“Los pibes para la liberación”

Por Malú Kikuchi.-

El 25/6, desde La Pampa, en su vigésima sexta cadena nacional (26 desde que empezó 2015), la presidente, la usó como lo hace últimamente, para anunciar alguna obra pública y hacer campaña proselitista, denigrando a los opositores.

Mientras esto sucedía, en el gimnasio donde se realizaba el acto, una juventud enfervorizada, cantaba: “Cristina corazón, aquí estamos los pibes para la liberación”. ¿Para liberarnos de qué? El gobierno nacional actual, ¿de qué debe liberarnos, que no sea de su presencia el 10/12/2015, como indica la Constitución Nacional?

Además del aterrorizante tufillo a los desgraciados años 70, que estos “estúpidos imberbes” como los llamara Perón (25/5/1974), no tienen idea de lo que fueron los 70, ni saben de qué hay que liberarnos, sólo nos queda felicitar a Gramsci, esté donde esté, y decirle que acá, en Argentina, ganó.

“Los pibes para la liberación” ¿nos quieren liberar del poder judicial amañado por este gobierno? ¿Quieren devolverle imparcialidad a la Cámara de Casación, hoy ya casi en manos del kirchnerismo, al sacar del medio al probo juez Luis María Cabral?

Por lo tanto, en el futuro, aunque avancen las denuncias en contra de los actuales funcionarios y todo a derecho, sean indagados, procesados y condenados, recurran a las cámaras que ratifiquen las condenas, al llegar a Casación, se plancharán y desaparecerán.

¿LIBERACIÓN PARA LOS CORRUPTOS?

¿Quieren liberarnos del Dr. Fayt, orgullo del derecho argentino, del fiscal Campagnoli, del juez Bonadío que no quiere largar, a pesar de las presiones el caso Hotesur, que complica a la familia presidencial? ¿Quieren liberarnos del asesinato de Nisman y de la denuncia que lo desencadenó? ¿De la traición del Memorándum?

“Los pibes para la liberación” ¿nos querrán liberar de la pésima y decadente educación argentina? ¿Querrán que salgamos entre los primeros lugares en las pruebas PISA? ¿Buscarán que los bachilleres no necesiten al entrar en el CBC algunos meses para interpretar lo que leen? ¿Querrán liberar una educación de excelencia? O todo lo contrario.

¿O seguirán encantados con el adoctrinamiento sobre Néstor y Cristina desde el jardín de infantes, corroborado por los buenos (porque además son atractivos), dibujitos de Paka Paka, que ensalzan a Quiroga como amante del pueblo y describen a Sarmiento como un señor paquete que odiaba al pueblo? Al que educó y al educarlo lo hizo libre, no hay mayor amor.

“Los pibes para la liberación” ¿buscarán liberarnos de la inseguridad y su madre la drogadicción, con buenas leyes y medidas que ayuden a recuperar adictos y penalizar con la mayor dureza a los narcos y a los policías y funcionarios que los apañan?

O lo que buscan ¿es ampliar el campo de acción de los zaffaronistas permisivos, lagrimear por los pobres (ricos) narcotraficantes que tienen que dedicarse a un trabajo tan peligroso como el que hacen, y deben dejar parte de sus enormes ganancias a funcionarios “probos”, interesados en el progreso comercial del país?

Los que no votamos a Néstor Kirchner, ni a Cristina Fernández, ni en 2007, ni en 2011, debemos preguntarnos de qué nos deben liberar “los pibes para la liberación”. Después de las elecciones de medio término, 2013, que ganó en la provincia de Buenos Aires Sergio Massa y perdió el gobierno, desde entonces los que no votamos K, somos más y lo sabemos. Hay que capitalizarlo.

Tenemos la obligación de saber. Si sabemos podemos impedirlo. La información es esencial, antes que nos liberen de ¿qué? Debemos saberlo, no podemos permitir otros años 70, el país no lo soportaría y nosotros tampoco.

“Cristina, corazón, llevate los pibes para la liberación.

Adiós, adiós, no vuelvas más, necesitamos vivir en paz”.