Por Hernán Andrés Kruse.-

En su edición del 30 de julio, Página/12 publicó un artículo de Horacio Verbitsky titulado “Campeones morales”. Escribió el autor: “La alianza Cambiemos insistió en debatir la exclusión del Congreso de un diputado opositor por la vaporosa causa de “inhabilidad moral”, pese a que sabía de la dificultad de obtener los dos tercios de votos presentes necesarios. El rechazo tuvo variedad de motivos. Algunos se opusieron porque temían sentar un precedente que luego pudiera volverse en su contra. Otros entendieron que se trataba de una puesta en escena para relegar del debate electoral la situación económica, como recomendó el consultor Jaime Durán Barba” (…) “Otra razón para el rechazo fue la presunción de que el paso siguiente sería le negativa de incorporar a la ex presidenta CFK si resultara electa al senado en octubre y la exclusión del ex ministro de Economía Axel Kicillof, como bramaron las heroínas radicales libertadoras Margarita Stolbizer y Elisa Carrió y el peronista cheto de PRO Eduardo Amadeo” (…) “El propio presidente Maurizio Macri y el ministro de Obras Públicas Rogelio Frigerio (n) ejercieron presiones reservadas y públicas sobre los gobernadores. Cualquiera fuese el resultado, entendían que un exaltado debate sobre los presuntos delitos contra la administración pública cometidas en el período 2003-2015 debilitaría las chances electorales de Cristina y de aquellos que pusieran menos énfasis en el repudio al ex ministro, quien alegó que durante su gestión se llevó a cabo el mayor plan de obras públicas de la historia. Faltan apenas dos semanas para comprobar la exactitud o el error de este razonamiento” (…) “Toda acción tiene también efectos no buscados, en este caso la puesta en tensión del vínculo del gobierno nacional con los gobernadores que rehusaron plegarse a la estrategia oficial, cuyas secuelas acaso se hagan más evidentes después de los comicios legislativos de este año. Por lo pronto, la votación en la que el oficialismo no quedó a pocos votos sino muy lejos de la meta, ha resentido el proyecto de una Liga de Gobernadores peronistas conjurados contra CFK” (…) “Aunque Cristina gane la elección en la provincia de Buenos Aires, los gobernadores impedirán que vuelva a la conducción del justicialismo, sentenció Schiaretti al inaugurar un tramo de la autopista Córdoba-Río Cuarto. La admisión sobre ese posible triunfo es llamativa en alguien que no lo desea y refleja el estado de ánimo general entre quienes no creyeron que Cristina se presentara y luego se ilusionaron con que su candidatura no resultara atractiva. La certeza de Schiaretti sobre el día después quedó dañada con la votación sobre De Vido. Sólo él y otros cinco gobernadores (Chubut, Misiones, Neuquén, Salta y Santa Fe) se alinearon con Macri” (…) “También el gobierno nacional admite una alta probabilidad de derrota frente a Cristina, pero la minimiza de dos maneras: por un lado, la presentación de los votos que pueda sacar como porcentaje del padrón electoral. Por otro, con la expectativa de que un mal resultado del gobierno en agosto mute en una victoria en octubre, como si se tratara de la segunda vuelta en un balotaje. El jefe de Gabinete Marco Peña Braun adelantó el primero de esos consuelos, al decir que el resultado de la ex presidenta será magro a escala nacional” (…) “Las elecciones legislativas son por distrito, de modo que el porcentaje de cualquier vencedor provincial se reducirá en forma significativa en una proyección nacional, pero aún así es improbable que alguien la superara” (…) “Los voceros oficiosos del gobierno afirmaron la ilusión de un corrimiento de votos hacia Cambiemos en octubre. Pero esa es la única elección con peso institucional, cuando se asignan las bancas que corresponden a cada competidor. Quien sin simpatizar con Cambiemos, por temor a CFK apoyara la boleta del anodino Esteban Bullrich echaría por la borda todo el esfuerzo realizado a cambio de nada. La imagen del piso alto y el techo bajo de Cristina es estática y no contempla los desplazamientos políticos. Lo mismo sucedía en 2009, pero la entonces presidente fue reelecta en 2011 con el 54%. La recuperación comenzó con el crecimiento de la economía luego del año horrible debido a la crisis mundial, se aceleró con los festejos del bicentenario en mayo de 2010 y se convirtió en alud a partir de la muerte de Néstor Kirchner. A la inversa, Carrió obtuvo el 2,28% de los votos en la primaria bonaerense de 2015 y podría colectar la mitad de las voluntades porteñas ahora, lo cual ratifica lo mudable de la voluntad popular” (…) “La buena recepción a Cristina en cada aparición pública, la disparada del dólar pese a la decidida intervención del Banco Central, ante la cual las declaraciones tranquilizadoras del tipo “no estamos preocupados por el dólar” sólo incrementan la inquietud porque dan la imagen de un gobierno autista, están afectando la nitidez de la estrategia electoral. Luego de semanas de prescribir el destierro de la economía del discurso proselitista, el propio Macri comienza a hablar de inflación, aunque más no sea para proclamar que ya está bajo control, otro sueño diurno. Como otra señal de confusión y el apuro, los propagandistas oficiales postulan no esperar a octubre sino invertir el mayor esfuerzo para vencer en agosto. El problema es que no saben cómo”.

En su edición del 29 de julio, Página/12 publicó un artículo de Luis Bruschtein titulado “Balance bilardista”. Escribió el autor: “Con el verso de la corrupción no se come, ni se cura, ni se educa. Credo Durán Barba, palabra santa para Cambiemos: instalen a De Vido y se olvidarán que no comen, no se curan ni se educan. La congregación duránbarbista cumplió al pie de la letra. Incluso lo sobreactuó, fueron más papistas que el Papa. Sacerdotisa máxima, Elisa Carrió, maldijo a santos y demonios, satanizó a De Vido y proclamó su propia santidad, pero perdió la votación. No le importó, estaba en sus cálculos como candidata de Cambiemos en la CABA. Porque el cálculo no pasó por la virtud sino por el bolicheo electoralista para frenar a Cristina Kirchner” (…) “El dólar se disparó a pesar de que pusieron tasas altísimas de interés; el consumo cayó en picada y aún así la inflación aumentó; sacaron subsidios y las pensiones a discapacitados y en vez de bajar el gasto, el déficit se triplicó; hay súper endeudamiento récord pero también súper fuga de dólares; aumentaron las importaciones y aumentaron los precios. Tormenta perfecta. Todo al revés de lo que dijeron que iba a pasar con las medidas que tomaron” (…) “Según sus previsiones, con altas tasas de interés, el dólar tendría que haber planchado la inflación; el kirchnerismo entregó el gobierno con más de dos puntos de déficit; el gobierno macrista llevó el déficit a más de seis puntos a pesar de que recortó pensiones, subsidios y paralizó decenas de programas; abrieron las importaciones con el argumento de hacer bajar los precios y éstos siguieron subiendo y la frutilla del postre fue que se endeudaron para tapar el déficit y la misma cantidad que tomaron prestada se fue en la famosa fuga de capitales” (…) “Un macrista podría soñar que se trata de una evaluación prejuiciosa, parcializada, teñida de “oposicionismo”, pero la demostración palmaria de que este cuadro es lo más cercano a la realidad fue el gran teatro que montaron con Julio De Vido en el Congreso” (…) “La comedia De Vido- Carrió los desnudó, dejó claro para todo el mundo que se trata de una gestión que no tiene nada que mostrar, ni siquiera para agrandar” (…) “Silenciosamente, la campaña de Cristina Kirchner discurre por otros andariveles inusuales. La acusan de “haberse robado tres PBI” pero es la campaña más austera, contando incluso las diferentes propuestas de la izquierda” (…) “Es la candidata que más mide en casi todas las encuestas y es la única que no transcurre por los programas políticos de TV de aire o de cable” (…) “Es una apuesta difícil. Se respalda en una candidata que ya está instalada y conocida, a la que pueden potenciar con pequeños enviones. Es una campaña de abajo para arriba, creciendo desde el pie, como diría Zitarrosa. Y que busca sacar ventaja de una situación desigual. Sabe que tiene a toda la corporación mediática en contra y busca aprovechar la buena receptividad por abajo, entre la gente” (…) “Los lugares que se eligen no están encuadrados en una orgánica del kirchnerismo e incluso alguno ha sido visitado después por otros candidatos. Según sus colaboradores, en todos lados, la recepción no sólo fue buena, sino impresionante” (…) “Del relato que hacen los colaboradores de Cristina Kirchner se deduce que el factor emotivo que tanto busca en forma artificial el macrismo en su campañas, con tuteos forzados y actores guionados que hacen de obreros, falsos viajes de Macri en colectivo y timbreos preparados, en la campaña de Cristina Kirchner ese factor emotivo surge en forma espontánea. Hay una empatía ya establecida” (…) “Son espejos enfrentados. El macrismo prioriza lo mediático y los grandes medios y el kirchnerismo el contacto directo y las redes. El macrismo hace eje en la crítica al gobierno anterior y Cristina Kirchner escucha las quejas de la gente por la situación causada por el oficialismo” (…) “El macrismo ha incorporado al escenario político un fuerte factor de violencia institucional, inédito en democracia. Además del despliegue represivo en el plano social, este gobierno ha perseguido a las voces diferentes como ninguno antes, ha espiado a periodistas y trata de asfixiar a los pocos medios que no le responden. Sus voceros en los medios oficialistas justifican con discursos infamantes y exaltados el impulso violento contra la oposición. Un gobierno que se sostiene y hace campaña con un discurso revanchista camina siempre sobre el filo de una reacción popular violenta en un escenario donde se despliegan fuertes reacciones de afecto y odio al que se le suman en estos dos años el fuerte aumento de la pobreza, el desempleo y la exclusión”.

En su edición del 28 de julio, Página/12 publicó artículos de Raúl Dellatorre (“Cuando opinar distinto puede ser delito”), de Mario Rapoport (“El país de los dueños del mundo”) y de Ricardo Forster (“El semiocapitalismo”).

Escribió Dellatorre: “El Poder Ejecutivo decidió remover de su cargo a Pedro Martín Biscay, hasta ayer director del Banco Central, “por mediar mala conducta e incumplimiento de los deberes de funcionario público”. La muy grave acusación, apuntada en el decreto que lleva las firmas de Mauricio Macri, Marcos Peña y Nicolás Dujovne, se fundamenta en el dictamen de mayoría de una comisión bicameral encabezada por Federico Pinedo, que resolvió por tres votos contra dos que “las actitudes del mencionado director no se compadecen con las obligaciones de su cargo y que afectan el marco de legalidad del Banco Central…, lo que configura un caso de mala conducta y violación de los deberes de prudencia y responsabilidad requeridos por la función que desempeña” (…) “Federico Sturzenegger, presidente del Banco Central, le advirtió a Biscay en 2016 que “no debía formular declaraciones sobre temas técnicos o de coyuntura que se encontraran en tratamiento por parte de órganos internos del banco, así como otros de importancia institucional” (…) “Marcos Peña y el diputado Pablo Tonelli no tuvieron empacho alguno en señalar que su remoción tenía que ver con su origen “kirchnerista” o por “estar en contra de las políticas monetaria y económica”. Uno de los artículos que la comisión legislativa le cuestionó a Biscay es una columna de opinión en Página/12 (22 de junio de 2016) en la que analiza el blanqueo y critica el cierre de los sumarios por irregularidades cambiarias que dispuso la ley. No era, precisamente, un artículo en contra de las funciones que le corresponden al Banco Central, que es lo que se le imputa a través de la calificación de “mala conducta” e “incumplimiento de los deberes de funcionario público”. Sino todo lo contrario: la defensa del ejercicio del rol de control de la autoridad monetaria” (…) “El decreto de remoción hace constantes alusiones a la experiencia de otros bancos centrales del mundo, mencionando que “se ha considerado la existencia, tanto en la Unión Europea (Banco Central Europeo), y en los Estados Unidos de América (en la Reserva Federal) como en la República Argentina, de una política de comunicación del Banco Central”. Políticas a las cuales la comisión considera que las expresiones públicas de Biscay “no se adecuan en lo más mínimo”, quedando así justificada su remoción” (…) “La doctrina internacional en la materia, según lo señalaron ayer mismo diversos especialistas, contradice dicha evaluación y deja en evidencia la arbitrariedad con la que fue condenado Biscay, a pedido de Sturzenegger primero, y por la comisión legislativa macrista después. Puntualmente, en lo referido a “Transparencia y políticas de divulgación de los Bancos Centrales”, los denominados “enfoques” del Bank of International Settlements (BIS) de Basilea, y del Fondo Monetario Internacional, sostienen entre “los criterios que conforman la noción de buen negocio de bancos centrales, la divulgación de las controversias con individualización de criterios que se producen en el seno de las reuniones y comités de política monetaria, garantizar la pluralidad de criterios en cuerpos colegiados”. Dichos organismos internacionales también estudian criterios relacionados con los mecanismos de remoción en los bancos centrales, indicando que aquellos deben evitar injerencias del poder político sobre la estabilidad de los cargos, para lo cual recomiendan el uso de diseños normativos con criterios no discrecionales. A todas luces, la injerencia del poder político fue el gran protagonista de la remoción de Biscay, mientras que el gran ausente fue el mecanismo normativo con criterios no discrecionales” (…) “Peña justificó la medida en una entrevista, sin aportar más elementos y recitando simplemente los considerandos del decreto. Y rechazó la denuncia de Biscay con respecto a que la decisión en su contra representaba “un ataque a la libertad de opinión” “No hay razones para la victimización, que tanto les gusta”, lo chicaneó Peña, poniendo sin proponérselo, el eje de la decisión en el origen kirchnerista del funcionario desplazado” (…) “Efectivamente, un fuerte documento titulado “Parémosle la mano a Macri y Sturzenegger” había circulado el día anterior al pronunciamiento de la comisión bicameral macrista, denunciando que “la destitución de Biscay es un golpe más a la destrucción de políticas de estado en materia de derechos humanos, una clara persecución ideológica, una violación a la carta Orgánica del BCRA y a la independencia de la entidad frente al poder económico concentrado y al poder Ejecutivo: hechos que no son nuevos y que encuentran parangones en lo que ocurre hoy con la Procuraduría General de la Nación y el Consejo de la Magistratura”. Firman el documento, entre otros, Abuelas y Madres de Plaza de Mayo (línea fundadora), HIJOS Capital, familiares de Desaparecidos, Serpaj, y ambas CTA”.

Escribió Rapoport: “En las próximas dos décadas un 47% de los puestos de trabajo en Estados Unidos corren el riesgo de desaparecer por efecto de la automatización (Martin School de Oxford, 2013). “La automatización reducirá la necesidad de mano de obra en un sector sin necesidad de generar necesidad de ella en otro” (Mc Kinsey Global Institute). “Son muchos los factores que se han sugerido…como motivos del derrumbe del sistema (de bienestar)…pero la recesión unilateral por parte de los patrones de la reciprocidad de dependencia entre capital y mano de obra…inducida por la globalización…y por el desmantelamiento (del Estado)…ocupa el lugar de honor entre todas las explicaciones…” Bajo el régimen de pleno empleo permanente el despido dejaría de cumplir su función como medida disciplinaria. La posición social del patrono se vería socavada…el desempleo es una parte importante del sistema capitalista normal” (Jürgen Habermas)” (…) “Parecía un mundo perfecto. Por fin sus dueños habían logrado deshacerse de la muchedumbre que los acosaba. Ya no se olían más quejas ni protestas” (…) “Acumular riquezas con la pesada carga de tener que sostenerlos (los trabajadores), era una pesadilla y aparentemente consiguieron eliminarla” (…) “Desde que se convirtieron en dueños del mundo (DDM) siempre tuvieron una dura competencia con los demás DDM, que eran muy pocos y se odiaban entre sí. Cada uno quería ganar más que el otro, lo que se les hacía cuesta arriba por tener que gastar gran parte de sus ingresos en sus trabajadores, aunque éstos se quejaban siempre de que no les era suficiente” (…) “Los DDM no podían consentir pagarles más porque eso disminuiría su rentabilidad y les haría perder la competencia con sus otros colegas también DDM” (…) “Cada fábrica tenía sus propios trabajadores y la ley fundamental que regía era la de la libre competencia. Pero, para que esta fuera lo más limpia posible, estipulaba en su reglamento general que ningún trabajador podía abandonar su trabajo e irse a uno de la competencia. Los que lo intentaban eran inmediatamente arrestados y puestos por años en prisión” (…) “Mientras tanto, cada DDM vivía siempre con la angustia de que los otros DDM ganaran más que ellos y para eso necesitaban bajar los sueldos de sus trabajadores, pero tenían miedo de que se les terminaran yendo y no sabían como podían prescindir de los mismos sin parar la producción. Además, esos trabajadores tenían dificultades para seguir el ritmo de las máquinas, aceleradas cada vez más para superar la productividad de los rivales” (…) “Entonces se les ocurrió recurrir a los inventores, hombres que tenían también a su servicio, a fin de mejorar y controlar las primitivas máquinas. Y uno de ellos, un verdadero genio, les dijo que se podían reemplazar directamente a los trabajadores por robots, que eran más eficaces y no les costarían nada una vez creados. Pronto los DDM supieron que los demás DDM estaban haciendo lo mismo y se inició una carrera entre ellos para construir más y más robots” (…) “La competencia entre los DDM se hizo cada vez más feroz, porque vieron desde un principio, amortizada la construcción de los robots, que sus costos iban disminuyendo. Los robots aprendieron sólo mirando lo que los últimos hombres que trabajaban les fueron enseñando, algo que sus cerebros electrónicos registraron fácilmente. De modo que terminaron quedándose con el trabajo de todos” (…) “Trabajaban sin parar veinticuatro horas al día, todos los días, y producían cualquier cosa que les pedían” (…) “Los ex trabajadores humanos ya no molestaban porque iban desapareciendo poco a poco. Al no tener ningún empleo se reducían con rapidez porque morían de hambre sin dejar descendencia. Sus antiguos dueños disfrutaban la paz que significaba no tener que escuchar más protestas ni discusiones” (…) “Con todo, los DDM empezaron a ver con alarma que el tamaño de sus fábricas ya no les alcanzaba porque la producción, cada vez mayor, se expandía en forma explosiva” (…) “Incluso los robots no podían seguir trabajando entre ese montón de productos que ya conformaban una gran nube opaca que se pudría poco a poco y les impedía cualquier tipo de movimiento. Por más que los DDM quisieron reactivarlos no les fue posible y además no tenía sentido” (…) “Allí se dieron cuenta que lo hombres les eran indispensables para consumir los bienes que sus fábricas producían y para ello necesitaban trabajar y tener ingresos” (…) “Fue entonces cuando los DDM comenzaron a estar hambrientos-no podían comer sus putrefactos productos-, y se vestían cada vez más pobremente al estilo de sus ex trabajadores. Carecían ya de interés para hacer el amor con sus mujeres o amantes, ni tampoco tenían fuerza para levantar con sus brazos a sus hijos, los que heredarían sus lugares. No obstante, los DDM poseían a un costado de las fábricas mansiones con amplios jardines y muchos perros de caza y gatos domésticos y se les ocurrió que por un tiempo podían alimentarse con el pasto y las plantas que existían allí” (…) “Hasta que llegó el día en que no les quedaban más ni vegetales ni animales, se habían comido todo. Con el resto de su lucidez encontraron una solución provisoria. La gigantesca cacería para apresar y devorar a los otros DDM fue el último y fugaz momento de esa competencia entre ellos. Los ganadores murieron también de inanición, pero con una gran sonrisa satisfecha en sus huesudos y moribundos rostros” (…) “Ya sin sus guardianes, los pocos humanos que quedaban (a los cuales hasta último momento se los había alimentado a pan y agua para mantenerlos vivos como ejemplo) lograron abrir las puertas de las prisiones y pudieron respirar el aire de la libertad. Muchos creyeron que podían construir un mundo distinto…”.

Escribió Forster: “Leo, no sin comenzar a preguntarme unas cuantas cosas que me remiten a nuestra actualidad, el último libro de Franco “Bifo” Berardi, “Fenomenología del fin. Sensibilidad y mutación colectiva”, en el que desmenuza la época de la digitalización y del predominio de la finanicierización del mundo no sin derramar, al menos sobre mí, una sutil dosis de pesimismo civilizatorio que conduce más hacia la melancolía que a la rebelión” (…) “Me detengo en uno de los tantos párrafos de un texto inquietante: “El punto crucial de la crítica de Baudrillard es el fin de la referencialidad y la (in)determinación del valor. En la esfera del mercado, las cosas no son consideradas desde el punto de vista de su utilidad concreta, sino desde su intercambiabilidad y su valor de intercambio. De manera similar, en la esfera de la comunicación, el lenguaje es comercializado y valorado como performance. Es la efectividad, y no el valor de la verdad, la regla del lenguaje en la esfera de la comunicación. Es la pragmática, y no la hermenéutica, la metodología para comprender la comunicación social, particularmente en la era de los nuevos medios de comunicación”. En estas reflexiones de Berardi se pone de manifiesto el proceso que, en el interior de la modernidad burguesa, concluyó, hace siglos, en lo que él denomina el “semiocapitalismo”, esa etapa en la que el signo lingüístico se ha emancipado plenamente de toda referencialidad para desplazarse por una especialidad en la que domina la abstracción” (…) “Citando a Jean Baudrillard, nos dice que el filósofo francés “propuso una semiología general de la simulación basada en la premisa del fin de la referencialidad tanto en la economía como en el campo lingüístico. En “El espejo de la producción” escribe: “(…) La necesidad, el valor de uso, el referente, “no existen”: no son sino conceptos producidos y proyectados en una dimensión genérica por el propio desarrollo del sistema del valor de cambio”. El proceso de automatización del dinero, que es la principal característica del capitalismo financiero, puede inscribirse en el marco general de la emancipación de la semiosis de la referencialidad”. El capital financiero no sólo constituye el punto más avanzado de la “abstracción” ya señalado por Marx sino que, en la perspectiva de la comunicación, introduce, de forma radical, la automatización del signo y de su impacto en la producción artificial de contenidos inmateriales que, sin embargo, definen el vínculo con la realidad determinando la busca de rentabilidad por parte de un capital que ha abandonado la esfera de la producción para centrarse en la esfera financiera”(…) “Todos los signos”-escribe Baudrillard en “El intercambio simbólico y la muerte”-se intercambian entre sí en lo sucesivo sin cambiarse por algo real (y no se intercambian bien, no se intercambian perfectamente entre sí sino a condición de no cambiarse por algo real)” (…) “En la era de la “posverdad” todo puede ser dicho y convertido en “verdad irrefutable”. Romper esta nueva forma de hechizo constituye el desafío más arduo y difícil de todo proyecto de liberación” (…) “El peligro es que la dimensión real e imaginaria de este trastrocamiento de la materialidad en abstracción acabe por ser aceptada por los sujetos como la efectiva “realidad” sin chances de sustraerse a esta colonización cada vez más profunda. “La virtualización financiera-dice Berardi-es el último paso en la transición hacia la forma del semiocapital. En esta esfera, aparecen dos nuevos niveles de abstracción, como fruto de la abstracción del trabajo sobre la que escribió Marx” (…) “La abstracción digital suma una segunda capa a la abstracción capitalista. La transformación y la producción ya no acontecen en el campo de los cuerpos, de la manipulación material, sino en el de la pura interacción autorreferencial entre máquinas informáticas. La información toma el lugar de las cosas y el cuerpo queda eliminado del terreno de la comunicación” (…) “Luego, hay un tercer nivel de abstracción, que es el de la abstracción financiera. Las finanzas…se han desvinculado de la necesidad de la producción. El proceso de valorización del capital, es decir, aquel que incrementa el dinero invertido, ya no pasa por la instancia de la producción del valor de uso o, incluso, por la producción física o semiótica de bienes” (…) “Claro que, y en esto hay que darle la razón a Berardi, el nivel de predominio del capital financiero en la actualidad es abrumador y constituye el eje central de la acumulación contemporánea hasta prácticamente reducir la producción de objetos materiales o inmateriales a la periferia en la búsqueda de rentabilidad. El semiocapitalismo se ha convertido en el punto máximo de abstracción del capital impactando directa y fulminantemente sobre individuos que viven, cada vez más, en el interior de realidades virtuales y bajo el signo de la desmaterialización de los vínculos intersubjetivos. Berardi agrega que la depredación del mundo real se hizo posible, en toda su extensión, en el preciso momento en el que el capital pudo prescindir de la producción de cosas útiles para centrarse casi con exclusividad en la dimensión abstracta de la circulación e inversión dineraria” (…) “El dominio de la abstracción generalizada como rasgo decisivo de la etapa neoliberal no sólo avanza sobre una depredación del mundo real sino que también deja sin capacidad de reflexión, y por lo tanto de crítica, a una humanidad que es incapaz de comprender los mecanismos que han definido una actualidad demoledora sobre la que parece imposible intervenir en un sentido político” (…) “En “Problemas en el paraíso. Del fin de la historia al fin del capitalismo” (Slavoj Zizek) señala que quizás “es aquí donde deberíamos localizar uno de los principales peligros del capitalismo: aunque es global y abarca todo el mundo, mantiene una constelación ideológica stricto sensu sin mundo, privando a la gran mayoría de la gente de cualquier mapa cognitivo significativo. El capitalismo es el primer orden socioeconómico que destotaliza el significado: no es global a nivel de significado. Después de todo no existe ninguna “cosmovisión capitalista”, ninguna “civilización capitalista” propiamente dicha: la lección fundamental de la globalización consiste en que el capitalismo se puede adaptar a todas las civilizaciones, desde la cristiana hasta la hindú o la budista, de Oriente a Occidente. La dimensión global del capitalismo sólo se puede formular a nivel verdad-sin-significado, como Real del mecanismo global de mercado” (…) “Hay una asfixia de la comprensión que es proporcional a la complejidad tecnológica a partir de la que se desplazan los infinitos flujos del capital financiero por la abstracción del éter informacional. Como si aquel sujeto de la ilustración se hubiera transformado en un individuo pasivo que es hablado por una realidad desmaterializada en la que solo parece imperar el reino de la ficción y la artificialidad. Nada queda de la apuesta kantiana que postulaba individuos autónomos y soberanos. El semiocapitalismo se mueve sin inconvenientes en el interior de una sociedad atrapada en las redes del binarismo digital. Bifo Berardi lo ha dicho de un modo directo y preocupante: “Hoy en día, la tecnología digital se basa en la inserción de memes neurolingüísticos y dispositivos automáticos en la esfera de la cognición, en la psique social y en las formas de vida. Tanto metafórica como literalmente, podemos decir que el cerebro social está sufriendo un proceso de cableado, mediado por protocolos lingüísticos inmateriales y dispositivos electrónicos. En la medida en que los algoritmos se vuelven cruciales en la formación del cuerpo social, la construcción del poder social se desplaza del nivel político de la conciencia y la voluntad, al nivel técnico de los automatismos localizados en el proceso de generación de intercambio lingüístico y en la formación psíquica y orgánica de los cuerpos” (…) “Más adelante, y siguiendo su deconstrucción de la era digital, Berardi precisa mejor su definición de la actual etapa de la sociedad dominada por la confluencia de lo semiológico y de lo financiero: “Llamo semiocapitalismo a la actual configuración de la relación entre lenguaje y economía. En esta configuración, la producción de cualquier bien, ya sea material o inmaterial, puede ser traducida a una combinación y recombinación de información (algoritmos, figuras, diferencias digitales). La semiotización de la producción social y del intercambio económico implica una profunda transformación en el proceso de subjetivización. La infoesfera actúa directamente en el sistema nervioso de la sociedad, afectando a la psicoesfera y a la sensibilidad en particular. Por esta razón, la relación entre economía y estética es crucial para entender la actual transformación cultural”.

En su edición del 28 de julio, Clarín publicó un artículo de Luis Alberto Romero titulado “El peronismo que necesitamos”. Escribió el autor: “En el futuro cercano, el peronismo deberá elegir entre extremar la polarización simbólica con el gobierno o buscar los acuerdos que permitan normalizar el país. Para ponerlo en términos personales: Cristina o Pichetto. Ambas alternativas coexisten hoy en una sociedad agitada por sentimientos encontrados: la guerra de las pasiones o la paz de la reconstrucción. La decisión, que nos involucra a todos, es demasiado importante para que la tomen solamente los peronistas. ¿Qué peronismo se adecua a las necesidades de todos los que privilegian el acuerdo? ¿Qué pueden hacer los no peronistas para estimularlo?” (…) “¿Qué es el peronismo? Eterna pregunta. Visto en perspectiva, es un movimiento de consistencia fluida, entre líquida y gaseosa, con una unidad íntima que es más fácil sentir que definir. Fue manejado por sucesivas franquicias-Perón, Menem, Kirchner-, que en cada ocasión interpretaron el humor de su tiempo y le imprimieron una forma singular. Allí reside el secreto de su perdurabilidad” (…) “La franquicia peronista hoy está libre, a la espera de quien conquiste su conducción. Para un aspirante, la condición primera es poder conducir a todos a la victoria, y a las dulzuras del poder. Pero hoy la tarea requiere aptitudes especiales, porque están en el llano, y el sentimiento no alcanza para pagarse una campaña, y porque el movimiento está desarticulado” (…) “Cristina tiene probadas aptitudes de liderazgo: aunque transita el camino del retiro, todavía está en forma, y conserva aptitudes para la jefatura. Pero nunca supo reconocer que tenía pares con los que dialogar. Puede ganar en Buenos Aires y consolidarse agitando las banderas del descontento. No es seguro que eso le alcance para disciplinar a la liga de gobernadores que hoy estructura al justicialismo, ni mucho menos para reintegrar a los escindidos” (…) “El modelo Pichetto les cuadra mejor” (…) “Cambiemos necesita acordarlo todo con otras fuerzas. ¿Qué peronistas necesita para normalizar el país y discutir proyectos futuros? Esos acuerdos no se hacen solo con debate público. Requieren muchísima negociación específica, de mesa chica, con toma y daca sobre cuestiones específicas. Solo al final vendrá el gran acuerdo público, el Pato de la Moncloa. Para negociar, lo ideal es tener un interlocutor orgánico. Si es democrático, republicano y respeta a las minorías, mejor todavía. Pero lo indispensable es que juegue según las reglas” (…) “El peronismo ya está en camino de aprender que el gobierno se gana y se pierde, y que a la larga, a todos les conviene tener algunas cosas básicas discutidas y acordadas” (…) “Los peronistas descubrirán las ventajas prácticas de jugar de acuerdo con reglas cuando confirmen que el resto de la comunidad también las sigue, y les va bien” (…) “Esta larga tarea de educación ya comenzó. Sería una pena que las necesidades de la campaña electoral la estropearan. Al oficialismo le toca una parte importante. Sin duda, debe pasarle a Cristina y a su grupo todas las facturas de corrupción y la mala gestión. Es lo que corresponde. Pero no debe activar el resentimiento del resto del peronismo, con quien deberá convivir y acordar. No debe mezclar a Cristina con Massa o Pichetto. La ley y la ética son objetivos irrenunciables. Pero si se mira el futuro, es mejor olvidar algunas cosas, tender puentes y cerrar algunas brechas Combinar las dos cosas es difícil. Es un arte, pero para eso tenemos a los políticos”.

En su edición del 28 de julio, La Nación publicó un artículo de Natalio Botana y un editorial titulados, respectivamente, “Liderazgos hegemónicos que enfrentan un futuro incierto” y “El triunfo de la impunidad”.

Escribió Botana: “(…): ¿qué destino tendrán los liderazgos que, con pretensión hegemónica, reinaron a partir de los noventa del último siglo en gran parte de América del Sur? La respuesta, aparentemente obvia, señalaría el crepúsculo de aquellas experiencias y acaso un oscurecimiento que muchos desean definitivo. En el combate ideológico armado en torno a dos palabras que se disparan como proyectiles, el denostado populismo estaría pues cediendo posiciones frente al también denostado neoliberalismo. Es una lucha de contrarios equipada con conceptos tan amplios que dicen muy poco para explicar y mucho para agraviar. En busca de alguna explicación podríamos constatar que los liderazgos hegemónicos transitan por dos caminos. Por un lado, el derrotero que los llevaría a la dictadura; por el otro, el rumbo para alcanzar una revancha electoral. En el primero se debate Venezuela en un charco de violencia; en el segundo se juegan las apuestas electorales de la Argentina y Brasil” (…) “Pese a las diferencias, sobre los dos caminos se proyecta la sombra de la sucesión entre regímenes opuestos. En Venezuela este antagonismo es extremo. Dos regímenes se enfrentan en el espacio público con estructuras institucionales opuestas. Un gobierno heredero de Chávez, en el cual el componente militar y cubano es determinante, y una oposición atrincherada en una Asamblea Legislativa que acaba de designar su propio Tribunal Supremo de Justicia” (…) “Las dos naciones con mayor peso, Cuba y Estados Unidos, por ahora callan o lanzan bravuconadas al estilo de Trump. ¿Sacudirán los comicios del próximo domingo la molicie que embarga a la comunidad regional e internacional? ¿O acaso podrían suspenderse en aras de una concordia aún lejana?” (…) “Hasta prueba en contrario, el mensaje que Maduro ha dirigido al mundo se engarza con el destino histórico de las dictaduras: a mayor capacidad de coacción y de unidad en las fuerzas armadas, menores oportunidades de que las oposiciones hagan valer sus demandas de libertad y restitución del Estado de Derecho. La capacidad de coacción, tan débil en la represión del delito común (Venezuela tiene una de las tasas de homicidio más altas de la región, después de El salvador y Honduras), aumenta en el plano político en la medida en que la corrupción ligada al narcotráfico y al manejo de los resortes del Estado tenga bien atadas, por las peores razones, a las fuerzas armadas” (…) “En Venezuela el tiempo ha devorado las mejores intenciones de reconciliación. En Brasil y en la Argentina, el tiempo no tiene la característica de chapotear en la ilegitimidad, sino que se encarrila a través de los procesos electorales. Es un rasgo que, si bien nos coloca en las antípodas de Venezuela, no ha disipado la incertidumbre acerca de lo que vendrá” (…) “Ésta es la línea que nos separa de Venezuela: en la Argentina se respetó la regla básica de la democracia que consiste en la voluntad libre del ciudadano expresada en elecciones competitivas; en Venezuela esa regla podría ser eliminada el próximo domingo y en su reemplazo regiría otra al arbitrario servicio del Poder Ejecutivo. Se consumaría así el entierro de una constitución que, paradójicamente, impulsó Hugo Chávez. Como se ve, hacer del carisma fundador una rutina no es nada fácil” (…) “Sin embargo, aun cuando el control de la sucesión haya sucumbido por incompetencia o por hechos de corrupción, la popularidad de los líderes no decrece del todo. Este desconcierto proviene de la resistencia de las raíces hegemónicas en nuestras sociedades. Gracias a una coincidencia de tendencias positivas a principios de este siglo, que empujaron el crecimiento y el consumo popular, dos creencias apuntalan aquella vigencia: la creencia de que el pasado próximo fue mejor y la creencia de que el presente no resuelve nada y produce más daño. Esto se debe a que los gobiernos que suceden ese pasado pagan el costo de la pretendida fiesta popular. Se trata de creencias en las cuales, como decía Ortega, la gente está instalada, y actúan como un velo que oculta otras realidades, entre ellas la más evidente de la corrupción. A ello se agrega otro factor relevante: ¿es acaso posible disponer de una justicia en forma, con calidad ética y procesal, y con la autoridad suficiente para combatir el flagelo de la corrupción? En Brasil, esa justicia existe y responde; en la Argentina, no. Lo cual demostraría que la querella de las creencias ha invadido también los estrados judiciales”.

Escribió el mitrismo: “Ni ganaron el kirchnerismo y sus socios ni perdió el oficialismo. La sesión de anteayer de la Cámara de Diputados en la que se resolvió no expulsar a Julio De Vido de ese cuerpo tuvo una única ganadora, la impunidad, y una gran perdedora, la transparencia” (…) “A lo largo de nueve horas de intenso debate, ninguno de los tenaces defensores del ex ministro de Planificación del kirchnerismo rescató sus cualidades morales” (…) “Una cosa hay que rescatar de todos esos apoyos recibidos por el ex ministro. Si no fuese por la sesión de anteayer no conoceríamos ni las caras ni las voces de decenas de diputados que entraron a la Cámara Baja escondidos entre los pliegues de las listas sábana que, no causalmente, el mismo kirchnerismo se niega a desterrar” (…) “Otro de los puntos para anotar en el delgado haber de la sesión de anteayer es que el propio De Vido haya tenido que enfrentar personalmente ante una cámara inusualmente colmada las imputaciones políticas que se le hacen a partir de su actuación como funcionario nacional de tres gestiones gubernamentales. También, que haya quedado plasmado el espíritu corporativo del kirchnerismo para defender a colegas impresentables” (…) “El propio de Vido no tuvo nada para defenderse de lo que se le imputa” (…) “Hay que decir que el mecanismo por el que el oficialismo llevó la situación de De Vido a la sesión de anteayer pudo no haber sido el más apropiado. También, que numerosos jueces dependientes del poder político hicieron mucho para que las causas contra De Vido no se movieran en los tribunales durante más de una década. Anteayer el kirchnerismo sólo ganó tiempo. Salvó la ropa. La condena social ya le fue dada” (…) “Hacemos nuestras las palabras del jefe del interbloque de Cambiemos, Mario Negri, cuando antes de la votación sostuvo: “No importa ganar o perder. Se trata de sembrar valores y protegerlos”.

En su edición del 27 de julio, La Nación publicó un artículo de Daniel Gustavo Montamat (“Los consensos que serán necesarios tras las elecciones”) y un editorial titulado “Más populismo judicial”.

Escribió Montamat: “Parafraseando lo que repiten los adictos anónimos en rehabilitación, los argentinos deberíamos recordar que somos antirrepublicanos y populistas “en recuperación”. Ni la república está recuperada ni está despejado el camino al desarrollo económico y social. Más allá de las motivaciones pragmáticas que orientan el voto, la sociedad debe saber que cuando confrontamos pasado y futuro, como en las próximas elecciones, estamos optando por mucho más que grados de transparencia y eficacia en una gestión: estamos eligiendo rumbos alternativos para solucionar las urgencias del presente y abordar desafíos futuros” (…) “Los dichos de Fernanda Vallejos, candidata a primera diputada nacional por Unidad Ciudadana, representan mucho más que una chicana política de inicio de campaña. “La transparencia estaba en el gobierno anterior, la corrupción es un invento de los medios”, expresó la candidata” (…) “Así, Vallejos está reivindicando un pasado populista y antirrepublicano exacerbado por el gobierno anterior, pero muy arraigado en la sociedad argentina” (…) “El doble estándar para exculpar al ex vicepresidente tiene una larga tradición facciosa. Todavía recordamos la genuflexión de muchos intelectuales de izquierda para minimizar e ignorar los crímenes y delitos de lesa humanidad que se cometían en países comunistas. Ni qué hablar de otros fanáticos de la extrema derecha buscando racionalizar los horrores del holocausto nazi” (…) “Peor, convivimos con fanatismos religiosos premodernos que en aras de los fines santifican los medios (el asesinato se exalta como martirio). En la “modernidad líquida”, el doble estándar moral que usa Vallejos abreva en el relato populista (amigo-enemigo/pueblo-antipueblo) que potenció el kirchnerismo. En pleno auge del relativismo moral y de las verdades “líquidas”, ahora es el relato el que redime. No importa si las conductas en cuestión tipifican figuras penales varias; el “enemigo” representa intereses espurios que lo inhabilitan como acusador, denunciante o juez” (…) “Pero Vallejos fue más allá en su exposición de ideas al denunciar “la corrupción estructural de los gobiernos liberales”, una convicción compartida por muchos compatriotas” (…) “Según estos pensadores (Donoso Cortés y Carl Schmitt), la democracia en los regímenes liberales es sólo formal y no tiene ethos que inspira a los pueblos a vivir en comunidad. Carl Schmitt planteó la política como conflicto y del conflicto derivó la confrontación “amigo-enemigo”, “pueblo-antipueblo”, en la que abrevó el intelectual populista inspirador de los K Ernesto Laclau. Como los marxistas y los fascistas, los populistas también piensan que la democracia liberal (la de nuestra constitución) da cobertura a una organización económica injusta y corrupta que identifican con el sistema capitalista. Aunque la generalización que hacen se da de bruces con la democracia liberal de los escandinavos, por ejemplo, y es incapaz de explicar el giro chino a la economía de mercado con un régimen de partido único, la Argentina no ha podido desde el golpe del 30 exorcisar la idea de que la democracia de la Constitución es débil y que la suma de consensos políticos dentro de su marco es signo de resignación y contubernio. El poder, en la visión de estos críticos, se ejerce con un Congreso sumiso y una justicia dependiente” (…) “Por todo esto, el debate de ideas entre la opción republicana y la opción populista pone en juego mucho más que una gestión: elegimos los instrumentos institucionales del cambio. En los rumbos alternativos se definen la división y la independencia de los poderes, la alternancia, los controles, la libertad de expresión, el pluralismo, el rol de los partidos políticos, la cantidad y la calidad de los bienes públicos que presta el Estado, su financiamiento, el desarrollo económico y social inclusivo, la creación de empleos formales y la superación de las lacras de la pobreza y la exclusión que nos avergüenzan” (…) “Los consensos básicos permiten la coexistencia de un poder limitado y equilibrado con la posibilidad de atender las prioridades presentes y de generar un proyecto colectivo en una sociedad plural. Los consensos son consustanciales con la república” (…) “Y los consensos básicos liminares para pavimentar la ruta republicana son tres: un nuevo pacto fiscal, una reforma política y una reforma judicial. Ya existen proyectos de leyes para avanzar en estos acuerdos; resta la voluntad política y el respaldo electoral que se definirá en octubre” (…) “A partir de estos consensos básicos plasmados en leyes, vendrán otras políticas de Estado que irán forjando el proyecto de futuro” (…) “Siempre es bueno recordar la repetida frase de Keynes inserta en la última página de la “Teoría general de la ocupación, el interés y el dinero”: “Las ideas de los economistas y los filósofos políticos, tanto cuando son correctas como cuando están equivocadas, son más poderosas de lo que comúnmente se cree. En realidad el mundo está gobernado por poco más que esto…Estoy seguro de que el poder de los intereses creados se exagera mucho comparado con la intrusión gradual de las ideas”. Son las ideas, mucho más que los intereses, las que tienen a la Argentina varada en el subdesarrollo, con crisis institucionales periódicas e índices alarmantes de pobreza y exclusión”.

Escribió el mitrismo: “Un fallo reciente de la Corte Suprema… benefició a Luis Muiña-condenado por delitos aberrantes-por la aplicación de la llamada ley del “dos por uno”, vigente en ese momento. El máximo tribunal aplicó el principio de la ley más benigna, en la interpretación de que aquella norma no había excluido de su alcance los llamados delitos de lesa humanidad” (…) “Por ello, el fallo citado había aplicado correctamente el derecho que estaba vigente al tiempo del delito, más allá de las repudiables características del crimen mismo y de la personalidad de su autor” (…) “Las normas se aplican a todos por igual, porque la Justicia debe tener una sola vara, con prescindencia de consideraciones políticas o ideológicas. Esa vara es la misma para todos. Y como la decisión, reiteramos, se tomó conforme al derecho vigente al tiempo de ser emitida, obviamente no había otra alternativa que aplicar y hacer cumplir la ley” (…) “Ahora se ha puesto nuevamente en marcha otro aberrante pedido de juicio político contra los tres altos magistrados que conformaron la mayoría en el fallo antes aludido, fundado en los parámetros que conformaron la decisión y pese a que ella se ajustó, como hemos dicho, al derecho vigente al tiempo de ser pronunciada” (…) “En las democracias, cada juez es un universo en sí mismo. Debe ser independiente. Por ende, no puede ser tenido por agente de ningún de los demás poderes ni estar sujeto a presiones políticas de ningún tipo. Ello exige respeto por las opiniones de los magistrados, de las que sólo ellos son dueños. No es posible pensar en una justicia independiente si, desde ciertos organismos de derechos humanos, se procura que los jueces tengan una suerte de uniformidad ideológica, una única visión sobre algunos temas. O, peor aún, que sean instrumentos de terceros. Los jueces son los encargados no sólo de hacer justicia en los casos individuales, sino también de proteger y salvaguardar la constitución, así como de defender las instituciones y los valores centrales de la democracia, entre ellos los de la separación de poderes, el respeto por el estado de derecho, la vigencia efectiva de los derechos humanos y, naturalmente, también de su propia y crucial independencia en el actuar” (…) “La democracia exige una actitud de tolerancia hacia las opiniones y creencias de los demás. Lo contrario es pretender uniformar puntos de vista o unificar actitudes. La tolerancia es una fuerza esencial desde que nos permite vivir juntos y, sin embargo, poder mantener nuestras diferencias sin imponernos unos a otros una sola conducta ni un discurso único” (…) “La independencia de los jueces exige que cada uno de ellos sea realmente libre para decidir con auténtica objetividad e imparcialidad las causas que se le someten, con su propia valoración de los hechos e interpretación del derecho” (…) “Los magistrados no pueden estar expuestos a ser arrinconados por presiones ni a transformarse ellos mismos en instrumentos de coacción o intimidación. En los últimos años, durante los recientes gestiones kirchneristas, se procuró transformar a muchos de ellos en “militantes”, en personas sin independencia de criterio o agentes al servicio de ideologías particulares, cuando no una suerte de brazo dócil de la política partidaria, como es el caso de la agrupación Justicia Legítima” (…) “Es indispensable denunciar y desterrar esas prácticas. Y defender con claridad la independencia de nuestros jueces asignándoles el papel que las democracias les tienen reservado: ser un instrumento esencial contra la arbitrariedad tanto del sector público como del privado, poniéndolos a salvo de quienes procuran manipularlos” (…) “Como hemos sostenido desde estas columnas, procurar sentar en el banquillo de los acusados a tres ministro de la Corte que actuaron aplicando la ley con valentía y total independencia del poder político importa una actitud reprobable, temeraria y propia del populismo judicial”.

En su edición del 23 de julio, Perfil publicó un artículo de Jorge Fontevecchia titulado “Enojados con Macri”. Escribió el autor: “(…) Como metáfora de la tendencia argentina a quedar fijados en el pasado, en la columna anterior cité el artículo “How times flies”, del diario The Guardian, explicando que los aimaras tienen una particular visión del tiempo: el pasado está adelante” (…) “La pregunta es si las continuas crisis económicas argentinas fueron reduciendo las expectativas de un futuro mejor y la última esperanza que encendió Macri se consumió casi veinte meses sin resultados económicos” (…) “Macri no fue al aniversario de la Bolsa el jueves porque “no le da votos mostrarse con empresarios” ya que se lo acusa de ser el gobierno de los ricos” (…) “Una paradoja: Macri no satisface económicamente ni a los ricos ni a los pobres (quizás a la larga ése pueda ser su acierto) y los empresarios que lo imaginaron como Menem lo comparan cada vez más con De la Rúa. Como Menem, porque imaginaban que tardaría un tiempo de prueba y error pero, pasado un año, encontraría la palanca del crecimiento y-como fue a comienzos de los años 90-simultáneamente el mercado interno de consumo se reactivaría con algo que produjera el efecto del Plan de Convertibilidad” (…) “Si los resultados económicos que promete Macri son a mediano plazo, no es casual que tenga más roces con los empresarios tradicionales, que normalmente tienen mayor edad y se les dificulta esperar otro período presidencial para que despeguen las inversiones y se valoren sus activos” (…) “El gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, en el medio de la cumbre de presidentes del Mercosur en su provincia, dijo: “Aunque no le guste al Presidente, somos un gobierno de transición, cuyo mayor logro será sentar las bases para el desarrollo, pero los ciudadanos no van a alcanzar a advertirlo durante su período”. Tácticamente, Cornejo sostuvo que Cambiemos es un gobierno de transición porque, al no alcanzar a percibir el desarrollo, los ciudadanos no votarán por la reelección de Macri. El círculo rojo se frustra, pero en los niveles medios, donde se votó a Macri esperando que erradicara al kirchnerismo para siempre, la decepción podría transformarse en odio si el fracaso del Presidente trajera de regreso a los K” (…) “Macri gozó durante casi veinte meses de una paciencia aimara en la sociedad que lo votó, que aplaudía cualquier acierto y minimizaba sus errores” (…) “Si la técnica del gradualismo de Macri terminara teniendo éxito político primero y económico después, es decir alcanzara para no resucitar al kirchnerismo en 2017 y generara sólido crecimiento económico para 2019, sería vitoreado por la tribuna. Por el contrario, si el kirchnerismo reconquistara protagonismo y la economía creciera tímidamente recuperando poco más de lo perdido, el enojo con Macri sería mayúsculo” (…) “No pocos empresarios se consuelan diciendo que, aunque Cristina Kirchner fuera electa senadora y Macri no fuera reelecto en 2019, no sería el kirchnerismo el que vendría a sucederlo sino un peronismo igualmente moderado y razonablemente pro mercado, como imaginaban hubiera sido Scioli” (…) “Un Macri de transición, como imagina el gobernador radical Alfredo Cornejo, pero no hacia el kirchnerismo, que sería un regreso al pasado, sino hacia alguna forma de panperonismo, una forma mejorada y modernizada de un presidente como hubiera sido Scioli, con quien ya se habían resignado a convivir, con la ventaja de no tener a Zannini de vicepresidente y tener las tarifas, los precios relativos y la macroeconomía ya ordenados. Ojalá no haya que esperar hasta 2020 para que la Argentina crezca y otros sean los escenarios”.

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