Por Luis Américo Illuminati.-

En la marcha de protesta universitaria de ayer en contra de las medidas del gobierno, se vio a varios espectros políticos -que apelan a la «memoria de pez» que tienen muchos argentinos-, entre ellos Guillermo Moreno, Sergio Massa y Cristina Kirchner. Muertos vivos que ya fueron -figuritas repetidas- como si ellos no fueran los principales coautores del plan de destrucción de la economía argentina desarrollado a lo largo de 20 años -el modelo K- y que terminó en el triple vuelco del camión-jaula que convirtieron a la Argentina en los últimos cuatro años, proceso de deterioro cuya apoteosis se dio con la fórmula «Alberto al gobierno, Cristina al poder». El «loco» Moreno y «Papá Noel» Massa. El primero descalificó durante la contienda electoral con munición gruesa a la candidatura presidencial del segundo y viceversa. No ha pasado ni un año y los muy falsos o falsarios se abrazaron en el transcurso de la multitudinaria marcha universitaria como si ambos fueran hermanos siameses. Quieren llevar agua para sus pozos secos. Típico gesto del peronismo bufonesco decadente. Son muertos vivos salidos de una fiesta de Halloween. Massa había dicho de Moreno: «No lo tendría ni como barrendero». Por su parte Moreno dijo que era algo indigno votar a Massa porque no era peronista, y durante la campaña hizo circular un llavero en el que calificaba a Massa de «boludo» y, a través de la AM750 aseguró que, por la mala gestión del Alberto Fernández, podría volver a gobernar el macrismo y sentenciar el fin del peronismo. En fin… ¡Cosas veredes Sancho! diría el caballero manchego.

El excandidato a presidente perdidoso y el exsecretario de Comercio, entre abrazos y saludos, se pusieron a cantar el contra el presidente libertario: “Traigan al gorila de Milei/para que vea/que este pueblo no cambia de idea/lleva las banderas de Evita y Perón”. Por su lado, las organizaciones estudiantiles leyeron sus documentos. “No vamos a permitir que nos arrebaten nuestros sueños. Nuestro futuro no les pertenece”, fue uno de los tantos mensajes leídos por los estudiantes. Pero de qué clase de sueños hablan, si el peronismo y su hijo «putativo» el kirchnerismo, los pulverizó. Sólo hay cenizas. Los sueños nunca son espejismos, antes bien son la búsqueda y el descubrimiento de algún oasis en el ardiente desierto».

Luego de la masiva movilización, Cristina Kirchner salió de su despacho y cantó la marcha peronista desde el primer piso del Instituto (anti)Patria, ubicado a pocos metros del Congreso de la Nación.

Minutos antes, Cristina se definió como “hija y tributaria de la universidad pública, nacional y gratuita”. Flor de hija. ¡Mon Dieu! Qué joyita forjó la universidad argentina. Una Lumbrera en Ciencias Políticas y Morales, abanderada e ícono del Derecho Penal. Y en el colmo del delirio, como la mujer del cuadro de Eugène Delacroix dijo: “Vamos a volver a conquistar” la movilidad social ascendente».

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