Por Oscar Edgardo García.-

La Mesa Nacional de Juntos por el Cambio, con los representantes de todos los partidos integrantes, se reunió para debatir la estrategia electoral y otros temas de importancia tales como la situación institucional, la económica y la seguridad.

Llama poderosamente la atención la ausencia en ella de Mauricio Macri que optó por permanecer en Villa La Angostura donde viene pasando sus vacaciones y manteniendo selectivas reuniones de trabajo.

Asimismo, resulta extraño que tras visitar la Provincia de La Pampa el pasado fin de semana para apoyar a Martín Maquieyra como candidato a gobernador no haya viajado a Buenos Aires para participar en la citada cumbre y aprovechar la oportunidad para posicionar su liderazgo en la alianza, fortalecer y afianzar el mismo en el dividido PRO y ofrecer una imagen de unidad a la opinión pública.

Las sucesivas conductas de Mauricio Macri conducen a inferir que el juego que está practicando es el escondite en el que el objetivo es ocultarse y no ser descubierto hasta que se produzca el final del mismo.

Una mínima cuota de inteligencia le debería llevar a reflexionar que, sumado a su imagen negativa que surgen de las encuestas, su estrategia lo coloca frente a resultados inciertos para su futuro político y más aún para el de la alianza opositora que integra, con riesgos de no obtener los éxitos deseados en las próximas elecciones sepultando definitivamente al país en el subdesarrollo, la decadencia y la pobreza de la mayoría de su población.

Señor Macri: su sensatez debería estar por encima de sus caprichos y de sus egoísmos. Los argentinos de bien le estarían más que agradecidos. Piénselo, por favor.

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