Por Hernán Andrés Kruse.-

En su edición del 29 de diciembre, Página/12 publicó artículos de Fernando Krakowiak (“Bajar la inflación al final no era tan fácil”), Alfredo Zaiat (“Descalibrados”) y Federico Kucher (“Más que verde, el dólar se puso rojo”).

Escribió Krakowiak: “El Gobierno elevó ayer un 50 por ciento las metas de inflación que se había fijado hasta 2019 en un reconocimiento explícito de las dificultades que enfrenta para contener la suba de precios. Luego de haber incumplido el techo de 17 por ciento de este año, revisó el rango de 8 a12 por ciento pautado para 2018 y fijar una meta de 15 por ciento, mientras que en 2019 ya no se buscará alcanzar un rango de entre 3,5 y 6,5 de inflación sino de 10 por ciento, postergando para 2020 el ideal oficial de 5 por ciento anual El anuncio llegó en medio de una corrida contra el peso y la agudizó porque en el mercado dan por hecho que a partir de ahora las tasas de interés serán más bajas, lo que incrementará la presión sobre el dólar. El gobierno tiene reservas suficientes para ponerle freno a cualquier corrida, pero prefirió dejar que la divisa estadounidense se dispare 67 centavos hasta alcanzar un nuevo record de 19,46 pesos. La suba del dólar vuelve más competitiva a la producción nacional, pero le sumará mayor presión a la inflación” (…) “El ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, fue el encargado de dar a conocer las nuevas metas en una conferencia de prensa ofrecida junto al jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro de Finanzas, Luis Caputo, y el titular del Banco Central, Federico Sturzenegger. “Tomamos la decisión de hacerlo porque en el punto de partida no teníamos la información que tenemos hoy”, se limitó a decir el funcionario, pese a que el gobierno remarcó varias veces que bajar la inflación sería algo sencillo” (…) “El 5 de noviembre de 2015, en plena campaña electoral, el entonces candidato a presidente, Mauricio Macri, buscó restarle relevancia al problema inflacionario durante una conferencia de prensa brindada en Tucumán. “Basta de que nos quieran asustar. Nuestro problema no son el cepo o la inflación, que son cosas que se resuelven de manera relativamente fácil si se trabaja desde el primer día con seriedad y no mintiendo”, enfatizó” (…) “El 13 de enero de 2016, un mes después del cambio de gobierno, el entonces flamante ministro de Economía, Alfonso Prat-Gay, presentó las metas de inflación para el período 2016-2019 e insistió con que la suba de precios no iba a ser un problema. Ese día diagnosticó una inflación de 25 por ciento para 2016, aunque finalmente terminó siendo del 41 por ciento” (…) “El presidente del Banco Central ratificó el 26 de septiembre del año pasado el Régimen de Metas de Inflación. “El Banco Central asume el compromiso de afrontar el objetivo para que la tasa de inflación del año próximo sea de entre el 12 y el 17 por ciento”, aseguró. Sturzenegger afirmó, asimismo, que “la principal función del Central es que se cumpla esa meta de inflación” cuya implementación calificó como “sencilla, de no mucha complejidad”. “La meta inflacionaria sigue siendo de entre el 12 y 17 por ciento”, sostuvo Sturzenegger el 17 de mayo de este año cuando la mayoría de los analistas ya daba por descartado que pudiera alcanzarse el objetivo…La pauta inflacionaria incluso fue ratificada durante la discusión del presupuesto 2018 que el miércoles aprobó el Congreso, pero horas después el gobierno decidió barajar y dar de nuevo” (…) “Dujovne insistió ayer por la mañana en que el cambio de meta no es un cambio de política y al justificar la modificación se limitó a decir que es porque ahora “contamos con más información”. A su vez, aseguró que “el proceso de desinflación es realmente muy sólido”, afirmación que no se corresponde con el recálculo que se vio forzado a realizar el gobierno. “Cambiar las metas no implica aceptar que haya más inflación”, agregó el jefe de Gabinete Marcos Peña” (…) “La decisión de flexibilizar la meta inflacionaria fue interpretada por el mercado como un triunfo de quienes dentro del gobierno pugnaban por tasas de interés más bajas. Por lo tanto, el peso aceleró ayer su devaluación y se disparó 67 centavos acumulando una suba de 10,2 por ciento en apenas 15 días. Ahora se espera que ese ajuste se traslade a precios, como ocurre cada vez que el dólar se dispara. Sturzenegger buscó ayer restarle relevancia a la suba de la divisa estadounidense. “Esas fluctuaciones son parte del sistema. Nos tenemos que acostumbrar. Con el tiempo la gente se va a dar cuenta que eso sube y baja y ese es un incentivo para lograr la desdolarización de la economía argentina”.

Escribió Zaiat: “El saldo concreto en la cuestión económica de la conferencia de prensa que lideró Marcos Peña fue el reconocimiento del fracaso oficial en materia inflacionaria. La modificación de las metas anunciada por Nicolás Dujovne, en teoría definidas por el Banco Central aunque anunciadas por el Poder Ejecutivo, un día después de la aprobación del Presupuesto 2018 que tiene anotada otra previsión de la inflación, es una derrota conceptual y política para el hoy devaluado presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger” (…) “El otro resultado es en términos políticos. Sin la formalidad del juramento en el Salón Blanco de la Casa Rosada, se presentó en sociedad el verdadero ministro de Economía del gobierno de Macri, cargo que ocupa el jefe de gabinete Marcos Peña, quien estuvo rodeado de los secretarios de Hacienda y de Finanzas, ambos figurando como ministros en el organigrama oficial, y de un titular del Central que ha entregado en ese acto los pilares que tanto dice defender de independencia y de conquista de reputación ante el mercado” (…) “No hay antecedentes de la degradación funcional a la que ha sometido Peña a un equipo económico, con la repetida consigna de marketing del “trabajo y fortaleza del equipo”. Marcó el ritmo, coordinó y lideró la conferencia de prensa para informar que el BCRA no podrá cumplir las metas de inflación en 2018, repitiendo la performance negativa de 2016 y 2017, con desvíos del 82 y 72 por ciento, respectivamente, según el cálculo del economista Mariano Kestelboim. Ahora la brecha sería menor al fijar la tasa de inflación en 15 por ciento para el año que está por comenzar, pero aumentando la meta en 50 por ciento. Es lo que Dujovne denominó “recalibrar” (…) “Definido el aumento de la inflación esperada, el paso siguiente será la disminución de la tasa de interés, como dejó traslucir el secretario de Política Monetaria dependiente de la Jefatura de Gabinete, que fue presentado como presidente del Banco Central. Otra derrota de Sturzenegger en este caso a manos del ministro de la Deuda, Luis Caputo, quien terminó de convencer al presidente Macri de la necesidad de reducir la tasa de interés. “Meta de inflación que se cambia, no es meta”, había definido hace dos meses Sturzenegger” (…) “Nicolás Dujovne se concentró en dibujar la trayectoria fiscal para los próximos años, Luis Caputo se ocupó de mostrar que el endeudamiento desaforado (un mínimo de 56 mil millones de dólares adicionales en los próximos dos años) es una buena noticia, Federico Sturzenegger se dedicó a mostrar que su gestión es tan buena que no entiende cómo la población no se da cuenta y Marcos Peña hizo lo que mejor sabe hacer: marketing de confusión”.

Escribió Kucher: “El dólar subió ayer 67 centavos y se ubicó en un pico de 19,46 pesos. Las declaraciones del equipo económico encendieron el mercado interno. Las compras de divisas en bancos y casas de cambio se intensificaron en las últimas horas y aceleraron la tendencia de los últimos días. Desde hace dos semanas que se registran presiones en la plaza cambiaria. El dólar subió más de un peso y medio en los últimos diez días (desde 17,70), lo que equivale a un incremento del 10 por ciento. El dólar, que empezó el año en 16,05 pesos, ya acumula un alza del 21 por ciento en 2017. El presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, reconoció que no podrá cumplir su meta de inflación en 2018 y la elevó del 10 al 15 por ciento para el año próximo. Es decir, la inflación estará al menos un 50 por ciento por encima respecto de lo que se había planificado en la hoja de ruta de los próximos doce meses. Esto implica que la política monetaria será menos restrictiva, con tasas de interés algo más bajas. Es la señal que esperaba el mercado para terminar de decidirse a dolarizar sus carteras. Los grandes inversores no fueron los únicos que pasaron sus activos en pesos a moneda extranjera. Las colas en bancos del microcentro porteño llegaron a ser de media cuadra, en donde más de 250 personas esperaban para comprar” (…) “El titular de la autoridad monetaria insistió que la estrategia cambiaria es de libre flotación, con lo cual subas y bajas del dólar no tienen impacto importante en los precios internos. “Los argentinos se tienen que dar cuenta que viven en Argentina, compran en Argentina y tienen que pensar en pesos”, dijo el funcionario. El argumento no es muy distinto al que usó el directorio del Central hasta 2015 para intentar desdolarizar sin éxito la economía y que el propio Sturzenegger criticaba por ineficiente. Las corridas cambiarias en el país son una tradición e incluso muchos individuos ante episodios de confusión cambiaria prefieren no sólo comprar divisas sino retirar sus activos del sistema financiero” (…) “En la Argentina las subas del dólar siempre impactan sobre la inflación” (…) “Otro ejemplo es el de 2016, cuando la devaluación de 10 a 16 pesos del dólar fue un elemento central para explicar el 41 por ciento de suba de los precios. Se trató de la tasa de inflación más elevada en los últimos 25 años. El titular del Central, no obstante, insistió que el país logró disociar la relación entre el dólar y los precios internos en la misma forma que lo hicieron México, Brasil y Chile. “Ya no usamos el ancla cambiaria para bajar la inflación”, dijo. El principal problema es que, más allá de ancla o no, los precios no bajan” (…) “Entre los economistas consultados por este diario hubo coincidencia en relación con el efecto de los anuncios económicos sobre la meta de inflación. Aseguraron que se termina de erosionar la credibilidad del Central. No sólo porque se tira abajo la consigna de una autoridad monetaria independiente del Poder ejecutivo sino por la falta de capacidad del organismo para cumplir con sus objetivos. Las políticas o estrategias que se decidan desde la institución pierden, tras este anuncio, la capacidad de sorprender o modelar las expectativas del mercado. Esto es un problema notable si se considera que el Central aplica un programa de metas de inflación, en el cual la principal herramienta de la autoridad monetaria para frenar los precios es el manejo de las expectativas (limitando las demarcaciones). El propio Banco Central aseguró hace año y medio que el canal de las expectativas era su caballito de batalla, a diferencia de otras economías en donde las metas de inflación se concentran en frenar los precios a través del canal de crédito y del tipo de cambio”.

En su edición del 28 de diciembre, Página/12 publicó los siguientes artículos: “El ARA San Juan se queda cada vez más solo”, “Liderazgo bestial (Sandra Russo)” y “El peor mes de Macri”.

Escribió Página/12: “Argentina ya no contará con el sofisticado equipamiento aportado por las potencias extranjeras, con lo cual la búsqueda de la nave prácticamente se termina o entra en una fase meramente testimonial. La Armada Argentina informó ayer que el buque oceanográfico estadounidense Atlantis se retirará de la zona. También el Yantar, de la Federación Rusa, concluiría su participación a mediados de enero, lo que marca un límite a las tareas para encontrar al San Juan, pese a las promesas gubernamentales de no detenerse hasta encontrar al submarino” (…) “Luego de conocerse la noticia de que el buque Atlantis “regresará a las tareas con las que estaba comprometido al momento de producirse el incidente del submarino ARA San Juan”, familiares de los tripulantes pidieron que “se continúe con la búsqueda”. “Poco a poco nos están dejando sin tantas fuerzas como barcos, helicópteros y radares que busquen”, se quejaron” (…) “Los familiares comenzaron a manifestar su disconformidad apenas pasada una semana de la última comunicación de la nave con su Centro de Control, sitio en Mar del Plata. Luis Tagliapetra, padre de un oficial del San Juan, y uno de los querellantes en la causa penal que lleva adelante la jueza federal de Caleta Olivia Marta Yáñez, aseguró en el acto de Plaza de Mayo al cumplirse un mes de la desaparición: “Nos dijeron que un marino no abandona jamás a otro marino. Pero eso fue sólo un slogan, porque buscan cada vez con menos recursos, con menos ganas de encontrarlos”. Luego fue desgranando las “marchas y contramarchas de la información, iban admitiendo distintas cosas a medida que aparecían en la prensa. Al principio sólo decían que era un problema de comunicación y que no había indicios de que hubiera pasado nada grave. Y sólo cuando se difundió, aceptaron que habían reportado problemas” (…) “El martes, según informó la Secretaría de Defensa de Estados Unidos, tras finalizar el barrido de hasta dos veces las áreas asignadas, el Atlantis se dirigió a Comodoro Rivadavia para descargar el equipo ROV CIRV21. Al finalizar el desembarco, el buque regresará a sus tareas anteriores. De todos modos, se informó que Estados Unidos continuará el apoyo a través de personal experto en planeamiento y análisis de datos” (…) “La Armada afirmó también, en el mismo parte, que brindará dos días de asesoramiento legal y administrativo interdisciplinario a los familiares de los 44 tripulantes del submarino desaparecido hace más de un mes. “La Armada Argentina y el ministerio de Defensa mantienen el compromiso de acompañar a los familiares de los 44 tripulantes, alojándolos y asistiéndolos en todas las necesidades básicas”, se indicó ayer a la mañana a través de un comunicado” (…) “El gobierno argentino expresó, en tanto, “su profundo reconocimiento” a su par de los Estados Unidos por la ayuda que brindó en la búsqueda del submarino ARA San Juan, luego de que se informara el retiro del área de búsqueda del buque oceanográfico Atlantis. A través de un comunicado difundido por la Cancillería, el gobierno “reconoce el significativo aporte a este operativo efectuado por el Departamento de Estado y la embajada de Estados Unidos”, en la Argentina, como también “por el Departamento de Defensa, en conjunto con el Comando Sur y NASA”. Todos ellos contribuyeron “con equipamiento naval y tecnológico de avanzada, sistemas de búsqueda, dotaciones de personal y asesoramiento e investigación de singular valor en el proceso de búsqueda del submarino desaparecido”, indicó el comunicado”.

Escribió Russo: “Nuestra veta fascista tiene sus dirigentes, pero tiene también muchos voceros en las calles, hombres y mujeres comunes y corrientes que de pronto se entreveran en conversaciones en las que piden matar a unos cuantos. La muerte es una de nuestras tradiciones. Una pulsión argentina que se regodea en soluciones finales”. (…) “Hubo una época bastante reciente en la que mataron. A todos los que pudieron. Y hubo uno o dos años, durante y después del Juicio a las Juntas, en los que el horror sacudía las almas porque se supo y se publicó. Habían hecho cosas como tirar a la gente viva de los aviones o como robarse los bebés de las mujeres que asesinaban, apenas los parían. Eso no es de izquierda ni de derecha. A veces uno se pregunta, en este país jodido, si acaso es sólo de izquierda o peronista haberse quedado atravesado por la decisión de “nunca más”. Este año, uno ha tenido la sensación de que si apareciera un liderazgo bestial, tendría sus bases en esa gente que tiene mucho y no quiere perderlo, o en los que tienen muy poco, quizá un freezer y un auto, o una casa propia y un plazo fijo en el banco, y sin embargo arengan la muerte de los que tienen menos que ellos” (…) “El año al que se refieren estos dos párrafos es el 2009” (…) “El país que presenciamos, olimos, soportamos azorados e indignados, es la contracara del país del que nos despedimos el 9 de diciembre de 2015. La fiesta colectiva de los kks era según se ha escrito entonces “de gente fea”. Pero era una fiesta en paz. Visto ahora, de extraordinaria, profunda paz” (…) “Millones en las calles y ni un solo incidente” (…) “El país que irrumpió estas semanas es el de los pertrechos, la tecnología comprada a destajo en estos dos años para ser aplicada en el disciplinamiento social. Vimos escenas protagonizadas por diversas fuerzas de seguridad, con una decisión adquirida de hacer mal, de hacer daño, de un sadismo que no recordamos. Porque era un sadismo explícito, para ser fotografiado, para ser reproducido, para ser propagandizado” (…) “Porque era un goce. La droga del odio. Presenciamos cómo actúa la droga del odio” (…) “Yo no había reparado mucho cuando escribí esa nota en esas dos palabras. Liderazgo bestial. Era 2009 y ya asomaba algo, esa sed de revancha. Y hoy, como si fueran mamushkas, nos ha tocado esta sincronía explosiva de liderazgos: en la Argentina gobierna Macri y en Estados Unidos gobierna Trump. Están de acuerdo en usar al mundo, sus recursos y sus habitantes, para hacer mejores, descomunales, inmejorables negocios. Tienen en mente negocios que los deslumbran, porque manejan todo, lo público y lo privado, y adaptan lo público a los intereses superiores de lo privado. Esa es la lógica de nuestras desgracias como pueblos, y hoy más que nunca somos los pueblos los que estamos siendo interpelados por un poder desconocido hasta ahora, ni en este país ni en la región, que es el poder de la guerra. Los países que se mantuvieron en la Alianza del Pacífico, a los que nos sumamos en esta nueva geopolítica, no sólo se abren al libre comercio: se entregan como territorios a los que la guerra es exportable desde cualquier otro lugar del planeta” (…) “Pero esa maldita sincronía nos ha cambiado todo. No nos ha mejorado la vida, la ha llenado de preocupaciones nuevas. Vivimos preocupados y en alerta. Por la falta de trabajo, por la falta de salud, por la falta de dinero, porque no tenemos planes ni tenemos certezas de que a nuestro hijo no lo parará la policía. Porque la policía es ésta que conocimos esta semana. Alzada. Odiadora. Colocada” (…) “Llegó el liderazgo bestial, y el mundo está a su merced” (…) “El liderazgo les durará lo que esa base social tanática que conocemos bien los sostenga. Hoy es entretenida por vergonzosos sinsentidos dichos una y otra vez en la televisión. Hasta han repetido que hubo cacerolazos en contra y a favor, como si en algún lugar del mundo y alguna vez las cacerolas hubieran sonado a favor” (…) “El macrismo nos dice todo el tiempo que era mentira que teníamos derecho, los trabajadores, al bienestar” (…) “Necesita inculcarnos un complejo de inferioridad. No sólo no somos, inferiores, sino que fue y es desde los sectores populares que se practican en la vida diaria la mayoría de los “valores” que las elites siempre se atribuyeron”.

Escribió Página/12: “La crisis por la desaparición del submarino ARA San Juan, el asesinato del joven mapuche Rafael Nahuel durante un operativo de la Prefectura y la “forma en que se tematizaron públicamente las iniciativas de reforma laboral y previsional” provocaron un derrumbe del Índice de Confianza en el Gobierno (ICG), que mide la Universidad Torcuato Di Tella. Luego de tocar su techo histórico en noviembre, tras la victoria electoral de Cambiemos, el ICG de diciembre de 2017 fue de 2,36 puntos (de una escala de 5 puntos), “registrando el descenso porcentual más pronunciado de la gestión de Mauricio Macri (20,3 por ciento)”, indica el documento elaborado por la Di Tella” (…) “Se quiebra así la evolución positiva que acompañó a los resultados electorales favorables de Cambiemos en las PASO de agosto y en las generales de octubre, y que se extendió al mes de noviembre, lapso en el cual el ICG aumentó un 33 por ciento (de 2,24 en julio a 2,97 en noviembre). En términos interanuales la variación del ICG es de -5 por ciento”, amplía. Según el trabajo, la caída del ICG refleja una “serie de problemas políticos que el gobierno nacional manejó con dificultad tras su triunfo electoral”. Y enumera: “La gestión de la búsqueda del submarino ARA San Juan, y la represión que terminó con la muerte del joven mapuche Rafael Nahuel por un impacto de bala similar a las del grupo de Prefectura Naval que actuó en el mismo. En segundo lugar, durante la primera quincena de diciembre, la forma en que se tematizaron públicamente las iniciativas de reforma laboral y previsional” (…) “El derrumbe de confianza que sufrió la gestión de Cambiemos sólo es comparable, siempre según las mediciones de la Di Tella, con la caída que registró el gobierno de Cristina Kirchner (-23 por ciento) durante el conflicto con las patronales agrarias, que prácticamente paralizaron el país, y por tres mediciones registradas durante la crisis de 2002, cuando Eduardo Duhalde ejercía la presidencia. “No deja de ser revelador-analiza el informe-que la caída más pronunciada se haya producido en el rubro “Preocupación por interés general (cayó un 29 por ciento) en un contexto en que el debate político se centró en la modificación del régimen de actualización de jubilaciones y pensiones” que se trataron en el Congreso en un marco de multitudinarias protestas que concluyeron en represiones policiales” (…) “Aunque la caída fue pareja por géneros, siguen siendo las mujeres y en especial las mayores de 50 años quienes muestran más confianza en el gobierno de Macri. El dato es curioso dado que fue la reforma previsional uno de los temas más conflictivos para el Ejecutivo, pero el rango etario entre 30 y 49 años fue el que registró la mayor caída-24 por ciento-con respecto al mes anterior. En cuanto a la zona geográfica, el trabajo de la Di Tella marca que la mayor baja se dio en el interior del país donde la puntuación fue de 2,50 y un retroceso del 22 por ciento aunque la peor nota para Macri desde que se inició la gestión la tuvo siempre en el Gran Buenos Aires. En este caso allí registró una nota de 2,01 y una merma respecto a noviembre del 19 por ciento”.

En su edición del 28 de diciembre, La Nación publicó artículos de Loris Zanatta (“Corren malos vientos para la democracia en América Latina”) y Carlos Pagni (“La reforma jubilatoria se muda de la calle a los tribunales”).

Escribió Zanatta: “O al menos parte de América Latina. Frente a un caso, el chileno, donde se produce una alternancia pacífica de un gobierno a otro de un color ideológico diferente, muchos otros casos van en la dirección opuesta” (…) “El último es el de Honduras, donde durante el conteo de las papeletas se produjo un apagón providencial. Por milagro, una vez que los datos volvieron a fluir, el presidente saliente se vio arrojado, como un caballo dopado, del segundo al primer puesto. El guión es el habitual, aburrido, predecible. Un apagón ocurrió en las últimas elecciones en Ecuador: misterio. En Venezuela, el sistema electoral ha operado durante mucho tiempo de manera intermitente: lo importante es que siempre dé el mismo resultado; llamarlas elecciones es un eufemismo: son una farsa Como lo son desde hace tiempo en Nicaragua, que fue un feudo de los Somoza y hoy es un feudo de los Ortega: el soberano se corona por la vía electoral. La variante más original es la boliviana: si las elecciones no dan el resultado acordado, se repiten” (…) “Obviamente, las elecciones, el día en que el ciudadano se pone su mejor traje para salir a depositar su voto en la urna, son solo espuma en la cresta de un mar embravecido. Debajo de la espuma, hierven las ollas de la cocina política. Están elaborando los platos que harán felices a los gobernantes el día de las elecciones. Como entrada habrá un consejo electoral repleto de clientes del gobierno; como plato principal un poder judicial repleto de clientes del gobierno; como postre, un sistema de información lleno de clientes del gobierno. ¿Menú poco atractivo? Es cierto. Pero no para aquellos que se benefician de él. Es un viejo hábito de la historia latinoamericana, el de concebir y usar la democracia, mejor dicho las elecciones, no para elegir gobiernos, sino para plebiscitar a los que ya están en el poder; como una fuerza que en lugar de subir desde los ciudadanos al gobierno como debería, baja una camisa de fuerza de los gobiernos a los ciudadanos” (…) “Para explicar este problema atávico, muchos se contentan con señalar con el dedo la paja en el ojo de los demás pasando por alto la viga clavada en el suyo. La culpa es del neoliberalismo, grita un populista hondureño indignado; la culpa es del populismo, responde nervioso un liberal venezolano. Sin embargo, el hecho de que costumbres similares aparezcan en regímenes de diferentes tendencias ideológicas, debería llevarnos a pensar. ¿Qué tienen en común?” (…) “A primera vista, lo que acerca entre sí los casos mencionados es un antiguo legado patrimonialista, cuyas raíces se hunden en el pasado remoto: la historia cuenta, y el presente siempre está hecho con los materiales del pasado. Es la idea de que todo el poder pertenece a quienes lo ejercen, que el reino sobre el que gobiernan es su propiedad: el principio de la división de los poderes es extraño a la tradición patrimonialista. Cualquiera que sea su ideología, el gobierno usará entonces el poder para exclusiva ventaja suya y de los suyos” (…) “Los enemigos, por su parte, lucharán hasta el final para quitarle el poder, con el que harán lo mismo que él, pero a favor de los suyos” (…) “Rascando un poco bajo la superficie, el problema aún más serio de esta concepción es sin embargo otro: es el reclamo de aquellos que ejercen el poder de tener el derecho de mantenerlo en nombre de una verdad absoluta” (…) “Si tan alto es su fin, todos los medios serán legítimos para alcanzarlo. Es una idea religiosa de la política, que así se convierte en un juego de suma cero: si gano, tomo todo, si pierdo nada queda” (…) “A esta visión, le escapa una obviedad: que en democracia nadie puede hacer alarde del monopolio de la verdad; nadie puede elevar sus convicciones a dogma de fe; que el acuerdo y la negociación son la sal de cada democracia” (…) “Frente a esos fenómenos que desfiguran la democracia en muchos países, es común escuchar explicaciones indulgentes, quejas victimistas: qué le vamos a hacer, es culpa de la miseria, de la ignorancia, de la marginalidad, de la desigualdad; para algunos, incluso, es culpa del neocolonialismo: son esas plagas las que explican el patrimonialismo rampante y el fanatismo ideológico. ¿Es así? ¿O será al revés? El patrimonialismo, el fanatismo y la pobre calidad institucional son las principales causas, y no los efectos, de esas plagas sociales. El día que se tome conciencia de ello, será un gran día para la democracia latinoamericana; y también para la justicia social”.

Escribió Pagni: “La disputa por la reforma previsional abandonó la calle e ingresó en los tribunales. El nuevo campo de batalla exige nuevas estrategias. Quienes se oponen al cambio en la forma de actualizar las jubilaciones están obligados a reemplazar la capacidad de movilización y, según sea el caso, de depredación, por la destreza procesal. El gobierno y los adversarios de su iniciativa siguen trenzados en su duelo. Ahora es una disputa cifrada. Pero, desde el punto de vista político, crucial. Porque no sólo están en juego los ingresos de los jubilados. También se discute la posibilidad de que, con el ahorro que permite el nuevo cálculo, María Eugenia Vidal cuente con 65000 millones de pesos para volcar en el deteriorado conurbano bonaerense. Es la geografía hacia la que se ha replegado el kirchnerismo. Su última frontera. Es lógico que la controversia sea despiadada” (…) “Para Mauricio Macri y sus colaboradores ese fondo es crucial desde el punto de vista político. Pero también fiscal. El ahorro que deriva de la reforma jubilatoria permitiría despejar intranquilidades sobre el frente fiscal. Es un objetivo principal del gobierno, como debería advertirse esta mañana, durante la conferencia de prensa que ofrecerán Marcos Peña, Nicolás Dujovne, Federico Sturzenegger y Luis Caputo” (…) “Peña y los ministros adelantarían mañana el próximo paquete de reformas: reavivar el proyecto laboral, un programa de compre nacional y la demorada ley de mercado de capitales. La reforma jubilatoria forma parte de este rompecabezas. La primera jugada para ponerla en entredicho la hizo el líder de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, Juan Grabois, acaso el dirigente social más cercano al papa Francisco. El jueves 14, mientras la Cámara de Diputados intentaba sesionar por primera vez para tratar la ley, Grabois presentó, asumiendo el interés de todos los jubilados, un recurso de amparo en el fuero previsional para que un juez impida la sanción de la reforma. Gonzalo Estivariz, el Secretario Legal y Técnico de la Ansés, festejó. Alguien inauguraba un expediente. Era lo que él necesitaba para poner en marcha su estrategia: reclamar que todos los planteos sean absorbidos por ese juzgado. Esa solicitud fue ideada, en realidad, por Fabián Rodríguez Simón, el más activo asesor jurídico de Mauricio Macri, y por el Procurador del Tesoro, Bernardo Saravia Frías” (…) “Con esa lógica institucional que rige a la Argentina, cada bando comenzó a estudiar, más que los expedientes, las supuestas orientaciones personales de los jueces. El amparo de Grabois aterrizó en el despacho del juez Fernando Strasser. Allí fue también una segunda presentación, por inconstitucionalidad, una vez que la ley fue aprobada. Para quienes pretenden que se suspenda la reforma fue una mala noticia. Strasser se había pronunciado a favor del oficialismo el año pasado, cuando se discutió la reparación histórica del sistema previsional” (…) “Strasser dictó ayer una resolución que avala la pretensión planteada por Estivariz, el abogado de la Ansés. Allí establece dos criterios. Primero, que su juzgado es el único que puede tratar la ley jubilatoria y cualquier planteo colectivo debe agregarse al de Grabois. Segundo, que deben extenderse hasta la semana que viene los plazos para el tratamiento del tema. Es una decisión clave. Supone que no hay urgencia para resolver el cálculo de las jubilaciones, debido a que el primer pago se realizará en marzo. Por lo tanto, no hay urgencia que justifique habilitar la feria judicial para resolver la cuestión” (…) “Grabois sufrió una pasable derrota. Es probable que se convenza de que Strasser actuó condicionado por la aprobación de su pliego en el Senado. Si es así, sería un condicionamiento imaginario. En la Casa Rosada se enteraron de que Strasser está esperando ese acuerdo por la recusación de Grabois. Un colaborador de Macri llamó a Federico Pinedo para preguntarle por el trámite, que la semana pasada quedó suspendido. Pero Pinedo no supo dar respuesta. Una lección para Cambiemos: maquiavélico no sólo hay que parecer, hay que ser”.

La situación por la que está atravesando la Argentina es sumamente complicada. En materia económica el descalabro es evidente. El peso literalmente se evapora de nuestras manos, lo que nos genera mucha angustia. Son millones los argentinos y argentinas que tienen serios problemas para llegar a fin de mes, agobiados por una inflación que no da tregua. Prueba de ello lo constituye el aumento vertiginoso que viene experimentando el dólar en los últimos días. En realidad, no es que el dólar aumente su valor sino que el peso se deprecia. A esto debemos agregar otros problemas como los permanentes ajustes (para comienzos de año se han anunciado aumentos en varios servicios básicos) y el incremento del desempleo. Lo notable del caso que esta pesadilla ya la vivimos en la década del noventa, cuando el por entonces presidente Carlos Menem aplicaba un programa económico igual al actual. Y todos recordamos (¿recordamos?) cuál fue el desenlace de la convertibilidad: la crisis de diciembre de 2001. Durante el reinado del metafísico de Anillaco la Argentina vivió de prestado, dependió de los préstamos otorgados por los organismos multilaterales de crédito. El primer mundo financió el saqueo del Estado más impresionante hasta ese momento de nuestra historia. La deuda externa aumentó geométricamente, al igual que la pobreza y exclusión. En aras de una mejora en la eficiencia de los servicios públicos, se puso en marcha un drástico programa de privatizaciones que no obtuvo los resultados esperados. Sólo resultaron beneficiados los amigos del poder. En aquel momento el sindicalismo se había entregado de pies y manos al presidente de la nación, muy hábil a la hora de destruir todo lo que oliera a oposición. Mientras que con su política exterior basada en las relaciones carnales, Menem fue elevado por George Bush a la categoría de líder planetario, de ejemplo a seguir por aquellos presidentes con ganas de sacar a sus países adelante. Es bueno recordar nuestro pasado porque en última instancia rememoramos lo que nos pasó como sociedad. Desde el punto de vista del devenir histórico el período menemista tuvo lugar hace muy poco tiempo. Sin embargo, parece que un importante sector de la sociedad parece haberlo olvidado. En efecto, el triunfo obtenido por Mauricio Macri el 22 de noviembre de 2015 y el posterior el pasado 22 de octubre, ponen en evidencia la endeblez de nuestra memoria histórica. A lo largo de su dilatada trayectoria política (desde noviembre de 1995 cuando fue electo presidente de Boca Juniors) Macri demostró ser un soldado del neoliberalismo, es decir, un férreo partidario de las políticas de ajuste. No podía, entonces, sorprender a nadie que si resultaba electo presidente de la nación aplicaría un plan económico ortodoxo, es decir, sería un fiel y aplicado alumno de Carlos Menem. Pasados dos años de su asunción, los hechos demuestran que, efectivamente, Macri no ha hecho otra cosa que emular al riojano. La única diferencia se nota en el manejo de la política económica: mientras Menem designó en esa cartera a un superministro-Domingo Cavallo-, Macri designó a varios funcionarios para cumplir ese rol-Sturzenegger, Dujovne y otros más-para evitar los problemas que tuvo Menem con el Mingo. De esa forma, Macri se reservó para sí el manejo de la economía, tal como lo hizo Néstor Kirchner cuando despidió a Roberto Lavagna. Pero el paradigma es el mismo. Al igual que Menem, Macri ha depositado el éxito de su programa económico en la ayuda externa. Si en algún momento, el FMI y el BM deciden bajarle el pulgar, como lo hicieron con De la Rúa, el gobierno de Cambiemos se cae como un castillo de naipes. La pregunta del millón es, entonces, la siguiente: ¿cómo es posible que el pueblo haya decidido votar a un candidato partidario de una política económica que fracasó estruendosamente hace veinte años? Parece mentira, pero da la sensación de que el pueblo creyó en esta oportunidad que el neoliberalismo sería beneficioso porque ahora no está Menem sino Macri, desoyendo el consejo de Albert Einstein. En realidad, el pueblo no votó por Macri por ese motivo o, por lo menos, ese motivo no fue el más relevante. El pueblo volcó en las urnas todo el odio acumulado durante años a Cristina Kirchner y que fue hábilmente alimentado por el monopolio mediático. El voto a Macri se sustenta, tanto en 2015 como en 2017, en el odio a Cristina Kirchner. Estamos en presencia de un voto absolutamente irracional. Lo notable es que ese odio se mantuvo vigente durante los dos primeros años de gestión de Macri, a tal punto que a pesar de todas las calamidades económicas que venimos padeciendo a lo largo de este período, el pueblo decidió otorgarle un nuevo voto de confianza en octubre pasado para sepultar definitivamente a Cristina Kirchner. Aprovecho el momento para narrar la siguiente anécdota: el pasado 22 de octubre fui a votar a un colegio rosarino situado en calle Entre Ríos 145. Afortunadamente, tuvo que hacer muy poca cola. Pero algo me llamó poderosamente la atención: acababa de emitir su voto una señora que superaba largamente los ochenta años. Estaba sola, le costaba caminar: hizo, pues, un gran esfuerzo para votar. ¿Qué otra motivación que no sea el odio a Cristina motivó a esa anciana a tomarse el trabajo de dirigirse desde su casa a ese centro de votación? Ahí me dí cuenta del enorme poder de los grandes medios de comunicación. Esa jubilada, y millones como ella, votaron con odio. Y el odio, ya se sabe, es una poderosísima fuerza del espíritu. El odio obnubila el cerebro, impide que el ser humano actúe en función del razonamiento. Macri ganó en 2015 por el odio a Cristina. Si en lugar de Macri hubiera estado Daniel Angelici, hubiera ganado igual. El pueblo votó en contra de Cristina y no a favor de alguien o de alguna fuerza política. Lo único que le importaba al pueblo en ese momento era hacerle morder a Cristina el polvo de la derrota. Ese odio continuó vivito y coleando durante estos dos primeros años de la presidencia de Macri. El motivo es obvio: para el presidente es fundamental mantener viva la llama del odio a Cristina, mantener vivo el antagonismo que le permitió acceder a la presidencia de la nación. Durante todo este tiempo muchísima gente expresó o al menos lo sintió en su interior, lo siguiente: “es cierto que el gobierno de Macri deja mucho que desear, pero con tal de que no regrese “la Yegua” soporto cualquier cosa”. Y vaya que el pueblo soportó cosas a partir del 10 de diciembre de 2015. Sin embargo, el 22 de octubre Macri ganó holgadamente. Recién ahora, luego de la sanción de la Reforma Previsional, pareciera que el pueblo comenzó a enojarse con Macri. Pero ello no significa que no siga odiando a Cristina Kirchner. Es más, no digiere que haya asumido como senadora nacional. Sin embargo, sería cometer un burdo reduccionismo si se considera el odio a Cristina Kirchner la única causa del ascenso de Macri al poder. También hubo de parte de la propia Cristina gruesos errores que no pueden dejar de ser tenidos en consideración. La última parte de su gestión-su segunda presidencia, para ser bien preciso-lejos estuvo de satisfacer las expectativas que había generado su abrumadora victoria en octubre de 2011. En ese momento se transformó en la dirigente política más poderosa del país. Con mayoría absoluta en ambas cámaras y con el favor del 54% de la sociedad, tenía el país en sus manos. Lamentablemente, cuatro años después su sucesor fue Mauricio Macri. En febrero de 2012, en Rosario, Cristina pronunció una frase que la marcó a fuego durante los años venideros: “vamos por todo”. Para colmo, fue en el mes del fatídico accidente de Once que costó la vida a unos 50 compatriotas. El hecho de que nadie del gobierno nacional se hubiera acercado al lugar de la tragedia la transformó en el blanco del poder de fuego del poder mediático. Para colmo, la economía comenzó a marchar a los tumbos, pese a los esfuerzos del ministro Kicillof por enderezar el barco. El golpe de gracia al bolsillo de los ciudadanos se produjo en el verano de 2014 cuando el gobierno tomó una de las medidas económicas más antipopulares: devaluar la moneda. Mientras tanto, los sectores medios y medios altos comenzaron a desplegar su furia anti K al compás de las cacerolas. El más grave problema político que se le presentó a la presidente en aquel momento fue el de la sucesión. Fue entonces cuando todos tuvimos conciencia del enorme vacío que había dejado Néstor Kirchner. Cristina jamás logró solucionar ese problema. O, a lo mejor, no quiso hacerlo. Lo cierto es que, luego de la derrota del oficialismo en las elecciones de medio término (2013) que consagraron a Sergio Massa como la gran esperanza blanca del antikirchnerismo, pareció como que la presidente decidió desentenderse de la cuestión. En consecuencia, la de Scioli fue la crónica de una derrota anunciada. La poca predisposición de Cristina por fogonear la candidatura del ex motonauta, unida a la feroz campaña del odio lanzada por el monopolio mediático, sepultaron las chances del gobernador bonaerense. Siempre en el terreno de las hipótesis, pareciera como que la ex presidente prefirió la victoria de Macri antes que la de Scioli. Lo cierto es que el país está pagando un alto precio por la derrota de Scioli. Mejor dicho: el pueblo está pagando un alto precio por el odio a Cristina Kirchner. Durante este año se produjeron hechos sumamente graves que en otras circunstancias hubieran provocado una seria crisis institucional. En primer lugar, la muerte de Santiago Maldonado, el joven anarquista que apoyaba la causa mapuche. A comienzos de agosto desapareció luego de una represión de la Gendarmería contra miembros de esa comunidad. Nada se supo del malogrado joven hasta que un buen día, como de la nada, apareció su cuerpo en un frío río chubutense. La autopsia correspondiente determinó que había fallecido por inmersión. En los días previos el gobierno no ocultó su decisión de defender a la gendarmería a cualquier precio. Hubo marchas multitudinarias reclamando por justicia pero no hubo caso. Lo más siniestro es que el gobierno sabe perfectamente que Maldonado fue asesinado por la gendarmería y decidió privilegiar su vínculo con la fuerza de seguridad, transformada a partir de ese momento en la fuerza de choque especial de Cambiemos. Luego se produjo el asesinato del joven Nahuel, en las cercanías de la bella Bariloche, durante una represión protagonizada por la Prefectura. Hasta ahora, nada se sabe de la causa. Y como una suerte de atroz frutilla del postre, la desaparición del submarino ARA San Juan. El 14 de noviembre el submarino dejo de comunicarse con los altos mandos y nada más se supo del mismo. Han pasado más de cuarenta días y aún se desconoce su paradero. Resulta por demás evidente que la Armada no dice toda la verdad y que el gobierno la protege. Mientras tanto, los familiares de los tripulantes están desesperados y EEUU acaba de anunciar que abandona la búsqueda. Conclusión: el ARA San Juan pasará a engrosar la larga lista de “misterios” que caracterizan a nuestra ajetreada historia política e institucional. ¿Fue torpedeado por la armada inglesa en la zona de exclusión? Nunca lo sabremos. Estas tragedias no conmovieron al pueblo ya que en octubre Mauricio Macri recibió un amplio apoyo popular. Recién con la aprobación del reforma previsional, el pueblo se sacudió un poco. Hubo manifestaciones, cacerolazos y hechos de violencia que sólo beneficiaron al gobierno nacional. En las últimas horas, el Senado aprobó el presupuesto 2018 y la reforma tributaria. “Victoria del gobierno”, tituló Clarín en su portada, dando por sentado que, a pesar de las turbulencias de diciembre, el gobierno termina el año cantando victoria. Y si lo dice Clarín… Sin embargo, en la tórrida tarde del jueves 28 el dólar trepó a casi 19,50$.

En su edición del 27 de diciembre, Página/12 publicó artículos de Javier Lewkowicz (“Con las góndolas abiertas al resto del mundo”) y Raúl Kollmann (“Todo sea para que Noble no declare”).

Escribió Lewkowicz: “El déficit comercial marcó en noviembre un récord de 1541 millones de dólares, frente al superávit de 124 millones del mismo mes del año pasado. “El mayor déficit comercial del año y de la historia”, definió la consultora Abeceb. El deterioro se produjo por una caída de las exportaciones del 4,9 por ciento frente a un avance de las importaciones del 30,2 por ciento. En once meses, el rojo comercial llega a los 7656 millones de dólares, informó ayer el Indec, que se cubre con endeudamiento externo e ingreso de capitales en búsqueda de la rentabilidad que generan las tasas de interés. El dato contrasta con el déficit de 1866 millones de dólares que el Gobierno había previsto en la Ley de Presupuesto Nacional que rigió este año” (…) “Uno de los ejes discursivos de Cambiemos es la apertura de la economía para “volver al mundo”. Esa integración se concibe en un triple sentido: comercial, en materia de inversiones y financiera. Por ahora, sólo funcionó la emisión de deuda y el ingreso de capitales para la bicicleta financiera. En el terreno comercial, el déficit de 1878 millones de 2015 mejoró a un superávit de 1935 millones en 2016 y este año se produjo un derrape hasta el rojo de 7656 millones en once meses. En materia de inversión extranjera, los 1338 millones netos que ingresaron en 2015 subieron a 2499 millones el año pasado y en once meses de 2017 están en 2089 millones. En tanto, la emisión de deuda por parte del Tesoro roza en sólo dos años los 70 mil millones de dólares” (…) “Se consolida un escenario de casi estancamiento de las exportaciones en lo que va del año”, advierte Abeceb. Varios factores inciden en ese resultado. En primer lugar, un fuerte incentivo de parte de los grandes pooles de siembra y de las cerealeras a retener la cosecha a la espera de mayor rentabilidad-en el contexto de atraso cambiario-y alentados por el esquema de baja progresiva de las retenciones a la soja durante 2018” (…) “Las importaciones subieron un 30,2 por ciento en noviembre frente al mismo período del año pasado y acumulan en once meses un alza del 19,9 por ciento. Los siete usos contemplados-bienes de capital, bienes intermedios, combustibles y lubricantes, piezas para bienes de capital, bienes de consumo y autos-registraron incrementos significativos en el mes. Se destacó el incremento de las compras de partes de motores, generadores y grupos electrógenos, autos, partes de celulares y gasoil”.

Escribió Kollmann: “La Justicia federal dio ayer un paso clave para evitar el testimonio del ex secretario general de Interpol, el norteamericano Ronald Noble, quien hubiera desbaratado la acusación contra el gobierno de Cristina Kirchner. El argumento de la causa es que la administración anterior firmó el Memorándum de Entendimiento con Irán para ayudar a los sospechosos del atentado contra la AMIA, en especial para que se levanten las órdenes de captura con alertas rojas. Como lo hizo público, Noble ha dicho nítidamente que ni el canciller Héctor Timerman ni ningún funcionario del anterior gobierno hicieron gestión alguna para que se levanten las alertas rojas. Todo lo contrario: Noble afirma que la administración kirchnerista siempre dejó en claro que la firma del tratado no cambiaba el status de las órdenes de captura. Para esquivar el testimonio de Noble, el juez Claudio Bonadio cerró ayer la instrucción de la causa y pretende elevar el expediente a juicio oral, dejando el mensaje que, en todo caso, Noble declare en el juicio. En la coalición política-judicial-mediática, allegada al gobierno y que funciona en Comodoro Py, algunos tienen imaginada una secuencia: que haya un juicio a principios de 2019, se manipule el sorteo del tribunal oral y se condene a los imputados, inhabilitándolos además para cumplir cargos públicos. Justito de cara a las elecciones presidenciales de ese año” (…) “En las últimas semanas desde Comodoro Py se intentó una maniobra burda: se acusó a Noble de estar en componenda con Timerman y que el ex funcionario norteamericano, que estuvo a cargo del Servicio Secreto, el control de armas y la lucha contra el lavado de dinero en Estados Unidos, se prestó cándidamente a firmar un texto redactado por la cancillería argentina” (…) “Desnudadas todas las maniobras, el juez igualmente mantuvo su estrategia de que Noble-el testigo clave en la causa-no declare. Ayer por la tarde dio por cerrada la instrucción, dijo que no se tomarían más medidas de prueba y que el expediente será elevado a juicio oral. No le importó verificar lo que tiene para decir el ex secretario general de Interpol y lo que ese testimonio puede significar en una causa en la que hay varios detenidos” (…) “De esta manera se pretende elevar a juicio una causa claramente política, originada en una denuncia a medio hacer de Alberto Nisman. Hoy está claro que el fiscal la armó porque creía que lo iban a echar de su puesto y pensó que así se defendería. La base de la denuncia es la firma de un tratado que nunca entró en vigencia y que no produjo, ningún hecho concreto: ni se levantaron las capturas con alertas rojas ni hubo un intercambio de petróleo iraní por granos argentinos ni se armó una pista alternativa a la iraní, como señalaba Nisman. El tratado fue votado, además, por las dos cámaras del Congreso Nacional. En el fondo, el expediente tiene un solo objetivo: condenar a los gobiernos que llaman “populistas” y que tienen una política exterior independiente. La inspiración es de las derechas de Estados Unidos e Israel, en sintonía con AMIA-DAIA y la coalición judicial-política-mediática que opera a favor de Cambiemos desde Comodoro Py”.

En su edición del 27 de diciembre, La Nación publicó artículos de Paz Rodríguez Niell (“Un “arma amiga” y la red de espías”) y Morales Solá (“La necesidad de un llamado de pacificación nacional”).

Escribió Rodríguez Niell: “El fallo de Julián Ercolini marca un hito: es la primera vez que un juez sostiene en esta causa que al fiscal Alberto Nisman lo mataron. Afirma que le pagaron un tiro con un “arma amiga” que aportó, siguiendo un “complejo plan” criminal, Diego Lagomarsino. El juez no dice quién o quiénes fueron, cuál fue el móvil ni qué relación tenían “el o los autores del hecho” con Lagomarsino. No presenta siquiera una hipótesis. No sólo no lo sabe el juez; tampoco, el fiscal del caso, Eduardo Taiano, que tiene delegada la investigación” (…) “Admiten que las medidas en curso para dar con los supuestos autores materiales están muy verdes. Hay un peritaje en trámite sobre las computadoras y los teléfonos que le secuestraron a Lagomarsino en el último allanamiento, pero, la esperanza de la fiscalía es que surja algún dato revelador del repaso que están haciendo sobre las llamadas que cruzaron espías, ex espías y funcionarios cuando Nisman acababa de morir pero en teoría nadie lo sabía” (…) “Están revisando movimientos de unos “4000 teléfonos”…No es un camino muy prometedor” (…) “Nada de lo que dijeron los ex agentes Antonio Stiuso, Alberto Mazzino y Fernando Pocino arrojó una línea concreta” (…) “Al igual que Taiano, Ercolini da por probado que a Nisman lo mataron, basado en el resultado de la junta interdisciplinaria de la Gendarmería. No profundiza en los puntos de contradicción con los peritajes anteriores. Comparte la teoría del fiscal de que los estudios son “complementarios” (…) “Para Taiano, la muerte está relacionada con los servicios de inteligencia. En su último dictamen destacó la sospechosa presencia de personal de inteligencia de la Prefectura en las inmediaciones del departamento de Nisman y la supuesta orden que tenían de informar los movimientos del fiscal. Ayer, Ercolini escribió que “si bien no pudo ser comprobada la trazabilidad de la existencia de personal de los servicios de inteligencia de distintas fuerzas alrededor del domicilio de Nisman, lo cierto es que existen diversos elementos de prueba que abonan esta presunción”.

Escribió Morales Solá: “Al Gobierno le toca ahora hacer un llamado a la pacificación nacional. Las cosas en la Argentina se olvidan fácilmente, pero la gravedad de los hechos violentos del jueves 14 y el lunes 18 de diciembre merecen de parte del Gobierno un análisis más racional que la fugaz memoria colectiva. Lo que se vivió en esos días fue un intento de desestabilizar a un gobierno democrático y la decisión de hacerlo con dosis pocas veces vistas de violencia. La aversión ideológica a Mauricio Macri (y el odio personal por su extracción social) parecen justificar lo que durante 34 años de democracia no estaba permitido: buscar a la luz del día la destitución de un gobierno” (…) “Las cosas podrían haber sido mucho peores si no hubiera actuado, con discreción y en reserva, la nueva conducción de la Conferencia Episcopal Argentina. La cúpula religiosa que lidera el obispo Oscar Ojea les hizo saber a los movimientos sociales que así como existe el derecho a la protesta, este queda invalidado de hecho cuando se mezcla con actos de violencia. Los obispos fueron claros: ellos nunca respaldarán la depredación del espacio público, la agresión a personas ni cualquier otra protesta que no sea pacífica” (…) “Ojea es un obispo muy cercano al papa Francisco, quien también tiene relación con algunos de esos líderes de los movimientos sociales. Macri tiene otra deuda con el pontífice de Roma” (…) “¿Cómo será en adelante? Sólo se sabe que falta todavía el tratamiento de temas altamente conflictivos. La reforma laboral, por ejemplo, o el inicio en marzo del período anual de paritarias” (…) “Una convocatoria a la pacificación nacional no será aceptada nunca por esas corrientes de la izquierda violenta. Tampoco por el kirchnerismo. Con el cristinismo hay un problema: cree (o actúa el convencimiento) de que sus desventuras judiciales se deben a que en el gobierno está Macri. Mal diagnóstico: los jueces están más pendientes de los mensajes de la opinión pública que de lo que opina la administración Macri. Los seguidores de Cristina Kirchner se sienten cómodos también en un lado de la profunda grieta que separa a dos minorías sociales: la antikirchnerista exaltada y la antimacrista fanática. Ese foso es la razón de existir del cristinismo. El gobierno debería preocuparse de que no se convierta también en su razón de vivir” (…) “La propuesta de un contrato de convivencia en paz podría incluir al massismo y a gran parte de los gobernadores peronistas, que detestan la sublevación violenta tanto como el propio Macri. El massismo no tiene un plan político después de la amarga derrota de octubre, pero nunca fue una corriente política violenta” (…) “Podría volver a carriles de normalidad política cuando ya fracasó el intento de desestabilizar a Macri” (…) “Si el gobierno, los gobernadores peronistas, el massismo, los sindicatos y los movimientos sociales se comprometieran con un contrato de pacificación nacional para restablecer los paradigmas de 1983 (“Nunca más a la violencia”), el antisistema y los promotores de la violencia quedarían aislados. Nunca un proyecto así incluirá a todos, pero por lo menos se sabrá en qué lugar está cada uno” (…) “El gobierno tiene también la obligación de investigar qué pasa con las fuerzas de seguridad, que oscilan entre no hacer nada y hacer las cosas mal, de tal manera que una manifestación puede terminar con muertos o heridos” (…) “Si las cosas son como algunos funcionarios dicen que son, entonces la prioridad del gobierno es la creación de un cuerpo de elite, capaz de disolver una manifestación sin demasiados heridos ni mucho menos un muerto” (…) “Un contrato de pacificación podría ayudar a serenar el espacio público, pero nunca resolverá del todo el problema de algunos grupos minoritarios preparados para ejercer una vasta violencia. Por eso, el pacto de paz es necesario tanto como la creación de cuerpos policiales capaces de reprimir sin matar”.

En su edición del 26 de diciembre, Página/12 publicó artículos de Javier Lewkowicz (“Los más vulnerables pagan los mayores costos”), Eduardo Aliverti (“El relato de la violencia”) y Werner Pertot (“Una oposición a imagen y semejanza”).

Escribió Lewkowicz: “Más de la mitad del “ahorro fiscal” total que el gobierno consigue con la reforma previsional en el terreno de las jubilaciones recae sobre los que cobran menos de 11.332 pesos por mes. Se trata de los hogares que están apenas por encima de la línea de pobreza. En el caso de la Asignación Universal por Hijo, el ajuste impacta sobre el 30 por ciento más pobre de la sociedad. Una serie de datos a los que accedió este diario muestra que si bien el recorte en la fórmula de actualización de las jubilaciones, pensiones, asignaciones familiares y Asignación Universal por Hijo tiene consecuencias negativas sobre los ingresos de todos los sectores sociales en relación a lo que podrían haber percibido bajo la legislación anterior, el impacto es superior en los de bajos ingresos y medios-bajos. Al mismo tiempo, continúa la rebaja impositiva para los más ricos y las empresas de sectores más rentables que la media” (…) “Se les garantiza a los jubilados una fórmula que los defienda del peor mal, que es la inflación. Siempre van a estar un poco mejor que la inflación”, dijo el presidente Mauricio Macri. La afirmación es muy engañosa. Con la fórmula anterior, el haber mínimo pasó de 699 a 7246 pesos, una suba del 950 por ciento entre marzo de 2009 y septiembre de 2017. En el mismo período, la inflación fue del 690 por ciento, según la estimación de institutos provinciales. O sea que el esquema anterior no sólo ofreció “protección” frente a la inflación sino que permitió mejoras en términos de poder adquisitivo de la jubilación” (…) “Macri oculta que la fórmula anterior implicó un avance del haber y de las asignaciones en términos reales, así como que el cambio representa una reducción del incremento que los jubilados recibirán en marzo próximo. Si la fórmula actual hubiera regido desde 2009, los jubilados con la mínima estarían recibiendo al menos mil pesos menos por mes” (…) “El Centro de Economía Política Argentina (CEPA) calculó que dentro del “ahorro fiscal” de las jubilaciones “el 54% lo aportan jubilados y pensionados que cobran menos de 11.332 pesos”. El CEPA detalla que los 3,5 millones de jubilados que cobran la mínima (7246 pesos) van a recibir el bono “compensatorio” de 750 pesos si registran treinta años de aportes o 375 pesos si obtuvieron el beneficio por moratoria, pero recibirán unos 5 mil pesos menos este año en relación a lo que hubieran cobrado” (…) “En definitiva, la pérdida anual para los jubilados en 2018 es del 65 al 70 por ciento de un haber mensual. En los años con disparada inflacionaria, la pérdida debería mermar. Y, al contrario, la brecha aumenta en los períodos de recomposición salarial y de la recaudación. La comparación se realiza siempre frente a los valores que hubiera arrojado la fórmula previa” (…) “Es decir, en principio no se trata de caída de las jubilaciones en términos reales pero sí de un recorte sobre los sectores más vulnerables de la sociedad en relación a la legislación que estuvo vigente desde 2009”.

Escribió Aliverti: “(…) Los grandes medios de alcance nacional ningunearon ambos hechos (la represión del miércoles a los trabajadores del Ingenio La Esperanza (Jujuy) y el operativo contra trabajadores estatales en Neuquén), como corresponde a su línea política y a que, mientras sea cuestión de geografías alejadas del centro de la escena, su invisibilización tiene altas chances de éxito. Si es en Buenos Aires y sus alrededores, la estratagema se complica. La “prensa del régimen”…debe recurrir a otras artes. La imponente marcha del lunes al mediodía, contra el saqueo previsional y asistencial que Diputados se aprestaba a debatir desapareció del mapa gracias a los oportunísimos incidentes protagonizados, en su superficie, por los trastornados que nunca paran de ser funcionales a lo que dicen enfrentar” (…) “En las profundidades y al margen de lo central, incluso, que está dado por la imagen de un Congreso donde debe debatirse rodeado de policías, ¿no es curioso que, al no quedar detenido nadie, la prensa oficial sólo se escandalice por la liviandad de la Justicia y no por la sospecha de que tantos de los revoltosos son infiltrados por las propias fuerzas de seguridad?” (…) “¿No es de una elementalidad asombrosa que esas casualidades hayan servido para esconder casi por completo el durante del debate en Diputados?” (…) “El 17 de julio de 2008, medio país estaba en vilo cuando, a las 4.25 de la madrugada, Julio Cobos produjo su “voto no positivo” contra la resolución 125. Esta vez, la decisión ocurrió adormilada a las 7 de la mañana como crónica de un final anunciado, producto del apriete contra una suficiente cantidad de legisladores y de la bochornosa rendición de gobernadores peronistas” (…) “Pero antes aconteció otra historia que requiere volver al rol de los medios y al modo en que se las gasta un núcleo de poder unificado como nunca en tiempos de Estado de Derecho, porque de lo contrario es imposible entender su funcionamiento global. La salida a la calle hacia la medianoche del lunes, para protestar contra el hachazo a los jubilados con las “democráticas” cacerolas que tanto se propagandizaron en la lucha anti K, fue tan impresionante como el silencio mediático. Miles y miles marchaban, incluso desde barrios porteños que son base del voto macrista, en un suceso que por su magnitud probablemente haya sorprendido a los propios manifestantes” (…) “Recién hacia la una y media de la madrugada, ya con una ebullición de destino incierto, los portales del caso titularon secundariamente que se escuchaban caceroleros en “algunos barrios de la ciudad” y que no estaba claro si el ruido era contra la reforma previsional o para rezongar contra las “violencia” de la tarde anterior” (…) “Se alcanzaría el cénit por la mañana, con los mismos sitios y sus comunicadores lanzando encuestas que preguntaban por qué cree usted que anoche hubo gente en la calle…la opción 2, la del enojo contra los violentos, llegó a ser mostrada como la preferida en un 70 por ciento”. Pero no se vaya que viene lo mejor. Con no más de un par de excepciones, en radio y cable, pasó en el resto de la madrugada que-ante el tamaño de la multitud, los cánticos y la efervescencia-los medios mudaron de “algunos cacerolazos” a archivar casi toda la cobertura y dedicarse, ahora sí, al debate parlamentario” (…) “La muchedumbre de clase media que impactó entre noche de lunes y madrugada de martes fue ignorada por los medios, y después puesta en duda respecto de sus motivaciones, de una forma que carece de adjetivos suficientemente terminantes. Luego, a más de que esos medios persistieron en el discurso de “los violentos” como explicación exclusiva, el oficialismo no sólo no ejerció una mínima autocrítica, ni un solo acuse de recibo, sino que redobló la apuesta y habló de los sacrificios que nos esperan a todos los argentinos mientras Daniel Angelici queda eximido de pagar Ganancias “confiscatorias” por sus bingos y los mercados festejan” (…) “Lo escandaloso llega al límite de que uno se pregunta si lo que sucedió efectivamente fue así o si, en una de esas, estuvo soñando; o si la gente fue un puñado y se quiso imaginar otra cosa de tanto desamparo que se siente, por parte de quienes viven con dramatismo el rumbo macrista; o si al ser espontaneísmo sin conducción política no vale la pena tenerlo en cuenta” (…) “Este es un aspecto psicológico y prioritario de la batalla cultural: lograr que se piense y asuma, desde las minorías activas y mayorías desperdigadas, que ya no hay más nada que hacer. Punto uno. Dos, el interrogante de si este formidable operativo mediático de ninguneo fue una muestra de fortaleza oficial o, acaso, de eventual debilidad. Por lo pronto y por mucho ocultamiento que se perpetre, el gobierno y sus socios saben que lo del lunes y martes demostró que hay afectación seria en su capital simbólico de clase media. No se esperaban algo así de ninguna manera porque, y aquí la clave o lo tal vez anticipatorio, la gente de ese sector no salió a la calle porque le tocaron el bolsillo. Salió por el factor jubilados. Que justamente es parte del capital simbólico que venían tripulando sin problemas” (…) “Es lo peor que le podía pasar a Macri, porque potenció la inquina de sus adversarios politizados y embroncó a los indiferentes de la antipolítica” (…) “Apenas en este año, la bicicleta financiera ya rindió más de un 13 por ciento en dólares. Frente a bomba semejante, el capital simbólico, el artilugio de la pesada herencia y el reparto de fondos exclusivamente a los amigos entran en zona de turbulenta a roja .Sería sin duda colorada si hubiera conducción política de algún tipo, capaz de vehiculizar la bronca creciente. Pero no la hay, y el gobierno ya instrumenta el fantasma del enemigo interno y de la guerrilla urbana. Es lo que se viene”.

Escribió Pertot: “El Presidente Mauricio Macri cumplió con una de las metas que se propuso en 2017: diseñar una oposición en el Congreso que cumpla con las expectativas de aprobar las leyes que necesita, con pequeños matices que no modifiquen el rumbo general de sus políticas. Para esto cambió piezas de ajedrez. Sacó del tablero a Sergio Massa, un dirigente que pasó de estar en su más alta consideración a ser despreciado por “ventajista”, y puso en su lugar a un grupo de gobernadores, que demostraron poder controlar un bloque más que interesante de diputados” (…) “El 2018 que está por llegar mostrará la extensión completa de esta reconfiguración de aliados. Macri comenzó su gobierno con un diseño en su cabeza de la oposición, en la que el peronismo “razonable” de Sergio Massa se elevaría, al tiempo que la ex presidenta Cristina Kirchner iría hacia un declive final” (…) “La relación con el Frente Renovador fue central en el primer año del macrismo para aprobar diversas leyes en el Congreso nacional y, aún más, para la gobernadora María Eugenia Vidal en el Poder Legislativo bonaerense. No obstante, unas cuantas negociaciones parlamentarias más tarde, Macri había perdido toda su fe en que Massa fuera ese opositor que lo acompañaba en las leyes que sirven para seguir “haciendo lo que hay que hacer” (…) “En la Rosada, plantean que los dirigentes peronistas que tienen responsabilidades de gobierno ante un territorio serán mucho más predecibles que Massa a la hora de negociar leyes. Incluso, señalan que en la provincia de Buenos Aires, con el cambio de autoridades del Frente Renovador, cobraron relevancia dirigentes que responden más directamente a los intendentes que a Massa” (…) “La lógica territorial reemplaza al rol más mediático de Sergio”, indicó a este diario un funcionario que debió tratar largamente a Massa. Los intendentes les resultan más razonables…y más necesitados” (…) “Queda claro: la misma lógica que se aplica en el congreso bonaerense con los intendentes, vale para los gobernadores a nivel nacional. Por eso, en el Gobierno festejaron como un éxito propio la formación del bloque Argentina Federal. No obstante, la prueba de fuego que representó la votación del recorte a los jubilados demostró que las cosas no son tan fáciles ni tan aceitadas como esperaban” (…) “Trascendió que Macri habló con varios gobernadores durante las negociaciones, que felicitó luego de la votación a los que consideró más importantes mantener en el redil y que fustigó a algunos en los que había depositado la confianza de que lo seguirían en el recorte a los jubilados sin chistar” (…) “Esta primer votación fue un momento complejo. Era un bloque que recién arranca. Demostraron que tienen un ida y vuelta con los gobernadores y que, más allá de ser oposición, tienen madurez política. Es claramente con quienes existe una relación de gobernabilidad”, interpretan en la Rosada. Con este sector, buscarán avanzar en febrero con la aprobación de la reforma laboral, la nueva ley del Ministerio Público Fiscal y la reforma electoral. Son los que probarán las mieles de la relación favorable con la Rosada. Otros gobernadores, en tanto, deben prepararse para sufrir el frío del presidente”.

En su edición del 24 de diciembre, Página/12 publicó artículos de Alfredo Zaiat (“Regresiva, inconstitucional y discriminatoria”), Emir Sader (“Cuidar a los ricos”), Slavoj Zizek (“Lucha de clases, a izquierda y derecha”), Diego Rubinazi (“Ideología al palo”) y Claudio Scaletta (“Transfiriendo al capital”).

Escribió Zaiat: “La inmensa movilización pacífica, en marchas multitudinarias y en varias noches de cacerolas y largas caminatas por avenidas que desembocan en Plaza de Congreso, en rechazo a la reforma previsional ha sido una respuesta social inesperada para el gobierno. La reacción oficial fue la represión generalizada a partir de piedras lanzadas por un minúsculo grupo marginal, y la utilización de sus medios privados adictos para profundizar la confusión acerca de los responsables de la violencia y del alcance de la nueva fórmula de movilidad” (…) “La reforma aprobada en Diputados, en una jornada con balas de goma, gases lacrimógenos y cacería de personas por parte de fuerzas de seguridad, es regresiva, inconstitucional y discriminatoria al interior del universo de jubilados. Un ejercicio del menos común de los sentidos desarma la línea argumental del gobierno. La modificación de la fórmula de movilidad pretende un “ahorro” de 100 mil millones de pesos del presupuesto de la seguridad social. ¿Quién va a “desahorrar” esos 100 mil millones de pesos? No son otros que los jubilados, pensionados, titulares de la Asignación Universal por Hijo y otros beneficiarios que recibirán un ingreso menor al previsto. Es de una enorme audacia afirmar entonces que los jubilados no van a perder con el ajuste trimestral del 70 por ciento inflación y 30 por ciento salario registrado, desfasado en un semestre” (…) “No sólo es peor esa fórmula de actualización respecto a la movilidad reemplazada, sino que en períodos de inflación creciente el deterioro del poder adquisitivo inmediato de los haberes será más pronunciado por ese retardo en seis meses en el ajuste” (…) “Esta estimación sobre el eventual recorrido de la capacidad de compra de las jubilaciones es con el tradicional índice de precios al consumidor, pero se sabe que la canasta de consumo de los adultos mayores es más cara” (…) “Los jubilados tienen un consumo diferente al general por lo que el índice del Indec no permite capturar en su totalidad la incidencia de los aumentos en el presupuesto del hogar de los jubilados. Los rubros Salud y Servicios de la Vivienda en el índice de precios de los jubilados tienen una ponderación que duplica la de los trabajadores registrados. Por ese motivo el haber de los jubilados perderá poder adquisitivo en relación a la variación de precios de la canasta de bienes y servicios de los adultos mayores. El ajuste trimestral no sólo congelará los haberes en términos reales; la situación puede ser peor. Los irá devaluando paulatinamente” (…) “La ley aprobada por el oficialismo que aplica una quita a los ingresos de 17 millones de personas del sistema de seguridad social es inconstitucional, según coinciden varios expertos en materia previsional, por las siguientes razones: 1) Retroactividad. La reforma aprobada deroga en forma retroactiva la movilidad devengada en el semestre julio/diciembre 2017, al estipular que en marzo próximo ya se aplique la nueva fórmula. La diferencia es sustancial: mientras con la movilidad anterior el aumento en marzo sería de 14,6 por ciento, la nueva ya tiene el resultado: un incremento de solo el 5,7 por ciento” (…) “2) Discriminatoria. Tanto en la ley previsional como en el decreto que dispuso el bono “compensador” se diferencia a jubilados que realizaron 30 años de aportes, que cobrarán 750 pesos por única vez en marzo próximo, de quienes no tienen o no los completaron, que cobrarán 300 pesos. Además, la ley determinó que el 82 por ciento móvil del salario mínimo y vital sólo alcanzará a quienes hayan acreditado 30 años de aportes efectivos” (…) “Regresiva. Por la reforma constitucional de 1994 los Tratados Internacionales de Derechos Humanos adquieren jerarquía constitucional por lo que la prohibición de regresividad, definida en esos tratados, pasa a formar parte del derecho constitucional argentino” (…) “La disminución de los haberes es una violación del principio de progresividad previsto en los pactos internacionales suscriptos y ratificados por Argentina. Fernández Pastor presentó una acción de amparo señalando que “la nueva fórmula de movilidad es regresiva y en consecuencia inconstitucional”, para concluir que en base al principio de razonabilidad la ley aprobada en el Congreso altera en forma negativa el poder adquisitivo de las jubilaciones. Esto es así porque aplica retroactivamente la nueva fórmula de cálculo del reajuste jubilatorio, produce un retroceso de derechos y garantías que viola los pactos internacionales de derechos económicos, sociales y culturales ratificados por Argentina, y dispone en forma discriminatoria el bono de “compensación”.

Escribió Sader: “En EEUU y en Argentina de manera formal, con nueva ley. En Brasil y otros países con medidas concretas, que equivalen a lo mismo, se disminuyen los impuestos a los ricos” (…) “Leonardo Boff dice que hay que cuidarse de las personas. Lula dice que cualquiera gobierna. Pero de lo que se trata es de cuidar a la gente más pobre, más frágil” (…) “Los gobiernos de derecha…se dedican a cuidar a los ricos. Ya no les basta ser ricos, tienen que ser cuidados. Sino, no se deciden a invertir su platita, ganada con el sudor del rostro ajeno” (…) “Es la lógica de los ministros y de los cronistas de derecha, tanto en cuanto a las reformas laborales, como a las reformas tributarias. Asumen el llanto de los grandes empresarios de que invertir sale muy caro y además hay mucho riesgo. Que los costos de contratar trabajadores son demasiado elevados. Que así no es posible. Que no vale la pena. Mejor poner la plata en la Bolsa de Valores, donde no se contrata a nadie, no se paga prácticamente ningún impuesto, y se saca y se lleva la plata a la bolsa de algún otro país, si vale más la pena” (…) “Que hay que abaratar los costos de la contratación de trabajadores para que se contrate a más gente” (…) “Total, el sistema vigente se llama capitalista, su centro es el capital. Todos tienen que adecuarse al movimiento del capital” (…) “Sin capital, no hay capitalismo, no hay capitalistas, no hay siquiera empleo para mucha gente. A los gobiernos que les importa el desarrollo del país tienen que cuidar el capital, que a su vez cuidará al país y a sí mismos” (…) “Basta que se mencione reforma tributaria para que los empresarios se froten las manos: ¡Excelente! Menos impuestos y nunca tributación justa en la que el que gana más, paga más. Es el regalo de Navidad de los gobiernos de los ricos a los ricos, por buen comportamiento, buen financiamiento, el préstamo de sus cuadros al gobierno para ayudarlos a cuidarse. Si no se les agrada, pueden dejarnos e ir a asumir riesgos en otros pagos” (…) “Menos impuestos, perdón de deudas, financiamiento a intereses bajos: esas son las condiciones para tener el apoyo de los empresarios” (…) “Si no, quedaríamos prisioneros de los pobres, de esos que viven del sudor de su propio rostro, de los que no explotan a nadie, de los que producen todas las riquezas del país, de esos que se asocian, se organizan, se movilizan. Para evitarlo, reforma laborista, reforma de las jubilaciones, reforma tributaria. A los que no tienen nada, les quitamos todo. Cuidar a los ricos, para que seamos países de ricos, para que los otros sepan que no hay para todos, que en el capitalismo gana el que tiene capital”.

Escribió Zizek: “(…) En el verano de 2017, David Wallace-Wells publicó el ensayo “Tierra inhabitable” que de inmediato se convirtió en una leyenda. Describe clara y sistemáticamente todas las amenazas a nuestra supervivencia, desde el calentamiento global hasta la perspectiva de un billón de refugiados climáticos, y las guerras y el caos que todo esto causará” (…) “En lugar de centrarse en las reacciones predecibles a este texto…uno debería leerlo junto con dos hechos relacionados con la situación que describe. En primer lugar está, por supuesto, la firme negación de Trump de las amenazas ecológicas; luego, está el hecho obsceno de que multimillonarios que apoyan a Trump se están preparando para el Apocalipsis invirtiendo en lujosos refugios subterráneos donde podrán sobrevivir aislados por hasta un año, provistos de vegetales frescos, gimnasios, etc.” (…) “Recientemente, Bernie Sanders escribió un comentario incisivo sobre el presupuesto republicano donde el título lo dice todo: “El presupuesto republicano es un regalo para los multimillonarios: es Robin Hood al revés” (…) “Deberíamos leerlo junto con el informe de los medios sobre la indignación que estalló cuando Sanders fue anunciado como un orador de apertura en la próxima Convención de Mujeres en Detroit. Los críticos afirmaron que era malo permitir que Sanders, un hombre, hablara en una convención dedicada al avance político de las mujeres” (…) “Al acecho bajo esta indignación estaba, por supuesto, la reacción del ala Clinton del Partido Demócrata a Sanders: su malestar con la crítica izquierdista de Sanders al capitalismo global de hoy” (…) “Entonces, ¿debemos concluir de todo esto que nuestra tarea es derrocar a Trump lo más pronto posible? Cuando Dan Quayle, no exactamente famoso por su alto coeficiente intelectual, era el vicepresidente de Bush senior, corría la broma de que el FBI tenía una orden secreta sobre qué hacer si Bush moría: matar a Quayle inmediatamente. Esperemos que el FBI tenga la misma orden para Pence en el caso de la muerte de Trump o su juicio político (Pence es, en todo caso, mucho peor que Trump, un verdadero conservador cristiano)” (…) “Lo que hace que el movimiento Trump sea mínimamente interesante son sus inconsistencias” (…) “Steve Bannon recientemente declaró la guerra, ¿pero contra quién? No contra los demócratas de Wall Street, no contra los intelectuales liberales o cualquier otro sospechoso habitual, sino contra el propio establihsment del Partido Republicano” (…) “Bannon tiene como objetivo liderar una revuelta populista de las personas desfavorecidas contra las élites: está tomando el mensaje de Trump del gobierno por y para la gente más literalmente de lo que el propio Trump se atreve a hacer. Para decirlo sin rodeos, Bannon es…la parte populista de clase baja que Trump tendrá que deshacerse (o neutralizar al menos) para ser aceptado por el establihsment y funcionar sin problemas como jefe de estado. Es por eso que Bannon vale su peso en oro: es un recordatorio permanente del antagonismo que atraviesa el Partido Republicano” (…) “La primera conclusión que estamos obligados a extraer de esta extraña situación es que la lucha de clases ha vuelto como el principal factor determinante de nuestra vida política” (…) “La segunda conclusión es que la lucha de clases cada vez menos directamente se traslada a la lucha entre los partidos políticos, y cada vez más a una lucha que tiene lugar dentro de cada gran partido político” (…) “La tercera conclusión se refiere a la estrategia de la izquierda en esta compleja situación. Si bien cualquier pacto entre Bannon y Sanders queda excluido por razones obvias, un elemento clave de la estrategia de la izquierda debería ser explotar despiadadamente la división en el campo enemigo y luchar por los seguidores de Bannon. Para abreviar, no hay victoria de la izquierda sin la amplia alianza de todas las fuerzas anti establishment. Uno nunca debe olvidar que nuestro verdadero enemigo es el establishment capitalista global y no la nueva derecha populista que es meramente una reacción a sus impasses”.

Escribió Rubinzal: “La trayectoria del partido Propuesta Republicana (PRO) constituyó una novedad en la política argentina. En el libro “Mundo PRO. Anatomía de un partido fabricado para ganar”, los investigadores Gabriel Vommaro, Sergio Morresi y Alejandro Bellotti explican que el “PRO es un partido armado de retazos: diferentes razones produjeron la unión de dirigentes de entidades tradicionales como el Partido Justicialista y la Unión Cívica Radical, líderes de otras-minoritarias-como la Unión del Centro Democrático y Acción por la República, técnicos y profesionales de fundaciones y ONG, y hombres de negocios que seguían a Mauricio Macri desde el mundo empresario” (…) “Los dirigentes primigenios gustan definirse como creadores del primer partido político del siglo XXI. De acuerdo con esa visión, el PRO es muy distinto a las alternativas tradicionales. El macrismo sería moderno, pragmático y desideologizado. Precisamente, una de las acusaciones al gobierno anterior era su extrema ideologización” (…) “La caída del Muro de Berlín multiplicó los mensajes políticos que calificaron a la ideología como “pieza de museo”. Sin embargo, la cosmovisión ideológica siempre está” (…) “Leonardo Boff explica que “cada grupo social o clase proyecta una ideología, una visión general de las cosas. La razón es que la cabeza piensa a partir de donde pisan los pies. Si alguien tiene los pies en la favela, tiene una cierta idea del mundo y de la sociedad” (…) “Conclusión: no solo el individuo, sino también cada grupo social o clase, elaboran inevitablemente su visión de la vida y del mundo a partir de su lugar social. Cada ideología personal o social, así como todo saber, tiene intereses detrás, no siempre explicitados” (…) “En este sentido, expresa Rubinzal, la direccionalidad de las políticas públicas refleja con claridad la ideología del mundo Pro. La reducción del peso del Estado, desregulación económica, apertura comercial, menor participación de los trabajadores en el ingreso, flexibilización laboral, son todos ítems que integran el menú neoliberal” (…) “En otras palabras, “las políticas que lleva adelante el gobierno de Mauricio Macri son políticas de derecha, que es cómo se las llama en todo el mundo”, como dijo Beatriz Sarlo” (…) “El ex presidente Néstor Kirchner imaginaba un sistema político argentino estructurado alrededor de dos grandes coaliciones: una de centroizquierda y otra de centro derecha. El patagónico concebía al peronismo como eje estructurador de la centroizquierda, dejando a Macri el rol de líder del otro polo. El actual presidente argentino supo ocupar ese espacio. El panorama no está tan claro del otro lado del espectro político”.

Escribió Scaletta: “No hay sorpresas en el poder. El paquetazo de medidas en materia previsional, fiscal y laboral, parcialmente negadas en campaña, avanza sin restricciones en las cámaras legislativas. Diputados ya giró al Senado el Presupuesto 2018 y aprobó la reforma previsional que restará recursos a los jubilados y beneficiarios de la asistencia social por cerca de 100 mil millones de pesos. La reforma tributaria, en tanto, podará los aportes patronales al sistema previsional para los salarios de hasta 12 mil pesos, el equivalente a unos 200 mil millones de pesos. O sea, 100 mil millones para los jubilados y 200 mil más para los empresarios que restarán a la Anses. En paralelo 2018 seguirá marcado por los aumentos tarifarios y por el recorte de tributos para el tope de la pirámide, empezando por las retenciones a las exportaciones sojeras” (…) “Mientras tanto, el grueso de los gobernadores, incluidos los sedicentes peronistas, acompañaron el paquetazo. El escudo fueron los aprietes del Ejecutivo y los acuerdos del Pacto Fiscal, pero no debería descartarse la afinidad ideológica” (…) “No obstante, si bien la coparticipación federal de impuestos no es una graciosa concesión, sino transferencias automáticas que gotean a diario, el gobierno central tiene poder de control sobre los recursos extraordinarios y los adelantos transitorios, y fundamentalmente sobre la aprobación de endeudamiento, la única posibilidad presente de hacer obra pública provincial en un contexto económico desfavorable” (…) “En el mejor de los casos y si no hay turbulencias externas, la expansión del PIB estará cerca del 2 por ciento en 2018. La explicación se encuentra en el punto largo del arrastre estadístico que dejará 2017. En paralelo el paquetazo de la triple reforma-previsional, laboral y fiscal-proyecta una magra evolución de los principales componentes de la demanda. Si todo sale como espera el gobierno el consumo será la variable más afectada. Los recortes a las jubilaciones y a la seguridad social, las paritarias por debajo de la inflación y la continuidad de los aumentos tarifarios, restarán a la masa de ingresos disponibles de las familias” (…) “Si se recorre el Presupuesto que consiguió media sanción esta semana tampoco se espera una suba del Gasto del Sector Público, donde abundan los recortes en áreas clave y el aumento del pago de servicios de la deuda. La inversión, entonces, no será traccionada, como ocurrió en 2017, por la obra pública, área en la que se proyecta el aporte de los Programas de Participación Público-Privada, el nuevo paradigma para la gestión privada del gasto estatal y una nueva forma de diferir cargas a las futuras generaciones, pero cuya efectividad de corto plazo no está asegurada” (…) “Los economistas oficialistas repiten desde el día cero que el motor de la expansión será la inversión privada, pero no se observan sectores de la economía real que, en un contexto de estancamiento del resto de la demanda, luzcan especialmente atractivos para el capital” (…) “El panorama general deja dos factores de incertidumbre. El primero es el frente financiero externo. Dada la desregulación a los movimientos de capitales y la alta exposición derivada del déficit estructural de la Cuenta Corriente, cualquier cambio en los mercados globales puede tener consecuencias impredecibles para la economía local. El segundo factor es que si bien no hay sorpresas al interior del poder, el poder recibió sorpresas. Cuando los resultados de las elecciones de medio término y la colaboración de la conducción del movimiento obrero organizado permitían suponer que la resistencia social seguiría adormecida, la virulencia del paquete de medidas neoliberales duras apuradas en el Congreso apenas pasados los comicios desencadenó una ola de movilizaciones y cacerolazos en las principales ciudades del país. Tras dos años en que el resultado económico neto fue el estancamiento del PIB y las transferencias al capital en detrimento del trabajo, la población parece haber descubierto de golpe que los beneficios prometidos jamás llegarán y que sólo resta esperar la continuidad del ajuste infinito”.

En su edición del 24 de diciembre, La Nación publicó artículos de Jorge Fernández Díaz (“Una nueva alianza antisistema se presenta en la sociedad”) y Fernando Laborda (“El último recurso del incompetente: la violencia kirchnerista”).

Escribió Fernández Díaz: “En una reunión de camaradería donde evocábamos las viejas peripecias románticas de León Trotsky, un afable dirigente de esa logia extrema supo responderme alguna vez con una verdad seca e irónica. Mi pregunta era zumbona, puesto que un régimen trotskista es aquí tan improbable como la conversión completa del pueblo argentino al hare krishna. “¿Qué harías conmigo si fueras presidente?”, inquirí. El contestó con caballerosa sinceridad: “Te daría seis meses para alinearte; luego te encarcelaría o directamente te mandaría fusilar, según las circunstancias revolucionarias del momento”. La réplica no llegó a dolerme, dado su carácter hipotético, pero la tengo siempre presente cuando veo a muchos alegres simpatizantes de la revolución, que a su vez se permiten el lujo de ser políticamente correctos y escandalizarse por injusticias burguesas como cualquier mínima censura, el machismo cultural o la libertad de conciencia, sin advertir la contradicción de apoyar una dictadura del proletariado que no dudaría un segundo en instaurar un estado policial, ni en aplicar la muerte o la prisión a disidentes, la uniformidad de pensamiento y otras tragedias humanas que cualquier lector de la historia universal conoce de sobra” (…) “Lo interesante es que esa izquierda hoy ha establecido una coalición de objetivos comunes con los clanes cristinistas, y a ellos se han arrimado lúmpenes de toda laya, estalinistas de otros palos y progres independientes que hacen equilibrio en los bordes republicanos, y a veces se caen en el foso de los leones. Este conglomerado de baja representación electoral y de inestable articulación colectiva, ha sido forjado por diversos fenómenos. Para empezar, por la divinización de los años 70, una vigorosa política de Estado que fue reivindicativa de aquella “violencia justa”, que durante doce años bajó como adoctrinamiento a facultades, escuelas, y que formateó a las nuevas generaciones” (…) “Exportamos proyectos autoritarios nacidos al calor de la rancia corporación peronista, y los importamos luego como revelaciones vanguardistas e innovadoras. Estos profesores argentinos predican el antisistema. Y lo hacen (esto es lo risible) en un país donde, al revés que en la Europa moderna, el “sistema” (la democracia republicana) nunca se consumó, dado que propendimos siempre a un partido único: el peronismo y su capitalismo de amigotes. Movimiento que hegemonizó la vida institucional y colonizó la lengua política” (…) “Aquí el “sistema” es el peronismo, puesto que sólo esa fuerza simboliza y defiende el statu quo” (…) “Lo cierto es que desde los militantes más radicalizados hasta los elegantes magisterios que antes creían en el progresismo republicano y hoy sugieren el antagonismo popular y jacobino, empieza a formarse una especie de consenso tal vez meramente instrumental pero que ha elegido a Cambiemos y al peronismo en vías de renovación como enemigos abominables” (…) “Trotsky y Cooke toman el té con al Capone, y juntos urden la resistencia. Es así como la avenida del medio se vació estos días y fue ocupada con resignación por un peronismo troncal sin líder que bascula entre la sensatez y el delirio” (…) “La embrionaria coalición antisistema, con sus múltiples matices y gradaciones, es una novedad y ha venido para quedarse, pero carece por ahora de conducción y a sus miembros sólo parecen unificarlos una tirria, un aroma ideológico, un sentimiento que no puede parar” (…) “Los más desesperados (el Código Penal les pisa los talones) y los más sediciosos (“cuanto peor, mejor”) se asociaron en la intemperie con grupos psiquiátricamente vulnerables (cascotes, bulones y patadas voladoras). Y buscaron consciente o inconscientemente un 2001” (…) “La violencia tolerada y poco repudiada que vimos durante estos días no es aislada ni producto de alucinógenos, sino consustancial con una epopeya rupturista y semirrevolucionaria que tiene coartada intelectual y que flota en el ambiente” (…) “¿Puede sobrevivir un vegano en un país caníbal? Este enigma es hondo y espinoso: el reglamento peronista está hecho para el látigo y la chequera. ¿Se puede gestionar esta nación carnívora y mafiosa sólo con chequera, café y cortesía? ¿El republicanismo puede gobernar castas populistas sin hablar su mismo lenguaje? Muchos caciques asocian la fortaleza presidencial con la capacidad de generar temor y represalias. Lo curioso es que si Macri cayera en esa tentación, lo criticaríamos con dureza por traicionar los buenos modos de la República y por devorarse al antropófago. Y si para robustecer su autoridad resolviera gobernar sólo para las encuestas, entonces lo acusaríamos de demagogo y de “kirchnerista de buenos modales”. Al menos podemos hacernos, por ahora, estas preguntas en voz alta sin que nadie nos dé seis meses para alinearnos, o para enfrentar la celda y el pelotón de fusilamiento. Feliz Navidad”.

Escribió Laborda: “(…) En una semana signada por la violencia política y por nuevas detenciones de figuras emblemáticas del kirchnerismo por escándalos de corrupción, aquella inasistencia es una primera comprobación de que el Senado no representa para la ex presidenta mucho más que un refugio ante la acción de los jueces. También, un reflejo de que para la oposición kirchnerista la calle ha desplazado al Congreso como teatro de operaciones” (…) “Durante la sesión de la cámara de Diputados iniciada en la tarde del lunes pasado y concluida en la madrugada del martes con la sanción de la reforma jubilatoria, los aproximadamente 60 legisladores del kirchnerismo se dedicaron a esperar a lo largo de muchas horas que apareciera un muerto” (…) “Isaac Asimov expresó alguna vez que la violencia es el último recurso del incompetente. A eso ha quedado reducida la estrategia de un grupo político desesperado frente a su retroceso electoral y al avance de la Justicia. Se buscó generar un clima de violencia en los alrededores del Congreso para de inmediato exigir que el Congreso no sesionara a raíz de los mismos desórdenes que el kirchnerismo y una izquierda radicalizada alentaban” (…) “Fogonear la violencia callejera apuntó a provocar las condiciones para que sobrevolara el fantasma de los violentos capítulos de diciembre de 2001, que derivaron en la renuncia de Fernando de la Rúa” (…) “El frecuente latiguillo de la oposición kirchnerista y la extrema izquierda de que “Macri vino para hacer un ajuste que sólo cierra con represión” quedó desacreditado con el impactante récord de 88 efectivos policiales heridos por la acción de los militantes de la violencia” (…) “Duele la violencia. Pero mucho más el silencio de parte del arco opositor, como las mezquinas actitudes de algunos mercaderes del sindicalismo que, como de costumbre, buscaron sacar partido de la supuesta debilidad del Gobierno ante la violencia callejera para llevar aguas a sus molinos mediante la extorsión” (…) “Si existían dudas sobre la complicidad política del kirchnerismo con los violentos, el diputado Leopoldo Moreau se ocupó de aclararlas cuando, en plena sesión sobre el presupuesto, afirmó que el periodista Bazán “no sólo fue víctima de un grupo de inadaptados”-calificativo extremadamente leve para el salvajismo de los agresores-, sino “víctima del grupo donde trabaja”, en referencia al Grupo Clarín” (…) “Un balance de la semana indica que la oposición radicalizada no logró su propósito, en tanto el Poder Ejecutivo logró avanzar con las leyes cuya sanción planeaba. Aun así, hay coincidencia en la Casa Rosada en que el gobierno ha sufrido un impacto negativo en la opinión pública” (…) “Si el actual escenario dista de ser dramático para el gobierno es porque el optimismo económico aún es alto frente al futuro y porque las opiniones de la población en contra de la polémica reforma previsional son mucho mayores que las opiniones favorables a los sectores políticos que impulsaron brutalmente su rechazo. Hoy la oposición es un vientre infértil para dar a luz nuevos liderazgos y esa circunstancia es percibida por la ciudadanía y capitalizada por el macrismo” (…) “Una incógnita que sobrevuela el ambiente gubernamental es si el control de la calle seguirá condicionando a la política. No es casual que el propio Macri se haya preocupado públicamente por pedir que los violentos sean juzgados por el delito de sedición, al tiempo que cuestione a los jueces por liberar en menos de un día a sospechosos de haber arrojado cascotazos que podrían haber matado a alguien con facilidad. Pero otro interrogante inquieta a los agentes económicos: si una serie de reformas poco más que módicas generan tanto río revuelto, ¿qué podría esperarse cuando se debatan cuestiones mucho más espinosas que ataquen a fondo problemas estructurales de la Argentina?”

El lunes 18 de diciembre quedará grabado para siempre en la memoria de los argentinos. Durante varias horas la histórica Plaza de los Dos Congresos fue escenario de una infernal pedrada protagonizada por manifestantes de izquierda (probablemente “ayudados” por miembros de los servicios) y que tuvo como destinatarios a miembros de la Policía de la CABA. Era imposible no conmoverse con lo que estaban mostrando los canales de televisión mientras los periodistas que estaban al aire competían por demostrar quién era más carroñero. Respondiendo a una estrategia bien planificada los medios hegemónicos que protegen al gobierno redujeron lo acontecido durante ese día a ese feroz suceso. A partir de ese momento y durante los días subsiguientes todos los periodistas del establishment centraron su atención en la pedrada protagonizada por violentos que pudieron poner en riesgo lo que acontecía dentro del Congreso. Todos responsabilizaron al kirchnerismo, al massismo y a la izquierda, aliados para perpetrar el derrocamiento de Mauricio Macri. La inusitada violencia de ese día tuvo, entonces, como únicos responsables a esas fuerzas políticas, dominadas por un odio absolutamente irracional. Se las acusó de configurar el sector antisistema de la democracia, de atentar contra la sana y civilizada convivencia en democracia, de pretender imponer el caos y la anarquía. Para los medios dominantes sólo fueron violentos los kirchneristas, los massistas y los trotskistas, quienes apañaron y cobijaron a los bándalos que destruían la plaza. Frente a un hecho de semejante envergadura y el enfoque que le dio el poder mediático, cabe preguntarse si ese relato se ajusta a lo que realmente sucedió. Nadie duda que hubo piedras lanzadas por manifestantes y que hubo efectivos de la policía porteña que aguantó como pudo el vendaval. Pero si todo se reduce a ese hecho, pasan a un segundo plano las causas que originaron esa pedrada. En efecto, si todo se circunscribe a las piedras, pareciera como que de repente un grupo de lunáticos decidió lapidar a los uniformados que estaban delante del frente del Congreso. Para evitar semejante reduccionismo es fundamental contextualizar el hecho, única forma de entender lo que pasó. La pedrada está íntimamente relacionada con lo que en ese preciso momento estaba teniendo lugar en la Cámara de Diputados. Luego de un gran esfuerzo el oficialismo había logrado conseguir el tan ansiado quórum para debatir un paquete de leyes que el gobierno de Macri considera vitales para el futuro del plan económico. El oficialismo debió sudar mucho para convencer a los diputados que responden a los gobernadores peronistas a que se sienten en sus bancas porque el jueves 14 no había logrado hacerlo para tratar estas mismas leyes porque en la plaza la gendarmería reprimía salvajemente a los manifestantes. El lunes 18 Macri respiró tranquilo. El debate tuvo lugar y luego de sesionar durante varias horas las leyes apetecidas por el presidente fueron aprobadas, en especial la polémica Reforma Previsional. Afuera, el escenario se fue modificando con el transcurrir de las horas. Las tropas porteñas fueron reemplazadas por la Policía Federal Motorizada que, imitando a la Gendarmería el jueves 14, lanzó una feroz cacería contra los manifestantes que habían abandonado la plaza y se encontraban en la 9 de Julio. Curiosamente, o no tanto, la televisión se abstuvo de registrar la represión lanzada por los motorizados. Esa parte de lo que aconteció el lunes 18 no apareció en las pantallas de televisión; en consecuencia, “no sucedió”. Para los grandes medios hubo un grupo de energúmenos que se ensañaron con un grupo de policías indefensos. Hubo violencia, pero sólo fue protagonizada por vándalos prohijados por el kirchnerismo, el massismo y la izquierda. Ahora bien, si finalmente se reconociera que policías federales motorizados reprimieron a manifestantes, que hubo también violencia de parte de los uniformados tal como había acontecido el jueves 14, también sería un análisis reduccionista del problema. Porque la violencia no fue desplegada exclusivamente por los manifestantes y los uniformados. Es cierto que se trató de una violencia visible. ¿Quién puede negar que hubo piedras y balas de goma? Pero también es cierto que hubo otra violencia, mucho más sutil pero no menos deletérea, desplegada por el oficialismo en la cámara de Diputados; en realidad, desplegada por el propio Presidente de la nación al imponer la sanción de una reforma previsional que implica un canallesco saqueo a los jubilados y a quienes perciben la AUH. En efecto, la tan mentada reforma previsional no es más que un robo perpetrado contra el sector más desprotegido de la sociedad. Es un acto violento desplegado por el gobierno porque a partir de marzo próximo los haberes jubilatorios sufrirán un recorte que para la inmensa mayoría de los jubilados es letal. Este aberrante hecho ni siquiera es mencionado por los grandes medios. Ahora bien, ¿qué es más violento: arrojar piedras o saquear a los jubilados? El Presidente de la nación acaba de decir que quien arroja una piedra tiene intenciones de matar. ¿Qué decir entonces del propio Macri que decidió reducir las jubilaciones mínimas? ¿Su intención no es, acaso, condenar a los jubilados a una lenta y cruel agonía? Porque lo que ha decidido el Congreso con el visto bueno de Macri es obligar a la inmensa mayoría de los jubilados a “vivir” con 7000 pesos y chirolas por mes. El saqueo a los jubilados perpetrado por Macri es un acto de violencia. También lo fue, por ejemplo, la tenebrosa red de complicidades vinculada con el caso Maldonado. ¿Alguien puede creer que Maldonado murió ahogado en un río helado mientras la gendarmería reprimía ferozmente al pueblo mapuche? Pues bien, eso es precisamente lo que el gobierno pretende hacerle creer al pueblo. Es una flagrante mentira que insulta nuestra inteligencia. Y mentir desde las altas esferas del poder también es violencia. El gobierno fue violento con la desdichada familia Maldonado, a la que llegó a acosar por atreverse a intentar descubrir la verdad. Todo lo concerniente a este caso es violencia. Porque lo más probable es que jamás se sepa la verdad o, mejor dicho, jamás se intente probar lo que seguramente sucedió: que el joven fue asesinado por la Gendarmería. Otro ejemplo de violencia es la red de encubrimientos vinculada con el submarino ARA San Juan. Desde hace casi un mes y medio que nada se sabe del submarino. Durante un buen tiempo los atribulados familiares de los 44 tripulantes fueron informados por el vocero de la armada, quien se limitaba a decir lo que sus superiores le ordenaban. La Armada, con el visto bueno del ministerio de Defensa, maltrató a los familiares, le ocultó información. ¿Eso no es violencia? ¿Cómo es posible que con la ayuda de los países más adelantados del mundo en la materia, no se sepa dónde está el submarino? ¿No lo pueden encontrar o no quieren hacerlo? ¿Qué terrible secreto guarda el hundimiento del ARA San Juan? ¿Fue, acaso, hundido por un torpedo inglés, como se rumorea? ¿Es verdad que Macri pactó con Gran Bretaña y EEUU mantener este hecho de guerra oculto para siempre? ¿No sería esto un acto de traición a la patria? Durante todo este tiempo el presidente habló una vez con los familiares en Mar del Plata. Fueron unos pocos y tensos minutos. Evidentemente el presidente lo hizo porque no tuvo más remedio. Cuando un presidente miente ejerce violencia sobre su pueblo. Macri demostró ser violento apenas se sentó en el sillón de Rivadavia. El plan de ajuste que viene aplicando sin prisa pero sin pausa para congraciarse con los organismos multilaterales de crédito es de una violencia inusitada porque implica quitarle plata a los pobres para engrosar el bolsillo de los ricos. También es violencia aumentar permanentemente las facturas de gas, agua y luz. Todo lo que decide Macri es violento porque su propósito es aplastar a los más débiles para congraciarse con los más fuertes. En el fondo, es un cobarde. También es violencia apostar por la profundización de la grieta. Es violencia culpar de los terribles sucesos de los últimos días al kirchnerismo, al massismo y a la izquierda, y no hacer mención alguna a la Reforma Previsional. Es violencia manipular al pueblo, subestimarlo, menospreciarlo. Macri lo viene haciendo desde hace dos años. ¿Quién es más violento, el motochorro que asalta a una víctima escogida al azar o los responsables del área económica de Cambiemos que no hacen más que endeudar al país de manera ininterrumpida? Macri sabe perfectamente cuáles son las consecuencias de su política económica. Sabe perfectamente que está condenando a la miseria a millones de compatriotas. Sabe perfectamente que el endeudamiento permanente es una condena para las futuras generaciones, que la reforma laboral, de aprobarse, condenaría a los trabajadores a un régimen de esclavitud. Sin embargo, en cada entrevista que concede exclama que “vamos por el camino correcto”. ¿Decir eso no es violencia? ¿No es violencia cada palabra que pronuncian Patricia Bullrich y Gabriela Michetti? ¿No es violencia decir que las fuerzas de seguridad siempre tienen razón? ¿No es violencia alimentar desde los medios de comunicación al enano fascista enquistado en el espíritu de millones de argentinos que están sedientos de venganza? ¿No es violencia saquear a los jubilados en las vísperas de Navidad? ¿No es violencia despedir trabajadores en la misma época? ¿No es violencia pegar a jubilados? ¿No es violencia que un joven sea arrollado por una moto policial? ¿No es violencia que una joven sea detenida y manoseada en la vía pública por uniformados? ¿No es violencia asfixiar económicamente a los medios de comunicación que no le rinden pleitesía al gobierno nacional? ¿No es violencia encerrar a ex funcionarios del gobierno anterior sin condena firme? ¿No es violencia el escarnio público al que fueron sometidos Amado Boudou y Carlos Zannini? ¿No es violencia escuchar a “periodistas” afines al gobierno denostar arteramente la figura de Cristinas Kirchner? El gobierno de Macri es violento, muy violento, por más que haya recibido recientemente un fuerte respaldo en las urnas. Lo es porque cree sinceramente que pertenece a un sector de la sociedad que nació para mandar. Esa creencia tiene como basamento al fascismo. Y el fascismo ¿no fue acaso un emblema de la violencia?

Anexo

LAS FUERZAS MORALES de José Ingenieros

Escribió el autor: “La libre iniciativa permite adelantarse a los demás. El que se resigna a recorrer caminos consuetudinarios envejece prematuramente y se torna esclavo de la costumbre. El que no osa leer un nuevo libro, encenderse por un nuevo anhelo, acometer una nueva empresa, ha renunciado a vivir. Es sombra de ajenas voluntades, hoja otoñal que arrastran todos los vientos, pieza mecánica de un engranaje cuyo resorte ignora. La libre iniciativa es un renunciamiento a la complicidad de los demás y se revela en toda rebelión a la rutina: buscando una verdad, transmutando un valor estético, corrigiendo una injusticia, inventando en las artes o en las industrias, irrigando un campo, formando una biblioteca, plantando un rosal. Todo progreso es variación e implica rebeldía. Es propio de la juventud plasmar los perfeccionamientos; es inherente a la vejez oponerse a toda innovación. Cuando se pierde la libre iniciativa, desaparece el carácter; el hombre tórnase parásito de la sociedad, obra por impulso ajeno, se marchita en la penumbra. Deja de ser él mismo. No existe. Y no existiendo no sirve para su pueblo, no contribuye al porvenir. Merece llamarse hombre libre el que tiene capacidad de iniciativa frente a la coerción ajena; la libertad moral es la aptitud para obrar en el sentimiento determinado por la propia experiencia, imprimiendo a la conducta el sello inequívoco de la personalidad”.

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