Por Hernán Andrés Kruse.-

El 28 de abril de 2016 El Informador Público tuvo la gentileza de publicarme un artículo que mereció agrios comentarios de la mayoría de los lectores. Tres años y medio más tarde los hechos, lamentablemente, terminaron dándome la razón. He aquí el escrito.

Macri y un blindaje mediático inédito

“Jamás un presidente argentino elegido democráticamente tuvo a su favor un blindaje mediático de tal magnitud como Mauricio Macri. A partir del 10 de diciembre, los grandes medios escritos y televisivos han puesto todos sus recursos, que son poderosísimos, a disposición de un dirigente político que es el emblema de la derecha no peronista, que cree a pie juntillas en la sabiduría de los mercados, que está convencido de que el Estado es una bestia antediluviana que debe reducirse a la mínima expresión. Macri es un dirigente político que cree que la economía debe marchar por sí misma, que el mundo se reduce a Estados Unidos y Europa Occidental, que la libertad de empresa está por encima de la libertad de prensa, que sólo el kirchnerismo es corrupto, que ha sido tocado por la varita mágica para torcer definitivamente el curso de la historia. Macri es un dirigente que reduce todo a estadísticas, cálculos y porcentajes. Para él las personas de carne y hueso no cuentan, son ceros a la izquierda, son la nada misma. Reduce los despidos a un asunto estadístico, cuando en realidad se trata de un drama profundamente humano. Cuando utiliza el helicóptero para recorrer las zonas afectadas por las inundaciones, sólo se limita a rogar al cielo para que no sigan las precipitaciones. El desastre humanitario que implican las inundaciones no le llega al corazón. Estamos en presencia de uno de los presidentes más cínicos y perversos de nuestra historia. Cada vez que aparece en televisión se limita a tomarle el pelo a la sociedad. Porque eso es lo que viene haciendo desde que asumió. Le encanta subestimar intelectualmente a los argentinos, al igual que la perversa que ejerce la vicepresidencia de la Nación”.

“Este “personaje”, aunque cueste creerlo, ganó el ballotage el 22 de noviembre pasado. Su asunción fue transmitida en vivo y en directo durante todo el día por todos los canales de cable. Fueron cadenas nacionales sucesivas que no se cansaron de rendirle pleitesía al flamante matrimonio presidencial. A partir de entonces, los periodistas del Trece, de TN, de Canal 26 y de América, pasaron a ser voceros de Mauricio Macri. Luis Majul llegó a compararlo con Nelson Mandela, con el líder que fue capaz de unir a blancos y negros de un país devastado por el apartheid. El mensaje de estos medios fue el siguiente: “terminó una de las etapas más negras de nuestra historia y comienza otra etapa que, si el flamante presidente hace las cosas relativamente bien, puede significar para la Argentina el ingreso en una nueva era histórica”. Pero muy pronto los periodistas militantes de Cambiemos (el mencionado Majul, Pablo Vilouta, Luis Novaresio, Santiago del Moro, Alejandro Fantino, Jorge Asís, Nelson Castro, Morales Solá y Jorge Lanata, entre tantos otros) se dieron cuenta de que había muy poco que rescatar de la presidencia de Macri. Entonces comenzaron a tapar todos los desaguisados del presidente haciendo cadena nacional continuada con la supuesta corrupción kirchnerista. La “ruta del dinero K” pasó a ocupar el centro del “análisis profesional” de estos periodistas. Un tal Fariña, cuyo único mérito en su vida fue estar brevemente casado con una diosa de la farándula, vomitó durante varias horas ante la Justicia y a partir de ese momento estalló el “affaire Báez”. Todos los canales mencionados comenzaron a poner en la pantalla las peripecias de Lázaro Báez, un oscuro empleado bancario a comienzos de los noventa que dos décadas más tarde aparece como dueño de media Patagonia. Por supuesto que hay que investigarlo, como sucedería con un personaje de estas características en cualquier democracia civilizada del mundo. Pero de ahí a montar una operación política tendiente a tapar la triste realidad actual media un abismo. Lo que está aconteciendo ahora en el sur argentino es sencillamente desopilante. ¿Alguien con algo de sensatez puede suponer que Báez, si realmente robó miles de millones de dólares, iba a esconder semejante montaña de dinero bajo tierra y en Santa Cruz? Porque eso es, precisamente, lo que el poder mediático anti k quiere hacer creer al pueblo argentino. Ver por televisión gigantescas retroexcavadoras tratando de encontrar el tesoro escondido realmente provoca vergüenza ajena. Al igual que ver al grotesco Marijuán, que más que actuar como fiscal pretende emular a Elliot Ness”.

“Lo que se pretende no es hacer Justicia sino tapar lo que está haciendo el gobierno de Cambiemos y, fundamentalmente, la corrupción que amenaza con sepultar al propio presidente de la nación. ¡Oh casualidad!, desde hace varias semanas que nada se dice respecto de los Panamá Papers. Se trata de un escándalo de corrupción a nivel planetario que ya costó, por ejemplo, la cabeza del primer ministro de Islandia. Según la información filtrada varios personajes de la política mundial, entre ellos varios presidentes en ejercicio, son dueños de empresas off shore localizadas en paraísos fiscales. Los especialistas coinciden en que nadie tiene una empresa de esta índole en algún paraíso fiscal para realizar tareas de beneficencia. Por el contrario, estas empresas se montan fundamentalmente para evadir impuestos y/o lavar dinero. Se trata de delitos, de acciones reñidas con la legalidad. En consecuencia, quien es dueño de una empresa off shore es un delincuente, se trate de un privado o de un presidente. Pues bien, el nombre del presidente de la Argentina figura en los Panamá Papers. Junto a su padre es dueño de varias empresas fantasmas, lo que obliga a decir que Mauricio Macri es lisa y llanamente un delincuente. También lo es su padre, por supuesto. La reacción del gobierno nacional posterior a la difusión de los Panama Papers no ha hecho más que confirmar la culpabilidad del presidente de la nación. Tampoco se habla del dólar a futuro, una especulación relacionada con una futura devaluación del peso en relación con el dólar que habría beneficiado a funcionarios macristas. Claro que en este caso habrían tenido complicidad importantes funcionarios kirchneristas”.

“Pero los periodistas militantes macristas no se limitan a ocultar la corrupción del gobierno de Macri. También presentan como positivas las medidas económicas que ha tomado el presidente a partir del 10 de diciembre. En este sentido el periodista Antonio Laje se lleva las palmas. Todas las mañanas, utiliza la pantalla de América para felicitar al gobierno por su política económica. Y lo hace sin ponerse colorado. Porque él sabe perfectamente cuál es el objetivo central del gobierno de Cambiemos: gobernar para los grupos económicos concentrados, es decir, para la oligarquía. Apenas se sentó en el sillón de Rivadavia Macri ordenó el levantamiento del cepo al dólar. Laje presentó esta medida como si se tratara de un acto fundacional, de la piedra basal para la construcción de un nuevo país. Fue tan solo el primer paso dado por el gobierno de Cambiemos para atraer a las inversiones foráneas. Luego el equipo económico supuestamente liderado por el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay, no tuvo piedad con el bolsillo de los trabajadores al imponer una devaluación del orden del 40%. Las consecuencias fueron las esperadas: más inflación y menor consumo; enfriamiento de la economía, en suma. Al poco tiempo llegó lo más temido: tarifazos y despidos. Con el pretexto de eliminar subsidios el gobierno nacional autorizó la suba de agua, luz y gas, con el único objetivo de hacer más ricos a quienes tienen a su cargo la administración de estos servicios que son vitales para la sociedad. Como los sueldos se mantienen estables, no hay que ser un economista para darse cuenta del feroz impacto al bolsillo que vienen sufriendo los trabajadores desde que Macri es presidente. Sin embargo, el gobierno ni se mosquea. Hace unos días, en Tucumán, la Vicepresidente de la Nación le dijo a un grupo de comerciantes y empresarios que debían aguantar unos cinco años para que el país se encarrile. Claro, total los sacrificios quedan, como siempre, a cargo de los sectores más débiles de la sociedad: los trabajadores y los jubilados. Laje y otros colegas suyos nada dicen al respecto”.

“Otro escándalo que fue presentado por los periodistas militantes macristas como un éxito fenomenal del gobierno nacional ha sido el acuerdo con los fondos buitre. Estos fondos no son otra cosa que bandas de delincuentes internacionales, tal el caso de Paul Singer, que lucran, emulando a los caranchos, con los países que cayeron en default. Lucran con las tragedias populares, en suma. El presidente Kirchner y su sucesora pusieron en práctica un plan de desendeudamiento que resultó exitoso ya que el 93% de los acreedores externos aceptaron los canjes de deuda de 2005 y 2010 y que significaron una importante quita de la deuda del país. Hubo un 7% que se quedó al margen, entre ellos Singer. Son estos acreedores los que obligaron al gobierno de Macri a pagarles en los últimos días casi diez mil millones de dólares, lo que constituye una afrenta para la nación soberana. Sin embargo, los periodistas militantes macristas celebraron el pago aduciendo algo inverosímil: que con este acto de sumisión la Argentina comenzará a recibir un aluvión de inversiones extranjeras, lo que permitirá la creación de innumerables puestos de trabajo. Se trata, obviamente, de una mentira fenomenal que, sin embargo, ha sido recepcionada favorablemente por un importante sector de la sociedad”.

“Para los periodistas militantes macristas todo marcha viento en popa. La situación es muy difícil, pontifican, no por culpa de Macri sino por responsabilidad exclusiva de la presidente maldita: Cristina Fernández de Kirchner. Macri y sus funcionarios son conscientes de los sacrificios que está haciendo el pueblo (no ellos, por supuesto) pero vale la pena ya que, en el largo plazo, la Argentina estará mucho mejor. Claro que, como muy bien lo señaló Lord Keynes, en el largo plazo estaremos todos muertos”.

Anexo I

La toma de la Bastilla (*)

El jueves 4 de marzo la presidente embistió con extrema dureza contre el poder legislativo y el poder judicial. Luego de remarcar la existencia de un, según ella, evidente espíritu destituyente, la primera mandataria amenazó con desobedecer el fallo judicial que prohíbe al Tesoro tomar reservas para pagar la deuda. Como si ello no hubiera resultado suficiente aseguró que no tendría en cuenta la decisión parlamentaria de rechazar el pliego de Mercedes Marcó del Pont. “Vamos a pagar esas deudas que otros contrajeron; esos mismos que hoy no quieren que paguemos y recurren a jueces que parece que estuvieran alquilados (…) Me cuentan que la jueza que hoy ordenó la medida cautelar es la pareja del juez Ernesto Marinelli, el que actuó en la anterior contra el Fondo del Bicentenario, y luego hablan de matrimonios presidenciales, por Dios” (La Nación, Buenos Aires, 5/3/010, p. 6). Respecto a las reservas remarcó: “las reservas que tiene el Banco Central no son de Namibia o Uganda, son de la República Argentina (…) Si tienen (refiriéndose a la oposición) una mejor forma de pagar la deuda, les juro que la voy a adoptar. Pero quiero que me la expliquen. Que me digan cómo pagar a los jubilados, a los docentes” (p. 6). Finalmente, remarcó: “Lo de ayer (el rechazo del pliego de Marcó del Pont) fue un acto de venganza de la más baja estofa que recuerde. “¿Cómo puede verse, si no, una disposición tomada en menos de 30 minutos? Nunca se vio tal avasallamiento” (p. 6).

Inmediatamente surgieron voces oficialistas sugiriendo algún tipo de acercamiento con la oposición, aunque sea para apaciguar los ánimos. Con el supuesto guiño del gobierno nacional José Pampuro, presidente provisional del Senado, destacó la necesidad de dialogar con la oposición para superar la crisis institucional. “Es necesaria”, enfatizó, “una instancia de diálogo superadora” (La Nación, Buenos Aires, 6/3/010, p. 1). Sin embargo, funcionarios cercanos al matrimonio Kirchner tomaron distancia de Pampuro como el ministro del Interior. “No hay ninguna negociación oficial” con el arco opositor, destacó (ps. 1/8). Mientras tanto, desde la oposición surgieron signos de cautela y desconfianza. Pese a reconocer el buen gesto de Pampuro, importantes dirigentes reconocieron que podía tratarse de un nuevo engaño, de una nueva trampa para ganar tiempo. Tal el caso de Elisa Carrió: “puede ser otra trampa de Kirchner para ganar semanas y desactivar el rechazo parlamentario al DNU” (p. 8). La idea del presidente provisional del Senado era, primero, convertir en ley el DNU 298/10 que autorizó al Tesoro a tomar reservas del Central para pagar la deuda con tenedores privados y, segundo, evitar que el Senado rechace el pliego de Marcó del Pont.

El sábado 6 la oposición se unió para rechazar el DNU sobre las reservas. Salvo que tuviera éxito el intento de diálogo de Pampuro (finalmente condenado al fracaso), el bloque opositor puso en evidencia por esas horas su firme propósito de rechazar la próxima semana en ambas cámaras el decreto de Cristina del lunes 1 de marzo que desató el escándalo. En la Cámara Baja no había, aparentemente, escollo alguno para que la oposición rechazara de plano el DNU debido a su supremacía numérica. En el Senado, en cambio, la situación se presentaba más compleja a raíz de la paridad existente entre ambos bloques, paridad que podría ser aprovechada en beneficio propio por algún senador pícaro, como el pampeano Verna.

Mientras la excelente película argentina “El secreto de sus ojos” era elegida en Los Angeles como mejor película extranjera, la política argentina daba muestras, una vez más, de ausencia de tolerancia democrática. En efecto, durante el domingo 7 las negociaciones entre el oficialismo y el radicalismo para evitar un conflicto de poderes entre el Ejecutivo y el Legislativo fracasaron a raíz de la intransigencia de ambos contendientes. Por un lado, el senador radical Ernesto Sanz reconoció que las negociaciones habían resultado infructuosas, y por el otro, Florencio Randazzo, ministro del Interior, expresó que el uso de las reservas para el pago de la deuda era innegociable. A esta altura de los acontecimientos, no se sabía si el presidente provisional del Senado, José Pampuro, era oficialista u opositor. Sin embargo, al día siguiente dio la impresión de que los sectores en conflicto estaban dispuestos a reanudar las negociaciones. Legisladores kirchneristas y radicales aparentemente habían logrado enhebrar un difícil acuerdo en virtud del cual la Comisión Bicameral, cuya función es, nada más y nada menos, la de analizar el famoso DNU, quedaría finalmente integrada por 8 miembros oficialistas y 8 miembros de la oposición. Días atrás la oposición había impuesto un criterio diferente ya que el oficialismo se había quedado con tan sólo 5 miembros. A su vez el radicalismo dio el visto bueno para escuchar el descargo de Marcó del Pont en el Senado, pero reiterando su decisión de no aprobar su pliego.

El martes 9 el kirchnerismo dio un abrupto giro a su estrategia, mientras el acuerdo con el radicalismo estallaba en mil pedazos. Cuando caía la noche la presidente anunció que su gobierno estaba dispuesto a tratar en el parlamento el proyecto de ley presentado el lunes 8 por el senador pampeano Carlos Verna, cuyo texto es prácticamente un calco que el del fatídico DNU número 298/10. “Vamos a facilitar el tratamiento porque queremos buscar la mayor cantidad posible de consenso. Dejemos el debate de si un DNU sí o un DNU no” (La Nación, Buenos Aires, 10/3/010, p. 1). De esta forma el gobierno nacional evitó, al menos durante esta semana, una segura derrota en el parlamento ya que, aparentemente, Verna estaría dispuesto a no apoyar la decisión de la oposición de derogar el decreto 298/2010. Ese mismo día, la presidente embistió contra el poder judicial. Tres horas después de que la Corte Suprema había expresado, a través de un comunicado, la necesidad de preservar la mesura y el equilibrio, Cristina dijo desafiante: “La palabra mesura tiene mucho sonido a censura; no me parece lo más apropiado” (p. 1).

El miércoles 10 la oposición puso en evidencia, esta vez de manera dramática, qué lejos está de ser una alternativa política válida y creíble. Divididos y sometidos a una fuerte tensión debido al fracaso de las negociaciones del radicalismo con el kirchnerismo, los opositores fueron incapaces de sentarse todos juntos en la Cámara de diputados para debatir el decreto presidencial que autorizó a la Casa Rosada a tomar reservas para pagar la deuda. Una ofuscada Elisa Carrió tildó a algunos opositores de ser cómplices del gobierno nacional.

La oposición decidió tomar por asalto el Parlamento, tal como los revolucionarios franceses tomaron La Bastilla en el siglo XVIII. Lo que está aconteciendo en estos momentos en el país no es más que la resistencia del gobierno nacional procurando evitar el copamiento opositor del Congreso. Estamos en presencia de un combate entre dos fuerzas políticas enemigas que no están dispuestas a ceder, al menos por ahora, un solo centímetro. Lo que temíamos en diciembre, acerca de la posibilidad cierta de un conflicto de poderes a partir de marzo, lamentablemente se confirmó en los hechos. Hay un doble conflicto de poderes: por un lado, entre el Ejecutivo y el Legislativo, de resultado incierto (la Cámara de Diputados, por ejemplo, hace más de tres meses que no se reúne), y por el otro, entre el Ejecutivo y el Judicial, también de resultado incierto. Las palabras de Cristina en relación con la honorabilidad de los jueces fueron de una gravedad institucional evidente, las que provocaron la lógica reacción de la Corte Suprema, quizá la mejor que ha tenido el país en muchos años.

Lamentablemente, la política argentina está planteada en los términos de Carl Schmitt, quien consideraba que la relación fundamental de la política era la de amigo-enemigo. Lo más probable es que el antagonismo se profundice con el correr de los días. Nadie quiere ceder y, cuando ello acontece, la democracia republicana comienza a languidecer. Ojalá que la clase política se percate, más temprano que tarde, que el pueblo está harto de tantas bravuconadas que no hacen más que echar más leña al fuego.

(*) Publicado en el portal rosarino Ser y Sociedad el 2/3/010.

Anexo II

Un caballero de Buenos Aires (*)

El 8 de marzo de 1999 falleció Adolfo Bioy Casares, prestigioso hombre de letras y un verdadero caballero. Hijo único, había nacido en Buenos Aires el 15 de septiembre de 1914. Miembro de una familia acomodada tuvo todo el tiempo del mundo para dedicarse a lo que más lo apasionaba: la literatura. Ello explica por qué abandonó las carreras de Derecho, Filosofía y Letras.

Comenzó a escribir a muy temprana edad. Cuando apenas contaba con 11 años había escrito su primer relato. Conocedor de varios idiomas (además del español, manejaba a la perfección el inglés, el francés y el alemán). En 1932 la escritora Victoria Ocampo le presentó a quien lo marcaría para siempre en el mundo de las letras: el genial Jorge Luis Borges. Inmediatamente enhebraron una relación de amistad que duraría para siempre y que permitió a los amantes de la buena lectura regocijarse con los libros que ambos escribieron en conjunto. En 1940 se casó con la hermana menor de Victoria, Silvina Ocampo, con quien tuvo dos hijos. Su bibliografía es inmensa. Escribió numerosos cuentos y novelas (quizá la novela corta más famosa fue “La invención de Morel”) Además, recibió numerosos premios, siendo el más importante el que recibió en 1990: nada más y nada menos que el Premio Miguel de Cervantes, máximo galardón de las letras hispanas.

A manera de humilde homenaje a este formidable escritor y gentil hombre, transcribo los siguientes cuentos.

La salvación

Ésta es una historia de tiempos y de reinos pretéritos. El escultor paseaba con el tirano por los jardines del palacio. Más allá del laberinto para los extranjeros ilustres, en el extremo de la alameda de los filósofos decapitados, el escultor presentó su última obra: una náyade que era una fuente. Mientras abundaba en explicaciones técnicas y disfrutaba de la embriaguez del triunfo, el artista advirtió en el hermoso rostro de su protector una sombra amenazadora. Comprendió la causa. “¿Cómo  un ser tan ínfimo”-sin duda estaba pensando el tirano-“es capaz de lo que yo, pastor de pueblos, soy incapaz”? Entonces un pájaro, que bebía en la fuente, huyó alborozado por el aire y el escultor discurrió la idea que lo salvaría. “Por humildes que sean”-dijo indicando al pájaro-“hay que reconocer que vuelan mejor que nosotros”.

Margarita o el poder de la farmacopea

No recuerdo por qué mi hijo me reprochó en cierta ocasión:

-A vos todo te sale bien.

El muchacho vivía en casa, con su mujer y cuatro niños, el mayor de once años, la menor, Margarita, de dos. Porque las palabras aquellas traslucían resentimiento, quedé preocupado. De vez en cuando conversaba del asunto con mi nuera. Le decía:

-No me negarás que en todo triunfo hay aglo repelente.

-El triunfo es el resultado natural de un trabajo bien hecho-contestaba.

-siempre lleva mezclada alguna vanidad, alguna vulgaridad.

-No el triunfo-me interrumpía-sino el deseo de triunfar. Condenar el triunfo me parece un exceso de romanticismo, conveniente sin duda para los chambones.

A pesar de su inteligencia, mi nuera no lograba convencerme. En busca de culpas examiné retrospectivamente mi vida, que ha transcurrido entre libros de química y en un laboratorio de productos farmacéuticos. Mis triunfos, si los hubo, son quizás auténticos, pero no espectaculares. En lo que podría llamarse mi carrera de honores, he llegado a jefe de laboratorio. Tengo casa propia y un buen pasar. Es verdad que algunas fórmulas mías originaron bálsamos, pomadas y tinturas que exhiben los anaqueles de todas las farmacias de nuestro vasto país y que según afirman por ahí alivian a no pocos enfermos. Yo me he permitido dudar, porque la relación entre el específico y la enfermedad me parece bastante misteriosa. Sin embargo, cuando entreví la fórmula de mi tónico Hierro Plus, tuve la ansiedad y la certeza del triunfo y empecé a botaratear jactanciosamente, a decir que en farmacopea y en medicina, óiganme bien, como lo atestiguan las páginas de “Caras y Caretas”, la gente consumía infinidad de tónicos y reconstituyentes, hasta que un día llegaron las vitaminas y barrieron con ellos, como si fueran embelecos. El resultado está a la vista. Se desacreditaron las vitaminas, lo que era inevitable, y en vano recurre el mundo hoy a la farmacia para mitigar su debilidad y su cansancio.

Cuesta creerlo, pero mi nuera se preocupaba por la inapetencia de su hija menor. En efecto, la pobre Margarita, de pelo dorado y ojos azules, lánguida, pálida, juiciosa, parecía una estampa del siglo XIX, la típica niña que según una tradición o superstición está destinada a reunirse muy temprano con los ángeles.

Mi nunca negada habilidad de cocinero de remedios, acuciada por el ansia de ver restablecida a la nieta, funcionó rápidamente e inventé el tónico ya mencionado. Su eficacia es prodigiosa. Cuatro cucharadas diarias bastaron para transformar, en pocas semanas, a Margarita, que ahora reboza de buen color, ha crecido, se ha ensanchado y manifiesta una voracidad satisfactoria, casi diría inquietante. Con determinación y firmeza busca la comida y, si alguien se la niega, arremete con enojo. Hoy por la mañana, a la hora del desayuno, en el comedor de diario, me esperaba un espectáculo que no olvidaré así nomás. En el centro de la mesa estaba sentada la niña con una medialuna en cada mano. Creí notar en sus mejillas de muñeca rubia una coloración demasiado roja. Estaba embadurnada de dulce y de sangre. Los restos de la familia reposaban unos contra otros con las cabezas juntas, en un rincón del cuarto. Mi hijo, todavía con vida, encontró fuerzas para pronunciar sus últimas palabras.

-Margarita no tiene la culpa.

Las dijo en ese tono de reproche que habitualmente empleaba conmigo.

Fuentes:

-Adolfo Bioy Casares. Wikipedia, la enciclopedia libre.

-Ciudad Selva. Hogar electrónico del escritor Luis López Nieves. Adolfo Bioy Casares. Cuentos. Textos electrónicos completos.

-Biografía de Adolfo Bioy Casares. Biblioteca. Instituto Cervantes de El Cairo.

(*) Publicado en el portal rosarino Ser y Sociedad el 10/3/010.

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