Por Hernán Andrés Kruse.-

La dieron por muerta en numerosas oportunidades. En julio de 2008 el traicionero voto del vicepresidente Cobos estuvo cerca de provocar un colapso institucional. En los cuatro meses previos había tenido lugar un durísimo choque entre el gobierno nacional y la oligarquía agropecuaria con motivo de la resolución 125. Luego de la histórica sesión en el Senado de la Nación, la presidente quedó en estado de shock. Durante los días posteriores arreciaron los rumores sobre su inminente renuncia. Cristina no sólo no renunció sino que redobló el esfuerzo y continuó ejerciendo el poder. Al año siguiente, en las elecciones de medio término, Néstor Kirchner perdió en provincia de Buenos Aires contra Francisco de Narváez. Los medios concentrados le extendieron, una vez más, el certificado de defunción al gobierno nacional. Se equivocaron. Cristina, otra vez, redobló la apuesta. El 27 de octubre de 2010 perdió a su compañero de toda la vida, el ex presidente Néstor Kirchner. No bajó los brazos y siguió gobernando. En 2012 el orden conservador invadió las calles del país batiendo cacerolas con el objetivo de esmerilar la autoridad presidencial. Esa táctica de desgaste dio sus frutos en las elecciones de medio término de 2013, cuyo gran triunfador fue Sergio Massa. Dos años más tarde el gobierno nacional, de la mano de Daniel Scioli, perdió en el ballotage frente a Mauricio Macri. Luego del majestuoso acto de despedida el 9 de diciembre Cristina se recluyó en El Calafate hasta la semana pasada. Durante su ausencia el bloque de diputados nacionales del FPV sufrió varias deserciones que lo dejaron sin chances de continuar siendo la primera minoría. En el Senado el jefe del bloque de senadores del FPV, Miguel Ángel Pichetto, reconocía públicamente que ya no respondía al liderazgo de su antigua jefa. Para colmo, el juez federal Claudio Bonadío había citado a la ex presidente para que preste declaración indagatoria por la causa del dólar a futuro. El panorama se presentaba, una vez más, sombrío para Cristina. Sin embargo, fue lo suficientemente hábil como para transformar esa citación en un acto político multitudinario.

Luego de dejar un escrito en los Tribunales de Comodoro Py, Cristina encabezó un acto masivo en sus adyacencias. Dijo la ex presidente: “Quiero decirles, en primer lugar, que estén todos tranquilos. Muy tranquilos. Me pueden citar 20 veces más, me pueden meter presa, pero lo que no van a poder hacer es impedir que diga lo que pienso” (…) “Pero no vean este hecho como un ataque a una persona. Reflexionemos juntos, recordando la historia y verán que no es el único caso de una ex presidente perseguida. Al contrario: un presidente se puede ir con 30 muertos en la plaza con megacanje, blindaje y sobornos en el Senado, entre otras cosas” (…) “Es la historia del Poder Judicial en la República Argentina, no podrían haberse consumado los atropellos, no podrían haberse consumado las entregas y las desgracias sobre tantos argentinos y argentinas, sin la complicidad del Poder Judicial, es imposible” (…) “Pero… ¿cuál es el hilo conductor de cada uno de estos procesos moralizadores? El que sacó a Yrigoyen por corrupto, lo mismo que pasó con Perón y con Eva. Luego, el 24 de marzo, ¿eran moralizadores? No, venían por los derechos, las conquistas que habían logrado millones de argentinos que habían mejorado su vida con esos proyectos políticos, que no son otra cosa que el movimiento nacional y popular, que se encarna, en las distintas épocas, bajo distintas formas. Por eso yo soy el obstáculo…Ayer escuché a una señora que decía que tenían que inhabilitarme de por vida para ocupar cargos públicos. La proscripción otra vez en la Argentina, qué poco originales. Y ahora han aparecido algunos paladines de la moralidad” (…) “Esto demuestra claramente que los argumentos moralizantes tienen un solo objeto: ir por los derechos adquiridos, por el bienestar que los argentinos se ganaron en estos doce años y medio de gobierno, en los cuales generamos millones de puestos de trabajo. Hoy tenemos que ver cientos de miles de despidos en el sector público, pero fundamentalmente en el sector privado, hay muchos más despidos en el sector privado que en el sector público. Persecución ideológica, empleados públicos que cambian sus perfiles en Facebook o en Twitter porque tienen miedo” (…) “Tenemos también industrias en crisis, comercios cerrados, tarifazos impresionantes en los servicios públicos indispensables de los que la gente no puede prescindir: del agua, del gas, de la electricidad” (…) “Ha tomado estado público el tema de los medicamentos, pero hay otros dramas cotidianos, que son de gente que tiene que operarse, que tiene que tener una prótesis, que tiene que tener atención. Esto es lo que está pasando en Argentina, un gobierno que no cuida a los argentinos, un gobierno que parece no preocuparse y, la verdad que hemos sido respetuosos de esa voluntad popular” (…) “Yo les digo a ustedes que no se enojen, que no se enojen ni con su amigo ni con su vecino ni con su pariente por cómo votó. No se enojen porque eso nos divide y eso no nos sirve. Yo creo que tenemos que estar unidos. Creo, además, que no se puede acusar a alguien de haber creído, porque en definitiva le creyeron” (…) “Por eso les pido que no se enojen con otros argentinos, y les propongo esencialmente conformar un gran frente ciudadano, un frente ciudadano en el cual no se le pregunte a nadie a quién votó, ni de qué partido es, ni en qué sindicato está, o si es trabajador informal, formal, jubilado o no jubilado, si paga ganancias o no paga ganancias, no se le pregunte nada de eso. Sólo le pregunté cómo te está yendo, te está yendo mejor o peor que antes. Entonces ése es el punto de unidad de los argentinos. Reclamar por los derechos que les han arrebatado” (…) “Entonces creo que ese frente ciudadano, que tiene que ser plural, porque ya les digo, el punto de unidad es precisamente los derechos perdidos o la felicidad perdida, porque también, aunque por ahí vos tengas medios para hacer frente a lo que está pasando, el que está en frente tuyo, o al lado… (sí, la Patria es el Otro ha pasado a ser la Patria del Otro. Yo quiero que vuelva a ser la Patria del Otro)” (…) “Yo creo que ese frente ciudadano debe agruparse y reclamar a sus representantes, porque hay cosas que son de la órbita del Poder Ejecutivo pero invariablemente siempre el Poder Legislativo es el contralor” (…) “Hay estereotipos, pero hay también otros partidos políticos que tienen aspiraciones para el futuro, no nos fijemos únicamente en los de adentro, fijémonos en los que dicen una cosa en los medios y votan y hacen otra en las bancas, o sea, hay que fijarse en todos, porque si nos agotamos únicamente mirando al que dio un paso al costado y se fue, me parece que nos estaríamos equivocando. Las instituciones exigen y la democracia exige que cada uno represente al voto que lo llevó a esa banca” (…) Creo, sinceramente, que deben unirse los argentinos porque son graves los problemas que se han provocado en apenas 120 días. Nunca he visto tantas calamidades producidas en 120 días, y quiero ser sincera, sería muy fácil para mí, en forma panfletaria, si se quiere demagógica, emprender contra fulanito o menganito, pero hay algo más grave, hay gente que está convencida de que con esas ideas y con estas políticas vamos a ir a buen camino y esto es lo que más me preocupa” (…) “Pero bueno, vaya a saber uno qué pasa por la cabeza de cada uno, pero hay gente que cree que endeudándose, hay gente que cree que con estas políticas se puede llegar a buen puerto” (…) “Entonces me parece que hay ideas y políticas que corregir. Y me parece que el Congreso de la Nación, el Parlamento por constitución, por compromiso, tiene la obligación de hacer esas correcciones para que la gente vuelva a ser feliz” (…) “Quiero que la gente vuelva a ser feliz en la República Argentina, quiero que vuelva a tener libertad. No quiero que una dirigente social como Milagro Sala esté encarcelada sin que se sepa a ciencia cierta de qué se la acusa, de qué se la juzga, porque atenta contra los más elementales derechos y garantías de una democracia. Por eso creo que es importante organizarse, creo que es importante unirse” (…) “Los veo e intuyo que las cosas no están bien. No se trata de volver, se trata de ustedes. Les digo que ustedes han sido empoderados durante estos 12 años y medio en los que hemos logrado conquistas y avances. Y la historia que yo relataba al principio-desde Yrigoyen, pasando por Perón y Eva y el golpe del 24 de marzo-, es la historia de los avances y de los retrocesos del pueblo argentino” (…) “Quiero dirigirme a todos y cada uno de ustedes, a los jóvenes trabajadores, a los científicos, a los estudiantes, a los docentes, a los profesionales, a los empresarios, a los productores, a todos, que unan sus esfuerzos porque no podemos permitir un retroceso como vivimos en otras etapas históricas, porque después cuesta mucho remontar la cuesta, sobre todo en un mundo tan complejo, donde también vemos que situaciones similares se replican con todos los gobiernos populares y democráticos de la Unasur y de la América del Sur, que permitieron mejorar la vida de millones y millones de suramericanos” (…) Esta es la historia argentina. Yo siento por un momento que el pasado nos ha atrapado nuevamente, y les propongo, con inteligencia, porque esto requiere mucha inteligencia, que seamos capaces de conformar un gran frente ciudadano” (…) “Preguntarles, preguntarles a todos y cada uno de los que se acerquen a ustedes: ¿cómo estabas antes del 10 de diciembre?” (…) “no vine acá para dividir a los argentinos. Al contrario, durante años millones de argentinos pudieron expresarse acerca de esta presidenta y de sus políticas de la mejor manera que preferían, con insultos, con agravios o sin insultos o sin nada, porque vivíamos en libertad. Lo que yo quiero volver a recuperar, para todos ustedes, y este tiene que ser el eje del frente ciudadano, es la libertad”.

El eje del discurso de la ex presidente es la constitución del “frente ciudadano”. ¿A qué se refiere Cristina con esa expresión? Recuerdo el discurso de Néstor Kirchner el 25 de mayo de 2003 cuando, frente a la Asamblea Legislativa, enfatizó el carácter transversal del flamante Frente para la Victoria, el carácter abierto y plural de la flamante fuerza política que accedía al poder. Con el correr de los años la transversalidad fue perdiendo fuerza y tanto Néstor Kirchner como su sucesora debieron pactar, por un buen tiempo, con Hugo Moyano la gobernabilidad democrática. ¿Piensa en esa transversalidad Cristina cuando se refiere al frente ciudadano? ¿Ese frente ciudadano tendrá como eje al peronismo histórico o tradicional o directamente al Frente para la Victoria escindido del tronco peronista? ¿Tiene pensado la ex presidente abandonar el peronismo tradicional para conformar una fuerza política nueva, hoy denominada vagamente “frente ciudadano”? Hoy son preguntas imposibles de contestar, fundamentalmente porque probablemente ni la propia Cristina tenga bien en claro su futuro político (o quizás lo tenga bien en claro y simule una actitud dubitativa). Lo cierto es que la ex presidente mantiene intacta su capacidad de convocatoria. En Comodoro Py se juntaron muchos adherentes al kirchnerismo quienes vivaron continuamente a la oradora durante su alocución. Consciente o inconscientemente, el gobierno nacional permitió que Cristina recuperara, al menos transitoriamente, el centro del ring. Ahora bien, la pregunta que todos se formulan es la siguiente: ¿por qué Macri le abrió las puertas a una rival que demostró a lo largo de los últimos años que no puede ser subestimada? Todos coinciden en que Macri está afrontando serios problemas, fundamentalmente en la economía. Las cosas no marchan como él suponía que marcharían a esta altura del año: la inflación está descontrolada, los tarifazos han golpeado duramente el bolsillo de los argentinos, los despidos se suceden sin solución de continuidad; la estanflación está a la vuelta de la esquina, en suma. Es probable que Macri haya tomado la decisión de hacerle recordar a los argentinos lo que eran las cadenas nacionales de la ex presidente y, especialmente, lo que fue su gobierno para millones de argentinos que lo votaron en el ballotage. “Es cierto que estamos mal”, parece querer decirles Macri, “pero si yo fracaso retorna Cristina al poder y con ella las cadenas nacionales, La Cámpora y, fundamentalmente, la prepotencia y el fundamentalismo”. En este sentido, cabe afirmar que a Macri, al menos por un tiempo, tener a Cristina de adversaria-enemiga, en realidad-puede resultarle provechoso desde el punto de vista político. Lo que estaría intentando Macri es reinstalar la antinomia kirchnerismo-antikirchnerismo que tan buenos resultados le dio el año pasado, a tal punto que le permitió ser el sucesor de Cristina. La ex presidente también sale beneficiada con esta estrategia de Macri ya que la ubica nuevamente en la cresta de la ola. Pareciera como que ambos se necesitaran. En este esquema los más perjudicados son los aspirantes presidenciales del peronismo, como Juan Manuel Urtubey, el propio Scioli, Florencio Randazzo y Diego Bossio. No hay que olvidar en esta lista a Sergio Massa, quien pese a liderar una fuerza independiente del peronismo, sigue siendo peronista. Estos dirigentes, que vienen haciendo un culto de los buenos modales, deben haber visto con estupor la resurrección de Cristina y el juego que Macri está desplegando. La recreación de la antinomia kirchnerismo-antikirchnerismo es lo que menos conviene a los intereses de estos dirigentes justicialistas que están haciendo malabares para diferenciarse del estilo belicoso de Cristina. Mientras tanto, se reproducen los despidos, la plata no alcanza y la paz social está en peligro.

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