas de miles de trabajadores expresaban su indignación ese miércoles. No era una protesta resignada, ni serena. Había indignación, enojo con los legisladores que votarían en el recinto” (…) “No estaba toda la CGT. Una parte optó por una vía más conciliadora. Pero los que convocaban, por lo menos en cuanto a su composición, expresaban a los mismos sectores que se opusieron a las reformas laborales del menemismo y la alianza. Las CTA, la izquierda, los movimientos sociales y los gremios combativos que en su momento agrupó el MTA. Los unieron nuevamente las políticas neoliberales cuya esencia se define por una brusca transferencia de recursos de los trabajadores hacia los sectores concentrados de la economía” (…) “Para los que estaban en la calle y los que serán afectados por estas reformas, hubo un cambio con Macri, pero no fue para adelante, sino para atrás” (…) “Este retorno vertiginoso al pasado resultó desconcertante por la efectividad inesperada del impacto cultural arrasador de la derecha sobre la sociedad. Antes del retroceso económico se produjo un brutal retroceso cultural que no se explica sólo por errores y limitaciones del kirchnerismo sino fundamentalmente por el intenso bombardeo mediático y la mesa inclinada de un sistema donde el mapa de los medios concentrados y un poder judicial feudal, siempre favorecen a los poderosos. De lo que menos se trata en esa maquinaria cultural de la derecha es de la lucha contra la corrupción, el centro está puesto en el rechazo de cualquier política solidaria” (…) “La reivindicación del republicanismo y la independencia de la justicia también es otra excusa que no respetan, como lo demostró Milagro Sala al hablar el jueves en el juicio absurdo por la causa de las bombachas” (…) “También es un cambio para atrás, muy atrás, rebuscar esos viejos prejuicios y ponerlos a rodar nuevamente y con el gran arsenal mediático convertirlos en hegemónicos en una sociedad que parecía haberlos superado. Hay periodistas que justifican y hay intelectuales que escriben libros para sostener la legitimidad republicana de la represión contra los pueblos que reclaman tierras ancestrales pese a que la reforma constitucional de 1994 les reconoció esos derechos. Como la autopsia de Santiago Maldonado determinó que se había ahogado y que su cuerpo había permanecido en el agua durante al menos 50 días, los intelectuales de la derecha salieron a acusar a la familia Maldonado, a los organismos de derechos humanos y a los periodistas sensibles a esos reclamos, de usar políticamente la muerte de Santiago Maldonado. Y al poco tiempo de que el gobierno se justificara con esos resultados de la autopsia, se produjo el asesinato de Rafael Nahuel, en la misma zona, y en el contexto del mismo conflicto y con los represores desplegando el mismo nivel de violencia. La autopsia de Santiago Maldonado no explica el asesinato de Nahuel, como quieren estos intelectuales y periodistas de la derecha. Pero, en cambio, el crimen de Nahuel ilumina todos los rincones que la autopsia de Maldonado dejó a oscuras. Son muertes que no se hubieran producido si el gobierno no desplegara tanta violencia para reprimir los reclamos sociales” (…) “Los argumentos que usó el gobierno para justificar el crimen de Nahuel fueron muy parecidos a los que en otras épocas se usaron para justificar golpes militares: una guerrilla que ningún poblador de la zona la conoce, ni siquiera Juan José Chaparro, el obispo de Bariloche; de la que no se ha mostrado ni un documento y menos las armas, y que no ha producido ninguna baja en las fuerzas de seguridad, mientras que el accionar de éstas ya ha producido dos muertes. El macrismo asegura que responde en forma violenta a una agresión violenta que no puede ni le interesa demostrar. Esa construcción cultural apela al miedo y la inseguridad, a la envidia y el egoísmo y se levanta sobre una fuerte carga emotiva, con lo que bloquea por ahora cualquier reflexión que les permita ver la corrupción histórica y la ausencia de republicanismo en los grupos económicos que sostienen a Cambiemos”.

Escribió Cufré: “El cierre de la planta de hilados de Sedamil en Trelew expone la estrategia de grandes empresas del sector textil de reemplazar producción nacional por material importado. Esa decisión dejó en la calle a 107 trabajadores. La firma continúa con su otra actividad principal, la tintorería de tejido de punto, pero abandona un área en la que consideró que no tenía margen para competir con productos que llegan desde países asiáticos a un costo muy inferior. De hecho, se sumó a la corriente importadora para abastecer a sus otras producciones manufactureras. Entre ellas, la confección de la nueva camiseta de la selección argentina de fútbol, que ahora se hará con hilos importados” (…) “Sedamil era junto a TN Platex, Tipoiti y Avellaneda una de las mayores fabricantes de hilados de algodón en el país. Sus productos estaban catalogados en la línea Premium y tenía a Adidas como principal cliente, hasta que la marca alemana decidió reemplazar producción local por bienes importados y precipitó su crisis. En el área de fibras sintéticas, Mafissa controla el 50 por ciento del mercado. Esta empresa también canceló la elaboración de los hilos más costosos para traerlos del exterior, en una dinámica que se extiende a la mayoría de las compañías. No es casual que las productoras de hilados sean las primeras en achicarse, dado que es un insumo básico de la industria textil. La importación de indumentaria y de telas las golpea de manera directa. Como lamentan en el sector, siempre el hilo se corta por lo más delgado. Pero en este caso la crisis no termina allí, sino que alcanza a los otros segmentos del rubro” (…) “El mensaje del gobierno que decodifican los empresarios es que para competir con países asiáticos tienen que profundizar la precarización laboral” (…) “Industriales textiles admiten que la experiencia de los ´90 los lleva a intentar asegurar la continuidad de los negocios a través de una reducción de producción local y una participación creciente en la actividad importadora. El peor panorama, por lo tanto, es para los trabajadores. La cadena de valor contabiliza unos 300 mil empleos a fines de 2015. En la actualidad quedan menos de 270 mil, según estimaciones empresarias, de los cuales 70 mil se desempeñan en el segmento textil y 200 mil en confecciones. De ese universo, alrededor de un 10 por ciento atraviesa situaciones de conflicto con sus empleados, con suspensiones, planes de retiro voluntario y rebajas salariales” (…) “¿Qué futuro le espera al sector de continuar las políticas actuales? La respuesta que entregan sus representantes es sombría: “Con una demanda interna deprimida, importaciones en constante aumento, viajes de compras al exterior de clases acomodadas, altas tasas de interés, eliminación de líneas de crédito subsidiadas, alimentos de costos por la suba de tarifas de servicios públicos, fuerte presión impositiva y un inminente acuerdo de libre comercio del Mercosur con la Unión Europea habrá que ajustar fuertemente las estructuras para subsistir”, señala uno de ellos, que prefiere el anonimato por temor a represalias políticas. “Lo que más va a sufrir es el empleo. Muchas empresas se podrán acomodar complementando líneas de producción interna con importaciones, pero eso lleva a una reducción considerable de puestos de trabajo”, interpreta” (…) “El acuerdo del Mercosur con la Unión Europea que el gobierno argentino está apurado por firmar este mes aparece como una amenaza severa para la producción industrial en general y para los textiles en particular. La propuesta sobre la mesa establece llevar los aranceles de importación de un rango del 18 al 35 por ciento que rige actualmente a cero en el transcurso de ocho años. Telas, alfombras y tejidos técnicos (para carpas, ignífugos e industriales, entre otros) tiene una protección en este momento de entre 18 y 26 por ciento. La mayoría de los hilados presentan un arancel de 18 por ciento y en prendas se ubica entre 26 y 35 por ciento. Las cámaras textiles reclamaron al gobierno por las consecuencias que tendría la mayor apertura comercial. En una de las entidades comentaron que la respuesta que recibieron fue inapelable: “Acepten esto porque si no lo que viene es peor”.

En su edición del 2 de noviembre, La Nación publicó artículos de Eduardo Fidanza (“Lo que no admite el arte del acuerdo”) y Héctor Guyot (“Afloran, de nuevo, los viejos odios”).

Escribió Fidanza: “El conflicto con los mapuches, que ha ocasionado violencia y muertes, tiene todos los rasgos de una cuestión muy compleja, difícil de encarar y resolver” (…) “Los medios audiovisuales simplifican los hechos y la grieta los reduce a opciones antagónicas: o el gobierno o los mapuches. Blanco y negro, buenos y malos: soluciones binarias para mentes que renuncian a la inteligencia y el reconocimiento del otro. Como en todo problema político intrincado, que involucra al Estado y a fracciones de la sociedad, le toca al gobierno de turno un rol crucial de orientación y responsabilidad. En este sentido, la forma en que describa y asuma el problema le permitirá acercarse a la solución o dificultarla. Un análisis desapasionado del caso muestra que el oficialismo exhibió dos herramientas, tal vez contradictorias, para encarar la reivindicación mapuche: por un lado, la teoría de la ley y el orden; por el otro, la negociación” (…) “La ministra Bullrich, a la que debe reconocérsele compromiso y buenas intenciones, ha expuesto con polémica claridad el requerimiento de orden, inspirado en la teoría weberiana del Estado” (…) “Esta concepción pone énfasis en el mantenimiento y restablecimiento del orden, que deberá hacerse al amparo de la Constitución. Ese enfoque supone, en primer, lugar, un principio discutible: que el mecanismo que vincula al sistema judicial con el restablecimiento del orden público es transparente” (…) “En segundo lugar, existe un problema más amplio: la aspiración al monopolio territorial de la fuerza supone una sociedad homogénea y orgánica que ya no existe en ningún lado” (…) “Mal que les pese a muchos, hoy la regla es la diversidad y el desorden, no la armonía. Eso es lo que los gobiernos inteligentes administran” (…) “El otro error, que ya sucedió en el caso Maldonado, consiste en otorgarles a priori la razón a las fuerzas de seguridad, como ocurrió en Villa Mascardi” (…) “Afirmar que la “versión” de los Albatros equivale a la “verdad”, olvida que “versión” significa el modo en que cada parte refiere un mismo suceso, mientras que verdad remite a la adecuación con los hechos” (…) “Esa actitud (otorgarles a las fuerzas de seguridad crédito sin más) resulta muy peligrosa, al menos por dos motivos. Primero, porque el nivel de preparación y pericia de los agentes públicos no está asegurado en una administración estatal secularmente ineficiente y muchas veces corrompida. Y segundo, y más dramático, debido a que el chico muerto recibió un tiro por la espalda” (…) “La otra línea seguida por el gobierno es la negociación, que había empezado antes del desenlace trágico. Implica una convocatoria amplia a los mapuches, la Iglesia y otros sectores sociales y políticos. La negociación es inteligente: se trata de escuchar los reclamos cruzados mientras se busca aislar a los violentos. El que negocia asume la diversidad y promueve el diálogo” (…) “El caso de los mapuches constituye un problema arduo, no ya para una administración sino para la democracia. Pero hay algo más, acaso inadvertido: es también un test del buen gobierno. Del gobierno que se interesa por la calidad antes que por el éxito. Por la integridad, más allá de las encuestas. Kosteki y Santillán sepultaron a un Duhalde débil. En cambio, Macri, aupado en una sociedad que necesita delegar y entronizar un nuevo jefe, puede fortalecerse aun con dos militantes muertos en el sur. Si fuera así, sería un rasgo de lucidez desechar esa equívoca popularidad y enfrentar la protesta social con actitud pacífica y espíritu negociador. El arte del acuerdo no admite balazos por la espalda”.

Escribió Guyot: “Pasan demasiadas cosas juntas en el país y la atención humana es limitada. Esto vale incluso para el oficio insalubre del periodista, que dedica el día a seguir la actualidad con el objeto de conferirle un orden para poder contarla. Mientras informa los cambios que se desarrollan en la superficie, el periodista advierte con los años que debajo, en el sustrato, nada cambia. Aquello que permanece adopta nuevas formas, siempre distintas, en el plano de lo visible” (…) “Hace quince días que los argentinos miramos hacia el mar. Y en estos 15 días nada cambió. Los cambios se dieron en tierra. Una dolorosa vigilia dio paso a la resignación. Antes, la angustia de los familiares de los 44 tripulantes del ARA San Juan fue también bronca y desconsuelo” (…) “Hace dos días, la Armada informó que ya no se persigue el milagro. No ha de ser fácil que la confirmación de la muerte de un ser querido llegue por decisión administrativa o por los dictados de un protocolo de rigor” (…) “La justicia deberá investigar si los males atávicos de la corrupción han determinado, en 2014, la suerte de estos 44 marinos ahora muertos en el abnegado cumplimiento del deber. No sorprendería. Estamos acostumbrados, en este país, a que la codicia criminal de algunos poderosos represente la muerte de los anónimos que cumplen con su deber. Si así fuera, y aunque son tragedias muy distintas, la del ARA San Juan sería, en el mar tumultuoso del país, una ola similar a la de Once” (…) “Hay, sin embargo, otra cosa que también afloró en este caso. Me refiero a la división. No hablo de saludables diferencias de opinión o de miradas, sino de posiciones abrazadas como dogmas que no dejan resquicio para el entendimiento o la tolerancia. Posiciones que implican la anulación o la aniquilación del otro” (…) “Las divisiones ciegas e inconciliables que marcan la historia argentina han aparecido aquí también. Ante la suerte que corrió el submarino, muchos hablan de reconsiderar el rol de las Fuerzas Armadas y de un mayor presupuesto para la institución militar. Otros, en cambio, se presentan como víctimas de la represión estatal y reclaman el “control popular” de esas mismas fuerzas” (…) “Pero la muestra más acabada, no ya sólo de la división, sino de un odio que desprecia la vida se vio en una pintada hecha en Plaza de Mayo durante una protesta por la muerte del joven mapuche: “44 menos”. Aludía, claro, a los tripulantes del ARA San Juan. Los dos asuntos más graves de una semana densa confluían en aquel síntoma enfermo que actualiza una grieta antigua, al tiempo que se alimenta de ella. Es el pasado, lo que permanece, que adopta distintas formas concretas en el tiempo. Lo que está debajo de la ola. Cambian las circunstancias, cambian los hechos, pero el odio persiste. Es el mismo” (…) “Es natural que en toda sociedad existan miradas divergentes u opuestas. Pero si no hay espacio para el diálogo y la tolerancia dentro del respeto a las reglas de juego, aflora el odio, que en su pulsión de muerte busca la aniquilación del otro”.

La Armada decidió la suspensión del rescate de los tripulantes del submarino ARA San Juan. Escribió Página/12 (“Tiraron por la borda la última esperanza”, “Objetivo submarino”, 1-12-017): “La Armada no lo dijo oficialmente, pero ya considera que los 44 tripulantes del submarino ARA San Juan están muertos: ayer anunció que dio por finalizada la etapa de rescate de posibles sobrevivientes y que de ahora en más se concentrará solo en la búsqueda del navío en el lecho del Mar Argentino. La fuerza justificó la decisión en la falta de resultados del operativo en el Atlántico Sur y en el hecho de que las tareas de rescate se extendieron al doble del plazo de posible supervivencia del personal a bordo” (…) “Tienen una perversidad inusitada. No sabíamos que iban a abandonar el rescate”, resumió el sentir Luis Tagliapietra (padre de Alejandro, un teniente que iba en el navío), quien en diálogo con Página/12 exigió al presidente Mauricio Macri que “revierta esta decisión arbitraria, absurda y cumpla su promesa de buscarlos hasta las últimas consecuencias” (…) “A media mañana, trascendió que tres barcos que participaban del operativo en la zona del desastre estaban regresando a Comodoro Rivadavia. Entre ellos, el Sophie Siem, de bandera noruega, contratado por la Marina norteamericana para llevar al lugar un submarino de rescate de personas” (…) “Para sumar desconcierto, la habitual conferencia de prensa de las 12 del vocero de la Armada, Enrique Balbi, fue postergada primero para las 16 y luego para las 18” (…) “A través de una gacetilla de prensa la fuerza anunciaba que se daba por concluida la operación para la “búsqueda y salvamento de personas” tras la desaparición del submarino y se centrará a partir de ahora en las tareas para localizar la nave en el lecho marino, con lo cual puso fin a las esperanzas de encontrar con vida a sus 44 tripulantes. Y aseguró que los barcos estaban volviendo “por cuestiones operativas” (…) “Dos minutos después del anuncio de la Armada, Macri tuiteó sobre el G20 y aseguró que el país vivía “un día histórico” porque había quedado a cargo de la presidencia del organismo internacional” (…) “Los familiares que están en la Base Naval (principalmente algunos que llegaron del interior) fueron informados de la novedad minutos antes de la conferencia de prensa de Balbi, pero la gran mayoría no fue contactada previamente. La bronca la resumió Tagliapietra, papá del teniente de corbeta Alejandro Damián, de 27 años: “Estoy muy triste, tiraron por la borda la última esperanza que teníamos, de forma arbitraria porque no encontraron ni un tornillo y volvieron a hacer lo que hicieron estos días: dilataron sin justificación la conferencia para decir que cancelaron el rescate. Tienen una perversidad inusitada. Es muy cruel. Siento que nos manipularon, nos mintieron y no nos dijeron toda la verdad. No sabíamos que iban a tomar la decisión de abandonar el rescate”, sostuvo” (…) “Desde Caleta Olivia, hasta donde viajó para reunirse con la jueza federal Marta Yáñez, que instruye la causa por la desaparición de la embarcación, sostuvo que le causó indignación la forma en que fue manejada la información. “Primero nos hablaban de la incomunicación, después de las baterías, más tarde de la entrada de agua por el snorkel y no voy a describir todo el proceso. ¿Con qué necesidad? Hace una semana nos prometían que los van a buscar hasta las últimas consecuencias, todavía estamos esperando el submarino ruso y hace tres días zarpó el Sophie Siem con gente que trabajó a destajo para adaptarlo y ahora dan de baja el rescate. La última migaja de esperanza me la acaban de tirar a la basura” (…) “Por su parte, María Rosa, la mamá de Fernando Villarreal, jefe de Operaciones del ARA San Juan, dijo a este diario que “estamos devastados, no esperábamos esta decisión”. Con la voz contenida, y con bronca, remarcó: “Nos enteramos por televisión. No fueron capaces de llamarnos ni a nosotros ni a mi nuera”. “Estábamos esperando el parte pero no nos imaginamos esto. Tenemos una sensación de desamparo total por parte de las autoridades, no de la institución. Las autoridades no han tenido piedad con nosotros, nunca nos llamaron, nunca nos dijeron que había desaparecido el submarino, nos tuvimos que enterar por la televisión. El 23 fue el último día que fui a la Base Naval, discutí con el comandante, le dije dos o tres cosas, que no tenían ni idea de dónde estaba el submarino y esto me lo está confirmando” (…) “Siempre tengo esperanza de que mi hijo y la tripulación van a volver, pero hay que ser realista”, dijo con la voz quebrada, pero advirtió que “esto no va a quedar así. Los que fueron responsables van a pagar. Tengo mucho para decir”.

“El vocero de la Armada, Enrique Balbi, anunció que leería una gacetilla de prensa, que había sido consensuada entre el ministerio de Defensa y la Armada. Informó entonces que a “las 16.20 se declaró finalizado el caso SAR (de búsqueda y rescate, Search and Rescue, en inglés) del submarino ARA San Juan, cambiando a la fase de búsqueda del mismo”. Fue la primera vez que el contacto con la prensa empezó con la lectura de un texto y no con las explicaciones del vocero” (…) “El segundo párrafo de la gacetilla que leyó el vocero dice textualmente: “El plan SAR tiene como misión ejecutar la búsqueda y salvamento de personas en peligro en el área marítima, fluvial y lacustre bajo jurisdicción SAR Argentina, con el fin de preservar la vida humana en el mar, que por ley nacional 22445 le compete a la Armada Argentina”. La búsqueda “ha contado con personal altamente capacitado y las tecnologías más avanzadas del mundo, no encontrando evidencia alguna del naufragio en las áreas exploradas”, aseguró” (…) “Se ha dispuesto en el esfuerzo de la búsqueda 28 buques (16 de la Armada Argentina), 9 aeronaves (3 de la Armada Argentina), 4000 hombres involucrados (3200 de la Armada Argentina), sumando un total de 18 países de apoyo, y a pesar de la magnitud de los esfuerzos realizados, no ha sido posible localizar el submarino”, detalló” (…) “Explicó entonces que, en lo concreto, el cambio de fase implica un recambio obligado de la tecnología a utilizar y por lo tanto de los hombres asignados. Por eso, explicó, algunos de los buques que patrullaban la zona de búsqueda habían iniciado la vuelta a puerto. El Sophie Siem, que trasladaba el minisubmarino de rescate de la marina norteamericana, vuelve a Comodoro Rivadavia para resolver el tema del agua potable (descubrieron que se había contaminado el agua a bordo y hay que solucionar el problema y volver a cargar los 8000 litros de agua potable). Este minisubmarino ya no se usará. El Atlantis, un barco norteamericano que también estaba en la zona de búsqueda, se dirigía anoche a puerto para que lo acondicionaran para el traslado de otro robot norteamericano (que llega en estos días al país) con capacidad para sumergirse y rastrillar el lecho marino a una profundidad de 6000 metros” (…) “Durante el turno de preguntas de la conferencia de prensa, Balbi aseguró que “no hay ningún tipo de información clasificada ni secreta” en torno de la desaparición del ARA San Juan, volvió a destacar la información sobre la “anomalía hidroacústica en proximidad de la última posición conocida” e indicó que se trata “probablemente de una explosión” (…) “Se negó a “hacer conjeturas hasta que no hayamos localizado al submarino”, pero resaltó que “la etapa SAR se extendió más del doble del tiempo” que determina la posibilidad de rescatar a sus tripulantes”.

En su edición del 1 de diciembre, La Nación publicó artículos de Laura Di Marco (“Macri pone a prueba la inmunidad poselectoral”) y Luis Majul (“el presidente, decidido a poner toda la carne en el asador”).

Escribió Di Marco: “La Argentina no crea liderazgos: se emborracha con ellos. La borrachera del enamoramiento suele durar unos años; a veces meses. Es esa etapa angelada en la cual al líder se le perdona todo. O casi todo. El Macri poselectoral transita por un período de gracia en el que ni la tragedia del ARA San Juan ni el conflicto mapuche parecen haberlo rozado. Con un 62% de aprobación (según Poliarquía), disfruta del porcentaje más alto de adhesión desde aquel 70% de sus tres primeros meses en el poder” (…) “Pero el enamoramiento intenso-probablemente activado por la tradición histórica del populismo-se acaba, inexorablemente” (…) “A veces, acaba de un modo abrupto. Otras, simplemente va destiñendo hacia una lánguida desilusión” (…) “Pero ¿será el futuro un calco del pasado? ¿Evolucionará el liderazgo de Macri ahondando aquel viejo surco bipolar o también esa relación, entre la sociedad y su líder, se estabilizará en la era de Cambiemos?” (…) “¿Quién tiene la máxima responsabilidad de lo que pasó con el ARA San Juan?, fue la pregunta que hizo la consultora Taquion, en un sondeo telefónico, después de que se hizo público que hubo una explosión en el submarino. El resultado va en línea directa con la luna de miel: sólo dos de cada diez consultados le echaron la culpa al gobierno, mientras que el 38% aseguró que el presidente debería descabezar a la cúpula de la Armada y correr al ministro de Defensa, el radical Oscar Aguad, que pareció desdibujado en medio del conflicto” (…) “La imagen de Macri reunido a solas con los familiares de los submarinistas lo fortaleció ante la opinión pública, sobre todo porque marcó un fuerte contrapunto con la fóbica distancia que imponía Cruella de Vil ante las tragedias (la de Once es paradigmática). Sin embargo, la cuestión de fondo es que Cambiemos carece de una política hacia las Fuerzas Armadas” (…) “La coalición oficialista es toda una rareza: en ella conviven los que optarían por el modelo de Costa Rica-que carece de fueras armadas-hasta los que militan por elevar el presupuesto para los uniformados” (…) “El control de la información es otro punto débil en ese terreno pantanoso. ¿Cómo se filtró a los medios el último mensaje que envió el submarino y que la Armada niega haber difundido?” (…) “El desafío que plantean los pueblos originarios también está generando incomodidad en el gobierno, donde se ahonda una grieta sorda” (…) “¿No interpela esa muerte al gobierno? No. quienes miden el pulso de la opinión pública enumeran una serie de razones: Macri viene de ganar dos elecciones y salió fortalecido de ese proceso. Su núcleo duro aumentó y el del kirchnerismo, que agitó la grieta mapuche, decreció” (…) “La disputa por el territorio de las comunidades aborígenes es un polvorín que lleva décadas sin resolución: aunque sólo un grupo minoritario reclama con violencia, las 36 etnias que habitan la Argentina piden nada menos que ocho millones de hectáreas, distribuidas en todo el país. Se trata de territorios que contienen valiosos recursos naturales, están en manos de privados o pertenecen a las provincias. Lo único que hizo el Estado hasta ahora es promover una ley parche, en 2006, que evitó temporariamente los desalojos y que este año fue prorrogada nuevamente” (…) “¿Cómo se resolvió la disputa aborigen en otros países? En Brasil, se otorgaron títulos de propiedad comunitaria, después de un relevamiento serio y una negociación. En Estados Unidos, se crearon reservas. Aquí, un sector del gobierno impulsa una ley nacional que regule la propiedad comunitaria y que colocaría la política en el lugar que hoy ocupa la violencia. Con todo, la resolución no es sencilla. La mayor parte del territorio en conflicto pertenece a las provincias y la normativa necesitaría de un acuerdo federal” (…) “En las últimas 48 horas, Macri fue amenazado por otros caciques. Pablo Moyano y el sindicalismo más radicalizado, que ayer marcharon al Congreso para petardear las reformas que el gobierno acordó con los gobernadores, ponen a prueba la fortaleza del flamante blindaje. ¿Cuánto dura la inmunidad poselectoral en la era de Cambiemos?”

Escribió Majul: “Macri está convencido de que los agentes del grupo Albatros no mienten. Que tiraron en defensa propia respondiendo a disparos con armas de fuego, y que entre 15 y 20 individuos violentos, armados con lanzas, cuchillos, piedras y boleadoras, intentaron matarlos” (…) “Macri no termina de entender al juez federal Gustavo Villanueva. Está convencido de que fue Villanueva quien pidió al Estado la presencia de las fuerzas de seguridad para evitar que quienes se dicen pertenecientes a la comunidad mapuche ocuparan tierras pertenecientes a Parques Nacionales” (…) “No se explica Macri por qué, según él, Villanueva volvió sobre sus pasos” (…) “El presidente ya le ordenó a la ministra Bullrich que no abra un sumario interno hasta tanto la Justicia no determine qué fue lo que sucedió. Macri, desde que Cambiemos ganó las últimas elecciones, está decidido a poner toda la carne en el asador. Quiere que “la Argentina vuelva a la cordura” a propósito de la cuestión mapuche, pero también cuando habla de las reformas económicas, laborales y jubilatorias que empezaron a aprobarse esta semana” (…) “¿Pueden interpretarse los allanamientos que incluyeron la detención del vicepresidente de Independiente, Noray Nakis, y del ex guardaespaldas del propio Moyano, Roberto “Polaco” Petrov, como un tiro por elevación al líder camionero? Sostienen fuentes del Ministerio de Seguridad de la Nación y del Ministerio de Seguridad de la provincia que, en este caso, Moyano prestó “colaboración logística” a la investigación” (…) “La investigación que culminó con los allanamientos de las últimas horas se inició hace seis meses. ¿Acaso Moyano no sabía lo que sucedería?” (…) “La pregunta del millón es si el actual presidente de Independiente está en la famosa lista de argentinos que, según el presidente, si se los enviara en una nave espacial a la Luna, la Argentina sería otro país” (…) “En el verano de 2016, Macri sostenía que Moyano parecía “más moderno” que sus hijos Pablo y Facundo. Fue después de una discusión que mantuvieron sobre el proceso de digitalización y la necesidad de que los bancos y las empresas que distribuyen las facturas de los servicios públicos dejaran de hacerlo a través de cartas físicas cargadas en camiones” (…) “Con el paso de los meses y después de varios encuentros, el presidente empezó a sospechar que Moyano padre intentaba “patear la pelota para adelante”. Y todavía más: que pretendía “tomarle el tiempo” (…) “¿Macri está decidido a hacer algo que no pudo o no quiso hacer Néstor Kirchner, algo que intentó hacer Cristina Fernández pagando un alto costo político?” (…) “El presidente, para ser más concretos, ¿soportaría un enfrentamiento directo con el sindicalista más poderoso de la Argentina?” (…) “Quienes brindan información sensible al jefe del Estado sostienen que Moyano tendrá que explicar la relación que mantiene con Patricio Farcuh, accionista mayoritario de OCA. En especial, la ayuda económica del sindicato a una empresa que estaría “virtualmente quebrada”. Debe al Estado más de 3000 millones de pesos. No por el impuesto a la transferencia a los combustibles que embolsó, como López, sino por las contribuciones patronales y cargas previsionales que no pagó. Farcuh y Moyano han tratado de llegar a lo más alto del poder para encontrar una salida. Pero, hasta ahora, se han encontrado con dos barreras infranqueables. Una, la del propio jefe del Estado, quien repitió, cada vez que le preguntaron, que no iba a hacer nada fuera de la ley. La otra, con la del máximo responsable de la AFIP, Alberto Abad, quien, se sostiene, no va a facilitar ninguna moratoria que pueda ser interpretada como un favor político”.

En su edición del 30 de noviembre, Página/12 publicó artículos de Luis Bruschtein (“Derechos al inodoro”) y Maximiliano Rusconi (“Cerca del fin de las reglas”).

Escribió Bruschtein: “La Unión Cívica Radical nació para defender a los más vulnerables y no para arrojar los derechos de los trabajadores por el inodoro más grande que tienen”, dijo ayer en el Congreso Sergio Palazzo, titular del gremio bancario. Lo decía un sindicalista de origen radical, como Palazzo, dirigiéndose a los legisladores del radicalismo que integran la bancada oficialista y que votarán la reforma laboral. Hugo Yasky, titular de una de las CTA, subrayó que “sacarle cien mil millones de pesos a los jubilados no fue el mandato que recibieron los senadores” en las últimas elecciones” (…) “Unos pocos minutos después de las palabras de Yasky, los senadores votaron por amplia mayoría el tratamiento sobre tablas de los proyectos de ley que envió el gobierno sobre reformas laboral, fiscal y previsional. El oficialismo, con los senadores que encabeza Miguel Ángel Pichetto lograron los dos tercios que necesitaban para discutir las reformas que motivaron el rechazo de los gremios y los movimientos sociales que se habían movilizado minutos antes” (…) “Los gremios combativos, tanto de la CGT como de las CTA, han advertido que los tres proyectos de ley están íntimamente relacionados y que discutirlos por separado es entrar en el juego del oficialismo. Las necesidades de los gobernadores los llevaron a firmar un acuerdo fiscal que necesita financiarse con los fondos de la ANSES a través del cambio del índice de actualización de las jubilaciones y del retiro de impuestos que ingresan a los fondos previsionales para dárselos a las provincias y al fondo del conurbano” (…) “El esfuerzo de los gobernadores y de la conducción de la CGT para negociar demostró que esa vía no rinde frutos con este gobierno que se maneja con amagues y hechos consumados para fortalecer los distritos porteño y bonaerense y reducir la masa salarial” (…) “En los demás puntos negociados, los gremios combativos consideran que no se logró mucho. Palazzo enumeró las críticas a la reforma laboral: “baja indemnización para que nos despidan barato”, “busca la precarización y un intento de sometimiento de los trabajadores y las organizaciones sindicales” y advirtió que “nos quieren hacer creer que desfinanciando la seguridad social y el Estado se resuelve el problema del empleo, no hay lugar en el mundo que haya pasado esto” (…) “La historia tiene lugares señalados. Hay imágenes que se repiten y que tienen una carga de anuncios. Los gremios combativos otra vez movilizados. Son menos organizaciones que en los actos anteriores desde que empezó el gobierno de Cambiemos. Pero aún así, con menos gremios que esas dos grandes movilizaciones convocadas antes por la CGT y las CTA, la concentración de ayer tuvo un elemento concreto de realidad. Los gremios combativos siempre tomaron la punta para enfrentar medidas impopulares ante vacilaciones de otros gremios. La historia demostró finalmente que, cuando eso sucede, más tarde o más temprano se produce un efecto masivo que arrastra a todo el movimiento obrero” (…) “El acto fue masivo, a pesar de que es difícil de medir en la Plaza de los Dos Congresos por su ancho y por el monumento. Pero la convocatoria fue un éxito para los organizadores y los consolida como una propuesta que se proyecta hacia el interior del movimiento obrero como un camino alternativo a medida que vayan creciendo las expectativas de negociar sin medidas de fuerza, como si pudiera haber una confluencia de intereses entre los trabajadores y un gobierno neoliberal, integrado por los representantes de las empresas más importantes del país que, por definición, desconoce el valor del trabajo y sólo reivindica el del capital”.

Escribió Rusconi: “Los magistrados que integran las dos salas de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal Federal están debilitando, con conciencia o sin ella, con velocidad pero sin pausa, el sistema de principios constitucionales en su parte más esencial y oxigenante” (…) “Me animo a decir que, por ejemplo, estamos yendo a un modelo en el cual el imputado mantiene parcialmente su derecho a ser defendido por un abogado activo siempre que este no se salga de los parámetros que de él espera la llamada “familia judicial”. Un sistema en el que si el acusado de un delito contra la administración pública pertenece a la oposición, tiene muchas más chances de ir preso aún sin sentencia-ya que no hay razones para limitarse en ninguna excepcionalidad del encarcelamiento preventivo-y un diseño procesal en el que algunos planteos (recusaciones, recursos) seguirán el trámite que la ley prevé, sólo si el juez o tribunal que atiende el asunto entiende que ese trámite es en verdad necesario, y si no nada, pero nada de nada, obsta a que se prescinda de esos molestos caminos legislativos y se rechace de plano cualquier intento de hacer escuchar una objeción por el abogado en 5 segundos” (…) “Si en mil años un extraterrestre encontrara esta nota en una botella de agua en algún espejo de agua, esto le servirá para explicar en forma inmediata que nuestra civilización en el siglo XXI se volvió completamente loca al permitir semejantes desatinos. Pero, ante la eventualidad de que esto suceda, habría que ampliar la información: desde hace un año y por los próximos tres la indispensable imparcialidad del juez ha sido “homenajeada” otorgándole a uno de los camaristas la dirección de Captación de Comunicaciones, organismo que se ocupa de la parte más sensible y enérgica de las investigaciones penales” (…) “El director de la dirección de captación de comunicaciones es quien además ha sostenido la jurisprudencia más dura a la hora de encarcelar funcionarios siempre que sean del gobierno anterior” (…) “El llamado principio de independencia judicial que siempre había sido interpretado como el señorío del juez sobre sus criterios y sus casos frente a cualquier injerencia incluso de sus superiores administrativos, ahora no impide que si el juez dijo antes “blanco”, la Cámara le ordene decir “negro”. Lo trágico de este desastre es que si la víctima del cambio de criterio del juez debe apelar esa decisión se va a encontrar con los mismos camaristas que le ordenaron al juez fallar del modo que lo hizo” (…) “Señor extraterrestre: no sé cuándo usted se topará con este mensaje, ni en que estado encontró a nuestra civilización, pero sepa que en algún lugar de este planeta, en algún momento, los seres humanos estuvimos sometidos a un poder penal tan descomunal como descontrolado y la dignidad humana que supimos reestablecer luego de la Segunda Guerra Mundial tocó mínimos históricos”.

En su edición del 30 de noviembre, La Nación publicó un artículo de Carlos Pagni titulado “Nuevos adversarios desafían a Macri”). Escribió el autor: “Italo Calvino sostuvo que “cada ciudad recibe su forma del desierto al que se opone”. Con los sujetos políticos sucede algo parecido. Su identidad se modela en relación con otros. Son lo que los demás los dejan ser. Hasta las últimas elecciones, el contorno del Gobierno se fue delineando en oposición al kirchnerismo. A partir de ese momento, han aparecido otras contradicciones más determinantes del perfil oficialista. Las reformas que Mauricio Macri envió al Congreso son un papel de tornasol para que aflore esta nueva generación de duelos. En el centro de la escena, estridentes y extorsivos, se instalaron los Moyano” (…) “Hugo Moyano volvió al lugar que había ocupado durante el ciclo de Menem y después de que murió Néstor kirchner. Se ofrece como una alternativa intransigente al dialoguismo sindical” (…) “A diferencia de lo que sucedió con la reforma laboral de Fernando de la Rúa, esta vez no fue Hugo quien habló de una “Banelco”. El que sugirió que corrieron coimas fue Pablo” (…) “Con su denuncia, el heredero de Moyano insultó a los demás dirigentes de la CGT. Sobre todo a Juan Carlos Schmid, quien está en la conducción en representación de los Moyano. Irreflexivo, también injurió a su hermano, Huguito, el abogado. Porque, cuando habló de la “Banelco”, Huguito ya había conseguido borrar de la ley la cláusula que más molestaba a papá Hugo: la que liberaba a las empresas de responsabilidades ante el incumplimiento de una subcontratista con los aportes patronales” (…) “Los triunviros de la CGT no reaccionaron a la afrenta. Apenas Héctor Daer aclaró que “en la CGT suele haber matices” (…) “Los secretarios de la CGT no previeron que alguien reaccionaría con otra dignidad. Miguel Pichetto, el líder de los senadores peronistas, gritó, envuelto en llamas: “La reforma no se va a tratar hasta que Moyano pida que se apruebe”. A la indignación por el ultraje Pichetto agregó la irritación política. Ayer los Moyano fueron al Congreso a protestar contra las leyes, sumándose a una fila de simpatizantes de Cristina Kirchner, la rival del rionegrino en el Senado” (…) “Pablo fue a la plaza como secretario gremial de la misma CGT que había adherido a las reformas. Nadie en esa central se animó a pedirle la renuncia” (…) “La degradación de los Moyano tiene otras evidencias. Los sindicatos que acompañaban a Hugo en su vieja CGT ya no se pliegan a las embestidas de sus hijos en la central unificada” (…) “El aislamiento gremial de la familia se explica por la naturaleza particular de sus reclamos. Ninguno es tan acuciante como la situación de OCA, la empresa que, se supone, pertenece a Patricio Farcuh, otro hiperquinético, como Pablo. Sea o no testaferro de los Moyano, Farcuh montó su pequeño imperio aliado a ellos en una empresa de trabajo eventual, Guía Laboral, que ofrecía, a diferencia de sus competidoras, la paz social garantizada” (…) “La caída de Oca sería un golpe para Moyano. Algunos colaboradores le aconsejan enloquecer el país con un paro del transporte en medio de la cumbre del G-20. O de la de la OMC, que empieza el 8. Es una de las hipótesis de crisis del gobierno. La otra es un bloqueo de los militantes mapuches de la RAM, en las inmediaciones de Bariloche: a eso se debió el operativo en el que el joven Rafael Nahuel fue muerto de un balazo” (…) “Los hijos de Macri no logran ocultar que quien le cruzó el camión a Macri es el papá. El enfrentamiento es particular. Los Macri conocen a Moyano desde los tiempos de Manliba, la empresa de residuos. Franco Macri lo incorporó como socio al Belgrano Cargas. Mauricio Macri negoció con él, a través de Diego Santilli, los contratos de basura en la ciudad. En abril de este año le cedió la AFA en la figura de su yerno, Tapia, que es funcionario del gobierno como vicepresidente de la Ceamse. Además, su alter ego, Nicolás Caputo, fue socio de Farcuh en varias contrataciones porteñas durante su gestión como jefe de gobierno” (…) “El conflicto está a la vista del país. Moyano ha logrado que la reforma laboral pase a febrero. Quiere hundirla. Es el primer desafío explícito que alguien con nombre y apellido le plantea al presidente. Como las ciudades de Calvino, Macri ya tiene su desierto. Una adversidad que permitirá saber quién es”.

Escribió Blanck: “El miércoles próximo, en la residencia de Santa Marta, el papa Francisco recibirá en audiencia privada a los padres de Santiago Maldonado y a su hermano Sergio” (…) “Desde la familia rechazan cualquier connotación política de la audiencia con el Papa. Bastante escaldados están los Maldonado con la utilización de su tragedia. El intento de exprimir rédito político continuó hasta el domingo, cuando los restos de Santiago fueron enterrados en la ciudad bonaerense de 25 de Mayo” (…) “Ese mismo día el nuevo titular del episcopado, monseñor Oscar Ojea, intercedió ante el gobierno para urgir la creación de una mesa de diálogo en Bariloche. Fue después de la muerte del joven Rafael Nahuel producida el sábado, luego de recibir un balazo en una acción represiva de la Prefectura ordenada por la Justicia, contra activistas mapuches que habían ocupado tierras y resistían el desalojo” (…) “El obispo Chaparro (Bariloche), que tras la muerte de Nahuel repudió la violencia y llamó al diálogo, fue uno de los que sentó a esa mesa. Su acción está fuertemente respaldada desde el episcopado. Chaparro denunció que desde el poder “se está armando un enemigo” y sostuvo que “la gran mayoría de la comunidad” mapuche no se identifica con los actos violentos” (…) “Las negociaciones empezaron mal, con cada parte ratificando su postura en un documento de ocho puntos. Lo más alentador fue la decisión de continuar el diálogo. Parece el único camino para evitar nuevas y mayores tragedias; entre un sector de pueblos originarios que reclama derechos desconociendo la ley y apelando a métodos violentos, y las fuerzas de seguridad que, con absoluto respaldo del gobierno, parecen encaminadas a restablecer el monopolio estatal de la fuerza y asegurar el cumplimiento de las órdenes de la Justicia” (…) “Parece fuera de toda duda que los disparos de integrantes del Grupo Albatros de la Prefectura mataron a Nahuel e hirieron a otros dos ocupantes” (…) “Pero la Justicia debe determinar si existió un enfrentamiento y en ese marco, si los prefectos repelieron una agresión primero con piedras y después a balazos, como dice la historia oficial que sostiene el gobierno. Saber cómo sucedieron los hechos es una cuestión de extrema importancia judicial y política”.

En su edición del 30 de noviembre, Página/12 publicó artículos de Eduardo Jozami (“La doctrina Michetti”), Paola Fernández (“La dictadura perfecta”) y Raúl Dellatorre (“El sueño dorado del patrón omnipotente”).

Escribió Jozami: “Primero pensé que sólo cabía un artículo humorístico frente a una declaración tan absurda, después comprendí que había que tomarlo más en serio porque, aunque cueste admitirlo, la persona que lo dijo es vicepresidenta de la Nación y, además, Gabriela Michetti había resumido con precisión la doctrina que orienta al gobierno: “el beneficio de la duda es siempre para la fuerza de seguridad” (…) “La vicepresidenta evidenció aún más la irrazonabilidad de su afirmación cuando señaló que ese beneficio de la duda correspondía a las fuerzas de seguridad del Estado porque es éste quien ejerce el monopolio de la fuerza. Precisamente por ello, porque son la fuerza pública, su control estricto y las garantías que se otorguen a los ciudadanos frente a ellas son condiciones necesarias para una sociedad democrática. De lo contrario, la policía podría agredir a un ciudadano que transita pacíficamente sin necesidad de demostrar los motivos de peligro que la llevaron a intervenir, se invertiría-de hecho-la carga de la prueba, ya que creeríamos siempre la versión de la fuerza de seguridad, salvo que se haya demostrado acabadamente lo contrario. No hay que ser muy imaginativo para advertir las consecuencias que tendría la plena adopción de la doctrina Michetti” (…) “Menos audaz que ella para formular doctrinas jurídicas, pero más encendido y agresivo en su retórica, el gobernador de Río Negro acusó a los mapuches de poner en discusión no sólo la organización del estado sino también la Patria, la Bandera y el himno. Tan preocupante como la declaración de la vicepresidenta, la de Weretilneck es por cierto menos original. Desde el general Roca, la invocación a los símbolos patrios no ha sido más que un modo de preparar a la opinión pública para la agresión contra los pueblos originarios” (…) “Además, no puede ser tan inocente (el gobernador) como para no advertir que esa tarea de construcción del enemigo interno es el primer paso para justificar el giro autoritario que se consolida cada vez con más fuerza en la política oficial” (…) “Hay que escuchar a los funcionarios de Cambiemos. Porque, más allá de que no es precisamente la densidad argumental lo que caracteriza sus discursos, nos dicen mucho sobre un proyecto que, sorprendidos por la liviandad con que se expresa, todavía nos cuesta tomar en serio. Días pasados, Mauricio Macri se preguntaba porqué tantas críticas contra las empresas grandes, como si acaso las pequeñas y medianas fueran mejores. “¿Cómo explicar ese temor a crecer?”, decía con alarma el presidente. Esta invocación a que nos arrojemos sin miedo al vértigo de la competencia para llegar a ser tan grandes como los más grandes parece una banalización intolerable: no deja de ser, por ello, una formidable defensa de la concentración económica y de los monopolios, la que, por otra parte, no es hoy tan rechazada como en una sociedad democrática es razonable imaginar” (…) “Tal vez aún nos quede mucho para terminar de entender esta mezcla de elusión sofisticada y franqueza brutal constitutiva del discurso macrista. De todos modos, esto no es una mera discusión sobre retórica sino un trance decisivo para la democracia argentina: sólo la movilización social y la unidad más amplia para enfrentar el proyecto regresivo puede evitarnos este futuro que, cada uno a su manera, nos anuncian los portavoces del oficialismo”.

Escribió Fernández: “El título de la nota corresponde a una reconocida película de origen mexicano, que en 2014 denunciaba a través del recurso ficcional los actos de corrupción y la complicidad entre el gobierno del actual presidente Enrique Peña Nieto y el duopolio mediático TV Azteca-Televisa. Es un buen punto de partida para (re) pensar el contexto mediático en la actualidad argentina” (…) “En una entrevista, con motivo de la difusión de la película mencionada, su director Luis Estrada sostenía: “Los medios manejan caprichosamente la agenda pública, imponen temas y tópicos a los que la sociedad no puede abstraerse, crean héroes y fabrican villanos a su antojo. Cuando deciden exaltar o minimizar algún asunto, la mayoría de la población responde a su discrecional manejo de la información” (…) “Para quienes estudiamos comunicación o periodismo, no es un dato nuevo la influencia que los medios de comunicación masivo tienen en la opinión pública” (…) “A su vez, Argentina es un país con una penetración relativamente alta de Internet (tanto de conexiones fijas como móviles), con más de 17.000 millones de conexiones” (…) “Ello hace del mercado de la convergencia más que apetecible para el conglomerado mediático. Ello implica que el nuevo sistema mediático está hipermediatizado, conectado y sobre-informado” (…) “Por ello, el poder mediático y el poder político adquieren nuevas dimensiones, manteniendo las alianzas estratégicas para garantizar la concentración. En este sentido, la historia de las políticas de comunicación se encuentra indefectible e indisolublemente ligada a los gobiernos de turno. Cada empresa mediática, adaptada a la realidad de turno” (…) “El cerco mediático que envuelve al presidente Mauricio Macri es en la actualidad cuanto menos obsceno. En el mismo convergen las grandes empresas de los medios de comunicación y el accionar ciudadano de las redes sociales y la captación de los recursos digitales por parte del PRO” (…) “Desde esta perspectiva, independientemente de las bajas en los niveles de audiencia (consecuencia de la migración de la audiencia hacia plataformas digitales), el PRO desarrolla una estrategia de comunicación efectiva: combina el despliegue de los medios masivos de comunicación “tradicionales” para formar la opinión pública e imponer agenda y las redes sociales para legitimarla. Y si bien el accionar ciudadano demostró que las redes sociales también son eficaces para contrarrestar el discurso hegemónico, no alcanza para atravesar la protección blindada que el gobierno detenta” (…) “Así y todo, no hay nada nuevo bajo el sol. Perro como nunca antes, la impudicia de la práctica da para más. La pregunta por ¿Dónde está Santiago?, que hoy es ¿Qué le hicieron a Santiago?, es invisibilizada con la construcción de los demonios mapuches, las operaciones millonarias en torno a despegar a Gendarmería y al Ministerio de Seguridad de la represión ilegal y sus consecuencias. El resultado, entonces, es que pese a los avances en las formas de socialización y comunicación que propician las redes, vivimos ante una “dictadura perfecta”.

Escribió Dellatorre: “El proyecto de ley de reforma laboral constituye el intento de modificación de la legislación laboral más importante, en términos cuantitativos y cualitativos, desde que en 1976 la última dictadura militar modificó gran parte de la ley de contrato de trabajo que había sido sancionada dos años antes”, advierte un documento del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma. “Más que un proyecto de ley, estamos frente a un verdadero programa de los empleadores en materia de relaciones laborales, en el que se abordan prácticamente todas las demandas del sector empresario, a excepción del sistema de representación sindical y de negociación colectiva que siguen siendo centralizados”, define el trabajo realizado por los profesionales del Departamento Jurídico de la mencionada central sindical” (…) “En un pormenorizado análisis del contenido del anteproyecto de ley que ingresó al Senado, el documento señala que “la lógica del proyecto se acerca mucho a las reformas laborales recientemente aprobadas en Brasil y en Francia”, países en donde la lógica de la flexibilización y precarización laboral se impuso como “solución” desde el frente empresario corporativo a las respectivas crisis económicas. En el caso argentino, señala que “se trata de un proyecto que incluye normas sobre relaciones individuales, relaciones colectivas, fomento del empleo y formación profesional, y sobre cuestiones tributarias”, sin descartar la introducción de cláusulas de flexibilización laboral por medio de la negociación colectiva sectorial. “En un mismo instrumento se volcaron gran parte (o la totalidad) de las demandas patronales, con el objetivo de tratarlas en forma unificada y evitar una discusión más detallada de cada punto en forma individual”, apunta el ODS-CTA” (…) “Así presentado, el proyecto oficial que llegó al Senado-y que sólo en forma muy parcial y en puntos secundarios será parte de una “negociación” con el triunvirato de conducción de la CGT-constituiría la primera etapa de una “reforma laboral” todavía más profunda, que en esta primera instancia afectaría los derechos laborales del conjunto de los trabajadores, mientras que en una segunda etapa intentaría avanzar “sector por sector” a partir del cuestionamiento de los derechos consagrados en los convenios colectivos de trabajo” (…) “El proyecto del Ejecutivo avanza sobre aspectos medulares de la Ley de Contrato de Trabajo, planteando en la práctica una desestructuración de la justicia laboral, lo que en el discurso oficial es presentado como el combate a la “industria del juicio”. Este argumento le rindió al gobierno el rédito de que muchos sectores empresarios locales que resultarían perjudicados por el impacto de la aplicación de la ley (reducción de la demanda interna, concentración económica a favor de grandes corporaciones), expusieran su entusiasmo por una política que les promete “bajar los costos laborales”. El reflejo de esta reacción es que, mientras algunas organizaciones empresarias pymes celebran la iniciativa, otras con un mayor grado de compromiso están convocando al empresariado a participar en la marcha de repudio a la reforma laboral del miércoles 29” (…) “El análisis realizado por los especialistas del ODS-CTA enfatiza la incidencia que tendría la aplicación de la ley propuesta, afectando aspectos considerados como “pilares de la Ley de Contrato de Trabajo”. Además de la modificación del régimen indemnizatorio, abaratando el despido mediante la disminución de la base de cálculo a utilizar para la determinación del monto, y la creación de un “fondo de cese laboral” que reduce el costo de desembolso patronal a la hora de despedir personal, existen otros numerosos derechos laborales que resultarían avasallados por la reforma, que han merecido menor atención que los mencionados” (…) “No por nada, en opinión de muchos especialistas, la propuesta oficial se asimila a un desmantelamiento de la estructura jurídica de defensa de los derechos del trabajo y vaciaría prácticamente de contenido, y de razón de ser, al fuero laboral”.

En su edición del 29 de noviembre, La Nación publicó artículos de Morales Solá (“Un grupo minoritario que desafía al Estado argentino”) y Daniel Gallo (“¿Pueden asumir los militares roles de seguridad?”).

Escribió Morales Solá: “Tal vez no se sabrá nunca qué pasó en Villa Mascardi. Un joven, Rafael Nahuel, identificado con la causa de la RAM, murió de un tiro en la espalda. La Prefectura asegura que debió utilizar balas de 9 mm porque había sido agredida a tiros por los ocupantes de un sector del Parque Nacional. Esa aseveración es respaldada por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien dijo que las fuerzas de seguridad no deben demostrar nada cuando están actuando bajo el manto de la ley” (…) “Sin embargo, la parte activa de la comunidad mapuche asegura que no existió violencia armada de su parte y que se trató de una “cacería”. El Ministro de Justicia, Germán Garavano, reclama que la Justicia determine cómo sucedieron los hechos y se limita, en cambio, a decir que es la Prefectura la que asegura que hubo un tiroteo de los ocupantes de la zona” (…) “El gobierno es uno solo cuando le reprocha al magistrado una insoportable lentitud para inspeccionar el lugar donde murió Nahuel” (…) “El gobierno se preocupa con razón: no hay una sola prueba que avale las afirmaciones de la Prefectura (no hay ningún prefecto herido ni rastros de balas fuera del predio tomado). La falta de pruebas podría cristalizar la idea de que fue una muerte innecesaria o directamente provocada para disuadir nuevas protestas. Este es el discurso que ya se escucha en organismos de derechos humanos, en el kirchnerismo y en la izquierda” (…) “Es cierto que los jueces del sur han sido demasiado laxos con la aplicación de la ley en los lugares tomados por la RAM” (…) “La conclusión que sacan muchos (y el gobierno, sobre todo) es que de esa manera se hace una cesión de soberanía del territorio argentino” (…) “Es cierto que el gobierno de Mauricio Macri no paga costos políticos por estos acontecimientos. El problema mapuche no es una cuestión que preocupa a la inmensa mayoría de la sociedad argentina y, por el contrario, una parte importante de la sociedad rechaza la violencia que ejerce la RAM. Más allá de lo que sucedió el sábado pasado, la RAM es un grupo que ejerce violencia, que es renuente al diálogo y cree que sólo con la agresión conquistará territorios que considera ancestralmente suyos. Por eso, los dirigentes políticos patagónicos opositores a Macri (como Miguel Pichetto o el gobernador rionegrino, Alberto Weretilneck) son los más duros en las críticas a la RAM” (…) “Garavano aseguró que el gobierno tiene información de que en los últimos días ingresaron a la Argentina unos 40 miembros de la CAM chilena por pasos fronterizos ilegales. La frontera con Chile es muy porosa, sobre todo en primavera o verano” (…) “La RAM argentina se mueve en una región que vive del turismo y en medio de pozos de petróleo y gas. Los sucesos de Villa Mascardi ocurrieron a 35 kilómetros de Bariloche, la capital turística del sur” (…) “En síntesis: lo que hoy parecen protestas menores, como la ocupación de un sector de Parques Nacionales, puede sorprender con una deriva mucho peor. ¿Y si interrumpieran el suministro de petróleo o gas?” (…) “Pero, ¿qué hacer? ¿Qué, cuando una facción optó por la violencia y, por lo tanto, rompió todos los puentes de diálogo, como lo aseguró el gobernador Weretilneck? La primera constatación es que la RAM es un grupo muy minoritario de la comunidad mapuche, generalmente pacífica y preocupada por asegurarse, mediante el diálogo con el gobierno, el respeto a sus costumbres, su historia y su cultura” (…) “La estrategia de Garavano consiste en entablar rápidamente una negociación con los mapuches pacíficos para mejorar su calidad de vida” (…) “La disputa entre el estado y un sector de los mapuches ya se cobró dos vidas” (…) “Dos muertos en cuatro meses por el mismo conflicto merecen una especial atención judicial y política. Tan importante como restablecer la totalidad de la soberanía territorial argentina es la reconstrucción de un clima de paz y normalidad en la Patagonia”.

Escribió Gallo: “El descontrolado hundimiento del submarino San Juan abrió un debate inesperado. Las tragedias no resultan buenos momentos para cambios apurados por la sorpresa de encontrarse con algo no previsto” (…) “Por ese eje trazado por la desesperación de saber que un submarino y su tripulación podían haber sido víctimas de años de desinterés se metió una discusión vieja. ¿Pueden asumir los militares roles en seguridad? Es la pregunta lógica si se avanza en un proyecto de fusionar a la Armada con la Prefectura. La iniciativa no es nueva. Tiene exactamente 16 años” (…) “En noviembre de 2001 el Ejército y la Armada consensuaron un proyecto para reformular estratégicamente sus objetivos” (…) “El país se encaminaba a una crisis y la Gendarmería se movía de una provincia a otra con cientos de cortes de rutas mensuales. Las Fuerzas Armadas estaban entonces postergadas y sus mandos querían asegurarse una misión que les permitiese sobrevivir. Ese fue siempre un error conceptual, pero no será aquí cosa de adelantarse a la necesaria línea temporal. Del análisis militar salió una definición para ofrecer al poder político: la superfuerza” (…) “En 2001 el problema era sostener la autoridad política, la cohesión social y evitar la repetición de pueblos en llamas como ocurrió en Salta y Corrientes” (…) “Las fronteras quedaban vacías. El ejército vio la oportunidad de tener una misión. El diseño preparado por los militares se sustentó en la Gendarmería como fuerza que recibiría los equipos tácticos de la Policía Federal y todo el componente de seguridad de la Prefectura. La idea era tener esa “superfuerza” de seguridad para hacer frente a los disturbios. En ese esquema, el Ejército se haría cargo del control de frontera para “liberar” a los gendarmes y la Armada tomaría el mando sobre toda unidad que flotase en la Prefectura” (…) “El rol de la Armada sería el control de la pesca ilegal. Un debate similar aparece 16 años después. La pregunta sobre el papel de los militares en la Argentina vuelve una y otra vez. Quizá la seguridad no sea el mejor lugar para asignar una tarea. En el gobierno, unos consideran hoy esa posibilidad con un pensamiento económico de asignación de recursos, otros entienden que la separación de funciones es un gasto que vale la pena. Esas dos visiones aún no definieron la pulseada que está por empezar” (…) “Si la Armada asume el control de la Prefectura, el control de la pesca ilegal-supuesta misión del San Juan-estaría bajo supervisión absoluta de militares. Es un rol claramente policial de verificar licencias, detener a infractores y originar una causa judicial como auxiliares de la Justicia” (…) “En los ríos la situación sería más compleja, porque la Prefectura se encarga de evitar el ingreso de drogas. Entonces los egresados de la Escuela Naval deberían pensar en el narcotráfico como adversario y prepararse para eso” (…) “Además deberían ser reformuladas las leyes de Defensa Nacional, Seguridad Interior e Inteligencia” (…) “Una pregunta paralela es saber si los militares están capacitados hoy para actuar en temas de seguridad” (…) “La Argentina tiene un esquema de seguridad envidiado en el mundo” (…) “Entonces, ¿qué rol le queda a las Fuerzas Armadas? El más importante: prepararse para cumplir su misión primaria. Si la política lo señalase claramente, los militares dejarían de buscar opciones para sentirse reconocidos y útiles. El bombero profesional no necesita transformarse en un docente para justificar las horas sin incendios”.

En su edición del 28 de septiembre, La Nación publicó artículos de Pablo Mendelevich (“Un nuevo rol para las Fuerzas Armadas”) y Loris Zanatta (“Mugabe, la parábola del libertario devenido en dictador”).

Escribió Mendelevich: “Durante mucho tiempo, a los golpes de Estado se los llamó revoluciones. La mitad de los seis gobiernos militares del siglo XX incluso adoptaron el término como marca” (…) “Entre una y otra (revolución) tutelaban a los gobiernos surgidos de las urnas, que arrancaban con proscripciones impuestas y el poder recortado. Hasta no hace tantos años, las dictaduras no eran una anomalía, sino una cuestión naturalizada” (…) “No nos anima ni nos mueve ningún interés político, no hemos contraído compromisos con partidos o tendencias”, aseguraba la proclama del primer derrocamiento que produjo el Ejército. Era el parto de la dictadura fascista del general José Félix Uriburu. “Estamos por lo tanto colocados-explicaban con candor memorable el 6 de septiembre de 1930-en un plano superior” (…) “Es erróneo entrever un prejuicio antimilitar en la observación de que la misión primordial de las Fuerzas Armadas durante el siglo XX no consistió en defender el territorio nacional, en cuidar a la nación de posibles enemigos externos, sino en erigirse en reserva moral para salvar al país de las persistentes miserias civiles, en identificar, eventualmente construir y combatir enemigos internos. Los militares se creyeron durante décadas “en un plano superior” (…) “Pero en 1976 el “Proceso” produjo desaguisados catastróficos” (…) “Tan mal hicieron las cosas en el poder las Fuerzas Armadas, tan trágico, grotesco y frustrante fue el desarrollo de las misiones mayúsculas que se arrogó (en el caso de la lucha “antisubversiva” con el auspicio iniciático del gobierno peronista al que luego derrocarían), que su derrota multifrontal, tremendamente onerosa y trágica, fue lo que en verdad habilitó en diciembre de 1983, por default, el advenimiento de la democracia” (…) “Cierta tendencia a las simplificaciones maniqueas creó una fantasía de tipo hidráulico, la de que el repliegue militar garantizaría para siempre la estabilidad institucional. En muchos círculos se pensaba que los militares eran los únicos responsables de todas las flaquezas de la institucionalidad. La caída de De la Rúa, sin participación castrense alguna, se ocupó de desmentirlo” (…) “Después de los levantamientos carapintadas que Menem liquidó con mano firme en diciembre de 1990, los militares ya no volvieron a participar de salvamentos ni de insurrecciones” (…) “Los militares perdieron la capacidad de asignarse a sí mismos un papel mesiánico. Una buena noticia que disimuló la mala: la política no supo sustituir la misión patriótica “superior”, tutelar, por otra de carácter profesional de largo plazo. No las modernizó ni diseñó un plan para hacerlo. Tampoco preparó su extinción. Al no hallarles un sentido, las arrumbó. ¿Por qué pasó eso? Antes que nada, porque los sucesivos gobiernos de la democracia fueron ineficaces para resolver en forma cohesionada y concluyente el trauma de las violaciones de los derechos humanos cometidas por personal militar durante la represión ilegal” (…) “Darles una misión a los militares hubiera obligado, entre otras cosas, a subirles el presupuesto. Y los aumentos presupuestarios para la defensa, como lo analiza Rosendo Fraga, siempre necesitan ser explicados. Pero aquí se trataría de una explicación de difícil encastre con las necesidades electorales bienales de los políticos” (…) “Vistos su reescritura banal y distorsiva de los año 70 y el desprecio visceral hacia los uniformados, los años del kirchnerismo agravaron las cosas. El presupuesto militar siguió en baja y los sucesivos ministros mostraron poco interés por formular una política de defensa consistente” (…) “Algunos especialistas en temas militares advierten que conservamos Fuerzas Armadas empobrecidas, en vías de desguace, formateadas durante la Guerra Fría (el ejército tiene hoy casi la misma cantidad de generales que cuando terminó la dictadura) y cuya ínfima inversión en equipamiento suele determinar las misiones. Debería ser al revés: antes de salir de compras primero habría que saber cuál es el trabajo” (…) “¿Yo qué haría? Les daría la misión de recuperar el control territorial dentro de las leyes vigentes”, dice Horacio Jaunarena” (…) “En la reestructuración militar que el presidente Macri tiene en mente la forma de plantear estos temas será fundamental: una cosa es definir la misión militar en función de la agresión recibida y otra es hacerlo por materias, por ejemplo, narcotráfico” (…) “La discusión que viene no se refiere a si se debe o no controlar el territorio nacional sino a determinar los límites para que las Fuerzas Armadas lo hagan dentro del actual marco legal y a la intervención militar en la lucha antiterrorista. Eso en cuanto a lo conceptual, pero los propios militares tal vez estén más preocupados por el reordenamiento interno de las fuerzas, lo que involucra racionalizar áreas duplicadas y hasta triplicadas. ¿Qué parte de las decisiones será del Poder Ejecutivo y cuál irá en busca de acuerdos? No sería sencillo un consenso para una política de defensa con respaldo multipartidario, para lo cual ya hay un sector opositor bien posicionado. A la Comisión de Defensa de la Cámara de Diputados la preside Nilda Garré”.

Escribió Zanatta: “¿Quién es Robert Mugabe? ¿Por qué debería interesarnos su melancólica decadencia después de 37 años de poder absoluto en Zimbabwe?” (…) “La noticia, en realidad, no debería pasar desapercibida, ni desaparecer sin dejar rastro. Mugabe no es un don nadie: encarna una época que tuvo ideales importantes. Fue uno de los grandes líderes de las luchas nacionalistas y anticolonialistas en África, luchó contra el dominio británico y la minoría blanca racista en la entonces Rodhesia. En 1980 fue elegido primer presidente de la nueva república independiente y se proclamó marxista leninista; fue uno de los más activos y prestigiosos dirigentes del movimiento de los no alineados. ¿Cómo puede ser que deje un país así, con una inflación fuera de control, la moneda convertida en papel gastado, la deuda en las nubes, el desempleo galopante, los inversores que huyen, la gente hambrienta?” (…) “Mugabe y su régimen van por los mismos caminos de muchos otros regímenes: en África, en Asia e incluso en América Latina. El abismo entre promesas y resultados los une, la brecha entre los paraísos con que soñaron y el infierno que realizaron clama al cielo. ¿Habrá una razón? Su parábola recuerda al chavismo: de las estrellas a los establos. No es ninguna coincidencia que a Mugabe se lo llamara el Fidel Castro africano. Fidel era una especie de padre putativo para él” (…) “Era el año 1986 cuando Fidel hizo a Mugabe el mayor elogio: él sí que había sido inteligente, dijo a los amigos angolanos; había aceptado el plan británico para obtener la independencia, a pesar de que preveía duras concesiones” (…) “En ese momento, para ser sinceros, ya se sabía que Mugabe no era ningún santo” (…) “Pero Mugabe era socialista, cristiano, tercermundista, lleno de ideales puros y buenas intenciones, odiaba a Occidente y al capitalismo: bien podría perdonársele algunas manchas” (…) “El elogio de Fidel, sin embargo, debía ser leído hasta el final. Llevaba incluido un verdadero programa de gobierno, digno de Lenin: “Después de conquistar la democracia, se conquista el poder, y después de conquistar el poder se maneja la situación, se van graduando los hechos” (…) “¿Y qué es el poder? “Es el ejército, la policía, todas las fuerzas armadas, la organización política del país, el control del Estado, la educación, la salud pública y por supuesto la economía”, que “debe estar en manos del gobierno”. Más claro, imposible. La radicalización, concluyó Fidel, puede venir más tarde” (…) “Cuando se convenció de que tenía todo el poder en sus manos, arrancó con la radicalización. Al igual que Fidel, él también quería pasar a la historia como un fundador de religiones, como el redentor que había emancipado a los africanos del dominio del hombre blanco; aunque esto llevara a la ruina, al hambre, a la miseria. Y así fue como una vez más el camino del infierno fue pavimentado con buenas intenciones” (…) “No importa sacar la moraleja de esta triste historia, igual a tantas otras: los hechos hablan por sí mismos y la coincidencia con el centenario de la revolución bolchevique debería hacerlos aún más elocuentes. Pero podemos estar seguros de que no será así, de que siempre habrá admiradores de Mugabe y que nuevos Mugabes seducirán a nuevos admiradores. Cuando una cosa falla mil veces, pero mil veces se repite, solo es posible una explicación: entre la realidad y las ilusiones, ¿cuántas veces preferimos las segundas?”.

En su edición del 28 de noviembre, Página/12 publicó artículos de Washington Uranga (“El necesario enemigo interno”), Mario Wainfeld (“Michetti, Bullrich y la carga de la prueba”) y Emir Sader (“Un neoliberalismo tardío”).

Escribió Uranga: “En un paso más de la estrategia de política comunicacional del gobierno la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, habló con motivo de la represión violenta en el sur que culminó con la muerte de un mapuche. El propósito central de la alocución fue insistir en la idea del enemigo interno que, según el oficialismo, surge como una amenaza para la sociedad argentina. Tras expresar su pésame a la familia del joven asesinado la funcionaria justificó-amparándose en la ley-el accionar de las fuerzas de seguridad a su cargo. Es la misma postura que mantuvo desde agosto pasado respecto de la acción de la Gendarmería que culminó con la muerte de Santiago Maldonado. Se trata, afirmó, “de grupos que no respetan la ley, que no reconocen a la Argentina, que no aceptan el estado, la constitución, nuestros símbolos, que se consideran como poder fáctico que puede resolver con una ley distinta a todos”. En síntesis, una amenaza para la Nación” (…) “No hubo ninguna explicación acerca de la actuación de la Prefectura Naval en este caso. Tampoco hay pruebas de lo que se afirma cuando, por ejemplo, se asegura que se trata de “grupos violentos” que “han tomado a la violencia como la forma de acción política”. Para Bullrich lo realizado por las fuerzas a su cargo fue “una acción legal y legítima”. Ninguna referencia a que la muerte de Rafael Nahuel se produjo como resultado de un disparo que recibió en su espalda” (…) “Las expresiones de la ministra resultaron más parecidas a una amenaza que intenta intimidar a quienes protestan que al propósito de ofrecer explicaciones a la ciudadanía ante la represión ejercida” (…) “Hablando en nombre del gobierno Bullrich expone argumentos para darle legitimidad discursiva a la acción represiva que puede llegar a matar por la espalda a los que reclaman o encarcelar sin pruebas a quienes protestan en las calles. Es el mismo recurso que permite justificar simultáneamente la inacción del oficialismo respecto de los atropellos cometidos también en el sur-pero no solo allí-por actores privados que se apropian de tierras, clausuran accesos, avanzan en explotaciones ilegales y desoyen los mandatos del Poder Judicial” (…) “Como parte de su estrategia y frente a sus propios errores el gobierno necesita victimizarse construyendo un enemigo interno que justifique el avance de las acciones represivas. Y en este capítulo todos los que “ponen palos en la rueda” son enemigos. Todos los que opinan diferente entran en esta categoría. Porque reclaman tierras o porque exigen libertad de expresión” (…) “Cuando ya no rinde el argumento de la “pesada herencia” bien vale apostar a la existencia de un enemigo interno que permita seguir evitando que se hable de lo que hay que hablar: la realidad que viven los argentinos y las argentinas como consecuencia de las decisiones políticas y económicas de Cambiemos”.

Escribió Wainfeld: “Lo expresó la vicepresidenta Gabriela Michetti, en el marco informal de un reportaje televisivo. Luego lo ratificaron los ministros de Seguridad, Patricia Bullrich, y de Justicia, Germán Garavano, en un escenario estudiado y por lo tanto más cuestionable. El coro de voces oficiales emite un mensaje preciso y temible: el gobierno del presidente Mauricio Macri está dispuesto a desconocer las reglas del debido proceso y la división de poderes” (…) “Michetti hizo punta, con estilo coloquial: una división de roles frecuente en la comunicación oficial. “El beneficio de la duda lo deben tener siempre las fuerzas de seguridad” (…) “Bullrich multiplicó la apuesta aduciendo que “el juez necesitará elementos probatorios, nosotros no: el gobierno nacional ya ha definido que esto se realizó por una manda judicial. Nosotros no tenemos que probar lo que hacen las fuerzas de seguridad”. La afirmación es incorrecta y peligrosa. Desconoce las reglas penales vigentes, constituye una amenaza (no velada sino expresa) al juez federal Gustavo Villanueva, encargado de investigar la muerte violenta de Rafael Nahuel quien recibió un balazo estando de espaldas” (…) “El Ejecutivo y la Prefectura reconocen que fue un efectivo de esta fuerza quien efectuó el disparo fatal. Aducen haber obrado en defensa propia, deberán acreditarlo en Tribunales donde no valen nada los criterios del Ejecutivo” (…) “La carga de prueba en cualquier presumible delito, recae sobre quien acusa. Pero ese principio varía según las circunstancias. Si se mató a alguien y el autor material alega defensa propia es él quien tiene la carga de probarlo. Si no lo hiciera satisfactoriamente, tras todas las instancias legales, sería culpable de homicidio. En este caso, posiblemente calificado por haber sido cometido por integrantes de una fuerza de seguridad” (…) “En un primer relato macrista las víctimas habrían blandido lanzas, boleadoras, hachas y lanzado piedras. Una escena más propia de un programa de Diego Capusotto que de una batalla frente a una organización subversiva entrenada y militarizada. Esa primera versión luego se enriqueció contando que hubo disparos de armas de grueso calibre. Y que los ciudadanos baleados llevaban máscaras de gas que, por cierto, no portaba Nahuel” (…) “La proporcionalidad es un punto central, porque un cuerpo de elite como el que mató a Nahuel dispone (debe disponer) de recursos alternativos a las armas letales para disolver a un puñado de personas, aún si actuaran agresivamente (gases lacrimógenos o balas de goma a título de posibles ejemplos). De nuevo, la agresión no está verificada: las interpretaciones de Michetti, Bullrich, Garavano o los propios sospechosos no pesan más que ninguna otra en un juicio regular” (…) “Se pueden buscar evidencias sin que el juez esté obligado a convocar de inmediato al o los sospechosos a prestar indagatoria. Estos, en ejercicio de su derecho de defensa, pueden ofrecer pruebas” (…) “Si se llega a juicio y se dicta sentencia, el Tribunal respectivo tendrá que contrapesar los hechos comprobados y puede condenar o absolver. Eventualmente aplicando al o los acusados la presunción de inocencia” (…) “Suprimir o entorpecer uno o todas estas etapas desde otro poder del Estado constituye un avasallamiento a las competencias del Judicial, que podría tipificar delito, el encubrimiento inclusive” (…) “Los jueces deben ser neutrales y objetivos. Los fiscales cumplen un rol. Les incumbe la carga (el deber) de acusar, no les corresponde juzgar. Solo están facultados para eximirse de su obligación cuando las pruebas de descargo son irrefutables. No es, ni por asomo, lo que sucede hoy” (…) “Mal que le pese a Bullrich, no existió “una manda legal” de balear con ametralladora. La orden judicial de desalojo no contenía esa especificación, desde ya. Pero, si en un arrebato de locura, el juez hubiera dispuesto eso por escrito, habría incurrido en una ilegalidad formidable, causal clavada de juicio político” (…) “La presión sobre el juez Villanueva es tremenda. El macrismo violenta las reglas republicanas. Sus criterios, mal que les pese, no disipan las sospechas sobre otro hecho de violencia institucional”.

Escribió Sader: “Cuando se agotaba el largo ciclo expansivo de la economía capitalista de la segunda posguerra se generó la situación en la que economistas hablaban de “estanflación”, la combinación de estancamiento con inflación” (…) “Fue en ese momento que empezaron a surgir elementos que más tarde configurarían el ideario neoliberal. Una especie de neoliberalismo precoz aparecía en las propuestas de la Comisión Trilateral, compuesta por Samuel Huntington, Michel Crozier y Joji Watanaki, cuando proponen una “democracia restringida”. El Estado se volvería incapaz de atender las demandas de los distintos sectores de la sociedad, lo que haría sobrecargar sobre las finanzas públicas la atención de derechos que ya no sería posible satisfacer. Surge el tema de la “ingobernabilidad”, que se volvería pieza esencial en la centralidad de los ajustes fiscales, en el modelo neoliberal” (…) “En la misma América Latina, coincidiendo con las transiciones de dictaduras a democracias, Fernando Henrique Cardoso propuso una versión precoz del neoliberalismo, en su “Teoría del autoritarismo”, que ha orientado gran parte de esos procesos de transición. En su visión, democratizar sería descentralizar el poder político alrededor del Ejecutivo y desconcentrar el poder económico alrededor del Estado. En las dictaduras el sector hegemónico sería una especie de “burguesía de Estado”, a la que habría que desplazar, para dar lugar a la democracia. Hay elementos claros que apuntaban hacia el Estado mínimo que posteriormente será clave en el modelo neoliberal” (…) “A lo largo de las décadas siguientes, América Latina se ha vuelto la región del mundo con más gobiernos neoliberales y en sus modalidades más radicales” (…) “Como herencia del agotamiento del modelo neoliberal, quienes lo siguieron sosteniendo fueron derrotados sistemáticamente en algunos países más importantes del continente. Hasta que, producto de una nueva ofensiva conservadora, explorando debilidades de algunos de esos gobiernos, una ola de restauración conservadora se expande, teniendo como ejes Argentina y Brasil” (…) “Imponen el mismo modelo de hace décadas, como si nada hubiera pasado ni en nuestros países, ni en el mundo. Como si ese modelo no se hubiera agotado, como si no se hubiera instalado en el centro mismo del capitalismo una profunda y prolongada crisis recesiva. Se trata de un neoliberalismo tardío” (…) “Descifrar el neoliberalismo tardío, con sus anacronismos y sus novedades, es condición indispensable para reactualizar la lucha en contra de ese modelo devastador para los derechos sociales, para la soberanía nacional y para la misma democracia”.

El miércoles 15 de noviembre, cerca del mediodía, no se tuvo más noticias del submarino ARA San Juan. Había partido de Ushuaia rumbo a Mar del Plata. Con el correr de los días los medios de comunicación se interesaron por el tema e inmediatamente acaparó la atención de todos los argentinos. Con el correr de las horas y ante la escasez de información veraz, la opinión pública comenzó a ser ganada por la incertidumbre y el desasosiego. Por un artículo firmado por el periodista Román Lejtman en el portal Infobae supimos que recién un día después la Armada informó de la desaparición del submarino a su autoridad máxima, el almirante Srur. Lo peor de todo es que el ministro de Defensa, Oscar Aguad, fue informado de la situación el viernes 17 cuando estaba en Vancouver. Vale decir que el gobierno nacional supo de la desaparición del ARA San Juan casi tres días después. Por la información suministrada por la Armada a los medios el submarino informó de desperfectos en su interior el miércoles 15 a las 7.30 de la mañana. Fue la última comunicación. Días después la Armada reconoció que tres horas más tarde la nave sufrió una explosión o implosión de envergadura. El embajador argentino en Viena recibió información de una organización dedicada a analizar ruidos que se producen en las profundidades de los océanos y que nada tienen que ver con su naturaleza. En otras palabras: analiza ruidos provocados por explosiones nucleares. Esa organización le confirmó al embajador la explosión que sufrió el ARA San Juan. Mientras tanto, el vocero de la Armada tiene la ardua misión de brindar diariamente información sobre lo búsqueda internacional del submarino. Se trata, según los entendidos, de la búsqueda más importante jamás hecha de un submarino. Participan países de la talla de Estados Unidos, Rusia y Gran Bretaña, dueños de sofisticados equipos capaces de bucear en las profundidades oceánicas en busca del submarino. Hasta ahora (mañana del miércoles 29) no se tienen noticias del ARA San Juan. Este dramático episodio puso en evidencia varias cosas. Aunque tanto el gobierno como la Armada lo desmintieron, quedó de manifiesto, al menos al principio, serias desinteligencias entre ambos actores. Resulta inconcebible que el ministro de Defensa se haya enterado del asunto recién el viernes 17. En consecuencia, el presidente de la Nación, quien es el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, no fue informado por sus subalternos (los integrantes de la cúpula de la Marina). Como siempre sucede en estos casos, la televisión es invadida por opinólogos de todo tipo, quienes pretenden convencernos de que poseen la verdad revelada. Pareciera como que se cuelgan de esta tragedia para hacerse conocidos. Los únicos que merecen respeto en este sentido son los submarinistas, algunos de ellos veteranos de Malvinas, que dieron su parecer dominados por el desasosiego y la emoción. Sus palabras son las únicas creíbles. Capítulo aparte es el trato dispensado por la Armada a los familiares de los tripulantes. En este caso hay que partir de la sinceridad de los marinos cuando aseguran que tuvieron noticias de la explosión del submarino una semana después a raíz de la información brindada por el embajador en Austria. Lo cierto es que cuando la marina informó a los familiares sobre la explosión, éstos se descontrolaron protagonizando escenas de violencia. Algo completamente comprensible si se tiene en cuenta la tensión que han venido acumulando desde el miércoles 15. Acusaron a la Armada de haberles mentido, de haberles ocultado información, de haberlos manipulado. El presidente de la nación visitó días pasados a la cúpula de la Armada con rostro serio. No era para menos. Aseguró en una conferencia de prensa que el gobierno confía ciegamente en los marinos y que su gobierno jamás abandonará la búsqueda del submarino. ¿Qué fue lo que realmente pasó con el ARA San Juan? Imposible brindar una respuesta a semejante pregunta. Lo que sí es seguro es que el gobierno y la marina saben perfectamente lo que pasó, al igual que Estados Unidos, Gran Bretaña y Rusia. No se sabe cuál era la misión del submarino y qué originó la explosión. Algunos hablan de implosión, lo que sugeriría un desperfecto de la nave. Pero también se habla de explosión, lo que indicaría la existencia de causas ajenas al submarino. Las preguntas que muchos se formulan es la siguiente: ¿fue atacado por un torpedo?; ¿ese ataque fue intencional o fue un accidente?; ¿las marinas de EEUU, Gran Bretaña y Chile estaban haciendo ejercicios bélicos secretos?; en ese caso ¿sabía Macri de esos ejercicios? Pensar en la afirmativa provoca escalofríos. Nadie se atreve imaginar las consecuencias del siguiente relato: las marinas de EEUU, Gran Bretaña y Chile están haciendo ejercicios bélicos en secreto y de repente el ARA San Juan, sin haber informado previamente a tales países por desperfectos en el sistema de comunicaciones del submarino, ingresa en una zona del Atlántico que le pertenece a Gran Bretaña luego de su victoria en 1982. Como consecuencia de ello, el ARA San Juan ignoró las advertencias de los ingleses quienes lo atacaron provocando su hundimiento en aguas profundas. Otro relato sería el siguiente: Argentina participaba de esos ejercicios sin autorización del Congreso y en un momento dado, por error, el submarino recibió un “torpedazo”. En ambas hipótesis se estaría en presencia de un escándalo internacional que podría provocar la caída del gobierno de Cambiemos. Resulta por demás evidente que si algunos de los relatos es cierto, ni el gobierno argentino ni el británico jamás lo reconocerán. Ambos van a coincidir en el relato oficial que abona la hipótesis del desperfecto interno del submarino que provocó su hundimiento. Ahora bien, si ese es finalmente el relato verídico surgen automáticamente varios interrogantes: ¿estaba en condiciones el submarino de moverse en las profundidades del océano?; ¿fue tan inconsciente el comandante de la tripulación de no verificar el estado del submarino?; ¿la Armada no sabía nada respecto a los supuestos desperfectos de la nave? Si finalmente se confirmara que el submarino no estaba en condiciones de navegar, se produciría un escándalo institucional de proporciones que sacudiría fuertemente a la Armada y en menor medida al propio gobierno. Pero antes que nada es fundamental encontrar al submarino. Se trata, qué duda cabe, de una empresa muy complicada porque el adversario a vencer es nada más y nada menos que el océano. Es por ello que hasta tanto no se produzca su hallazgo, no queda más remedio que aguardar rezando por la vida de sus tripulantes.

Otro hecho que conmocionó a la opinión pública fuero la feroz represión del grupo Albatros contra mapuches que se encontraban protestando en Bariloche. Lamentablemente uno de los mapuches, el joven Rafael Nahuel, recibió un disparo por la espalda y falleció. No se necesita ser un experto en balística para percatarse que se trató de un fusilamiento público, de un asesinato a sangre fría. Sin embargo, la ministra de Seguridad, acompañada por el ministro de Justicia Germán Garavano, avaló el accionar de sus subordinados. Se trató, remarcó, de un accionar legal y legítimo contra un grupo de personas que constituyen un peligro para la nación. Vale decir que para el gobierno la RAM es una suerte de asociación ilícita que desafía al estado argentino, a su constitución, al gobierno y al pueblo. Para el gobierno los miembros de la RAM se asemejan, en cuanto a su accionar y sus objetivos, al Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) que en los setenta intentó ocupar territorio tucumano para constituir un estado independiente. Ahora bien, comparar ambos protagonistas es un verdadero desatino salvo que el gobierno tenga en mente crear una suerte de “enemigo interno” para legitimar el accionar represivo de las fuerzas de seguridad. Porque nadie en su sano juicio puede creer que la RAM constituya un peligro para la nación. Porque imagine el lector que, efectivamente, la RAM tuviera en mente emular al ERP. ¿Qué posibilidades tiene de crear en el sur argentino un estado independiente?; ¿cuenta con la infraestructura necesaria (armamentos, dinero, apoyo logístico) para acometer una empresa de semejante envergadura? La respuesta a tales interrogantes es por demás evidente. La RAM carece por completo de lo mínimo indispensable para intentar algo semejante. Si lo intentara sería aplastada por las fuerzas de seguridad. Imagine el lector el peor escenario: la RAM le declara la guerra al gobierno nacional. En cuestión de horas el problema quedaría resuelto. Es por ello que llama la atención que el gobierno le otorgue tanta relevancia a un tema de fácil solución. ¿Cuáles serían, entonces, las razones verdaderas del presidente Macri? No serían otras que legitimar el accionar represivo de las fuerzas de seguridad para garantizar el orden en todo el territorio nacional, amenazado no por los mapuches sino por la política económica que aplica. Lamentablemente el gobierno está agitando viejos y peligrosos fantasmas para imponer semejante política. En efecto, al considerar a la RAM un grupo subversivo lo iguala, como expresamos precedentemente, con el ERP y también con la guerrilla montonera. Lo que hace el gobierno es agitar los recuerdos de una década trágica que culminó con el golpe de estado cívico-militar del 24 de marzo de 1976. Su objetivo es atemorizar a la población, hacerle creer que la paz social está en peligro por el accionar violento de un grupo subversivo muy peligroso. ¿Qué garantiza que de aquí en adelante las fuerzas de seguridad no repriman salvajemente cualquier protesta social? Primero fue Santiago Maldonado; luego, Rafael Nahuel. Dos jóvenes ligados con los mapuches. ¿Pero qué garantiza que el gobierno tenga en mente, por ejemplo, reprimir a las organizaciones sociales que claman por comida o los metrodelegados que paran los subterráneos o cualquier que se atreva a “atentar contra el orden”? De aquí en adelante cualquier puede ser un nuevo Santiago Maldonado o Rafael Nahuel, en suma.

El presidente Macri no tiene contemplaciones cuando toma una decisión. Porque no cabe duda alguna que todo lo que hace el gobierno es ordenado por el presidente. El propósito no es otro que el disciplinamiento de la sociedad. Lamentablemente, está poniendo en práctica una estrategia cargada de odio y revanchismo harto peligrosa. Por ejemplo, ¿qué necesidad había de humillar públicamente a Amado Boudou cuando fue detenido?; ¿qué necesidad había de fotografiarlo en la intimidad de su domicilio esposado y en piyama? Conste que si el ex vicepresidente es hallado culpable de los delitos que supuestamente cometió, que reciba el condigno castigo. Pero el problema es que aún la Justicia no ha probado su culpabilidad y, sin embargo, está preso. Esta cuestión de la prisión preventiva es muy delicada porque lo que está en juego es nada más y nada menos que la libertad de las personas. Es muy peligroso que se encierre a una persona con anterioridad al juicio porque se considera que está capacitada para entorpecer la investigación o porque existe el riesgo de fuga. ¿Cómo podía Boudou llegar a entorpecer la investigación si, como bien señaló Morales Solá en uno de sus últimos artículos, no puede caminar solo por la calle? ¿Estaba en condiciones el ex vicepresidente de fugarse en esas condiciones? ¿Quién lo hubiera ayudado, por ejemplo? Evidentemente lo que busca el gobierno es hacer tronar el escarmiento, es destruir a las figuras más emblemáticas del kirchnerismo para evitar el retorno del “populismo demagógico” al poder. Lo que no entiende el gobierno (o sí lo entiende pero decidió tomar riesgos) es que semejante revancha y odio sólo conducen a más odio y más revancha. La venganza jamás es una buena consejera para el ejercicio del poder. Luego del derrocamiento de Perón se puso en práctica una política de odio y venganza, y todos sabemos como terminó: en la tragedia de los setenta. Pareciera como que el gobierno no creyera que la historia pudiera repetirse. Es probable que la historia no se repita con semejante intensidad, pero lo cierto es que no hay que subestimar a quienes son víctimas del odio y la revancha. No vaya a ser que más adelante los actuales ofendidos retornen al poder y descarguen toda su bronca contra quienes hoy los atacan. Estaríamos, lamentablemente, en presencia de un cuento que nunca termina. Evidentemente, el odio rinde sus frutos, al menos en la arena política. Cabe reconocer el acierto de Durán Barba al aconsejar a Macri basar su campaña electoral en la profundización de la grieta, en la exacerbación del odio de amplios sectores sociales a Cristina Kirchner. Todo parece indicar que el presidente de la nación no abandonará esa estrategia ya que sus resultados están a la vista. Ganó holgadamente las últimas elecciones de medio término y todo indica que, de no mediar un cataclismo económico, su reelección en 2019 está casi asegurada.

Share