Por Ovidio Winter.-

Hay veces que hago tremendos esfuerzos por no abalanzarme sobre el teclado de la PC cuando escucho o leo a los políticos que nos representan (tal vez por temor a que mi cuerpo todo se cubra de pelos como les sucede a esa variedad de monos llamados “Gorilas”). Pero los comentarios de algunos de ellos tornan imposible mi propósito y termino, como ahora, escribiendo una carta, a raíz de la comparación que hizo el Presidente entre los líderes europeos y los intendentes del Conurbano, que según dijo, tienen los mismos problemas, a raíz de la pandemia que azota al mundo.

Es probable que el temor a que los contagios saturen las terapias intensivas de los hospitales, y quedarse sin respiradores o sin camas sea el mismo. Sucede que las condiciones de insalubridad a la que están expuestos los habitantes que representan unos y otros son muy distintas. Y no porque en Europa no exista la pobreza sino porque en nuestro conurbano, aquellos que logren esquivar al virus o salgan airosos de los hospitales que los trataron serán devueltos, en muchos casos, a esos mismos lugares de donde provienen, sin agua ni cloacas, en medio de basurales, inmersos en el mismo lodo, todos manosea’os (como dice el tango, como sucede desde hace décadas, por desgracia en nuestro país).

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