Por Luis Américo Illuminati.-
Creo que Descartes dio un paso muy importante: analizar, preguntarse qué es ese fenómeno o actividad llamado pensamiento -Pienso, luego existo- si una hipóstasis o una ilusión de la mente humana, entonces duda. Y de la duda pasa a darle a ese fenómeno una importancia tan desmesurada que lleva a un idealismo globalizante o globalizador -valga el término- que justifica cualquier figura, ensueño o monstruosidad que choca con la razón y la extravía, llevándola por caminos del bosque, callejones sin salida (aporías) o a un barranco o precipicio oculto al final del camino. Y esto es a lo que han conducido doctrinas totalitarias como el comunismo, que pretende ser el antídoto contra el capitalismo descarnado, su antagonista, pero al final del camino ambos caen al vacío. Hoy estamos viendo un ominoso ejemplo con la invasión de Ucrania por parte de Rusia que puede llevarnos a una conflagración mundial sin precedentes si no priva la razón. A mediados del siglo XX, André Lalande (1867-1963), miembro de la Sociedad Francesa de Filosofía, decía en el Prefacio de su Vocabulario Filosófico: «El obstáculo número uno para la búsqueda de la luz consiste en la voluntad de dominio… la verdad es un límite, una norma superior a los individuos y la mayoría de éstos alimentan una animosidad secreta contra su poder. Encontramos aquí uno de los hechos más primitivos, aun en el orden intelectual y moral: la lucha de lo «otro» contra lo «mismo», el falso ideal de la dominación, individual o colectivo, contra la comunidad espiritual y la paz. Esta falsa doctrina combativa y biomórfica ha devastado a Europa a lo largo de la historia. Siempre está pronta para minar sutilmente o para atacar por la fuerza el programa de la razón, es decir, el libre acuerdo de la vida con el pensamiento».
03/03/2022 a las 4:32 PM
Excelente !
El pensamiento único o maniqueísta, es una forma de estupidez. No existe la «pureza» en la naturaleza, todo se mezcla. Un bosque está compuesto de árboles, pastizales, enredaderas, arbustos.
Un campo sembrado con monocultivo se llena de plagas.
El pensamiento unico o maniqueista es la antesala de toda dictadura. Es el arma de dominio y explotación de pueblos y sociedades
Son ridículas las antinomias tales como «indigenismo» vs «europeísmo», «privatistas vs estatistas», «socialismo vs capitalismo», etc.
Todos los países del Continente Americano tienen una composición étnica variada que incluye muchas etnias, no solo pueblos originarios y descendientes de inmigrantes europeos. Tratar de representar a un país como «indígena’, «europeo», o «mestizo» es una falacia; porque entonces donde colocamos a los millones de descendientes de inmigrantes árabes, chinos, coreanos, etc. que forman parte de la población de casi todos los países del Continente Americano.
Otra estupidez es la separación entre privatistas y estatista. No existe país con exclusividad de empresas privadas, aunque si son mayoría en casi todos los países desarrollados. Vivo en EE. UU. y en este país la mayoría de las empresas son privadas; pero en ciertos estados y regiones se encuentran empresas estatales y cooperativas.
La razón es simple: La empresa privada solo va donde podrá lucrar esa es su naturaleza. Hay regiones de un mismo país donde se necesita desarrollarla y la empresa privada hasta que esa región se desarrolle no invertirá. Entonces, en esas situaciones la empresa estatal que no la mueve el lucro se instala. A veces temporariamente. Por ejemplo, el ferrocarril es estatal en casi todos los países desarrollados capitalistas, aunque existan ferrocarriles privados de menor tamaño.
Lógico, la cantidad de empresas privadas supera ampliamente a las estales que solo existen en determinadas situaciones, rubros y regiones.
Tampoco existen países desarrollados totalmente capitalistas. Todos los países desarrollados capitalistas tienen lo que se llama una «safety net» o red de seguridad social. Capitalismo salpicado de socialismo es la norma.
Países comunistas donde todo es estatal solo existe Cuba y Corea del Norte, en ambos casos la economía es un desastre.
Ni siquiera existe pureza en la raza humana, somos el resultado de la hibridación de subespecies antiguas como Neandertal, Denisovan y el Homo sapiens arcaico.
Como Ortega y Gasset dijo: «Ser de la izquierda es, como ser la derecha, una de las infinitas maneras que el hombre puede elegir para ser un imbécil: ambas, en efecto, son formas de la hemiplejía moral«
04/03/2022 a las 9:14 PM
Ehh???, lo que??? dice Vladimiro mientras sigue mandando tanques, aviones y cañones hacia el Oeste para entretenerse restituyendo territorios del viejo imperio mientras continúa Esperando a Godot…
07/03/2022 a las 1:09 AM
Vladimir es un ejemplo de lider absolutista con pensamiento unico, hemiplejico, maniqueista, etc.
Fue comunista y con una gran facilidad se fue al otro extremo; pero no perdio su absolutismo.
04/03/2022 a las 9:20 PM
Hace años nos encontramos en «El país de los imbéciles» y recuerdo que cuando me despedí te dije que siempre es bueno ver una luz encendida en la noche.
Yo, por motivos que no vienen a cuento, no participo más en esta página pero de vez en cuando leo las publicaciones y es grato volver a leerte.
Hace tiempo me fui de la Argentina; cuando me preguntan si extraño mi ciudad digo que no porque de lo que fue no queda nada, quedan solamente los recuerdos.
Como no quiero ponerme denso me despido con un hasta pronto.
Gracias por estar Luis.
Walter.
07/03/2022 a las 1:07 AM
Si los que vivimos fuera del pais quedamos con la imagen del pais de la epoca en que nos fuimos. Las veces que he regresado a Argentina, me parece que es otro pais, que no es el mismo lugar donde naci.
08/03/2022 a las 12:26 PM
Es así María, no es el mismo país que nos vio nacer.
La última vez que fui a veranear a Mar del Plata fue en 1967 ó 68 y me quedé con esa imagen de la ciudad.
Pasaron muchos años y debido a la muerte de mi hermano que vivía en forma permanente en Miramar tuve que pasar obligadamente por allá y la vi tan cambiada para mal que empecé a putear entre dientes.
Era un 8 de enero, plena temporada y para evitar la ruta 2 tomé por la 29 que estaba deshecha pero finalmente llegué a esa cita triste.
Regresé a la Capital por la ruta 11 porque quería visitar Gesell, Pinamar, Mar de Ajó y Santa Teresita. Como no tenía apuro pensé que podía comer algo en algún lugar conocido y tal vez pasar la noche en un hotel pero fue imposible, las calles y los comederos parecían hormigueros gigantes así que continué viaje metiéndole pata.
Mientras manejaba, ya entrada la noche, encendí la radio y sintonicé Radio Rivadavia sin prestarle demasiada atención a la programación hasta que en un determinado momento empezaron a hablar de Eduardo Falú y a pasar entre comentario y comentario algunas de sus grabaciones fundamentales.
Falú fue un ser humano noble que tuve la suerte de conocerlo personalmente cuando Alfonsín estaba internado en el Hospital Italiano. Muchos lo juzgaron y aún lo juzgan por su ideología política sin valorar al artista que fue. Cosas de la vida.
Continuando con lo que te estaba contando, de pronto pasaron su tema casi olvidado «A que volver» y mientras escuchaba esa canción empecé a madurar la idea de irme del país. Demoré algunos años en hacer las valijas pero finalmente me fui y no me duele..
Todo esto pasó en el 2013 o sea 46 años después de mi último veraneo en Mar del Plata.
Nunca me fui del todo porque en Argentina aún me quedan algunos seres queridos y como vivo en «la otra orilla» cuando me siento de buen humor me hago una escapada para verlos y me quedó por dos o tres días nada más o sea el tiempo justo para volver a rajar despavorido.