Por Francisco Viotti.-

Es muy triste tener que aceptar la realidad, pero lo cierto es que los Jubilados tenemos nuestros días contados y somos los ciudadanos con más concepto de “kelpers” que habitamos nuestra ex Patria Argentina o lo que ha quedado de ella, por culpa de toda la clase política que ha “gobernado” estas tierras por más de setenta años.

Durante todo este lapso, solamente hemos tenido un solo gobierno encabezado por el ciudadano más probo, honesto y buena persona que hemos tenido encabezando el único gobierno decente de estas siete décadas y paradójicamente, este ejemplo de demócrata con mayúsculas, no era abogado y mucho menos un autoproclamado populachero mesiánico, con pretensiones de salvador de las clases más desprotegidas, puesto que el porcentaje de pobres jamás había llegado a las cifras con las que hoy contamos y que durante uno de los gobiernos pasados, no se contabilizaban porque su Ministro de Economía consideraba que “era estigmatizante” y entonces se los escondía debajo de la alfombra.

Este Gran Hombre al que no dejamos terminar su mandato, ostentaba con inmenso orgullo, su profesión de Médico y se llamó Don Arturo Humberto Illia. Demás está decir que entre peronistas y sindicalistas, le hicieron la vida imposible y hasta le pusieron el mote de tortuga, sin considerar que en lo económico, su gobierno nos sacó de la crisis de 1962-63 y con medidas acertadas, logró la reactivación de la misma. Creció el Producto Bruto Interno y el Industrial. Creció la balanza comercial con saldos favorables y se redujo significativamente la inflación. Pero los “muchachos” no estaban conformes y entre otras tropelías socabantes, hasta soltaban tortugas en la Plaza de Mayo. Actos como este, sumado a la Ley de Medicamentos Nacionales y en contra de los laboratorios extranjeros, presentada en el Congreso Nacional; hicieron que el Dr. Arturo Illia sufriera un vergonzante golpe de Estado y con la dignidad que siempre lo caracterizó, se fue a su casa en un taxi.

El Dr. Illia fue el único Presidente que dejó el gobierno, más pobre que cuando comenzó y como Profesional Médico, siguió ejerciendo la medicina en la Ciudad de Cruz del Eje, en su querida Córdoba, sin cobrar un solo peso a sus pacientes. Un verdadero EJEMPLO de honradez y humildad, como sólo él pudo brindar en toda su vida. El único orgullo que podemos ostentar los argentinos de bien.

Volviendo a las siete décadas de decadencia moral, desencadenada en su inmensa mayoría por políticos populacheros y demagogos, los Jubilados, hemos tenido que soportar todo tipo de agravios y saqueos a Nuestra Cajas de Jubilaciones, para continuar luego con los aberrantes despojos a la ANSeS, robando los aportes legítimos de quienes Aportamos durante nuestra vida laboral activa. No sólo conforme con “apoderarse” del fruto de Nuestros Aportes, su bajestad, reina y sra. de Tolosa, se permitió llamarnos “buitres y caranchos”, en represalia por reclamar lo que nos pertenece por Ley Constitucional, borrada mediante un decreto infame y maléfico como su autora.

Hoy, con el “vamos por todo” potenciado, sus garras tienen el manejo a su antojo, de las dos fuentes de dinero más grandes de nuestro ex-país; el PAMI y la ANSeS. Esta última sola, tiene un manejo anual de DOS BILLONES DE PESOS ($ 2.000.000.000.000) Esto quiere decir que dos billones equivale a 20 elevado a la doceava potencia. Todo en manos de la secta denominada la cámpora.

A la vez, ahora tienen a su favor la Pandemia COVID-19, que les está ayudando a “deshacerse” de una gran cantidad de Adultos Mayores, puesto que somos los de mayor riesgo y no hablar de los que sufrimos patologías propias, como la diabetes, hipertensión o cardiopatías severas crónicas (como quien suscribe) y además de habernos ROBADO los aumentos de fin de año y marzo, tan demagógicamente anunciados antes de las elecciones; también tenemos pendiente los ORDENADO por la Justicia Previsional Federal y la Corte Suprema de Justicia de la Nación, de PAGAR los JUICIOS POR REAJUSTE PREVISIONAL con Sentencia Firme, que en muchos casos ya superan los casi tres años, de haberse ORDENADO su pago, dentro de los 120 días hábiles, como lo ordena la JUSTICIA.

Qué podemos esperar ahora, de esta caterva de korruptos, a los que sólo les interesa poder zafar de los Juicios, fruto de sus tremendos latrocinios perpetrados por toda la banda delictiva; al Estado (es decir al Pueblo) y cuya jefa, tiene pendientes más de diez Procesamientos Judiciales demorados, hasta que los Jueces tomen coraje y cumplan con la Ley, tal como debería ser en cualquier país civilizado de la tierra, pero exento de populacheros baratos, que viven como verdaderos oligarcas llenos de riquezas y con sueldos siderales, en todos sus niveles de participación, en lo que ellos llaman gobierno Nac & Pop, pero que sólo resulta ser el accionar de una secta korrupta y delictiva desde siempre.

En tanto, los Jubilados Aportantes, los “verdaderos Jubilados”, no los jubi-truchos, sólo podemos aguardar que nos llegue el “momento de partir”, sin ninguna esperanza de nada. Absolutamente de nada, que no sea como en la novela de Adolfo Bioy Casares; La Guerra del Cerdo o bien en la película de Stanley Kubrick; La Naranja Mecánica y que en ambos casos, se trataba de jóvenes que por las noches, salían a cazar Adultos Mayores y matarlos sádicamente, sólo por diversión.

Por tal, los Jubilados al día de hoy, además de sufrir una calamitosa cuarentena, con los temores lógicos por la edad y a la vez padecer enfermedades que nos hacen integrar el segmento de “Alto Riesgo” frente al COVID-19; solo nos resta esperar… absolutamente nada, puesto que el deseo primordial de la secta gobernante, es que dejemos este mundo lo más pronto posible, de tal forma que el PAMI deba gastar menos en medicamentos y la ANSeS, tenga menos que pagar y en consecuencia, más dinero que ROBAR para la Korona.

Que DIOS N.S. se apiade de todos nosotros y castigue severamente a los que tocaron, tocan y tocarán un solo centavo de los Jubilados.

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