Por Luis Américo Illuminati.-

En términos meteorológicos, tormenta perfecta se le dice a «lo más devastadora posible» cuando se dan ciertas condiciones del fenómeno de la naturaleza que incluye vientos huracanados, lluvia a raudales, granizo, relámpagos, rayos y truenos con inundaciones y corrimientos de tierra. Lo mismo ocurre en términos políticos como actualmente pasa en el gobierno nacional.

Una situación muy parecida está sucediendo en Córdoba con la tormenta que se ha desatado y no para. Las posibilidades del peronismo cordobés  comandado por Juan Schiaretti de subsistir políticamente y de proyectarse a nivel provincial, municipal y nacional se han terminado de empañar con el accidente fatal que causó el legislador Oscar Félix González -presidente provisorio de la legislatura- quien se encuentra imputado de los delitos de homicidio culposo agravado y lesiones culposas agravadas, aunque su abogado pretende achacar la culpa a la conductora del otro vehículo que falleció en el siniestro, lo cual ha despertado malestar entre los familiares y amigos de las víctimas, algunos de los cuales han manifestado que organizarán una marcha. Se aguardan el resultado de las pericias.

El escándalo desatado a raíz de este luctuoso siniestro ha sacado a la luz una serie de irregularidades que tienen que ver con la patente clonada de la camioneta BMW que conducía González (secuestrada por la justicia) por la cual al ex arquero Gastón Sessa -anterior dueño- recibía abultadas multas de tránsito. Todo un paquete de hechos impropios, indignos y vergonzosos que lo ponen al presidente provisorio de la legislatura provincial -juntamente con los demás personajes políticos que callaban o disimulaban su accionar- en el ojo de la tormenta por el cual no son pocos los que hablan de promoverle el Juicio Político (arts.112 y 113 de la Constitución Provincial) respectivo si no renuncia el susodicho, de profesión médico.

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Este gravísimo hecho se suma a los casos de la muerte del joven Blas Correas por efectivos policiales y la muerte de los bebés del Hospital Neonatal, tres eventos que -además de las graves acusaciones del Comisario Mayor Gonzalo Cumplido contra el ex ministro de Seguridad Alfonso Mosquera- han sacudido los cimientos de la provincia como ocurriera en 1991 con el crimen del senador radical Regino Maders durante la gestión del gobernador Eduardo Angeloz.

Tres eventos que chocan contra el optimismo de Hacemos por Córdoba, cuyos dirigentes ya se sienten ganadores, habida cuenta la propaganda oficial, sin ver la cadena de fracasos que tapizan sus expectativas. Hay bastante semejanza con los moai de la isla de Pascua que están enterrados hasta el cuello

Oscar González ha sido mano derecha de José Manuel de la Sota y de Schiaretti, ocupando cargos estratégicos: las carteras de gobierno y de salud de la provincia. En 1990 fue candidato a vicegobernador por el peronismo acompañando en la fórmula para gobernador al ex juez Guillermo Johnson -el mismo juez que había investigado el crimen de senador Maders- y que perdieran frente a la fórmula Mestre-Molinari Romero.

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