Por Malú Kikuchi.-

El domingo 26 de marzo por redes, Mauricio Macri renunció a la posibilidad de ser precandidato a presidente de la nación por su partido, el PRO. El hecho despeja dudas, ayuda a su propio espacio, aclara el panorama político.

El hecho deja sin “el enemigo” al kirchnerismo. Tendrán que inventar otro, algo que no les costará, se especializan en el rubro “enemigos”. El resultado es que Macri queda aparentemente fuera del juego electoral.

¿Será su rol el de planear por encima de la coalición y ayudar a la nación a través de sus múltiples contactos en el mundo para que Argentina vuelva a reinsertarse y que pueda negociar con todos los países que no vulneren los DDHH?

¿O intentará intervenir en las políticas de JxC si esta coalición ganara las elecciones? Se espera que no. Por ahora su gesto es de grandeza. Renunciar no es fácil y ordena la situación del PRO en la ciudad de Buenos Aires.

Se deduce que en enero en Villa La Angostura, Macri le dijo a Horacio Rodríguez Larreta, pidiendo silencio al respecto, sobre su renuncia. Y le pidió ¿a cambio? que el PRO en la ciudad tuviese un solo candidato, Jorge Macri.

Porque el 29/10/2022, en un almuerzo en Punta Carretas, entre la UCR y Rodríguez Larreta se selló un acuerdo de palabra sobre fórmulas cruzadas. Un PRO y un UCR, un UCR con un PRO. Y florecieron las candidaturas PRO.

Por una simple regla de aritmética infantil, si de un lado hay 4 candidatos y del otro sólo uno; en este caso, sería Martín Lousteau que llevaría un PRO en su fórmula como vice.

Los precandidatos a jefe de gobierno del PRO eran: Jorge Macri, Soledad Acuña, Emmanuel Ferrario y Fernán Quirós. Ferrario renunció días antes de la renuncia de Macri. Falta que renuncien Acuña y Quirós.

El Jefe de Gobierno de la Ciudad ya aclaró que quiere un solo precandidato del PRO para la ciudad. Hasta hace poco tiempo, cuando florecían las precandidaturas en el PRO, Horacio se jactaba por este hecho.

Las personas tienen derecho a cambiar de opinión. El problema ahora lo tiene Martín Lousteau. La UCR estaba ordenada, tenía su precandidato a presidente, Gerardo Morales y a la ciudad, Martín Lousteau.

En esas antiguas boletas que todavía se usan, ¿cómo se postula Lousteau? No puede ir ni en la boleta de Rodríguez Larreta ni en la de Patricia Bullrich. Son candidatos PRO y él es UCR. Debería ir en la boleta de Gerardo Morales, que hasta ahora es el único candidato radical.

El tema es que en la ciudad, Morales no es una figura relevante ni tan conocida. Lousteau no quiere ir con Morales teniendo enfrente a Jorge Macri candidato para jefe de gobierno de la ciudad con dos candidatos a presidente, Rodríguez Larreta y Bullrich.

Van a encontrar la solución. Martín Lousteau y Jorge Macri pueden ir con boleta corta, una boleta sólo para jefes de gobierno de la ciudad y otras boletas para presidentes de la nación. Implicaría más papel, más impresión, más confusión para los votantes y más plata que no hay.

También podría Lousteau ser precandidato a presidente por la UCR, siempre dentro de la coalición de JxC. El sostiene que quiere ser candidato a jefe de gobierno de la ciudad donde nació y vive, la ciudad que ama. Como siempre, el tiempo dirá cómo se soluciona el problema.

Pero por el momento, la renuncia de Macri ordenó su partido y complicó no sólo a Martín Lousteau en la ciudad, también descolocó al FdT. Nunca nada es perfecto. Mientras, se sigue sin conocer el candidato de Milei, la 3ª fuerza, para la ciudad. Y Milei, crece.

Después de escuchar la comparación del Presidente Alberto Fernández entre Javier Milei y Hitler, comparación que responde y reconoce su absoluta falta de respeto por el Holocausto y la democracia: la pregunta sería, ¿Presidente, no leyó “El miedo a la libertad” de Erich Fromm? Es recomendable, lo ayudaría más de lo que se imagina.

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