Por Hernán Andrés Kruse.-

Fue una marcha multitudinaria, majestuosa. Docentes de todo el país se acercaron a la Plaza de Mayo para exteriorizar su orgullo de enseñar en la escuela pública, humillada gratuitamente por el presidente de la nación. Desde las vallas que protegen a la Rosada en la histórica plaza hacia atrás, todo estaba densamente ocupado. Gracias a un dron se constató que la manifestación se extendió dos cuadras largas más allá de la plaza por la Avenida de Mayo y ambas diagonales. Según los organizadores, participaron de la marcha unas 400 mil personas. Pedro Bayúgar, secretario general de Sadop, expresó que “el Gobierno dice que nos convoca al diálogo mientras nos aprieta. En Mendoza impusieron el ítem aula, en la provincia de Buenos Aires ofrecen un plus a los que no paren. Somos trabajadores, y por eso el diálogo con el empleador no se hace en una mesa de café, sino a través de una institución: la paritaria. No hay diálogo si no hay paritaria”. Fue el primero de los cinco dirigentes que hicieron uso de la palabra. La mayoría de los discursos tuvieron como objetivo retrucar los argumentos del ministro Esteban Bullrich, quien insiste en afirmar que la paritaria nacional es innecesaria por el simple hecho de que la nación cumple con su misión de enviar fondos a las provincias, aumentando el piso salarial docente en sintonía con cada suba del salario mínimo, vital y móvil. Sergio Romero, de la UDA, consideró que “el ministro miente cuando dice que el salario inicial va a subir siempre, por automaticidad. Esa es una cláusula complementaria, que se refiere sólo a no quedar por debajo del salario mínimo vital y móvil, que no invalida la paritaria. Los docentes no somos estúpidos”.

Otros oradores desmintieron que las provincias estén recibiendo la necesaria cantidad de fondos. Luis Tiscornia, de la Conadu Histórica, fue contundente: “el país necesita un ministro de Educación, no un gerente de recursos humanos”. Sonia Alesso, titular de Ctera, dijo que “la operación del Gobierno no empezó ayer. No es desde la semana pasada que el Gobierno viene sosteniendo que la educación pública no sirve, que los maestros no estudian…desprecia a los científicos y a los universitarios. El Gobierno viene por la mercantilización, por eso nuestra tarea es difícil: es dar una batalla de ideas”. Según Romero, “si fuera por el Gobierno, ellos sacarían del mapa a la educación pública”, lo que fue corroborado por varios docentes. Fue entonces cuando Página/12 le preguntó a una docente por qué consideraba obvio lo dicho por Romero, lo que motivó la siguiente respuesta: “la escuela no encuentra suplentes, porque con este nivel de sueldos cada vez menos gente estudia para docente. Como no consigue, bajan los requisitos. Comenzaron por tomar a estudiantes con el 70 por ciento de las materias aprobadas y hoy ya están aceptando con el 40 por ciento… eso es resultado directo de los salarios bajos”.

Alesso fue muy clara: aseguró que si el Gobierno no llama a la paritaria nacional, “el conflicto no se va a solucionar”. “Estamos acá para decirle al Presidente que cumpla con la ley, que respete la ley, una ley votada por el Congreso, una ley que nosotros militamos, marchamos, por la que llevamos adelante luchas provinciales en todo el país. Casi todos los que hoy estamos (dirigiendo los gremios) nos conocimos en esos años. Hoy venimos otra vez de hacer movilizaciones en todo el país, clases públicas, visitas a los vecinos, marchas de antorchas y otras acciones, que fueron construyendo esta gran marcha. Estamos acá para decir que los docentes no nos arrodillamos”, destacó. La dirigente santafesina recordó todo lo que se tuvo que luchar para lograr la sanción de la Ley de Financiamiento Educativo. Situó en la misma sintonía a la marcha blanca de 1988, a la Carpa Blanca y a los diversos conflictos provinciales que tuvieron lugar hasta lograr la sanción de las leyes de Educación Nacional y de Financiamiento Educativo. Dos jóvenes leyeron un documento elaborado por los estudiantes, destacando que “es un derecho de los trabajadores negociar sus salarios, y los docentes no son la excepción”. Recordaron que los estudiantes también fueron víctimas de los ajustes en educación aplicados por el Gobierno. “El Conectar Igualdad entregó 100 mil computadoras en lugar de las más de 600 mil que debería haber distribuido. Y el desmantelamiento del Plan Fines dejó afuera a miles de compañeros que pierden la ilusión de terminar los estudios”, remarcaron. Por su parte, Fabián Feldman, titular de CEA, observó: “así como el docente fue el salario testigo de la Argentina, que no tengamos paritaria nacional puede convertirse también en un ejemplo: uno para que el Gobierno avance con medidas similares para el resto de los gremios. Esa es la responsabilidad que tenemos, no sólo por los docentes, sino por el conjunto de los trabajadores” (fuente: Laura Vales, “Si el Gobierno no escucha, esto no se soluciona”, Página/12, 23/3/017).

En su edición del 23 de marzo, Página/12 publicó un artículo de Luis Bruschtein titulado “Tierra arrasada”. Dice el autor: “(…) “El discurso del gobierno de Cambiemos, ambivalente y engañador, en onda de máxima zen a pequeño saltamontes, tiene un límite. Cuando se rompe esa cáscara de mentira declarada como absoluta verdad genera violencia. De los falsos llamados al diálogo, al que a veces ni siquiera asistieron los mismos funcionarios que decían convocarlo, el discurso oficial se volvió agresivo contra los maestros y algunos de sus dirigentes. Se hizo persecutorio y macartista e inclusive el gobierno bonaerense mandó policías a las escuelas para hacer listas negras. Se llamó a carnerear y se intentó dividirlos. Hicieron una campaña pública para movilizar “voluntarios” no docentes para carnerear y después ofrecieron plata a los maestros para que traicionen a sus compañeros”.

“El retroceso cultural que ofreció este gobierno a la sociedad con su actitud hacia la educación pública, hacia los maestros y hacia la comunidad educativa que se nuclea alrededor de la escuela pública retrasa más de un siglo y medio, y hace polvo hasta el iluminismo liberal sarmientino. Los ministros de educación, la gobernadora María Eugenia Vidal y hasta el mismo presidente Mauricio Macri han expresado de una u otra manera que descreen de los derechos a la libre agremiación y a la huelga, descreen de la escuela pública y desprecian al docente empleado público, como actor educativo central” (…) “En el último tramo del conflicto, los funcionarios y los medios oficialistas compitieron para descalificar a la escuela gratuita exhibiendo los resultados manipulados de la encuesta Aprender. Cuando difundió esos resultados, Macri dijo que los que pueden pagar eligen a las escuelas privadas y los que no, “caen” en las escuelas públicas. Ese argumento es usado para no aumentar el salario de los docentes” (…).

“Esa misión igualadora y democratizante que tiene la educación pública es contraria a la imagen que van desnudando las políticas de la alianza de conservadores radicales y no radicales. A través de esas políticas de pauperización de lo público, la función igualadora de la educación muta en una mecánica de fragmentación: distintos niveles de educación, según el nivel económico de los estamentos sociales que, de esa forma, perderán posibilidades de movilidad ascendente. Debajo de todo, la educación pública, sólo para pobres que siempre serán pobres. En esa escala descendente se inserta la palabra “caer en una escuela pública” que en la visión presidencial sería como caer en el fondo del tacho de la sociedad. Y al quitar la paritaria nacional están planteando lo mismo con las provincias: las más pobres tendrán una pobre educación y se profundizará la diferencia con las más ricas” (…).

“El mismo presidente que se queja del nivel de la educación pública (medido por una prueba cuya metodología ha sido rechazada por los expertos) no hace nada por mejorarla. Ni siquiera equipara los salarios con la inflación y tiene paralizado el Instituto Nacional de Formación Docente” (…) “En ese contexto tan hostil a la educación pública por parte del gobierno, fracasaron todos los intentos por dividir y aislar. Los siete gremios nacionales docentes, donde los hay más radicales, más de izquierda, progresistas y peronistas, marcharon juntos y con las mismas consignas. Lo mismo la izquierda que es opositora en los gremios más grandes marchó encolumnada con las mismas consignas de la convocatoria. La respuesta de los maestros fue masiva como pocas veces. Había padres con chicos y miles de maestras y maestros con guardapolvos y miles de cartelitos inventados con gran creatividad en cartulinas y papeles de colores. Lo que se vio ayer en la calle fue una comunidad educativa que se siente agredida por este gobierno y está enojada. El gobierno encaró este conflicto dispuesto a dejar tierra arrasada para frenar discusiones paritarias. Pero dejar tierra arrasada en el terreno de la educación pública sería como herir el corazón de esta democracia incipiente”.

En su edición del 23 de marzo, La Nación publicó un artículo de Emilio Cárdenas titulado “Ecuador: elecciones con olor a fraude”, en el que descerraja munición gruesa contra la figura del presidente Correa. Dice el autor: “El populismo y sus destructivas aberraciones, que hasta no hace mucho prevalecieron políticamente en nuestra región, parecerían estar en retroceso. Prueba de ello es que, a través del veredicto de las urnas, sus exponentes ya no gobiernan en nuestro país” (…) “Ahora es Ecuador quien tiene ante sí una oportunidad de alejarse del populismo. Allí la gestión del autoritario Rafael Correa ha dejado al país endeudado, políticamente desorientado, socialmente dividido y sumergido en un enorme-y extendido-pantano de corrupción”.

“En la primera vuelta de las recientes elecciones presidenciales, la del 19 de febrero pasado, el candidato de Correa, Lenín Moreno, estuvo (al menos, aparentemente) a menos del uno por ciento de obtener los votos requeridos para evitar la segunda vuelta. Pero no lo logró. Luego de una extraña, inesperada y hasta sospechosa suspensión del cómputo de los votos, las autoridades electorales ecuatorianas anunciaron que la segunda vuelta era inevitable” (…) “Tan pronto como se hizo ese anuncio, algunas encuestas de opinión comenzaron a señalar insistentemente que Lenín Moreno llevaba, de inicio, una ventaja muy apreciable sobre su rival, el dirigente de centro Guillermo Lasso” (…) “Desde entonces, las encuestas de intención de voto arrojan resultados llamativamente contradictorios. Más aún, diametralmente diferentes” (…) “Para alimentar las sospechas de manipulaciones, el ahora ex Comandante del Ejército ecuatoriano, el general Luis Miguel Castro Ayala, declaró públicamente que las fuerzas armadas de su país no habían tenido “completa custodia de las urnas”, como mandaban las normas” (…) “Al conocerse ese inquietante anuncio, el presidente Rafael Correa, lejos de felicitar al militar por el celo demostrado en el cumplimiento de su misión, lo dejó cesante de inmediato. Sin más. Junto con otros cuatro altos jefes militares, que también quedaron en la calle. A lo que se agrega ahora que desde la oposición se sugiere que una de las máquinas impresoras de uno de los más importantes diarios cooptados por el actual gobierno habría imprevistamente producido algunas boletas electorales” (…) ·”Al despedirse de sus compañeros de armas con una previsible y evidente sensación de malestar, el ex general Castro Ayala los exhortó a seguir “brindando seguridad al proceso electoral”, para que “se respete la sagrada voluntad del pueblo ecuatoriano”. Más claro, imposible” (…) “Fuentes ecuatorianas aseguran que su reemplazo, el general Edison Narváez Rosero, es en cambio un hombre muy cercano al ministro de Defensa de Rafael Correa, uno de los “duros” y más radicales personajes de su gobierno”.

“Lo que acabamos de describir alimenta obviamente sospechas de un fraude que podría, de pronto, infectar a la que pronto será una reñida segunda vuelta en las elecciones presidenciales ecuatorianas. Ellas flotan sobre el ambiente, ahora tenso. Por esto varios ex presidentes de nuestra región acaban de manifestar públicamente su preocupación” (…) “Mientras esto sucede, la economía ecuatoriana cerró un año 2016 realmente decepcionante. El PBI se contrajo un 1,5 por ciento. La deuda externa creció por encima del 40 por ciento del PBI. Las exportaciones perdieron un 10,2 por ciento de su valor. El desempleo trepó al 6,62 por ciento. Y este año, lamentablemente, se anticipa una nueva contracción, del orden del 2,9 por ciento. Para muchos habrá una dura renegociación de la deuda externa. Quizás por esto el país está repatriando sus reservas en oro. Para Ecuador, un momento complicado, entonces. Lleno de ansiedad, donde quienquiera que sea quien se imponga en la segunda rueda de los comicios presidenciales que se avecinan deberá gobernar en condiciones que están lejos de ser las ideales. El legado de Rafael Correa no es para ponerse de pie y aplaudir”.

En la misma edición La Nación publicó un editorial titulado “La Corte Suprema y los tribunales internacionales” en el que analiza un importante fallo del máximo tribunal del país que ratifica la supremacía de ese organismo para interpretar la letra y el espíritu de la constitución, por encima de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Dice el mitrismo: “La Corte Suprema de Justicia de la Nación ha dictado un pronunciamiento trascendente al rechazar una petición del Ministerio de Relaciones Exteriores y Culto para que se cumpla la sentencia condenatoria del Estado argentino dictada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso “Fontevecchia y D´Amico” (…) “La causa judicial se originó en una demanda de Carlos Menem por daños y perjuicios contra Editorial Perfil a raíz de la revelación de la existencia de un hijo extramatrimonial del ex presidente. La Corte confirmó en 2001 la condena contra los periodistas, por entender que se había violado el derecho a la intimidad, aunque sin poner en tela de juicio la veracidad de la información. La CIDH, posteriormente, les dio la razón a los periodistas, ordenó publicar el fallo en los diarios y devolverles a éstos el dinero que habían pagado como indemnización”.

“Frente a la decisión de la Corte Interamericana, el máximo tribunal argentino expresó que hay en ese tema cosa juzgada y que el cumplimiento de lo requerido corresponde, en todo caso, al Poder Ejecutivo y al Congreso de la Nación” (…) “El fallo de nuestra Corte Suprema se identifica con lo que autorizó la Convención de Viena, sobre regulación de tratados internacionales, y lo que dispone, por cierto, el artículo 27 de la Constitución nacional: que los tratados que el país firme deben estar “en conformidad con los principios de derecho público establecidos en esta Constitución”. ¿Cuáles son esos principios cuya violación determina la invalidez de los tratados? De ellos se ocupó hace más de cien años Joaquín V. González, citado ahora por la Corte Suprema: son los que fundamentan la supremacía de la Constitución, la forma de gobierno republicana y federal, y los derechos civiles, políticos y sociales reconocidos por ésta” (…).

“Nuestro máximo tribunal ha dicho, en suma, que en la cuestión sometida a su consideración hay cosa juzgada y, por lo tanto, no hay de su parte marcha atrás, como órgano supremo de la interpretación de nuestras leyes, con una sentencia que ningún organismo extranjero o internacional puede corregir. Pero ha dejado expresamente abiertas las puertas para que el Poder Ejecutivo o el Congreso encuentren remedio a lo requerido por la CIDH. Es lo que llamaríamos una invitación a no olvidar, en un juego armonioso, que el gobierno lo integran tres poderes, y no sólo uno, y que todos tienen un papel específico por cumplir”.

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