Por Paul Battistón.-

“Amplio triunfo de Scioli”, fue el inicio del especial informativo del día electoral. El final del mismo, al cierre de la transmisión especial, adjudicaba el triunfo al “Modelo”.

No hubo siquiera unos minutos concedidos de esperanzada espera.

El resultado fue anunciado unos minutos antes de las 18 hs. Todo ánimo de cambio fue aplacado, inclusive se notaba la desazón en aquellos que pronosticaban un cambio aun con un triunfo de Scioli.

La Cadena Nacional interrumpió en el momento exacto en que el candidato se exponía a la euforia de su público y claramente el triunfo quedó dividido.

El candidato agradecía a un tumulto cerca del obelisco, mientras que una masa más distante festejaba en la Plaza de Mayo y, como postre, accedía al patio de las palmeras al grito de Cristina no se va. Las palabras del candidato debieron esperar el fin de la Cadena Nacional para ser oídas.

El estado escandaloso en el que quedó la “Rosada” fue noticia casi a la par del triunfo del candidato Scioli.

El primer canal en poner las palabras del candidato triunfante al aire fue curiosamente TN; también fue quien más las difundió en los flashes informativos del día después. El resto de los medios dieron un llamativo hincapié a la “Cadena Nacional del triunfo”.

El traspaso fue tragicómico Pichetto colocó la banda a Scioli en el congreso y la Rosada fue nuevamente un escenario aparte.

C5N transmitió la primera cadena del presidente Scioli con la superposición de una minipantalla mostrando la comedia de la Rosada; la muda quedó desactivada.

La reacción de los mercados fue la esperada; no hubo sorpresas y se merecieron el ataque de “La Conducción”, otro de los nombres que subiría a escena inocentemente inspirados por un subtitulo de TN.

Scioli debió salir a ablandar el ataque y demostrar que además de La Conducción había un presidente.

No fue suficiente; la confianza fue cercenada y decir que el tajo le paso en su justa medida a la mitad hubiera sido exageradamente generoso.

Sin confianza recíproca, sólo quedó un rótulo posible para los mercados: “Buitres” y el mismo no provenía del poder ejecutivo. La Conducción fue la encargada de adjetivar a falta de la palabra del presidente. Lo que lo dejó claramente en la posición de mudo además de manco (lo de manco debido a su inacción, por supuesto).

Al mes, la primera medida resonante, resultado no precisamente de una mano rectora, sino consecuencia directa del tren de las circunstancias dispuesto a llevárselo puesto.

El cepo dejó de existir sencillamente porque desde Cadena Nacional se anunció el fin del mercado paralelo causante de todas las calamidades imperialistas.

Quienes más rápido interpretaron los anuncios fueron quienes más rápido se alejaron de sus consecuencias (vía Ezeiza).

La medida fue el salvoconducto para la tragedia; los dueños de la verdad esgrimida en estandartes y banderas (“Banderas”) se encargaron de la justicia patriótica con sus propias manos (las manos del pueblo antiimperialista).

El mensaje presidencial esperado, tras los destrozos en “La City” a modo de elemento conciliador, no cumplió las expectativas; sólo se limitó a pedir calma y dejar la situación en manos de la justicia (quizás la Divina).

En abril, cuando aún no comenzaban las clases en gran parte del país, la presión de los gobernadores dejó en claro que ni la emisión a lo “idiota” alcanzaría.

Los anuncios de aumentos en los planes y asignaciones dejaron de tener efecto.

El 24 de mayo dimitía Daniel Scioli, tras un apriete sufrido el día anterior por parte de la primera dama Karina Rabolini en un acto en Villa Luro, cuando la masa militante la increpó por su delicada vestimenta.

La historia de Cámpora y Rodríguez Saá volvió a repetirse; las dimisiones apresuradas y en situaciones extrañas volvieron a sembrar la sorpresa.

La Conducción decidió la continuidad de Carlos Zannini al frente del PEN aun cuando la voz oficial (pero en off de record) había dejado entrever la renuncia de ambos miembros de la fórmula.

La cadena nacional anunció el cambio por el bien del Proyecto Nacional.

El rechazo definitivo de los planes de adecuación de los medios no oficialistas y una asamblea usurpada marcó el fin del imperio Clarín. El trece pasó a manos de Tinelli-Indalo.

Martín Báez incursionó en el negocio de los medios quedándose con el servidor de Internet Fibertel (Dinero no le faltó). La notoria insatisfacción de los clientes ante el funcionamiento aleatorio del servicio -que muchos tildaron de censura- provocó un gran éxodo hacia Arnet, el cual fue comprado por el grupo Vila-Manzano. El deterioro de este último fue paralelo a su incremento del costo del servicio.

El control de las redes sociales no llegó a tiempo para impedir las primeras manifestaciones de descontento popular. Pero lo que no pudo (ni hubiera podido nunca) el control sobre los usuarios de las redes, lo tomó como su tarea el frente de choque “Cristina por siempre”.

Sin cargo político pero con despacho en la Rosada, no hay dudas que fue ella la impulsora de la definitiva “democratización” de la justicia; hubo causas y juicios políticos para todos y todas. Finalmente, la fiscalía concluyó sobre un indudable suicidio del ex fiscal Nisman.

Fiel a su estilo, en las sombras, el presidente Zannini fue silencioso. La “Conducción” fue la encargada de exponer los anuncios del proyecto de una forma simbólica-artística (o sea, sin anuncios, simplemente de hecho).

La segunda manifestación masiva fue contrarrestada con una contra manifestación masiva. Las agresiones fueron su resultado, la diputada Carrió sufrió escraches y ataques a su propiedad. Lo extraño es que los culpables de los ataques fueron encontrados entre los opositores al gobierno. El rastreo a través de cuentas de mail y redes sociales así lo determinó y dio por concluido el esclarecimiento del hecho. El ataque a diputados opositores fue orquestado para desestabilizar al gobierno en una maniobra similar a la que se llevó a cabo en torno del suicidio del fiscal Nisman.

Ante la inminencia de una tercera movilización masiva, la justicia aceitó sus mecanismos y logró establecer una conexión del intento desestabilizador con viejos disidentes del proyecto, lo que culminó con la detención del Diputado Sergio Massa como jefe de una asociación ilícita cuya finalidad era provocar la desestabilización y posterior caída del gobierno popular.

Su detención aceleró la movilización y los roces no se hicieron esperar; hubo que lamentar muertes. Un disparo perdido acabó con la vida de un manifestante en plena Plaza de los Dos Congresos. Las acusaciones fueron cruzadas.

La primera cadena nacional del Presidente Zannini fue para anunciar una nueva emisión encubierta tras el lanzamiento a circulación del nuevo billete de $ 200 con la figura del ex presidente Néstor Kirchner. La perorata fue la misma pero más formal, o sea que formalmente se concretaron los aprietes con medidas más precisas contra quienes no comulgaban con el proyecto.

La solidaridad fue encubierta en un apriete denominado “Fondo solidario Patria Grande”, que trajo desde Italia para ponerlo nuevamente en primera fila a Guillermo Moreno. Después de todo, era, sin ninguna duda, el más capacitado para ese puesto: apretar empresarios para conseguir la solidaridad “voluntaria”.

El desabastecimiento llegó con velocidad y las medidas contra el mismo simultáneamente. Más aprietes. Tomó notoriedad la presencia del viejo lugarteniente de Moreno, “Acero” Cali, trompeando a supermercadistas.

La justicia legítima (con nombre oficializado) tomó cartas en el asunto y procedió a investigar las causas del desabastecimiento. La cuestión se cerró principalmente en Capital. Incluyó el decomiso de mercadería, el procesamiento de empresarios y la detención del Jefe de Gobierno de la Ciudad, acusado de asociación ilícita y desestabilización.

La ley antiterrorista fue puesta en práctica, con una acusación formal contra Sergio Massa a dos meses de su detención.

Tras tres días sin transporte y más de 200 mil usuarios sin servicio eléctrico, junio fue el mes que marcó el inicio de la espontaneidad y también de la planificación de una nueva protesta masiva pero las circunstancias superaron los tiempos.

En un virtual derrocamiento del gobierno provincial, la Tupac Amaru tomó la sede de la gobernación de Jujuy y escasos días después fue tomada la planta de Arcor en Recreo Catamarca apuntados por su escasa participación en el plan solidario Patria Grande, la reconstrucción de la planta significaría una preinversión de varios millones de pesos. Claramente quedó delineado el perfil del nuevo enemigo del Modelo.

Agosto, con racionamientos programados de energía y aumento del 500% en combustibles, fue escenario de la protesta más grande llevada a cabo; casi 3 millones de personas ocuparon plazas y calles en todo el país. La respuesta fue la detención de los responsables de los principales medios digitales de todo el país. Algunos tuvieron suerte y quedaron en la situación de prófugos.

Jorge Asís, refugiado en la embajada de USA, fue la situación ideal para las casi constantes manifestaciones antiimperialistas frente a su vallado.

El Papa, en un intento conciliador, anuncia su visita al país para mediados de octubre. El gobierno organiza una recepción cuyos preparativos ascienden a un costo de 1000 millones de pesos.

Ante tal evento, la censura unifica el discurso de todos los med…

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