Por Hernán Andrés Kruse.-

En su edición del 13 de diciembre, Página/12 publicó un artículo de Miguel Jorquera titulado “La reforma avanza a los gritos y empujones”. Escribió el autor: “En un plenario de comisiones cargado de tensión, discusiones, trifulcas y discursos encendidos de oficialistas y opositores, Cambiemos logró en Diputados dictamen favorable a la reforma previsional que el gobierno pactó con los gobernadores peronistas y que podará entre 75 mil y 100 mil millones de pesos anuales a jubilados, pensionados, discapacitados, asignaciones familiares, beneficiarios de las asignaciones universales por hijo y embarazo, para tapar agujeros financieros de la administración central y las provincias. La oposición terminó por unificar un dictamen de rechazo entre el FPV-PJ, el Frente Renovador y los puntanos de Compromiso Federal a los que se sumarían el Movimiento Evita, el FIT y Libres del Sur a los que el oficialismo excluyó de las comisiones de Presupuesto y Previsión Social” (…) “En Cambiemos evaluaban ayer adelantar la sesión para este jueves con el objetivo de evitar tratar la reforma previsional en medio de una marcha de protesta que convocarían sectores sindicales, sociales y políticos para el 19 de diciembre” (…) “Mientras el ex menemista y ahora macrista Eduardo Amadeo era ungido presidente de la comisión de Previsión Social, diputados de distintos bloques, dirigentes sindicales, jubilados y personas con discapacidad pugnaban por vencer el último piquete del personal de seguridad de la cámara Baja para subir el último piso y acceder a la sala más grande del Anexo C de Diputados” (…) “Ahí ya estaban los ministros de Trabajo, Jorge Triaca, de Hacienda, Nicolás Dujovne, y el titular de la Anses, Emilio Basavilbaso, que serían los únicos oradores en defensa del proyecto oficial” (…) “Triaca comenzó su disertación apoyado por un powerpoint con un primer paño titulado “sustentabilidad previsional” con la firma de su ministerio y Presidencia de la Nación. Un numeroso grupo de jubilados y trabajadores de distintos gremios comenzaron a abuchearlo. “Es lo que votó el pueblo argentino unos meses atrás”, replicó el ministro y reprochó “el desprecio por los valores democráticos” (…) “Triaca no pudo continuar y un grupo de trabajadores identificado con el Apops (el gremio de la Anses) que reclamaban participación en la discusión se cruzaron con la seguridad de la Cámara. El jefe del bloque del FPV-PJ, Agustín Rossi, en una demostración de buen estado físico, saltó una mesa para interponerse entre los dos grupos y frenar la pelea” (…) “El bancario Sergio Palazzo advirtió sobre la inconstitucionalidad de la retroactividad de la ley y que no se trataba de “un ahorro para el estado sino una transferencia de recursos desde los sectores más vulnerables a favor de poderosos empresarios que dejan de pagar impuestos”. “Son un Robin Hood al revés: le roban a los más pobres para dárselo a los más ricos”, sentenció. Leonardo Fabre, de Apops, sostuvo que “es una reforma vergonzosa que desfinancia deliberadamente a la Anses que como en los ´90 aplican las recetas del FMI y privatizan el sistema previsional”. “Ustedes quieren cumplir solo con los extranjeros. No nos vamos a olvidar lo que firmen hoy”, sentenció” (…) “Es una gran estafa al pueblo argentino”, dijo Sonia Alesso, de Cetera, y advirtió que esta política previsional y económica termina como en 2001, con “maestros sin cobrar en las provincias, bonos y cuasimonedas para pagar los intereses de la deuda externa hambreando a nuestro pueblo y los trabajadores” (…) “Es un plan de ajuste terrible de Macri sobre los sectores más vulnerables que son los niños y los jubilados” y que “las cajas de jubilaciones provinciales también estarán afectadas por la ley de reparación histórica”, dijo el abogado previsionalista Cristian D’Alessandro” (…) “El diputado de Unidad Ciudadana Leopoldo Moreau le dedicó un párrafo de un discurso extenso y muy aplaudido a la reparación histórica: “sirvió solo para que en la lista de los amigos del gobierno y familiares del presidente blanquearan, que solo exteriorizaron pero no trajeron al país, tres mil millones de pesos que tenían en paraísos fiscales”.

En su edición del 12 de diciembre, Página/12 publicó un artículo de Federico Kucher titulado “El plan de ajuste a los jubilados no se toca”. Escribió el autor: “El gobierno confirmó que no habrá cambios en la reforma previsional ratificando el ajuste sobre los jubilados, quienes perderán en conjunto unos 100 mil millones de pesos el año próximo, incluyendo otras pensiones, asignaciones familiares y titulares de la Asignación Universal por Hijo. Esto lo afirmó el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, ayer a la tarde en Diputados. Por la mañana ya había ofrecido un adelanto en una charla con periodistas en Casa de Gobierno. La reforma saldrá “sin cambios”, dijo” (…) “En el congreso, Dujovne planteó que el país tiene un nivel record de impuestos distorsivos y que los cambios son claves para reordenar la estructura tributaria. “Tenemos un esquema impositivo que es inequitativo, limita la creación de empleo e impide el desarrollo”, argumentó. Es complejo entender cómo las reformas lograrán equidad si golpean el poder adquisitivo de sectores vulnerables como los jubilados y se concentran en recuperar el equilibrio fiscal para asegurar el pago de intereses de la deuda” (…) “Dujovne no hizo aclaraciones sobre el impacto que tendrá la reforma previsional sobre el nivel de vida de los adultos mayores. Este diario publicó a finales de noviembre un detalle de cómo impactará la reforma en los aumentos de las jubilaciones de marzo. En lugar de subir un 12 por ciento, que sería el aumento vinculado con la fórmula actual, subirá un 5,7 por ciento a partir de los cambios en la fórmula incluidos en el proyecto de Ley” (…) “En otras palabras: los haberes previsionales, si se cumplen los dichos de Dujovne acerca de que la reforma pasará sin cambios por el Congreso, recibirán la mitad del aumento. La nota de Página/12 titulada “La fórmula de la infelicidad” precisó no sólo porcentajes sino números concretos: los jubilados con la mínima que iban a recibir un aumento de 870 pesos recibirán en cambio 455 pesos si se aprueba la reforma antes de fin de año” (…) “Un reciente informe de la Asociación de abogados y abogados laboralistas concluye además que la reforma previsional es “inconstitucional, regresiva y que vulnera los derechos humanos de los trabajadores”. Horacio R. González y Luciano González Etkin advierten que la aplicación retroactiva de la fórmula aprobada en el senado vulnera el derecho constitucional a la movilidad jubilatoria y el derecho de propiedad, tutelados en los artículos 14 bis y 17 de la Constitución Nacional. La propuesta de sustituir la fórmula de movilidad por otra incluye aplicar la nueva en forma retroactiva respecto de un período ya cumplido, casi en su totalidad (julio-diciembre de 2017). Se actualizarán los montos considerando la inflación semestral con un rezago de seis meses” (…) “La regresividad de las reformas y los cambios en contra del poder de compra de amplios sectores de la población no fueron un problema para Dujovne al momento de defender la propuesta oficial: “La Argentina necesita modificar su estructura impositiva. Solo así va a poder sostener tasas de crecimiento como las que necesitamos para derrotar la pobreza, para crecer sostenidamente no durante 2 ni 3 años, sino por 10 o 20 años, por lo cual les pedimos a todos los diputados que nos acompañen con el voto para esta reforma”, cerró el ministro, insistiendo sin decirlo con la teoría del derrame: si los que más tienen ganan más, los que menos tienen también van a estar mejor”.

En su edición del 11 de diciembre, Perfil publicó un artículo de Sergio Berensztein titulado “La degradación”. Escribió el autor: “La historia judicial de la Argentina está plagada de casos de impunidad. La causa AMIA es uno de ellos, y la gravísima denuncia que había hecho Alberto Nisman antes de ser asesinado se encaminaba a terminar igual. Esta semana se cumplía un año desde que la Cámara de Casación había ordenado reabrir la investigación por traición a la patria en relación con el memorándum de entendimiento (¿encubrimiento?) con Irán” (…) “En primer lugar, estamos frente a interrogantes claves respecto de la naturaleza del proceso de toma de decisiones de política pública en nuestro país. ¿Tenemos claramente definido y consensuado un conjunto de objetivos estratégicos que orienten las decisiones públicas más allá del gobierno de turno o de circunstancias específicas?” (…) “¿Tenemos equipos de profesionales capaces de evaluar las propuestas y sugerir alternativas respecto del diseño, la implementación, el control y los posteriores ajustes de una política pública determinada? Estas preguntas no son menores y ponen de manifiesto un, al menos hasta ahora, funcionamiento irregular, improvisado y de baja calidad de nuestros gobiernos” (…) “En segundo lugar, este caso nos permite analizar el impacto de estas deficiencias recién señaladas con foco en la política exterior y en materia de seguridad y lucha contra el terrorismo. No es sencillo comprender por qué Argentina cambió tan súbitamente la relación con Irán. ¿Qué motivos reales justifican semejante giro en el vínculo con un país que había sido denunciado por todos los presidentes argentinos, desde 1994 en adelante, incluyendo ciertamente a los Kirchner, como autores intelectuales del atentado a la AMIA?” (…) “Ojalá que esta investigación permita comprender todos los detalles. Más allá de eso, nótese que la elaboración del memorándum no contó con la colaboración de especialistas de Cancillería, ni de los ministerios de Defensa o de Justicia. Tampoco se consultaron grupos de especialistas, académicos, organismos de la sociedad civil u otras fuentes que permitieran validar y mejorar la concepción y la redacción del memorándum” (…) “En tercer lugar, podemos también reflexionar sobre algunos aspectos del funcionamiento del Poder Judicial y de las visiones sesgadamente ideologizadas que al respecto existen en el país. En efecto, que una denuncia tan grave derive en la muerte del fiscal que la impulsaba y dispare una insólita serie de ataques personales sobre su figura y su integridad por parte de las principales figuras del gobierno en funciones, ¿no despertó ninguna inquietud o sospecha por parte del juez Rafecas? Más recientemente, la dura polémica respecto de la utilización de la prisión preventiva parece ignorar el hecho de que la mayoría de los presos argentinos, incluso algunos imputados con delitos de violaciones a los derechos humanos cometidos durante la última dictadura militar, están privados de su libertad precisamente por la utilización de ese instrumento. ¿Por qué antes estaba bien y ahora está mal?” (…) “En cuarto lugar, debe revisarse aquí el papel del Congreso, que aprobó en sesiones extraordinarias el memorándum en apenas dos semanas, a finales de febrero de 2013, sin modificar ni una coma ni debatir mínimamente un proyecto de semejante envergadura” (…) “En síntesis, el Congreso está más acostumbrado a adaptarse a los caprichos del gobernante de turno, aunque se trate de casos estrambóticos como el memorándum con Irán, que a ejercer su papel como integrante medular del sistema de frenos y contrapesos que dispone nuestra Constitución” (…) “Ojalá podamos comenzar a revertir el proceso de degradación institucional que vive la Argentina, uno de cuyos capítulos más lamentables es precisamente el que nos ocupa ahora”.

En su edición del 11 de diciembre, Página/12 publicó artículos de Eduardo Aliverti (“Yo no fui”), Mempo Giardinelli (“Carta al Sr. Presidente, dos años después”) y Washington Uranga (“La trama invisibilizada”).

Escribió Aliverti: “El gobierno dejó trascender, en varios medios y a través de las voces en off de algún ministro y otros funcionarios, que tiene disgusto y preocupación frente al disparate ejecutado por la Justicia en la causa del memo de entendimiento con Irán” (…) “Una mirada principal sobre la inquietud oficialista es que sólo, o en esencia, consiste en la estratagema del “yo no fui”. Amparado en el cinismo de la independencia de poderes, obviando como si nada fuera la asociación entre el club de Comodoro Py y Casa Rosada, decidido a sostener contra viento y marea que el juez obró por su cuenta y que no es responsabilidad oficial si está loco, el gobierno hace correr esa interpretación mientras festeja-y cómo-por lo bajo” (…) “Otra mirada es que el oficialismo está auténticamente preocupado porque la repercusión social del tema no le juega a favor de ninguna manera, debido a que la locura del fallo abre encono o sospechas en sectores indispuestos con el kirchnerismo pero tampoco prestos a ser (tan) indiferentes ante una clara maniobra persecutoria. Menos que menos cuando el escenario de la economía, anuncios de tarifazos mediante y con una inflación que no terminan de controlar, es amenazador entre su clientela de clase media hasta ahora firme” (…) “Una tercera hipótesis es que la supuesta inquietud macrista no pasa en absoluto por los efectos sociales de la cacería desatada contra opositores, que el fallo judicial extremó, porque mantendría vigencia que el rencor contra Cristina sigue siendo un capital simbólico mucho más fuerte que cualquier evidencia indigesta del dictamen o panorama económico. No es la República ni las horrorosas derivaciones de una sentencia lo que importa a los republicanistas de Cambiemos. Sí se trataría de los alcances estrictamente políticos del fallo, al haberle proporcionado a CFK un papel de víctima que abroqueló en torno a ella a una parte de la dirigencia peronista con la que ya estaba cocinado su aislamiento” (…) “Es cierto que ahora penderá sobre ella, en su mandato senatorial, la espada de Damocles que en algún momento podrían desaforarla. Pero también lo es que Cristina no será ni de cerca una senadora callada, insulsa. Por su personalidad, por empezar. Y además de eso, los cálculos del macrismo darían que ella aprovechará su potencia de victimización para demostrar que nada la detiene y que, en consecuencia, el chantaje obrará en sentido inverso” (…) “Cuarta conjetura, exactamente al revés de la anterior: lo que el macrismo necesita es una Cristina cuanto más activa mejor, por aquello de que, mientras más protagonice, más se reforzará el rechazo mayoritario que genera. En esta presunción, el fallo de Bonadio le calza perfecto al objetivo macrista de evitar que vaya presa. ¿Cómo se explicaría, de lo contrario, que el fallo se haya producido literalmente a horas de que Cristina quedase protegida por los fueros?” (…) “No sólo es una obviedad. Es un escándalo” (…) “¿Cuál es el denominador común de todas esas especulaciones o de toda otra, que a su vez conectan entre sí? Que cualquiera sea la presunción escogida, se acaba en un mismo desenlace: es el clima y la determinación propiciados por el gobierno lo que habilita que el juez se mande solo, o que lo haya hecho en articulación con el Ejecutivo, o que haya respondido en primer término a su patronal mediática que a la par es constitutiva del poder corporativo-político-judicial. Todo concluye en la atmósfera de persecución, y del intento de disciplinar socialmente a las dirigencias opositoras más contestatarias junto con los sectores díscolos” (…) “Si persiguen y se ahoga un artesano solidario con la comunidad mapuche, y si acaso perviven indicios y pruebas contundentes de que fue consecuencia de la represión de Gendarmería, el gobierno se guarece en el “yo no fui”. Si matan un pibe por la espalda, yo no fui y en todo caso a las fuerzas de seguridad les corresponde el beneficio de la duda” (…) “Yo no fui si montan un circo mediático con los apresamientos de ex funcionarios, gracias a una puntualidad portentosa para no estar ni un segundo después de que se realice el operativo. Es humillación, es morbo, pero yo no soy. Yo no fui el de los servicios que se infiltraron en una de las marchas por Maldonado para cazar manifestantes” (…) “Yo no fui el de la represión a los estatales de Neuquén, fue la policía y ya se investigará” (…) “Más bien que tampoco fui yo el del manejo informativo en la tragedia del submarino. Fue la Armada, yo no tengo nada que ver” (…) “En medio de ese tipo de circunstancias que vuelven a ser producto de una casualidad permanente, asimismo no deja de estremecer la infinita cantidad de vueltas que se le pegan al fallo de marras” (…) “Sencillamente, se cruzó el límite de judicializar una decisión política aprobada por el Congreso de la Nación. El límite de usar la figura de traición a la Patria para hostigar y encarcelar opositores, con una liviandad que no puede atravesar procesos ulteriores a menos que, como señala Eugenio Zaffaroni, la Cámara Federal, la de Casación Penal y la Corte Suprema se conviertan en prevaricadores. Tanto que preocupa la seriedad institucional frente al mundo de los países serios, he aquí un papelón internacional. Se cruzó el límite de encarcelar gente por el presunto delito de un hecho que no se consumó. El de acusar de complicidad al secretario general de Interpol. El de venir a enterarnos que estábamos en guerra con Irán. Pero yo no fui”.

Escribió Giardinelli: “Sr. Mauricio Macri: ayer domingo usted cumplió dos años como presidente de mi país, y entonces hacer un balance me parece necesario y oportuno. Sobre todo porque en mi opinión, y en la de muchos calificados juristas y ciudadanos, usted y su gobierno vienen incumpliendo sistemáticamente la Constitución Nacional y las leyes, destruyendo el sistema y el estado de derecho” (…) “Usted y su gobierno destruyeron la Corte Suprema y sometieron al Poder Judicial, acabando con la última credibilidad popular en la Justicia” (…) “Así funciona esta república degradada: el sistema de medios de (in)comunicación a su servicio se dedica a mentir y condenar; los jueces serviciales, casi todos, son adictos al prevaricato, que es el delito consistente en dictar sentencias injustas a sabiendas…y usted se hace todo el tiempo el distraído” (…) “Ninguno de los millones de argentinos honrados dudó ni duda de que seguramente hubo corrupción en los últimos 12 años…y ninguno de nosotros dejó de condenarla siempre. Pero lo infame es la utilización y fogoneo que ustedes siguen haciendo, en realidad solamente para garantizarse impunidad ahora que la corrupción es sello y símbolo de su propio gobierno…que es una corrupción muchísimo mayor y sobre todo más cínica y dañina” (…) “No crea, señor presidente, que no nos damos cuenta de que las condenas mediáticas, los sonsonetes de sus tinterillos y las diatribas de sus perros ladradores son meras artimañas distractivas para confundir a nuestro pueblo” (…) “Pero todos los engaños, en política, tienen patas cortas y a la larga se descubren. Usted lo sabe muy bien puesto que jamás logró, ni logrará, tapar los escándalos que protagonizó” (…) “Pero lo más grave no es eso, fíjese. Lo más grave de todo es que su gobierno produjo ya la muerte de por lo menos 46 compatriotas: Santiago Maldonado, Rafael Nahuel y los 44 tripulantes del submarino San Juan” (…) “Y usted sin decir una palabra” (…) “Ni Menem hizo tanto y tan mal, teniendo, igual que ustedes, el apoyo ciego de esa misma cuarta parte egoísta y desalmada de nuestra sociedad. Moderada a veces, fanatizada y cargada de odio otras, vacía de ideas siempre. Y enferma de un antiperonismo sanguíneo, de un secular antiradicalismo popular, y además racista. Demasiado, odian a los negros, los morenos, los aborígenes y se les nota. Han logrado quebrar incluso a la colectividad judía, a la que también despreciaron siempre y que hoy está dividida como nunca antes” (…) “Es por eso que hoy nos duele tanto la Patria. No sé si usted entiende de esto, pero nos duele, señor presidente, porque nosotros sabemos que lo mejor de esta tierra y los mejores momentos del pueblo argentino fueron obra de nuestros próceres verdaderos: Belgrano y Moreno, San Martín y Rosas, Sarmiento incluso a pesar de sus excesos verbales” (…) “Todo eso nos duele a millones en ésta, nuestra Patria, señor presidente. Por eso, y en nombre de muchos lectores y lectoras, yo lo acuso hoy ante la Historia. Que estoy seguro ha de condenarlo algún día, más temprano que tarde”.

Escribió Washington Uranga: “El escenario político está convulsionado. No solo por el pedido de desafuero de Cristina Fernández y la detención de varios dirigentes y ex funcionarios políticos opositores, sino por la forma en que se precipitan los acontecimientos, generando los efectos buscados, pero también consecuencias colaterales que impactan en todos los niveles de la vida nacional. Pero sería ingenuo mirar cada uno de los hechos de manera aislada y perder de vista que la mayoría de las situaciones aludidas se hilvanan en una trama que los contiene. No hay casualidades sino causalidades, se repite hasta el cansancio a veces sin que ello redunde necesariamente en una explicación” (…) “Pero también existe una estrategia muy usada por los artífices políticos de Cambiemos que está destinada a presentar cada hecho como una realidad acotada en sí misma, ajena de la política y apoyada en razones técnicas o de gestión, sin ninguna intención oculta y alejada de la trama que emerge de la complejidad del escenario. Como si el Poder Judicial actuara con independencia de los poderes políticos y económicos. Como si la reforma previsional que se intenta no tuviera ninguna relación con la iniciativa que pretende cambiar las reglas de juego en el orden laboral” (…) “Es importante mirar hacia atrás, remontarse en el tiempo y activar la memoria para comprender muchos acontecimientos presentes. Recordar que una de las primeras medidas adoptadas por Mauricio Macri a poco de asumir el gobierno fue desguazar la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, determinación adoptada a favor de las corporaciones mediáticas que hoy blindan informativamente a su gestión, silencian las voces opositoras y construyen el relato macrista del “diálogo” y “la institucionalidad” que habilita seguir “haciendo lo que hay que hacer” (…) “Para refrescar la historia reciente y sin la pretensión de agotar los datos del archivo, recurrimos a unas pocas referencias fundamentales, acontecimientos que por haber impactado significativamente en lo que llamamos la realidad se convierten en hitos significativos y quedan registrados en la memoria. Cambiemos comenzó su “tarea” con despidos en el estado aludiendo a la “grasa militante” y allanó las condiciones del relato con el desguace de la LSCA, asegurando de esta manera no solo el blindaje comunicacional, sino la construcción de “la pesada herencia”, la “corrupción K” y, en relación de continuidad, las promesas seguidas del silencio absoluto sobre estos temas (pobreza cero, brotes verdes, etc.) cuando dichas ofertas jamás se concretaron” (…) “La muerte de Santiago Maldonado tras la represión ilegal de la Gendarmería y el asesinato de Rafael Nahuel por la Prefectura, no pueden leerse al margen de la “doctrina Bullrich” resumida en “yo no voy a tirar a un gendarme por la ventana”, primero, y completada luego con “no tenemos que probar lo que hacen las fuerzas de seguridad. Le damos a la versión de la Prefectura carácter de verdad” (…) “Las fuerzas de seguridad recibieron el mensaje: vía libre para su accionar violento. Sea en la represión de la protesta o en la prepotencia callejera. Saben que cuentan con el amparo oficial y su “versión”, así hayan provocado la muerte, tendrá “carácter de verdad” (…) “El Poder Judicial está en el centro de la escena. Juega su propio partido. Por venganza, por revancha, por defensa de intereses corporativos y por alianza con el poder de turno. Por alguno de estos motivos y todos ellos juntos. Los jueces son especialistas en la materia. El gobierno sabe explotar esta realidad en una jugada a varias bandas: da vía libre a la arbitrariedad, la impulsa cuando le conviene y al mismo tiempo se desliga de las consecuencias con el insostenible argumento de la “independencia de la Justicia” (…) “Pero como no basta con la adhesión incondicional del poder mediático, con el coro repiqueteante de aduladores mediáticos que en unos casos demandan y en otros anticipan las acciones conjuntas de la alianza político-judicial de Cambiemos, desde la Casa Rosada se impulsan acciones para acallar a los pocos medios opositores, por ahogo económico o por intimidación de diverso tipo. Se despiden periodistas críticos, se cierran medios o se intenta hacerlo” (…) “Sin embargo, de nada de ello se hará cargo Cambiemos, el presidente y los integrantes del “mejor equipo” de los últimos cincuenta años. La respuesta sistemática es “no sabe, no contesta” (…) “Los expertos en economía podrán exponer con toda claridad el entramado entre toma de deuda, recorte del gasto público, caída del salario real, inflación, reforma previsional, reforma impositiva y laboral. Todo tiene que ver con todo. Más allá de las explicaciones técnicas-siempre necesarias-el damnificado en todos los casos es el mismo: el sector constituido por asalariados y grupos vulnerables” (…) “Estamos volviendo a la “normalidad” argumentan los relatores oficiales. Y en este capítulo se integra también la idea de nuestro “regreso” al mundo y la alineación de Argentina con las potencias” (…) “Macri lee como un “reconocimiento” que el país presida el G-20 y no encuentra contradicción alguna, ni con su discurso sobre el diálogo y la institucionalidad, ni con su prestigio internacional, habilitar una lista de visitantes indeseables con ocasión de la conferencia de la Organización Mundial de Comercio en una Buenos Aires sometida a medidas extremas de seguridad” (…) “Son apenas algunos hechos. Todo tiene que ver con todo. Por eso sería un error aceptar la lógica del relato oficial que tiende a aislar cada uno de los hechos y, al mismo tiempo, a presentarlos todos apenas como decisiones técnicas, de gestión o medidas supuestamente institucionales. El objetivo oculto detrás de la trama invisibilizada es modificar de raíz las condiciones estructurales y el modo de vida de una Argentina que comenzaba a molestar a los verdaderos dueños del poder”.

En su edición del 11 de diciembre, La Nación publicó un artículo de Sergio Suppo titulado “El presidente Macri y la mitad menos uno”. Escribió el autor: “El primer mandato presidencial de Mauricio Macri tiene desde hoy más pasado que futuro. El límite temporal es inexorable, aunque el gobierno haya logrado pasarlo en un momento de vitalidad sólo comparable a la euforia de los momentos inaugurales. Lejos de los cataclismos que le auguró el kirchnerismo en retirada, pero también distante de poder mostrar algo más que expectativas, Macri ya acomodó su discurso para diferir la llegada de resultados tangibles y concluyentes” (…) “Ahora se dispone a extender la vida útil de esa herramienta (el triunfo del 22 de octubre) corriendo el horizonte. El macrismo ya dice y repite que el ciclo imprescindible para un cambio de rumbo de la Argentina no son estos cuatro años, sino ocho, para lo que naturalmente es necesaria una reelección” (…) “El día en el que le queda la mitad menos uno de su mandato, Macri puede disfrutar que el objetivo de quedarse hasta el 2023 en la Casa Rosada tiene la convalidación de los registros sociales de hoy. La encuesta de Poliarquía que publicó ayer La Nación muestra que el 51 por ciento apoyaría su candidatura presidencial en 2019, contra un 39 por ciento que no lo votaría” (…) “El respaldo al presidente está acompañado por un cierto optimismo sobre la evolución de la situación económica tanto en el plano general como respecto de la situación personal de los encuestados. Casi la mitad cree que la economía estará mejor dentro de un año” (…) “Ese apoyo popular choca con una espera sin resultados: la inversión privada, objetivo esencial para un proyecto de restauración capitalista como el que persigue Macri, es una notoria ausencia” (…) “Otro fallido kirchnerista: Macri “gobierna para los ricos” pero los supuestos ricos no abren su billetera para consolidar a Cambiemos” (…) “Mauricio, que es futbolero de alma, pero ingeniero de profesión, sabe que hasta ahora hacer menottismo fue muy útil. Y que ahora el bilardismo puede ser la demanda social que viene”, lo describe un hombre de su gabinete”. Esas palabras tienen una traducción concreta. El presidente acentuó en las últimas semanas su insistencia a los funcionarios para que se cumplan objetivos concretos y específicos Sabe que el pasado que dice transformar se aleja a cada minuto y que la mirada sobre sus aciertos y errores crecerá cada día más hasta terminar siendo central en las decisiones políticas de los argentinos” (…) “El contexto de derrumbe político del kirchnerismo y el arrastre que eso provoca al conjunto del peronismo le permite a Macri seguir jugando con una cierta comodidad. Pero el cataclismo ha sido tan rotundo que la soledad en la cúspide incluye el riesgo de absorber lo bueno y lo malo. Es por eso que el pedido de detención dictado contra Cristina Kirchner por el juez Claudio Bonadio en la causa por el pacto con Irán fue más lamentado que celebrado en el macrismo” (…) “Al macrismo le preocupa que el avance judicial sobre Cristina espante a los peronistas que firmaron los pactos reformistas que tienen su aprobación pendiente en el Congreso. Esos gobernadores peronistas que en el Senado tienen en Miguel Pichetto a su mejor representante no quieren perder pie en su propio espacio, el PJ, justo ahora que en paralelo con los acuerdos con el gobierno encontraron que tienen la posibilidad de construir un liderazgo partidario en reemplazo de Cristina”.

En su edición del 10 de diciembre, Página/12 publicó artículos de José Pablo Feinmann (“Construcción de poder”), Martín Granovsky (“Estado de Derecha”), E. Raúl Zaffaroni (“¿Traición a la Nación o prevaricato de los jueces?”) y la Comisión de Economía de Carta Abierta (“Revancha de clase”).

Escribió Feinmann: “El Ejército, la Iglesia, los periódicos, las clases altas y sus seguidores de clase media derrumbaron al gobierno de Hipólito Yrigoyen” (…) “Bastó con denigrar al viejo caudillo, con acusarlo de corrupción, para que la indignada civilidad repudie a ese gobierno y clame por una mano fuerte” (…) “Uriburu intenta formar un gobierno nacionalista en el modo de los fascismos europeos. Pero Inglaterra no quería nada fascista en Argentina” (…) “La crisis del 29 estalla en el país de las mieses y las vacas. Los términos de intercambio se desequilibran. Cae Uriburu, asume en elecciones fraudulentas el general Agustín Justo” (…) “Es el candidato de la oligarquía pro británica. Sin embargo, las relaciones con Inglaterra no mejoran. El Imperio ha suspendido la compra de carnes argentinas. Es el destino de los países que se entregan al monocultivo y desprecian la industria” (…) “Justo envía a Julito Roca a negociar las carnes argentinas. Se firma el Pacto Roca Runciman. La frase que lo rubrica es célebre: Argentina es la joya más preciada de la corona británica. Hoy, ni siquiera esa frase puede decirse. Argentina no es la joya de nadie. Para nadie representa lo que significó para Inglaterra durante la década infame” (…) “Los gobiernos conservadores se mantienen entre el fraude y la represión. Surge un grupo de radicales personalistas, en la tradición de Yrigoyen. Se llama FORJA” (…) “Es la resistencia en la década infame. También son neutralistas durante la gran guerra. Los argentinos queremos morir aquí, dicen” (…) “Entre tanto, en la economía, se ha dado un proceso de sustitución de importaciones. A causa de la guerra, el Imperio no puede proveer a la colonia las mercaderías que habitualmente entregaba” (…) “La industria liviana concentra en Buenos Aires una clase obrera joven, nueva. Son los migrantes internos. Llegan a la gran ciudad y buscan trabajo en las pequeñas industrias que han surgido” (…) “Se ha producido, en junio de 1943, un golpe de Estado con base castrense. Estos militares son industrialistas. Forman el GOU. Ahí aparece un coronel que tendrá dilatada permanencia en la política argentina” (…) “Era un militar obrerista. Pronto descubre al nuevo sujeto político que ha surgido en el país: los migrantes internos” (…) “Advierte algo que los otros políticos no. Esos migrantes son la materia disponible para lanzar una nueva política. Perón encuentra a su sujeto histórico. Y, desde ahí, construye poder. Se inicia una nueva etapa. Un proyecto de masas llamado peronismo” (…) “En 1943, cuando llegan los migrantes a la ciudad de aires parisinos, nadie los comprende, todos los menosprecian. La oligarquía porque ve en ellos un nuevo sujeto que acaso pueda tomar la casa” (…) “Los comunistas porque los considera obreros sin experiencia sindical anterior. Los radicales porque se preocupan por el modo aluvional y escasamente civilizado con que llegan a la orgullosa Buenos Aires. Perón, entre tanto y desde la Secretaría de Trabajo, los escucha y los respalda. Los migrantes lo van consagrando como el líder que necesitan. El vertiginoso, incansable líder atraviesa su mejor momento. Una maniobra impecable de construcción de poder. Su nombre lo ayuda. Perón rima con todo o casi todo” (…) “Habrá de irle muy bien. Hasta que le vaya mal”.

Escribió Granovsky: “El Estado de Derecha vive un momento de apogeo. No solo actúa. Quiere que le crean. En público el gobierno sostiene que la Justicia es independiente. En privado sus funcionarios transmiten, bajo reserva de identidad, que están molestos con el momento y la forma de las últimas medidas judiciales. El momento: un procesamiento justo antes de que Cristina Kirchner asumiera su banca en el Senado. La forma: ex secretarios de Estado detenidos de madrugada en su casa como si fueran prófugos” (…) “El macrismo aprovechó con enorme astucia el acuerdo con Irán de 2013 y la muerte de Alberto Nisman en enero de 2015. Logró enlazar una cosa con otra y profundizar la fragilidad que ambos hechos le ocasionaron al gobierno anterior” (…) “Aún hoy es difícil entender por qué apostó al acuerdo con Irán, quizás un daño autoinfligido” (…) “El acuerdo de 2013, además, atizó el fuego de los peores demonios. Facilitó la hostilidad de la ultraderecha israelí. Perjudicó las relaciones con Washington por un objetivo secundario, puesto que pelearse por el No al ALCA, por caso, había sido un objetivo primario. Enemistó de una vez y para siempre a la dirigencia conservadora de los judíos que reconocen pertenencia institucional. Y puso en pie de guerra a Jaime Stiuso” (…) “Cuando Nisman murió los distintos aparatos estaban al acecho. Y actuaron. Solo debieron reforzar una articulación con sectores de la Justicia federal que venía desde el menemismo y una alianza con los grandes medios que les resultaba sencillo desplegar a fondo. Así capitalizaron el disgusto de franjas amplias de la población con el gobierno” (…) “La marcha de paraguas del 18-F, el 18 de febrero de 2015, fue una potente construcción opositora” (…) “El kirchnerismo subestimó esa potencia y giró solamente alrededor de su propia órbita, hasta perder las elecciones en la segunda vuelta del 22 de noviembre de 2015” (…) “El porcentaje menor al 3 por ciento explica dos cosas. Una, que no había un rechazo masivo al intervencionismo estatal o a la ampliación de derechos civiles” (…) “La otra cosa es clave: como ese rechazo no existía, el macrismo debía edificarlo una vez instalado en la Casa Rosada. En eso está hoy. Por eso en los dos años que se cumplen hoy judicializó la política, alentó la violación de la regla del debido proceso y buscó castigar con la excusa de su actuación frente al memorándum con Irán a Daniel Rafecas, un juez que investigó con eficacia desde la Ley Banelco hasta la represión del Cuerpo Uno de Ejército” (…) “El Estado de Derecha está enamorado de sí mismo. Disfruta con el falso ejercicio de autoridad. Sobreactúa. Se ve hermoso y eterno. Confía demasiado en el espejo que él mismo diseñó”.

Escribió Zaffaroni: “El crimen de traición, en todo autoritarismo, totalitarismo o absolutismo, desde la Roma imperial y aún antes fue el pretexto que se usó para perseguir y dar muerte a todos los opositores y molestos al autócrata de turno” (…) “La constitución nacional se refiere a los traidores a la Patria en el artículo 29: “El Congreso no puede conceder al ejecutivo nacional, ni las Legislaturas provinciales, a los gobernadores de provincia, facultades extraordinarias, ni la suma del poder público, ni otorgarles sumisiones o supremacías por las que la vida, el honor o las fortunas de los argentinos queden a merced de gobiernos o persona alguna. Actos de esta naturaleza llevan consigo una nulidad insanable, y sujetarán a los que formulen, consientan o firmen a la responsabilidad y pena de los infames traidores a la patria” (…) “Como en el caso del frustrado acuerdo con Irán para nada entra en juego el artículo 29, queda claro que se procesa hoy conforme al artículo 119, que se refiere a la traición a la Nación: “La traición contra la Nación consistirá únicamente en tomar las armas contra ella, o en unirse a sus enemigos prestándoles ayuda y socorro. El Congreso fijará por una ley especial la pena de este delito; pero ella no pasará de la persona del delincuente, ni la infamia del reo se transmitirá a sus parientes de cualquier grado” (…) “El procesamiento resuelto en mayo de 1956 por el juez de facto Luis Botet contra Perón y legisladores peronistas, no se refería al actual artículo 119, sino que arañaba su pretendido fundamento jurídico en el artículo 29 de la Constitución y no en el 119 actual” (…) “Pero el artículo 119-que es el que se esgrime ahora-se estableció en la constitución de 1853 como una garantía de origen iluminista y liberal, ubicándolo como última disposición de los preceptos del rubro Atribuciones del Poder Judicial. Su texto y ubicación provienen de la Constitución norteamericana y su inclusión bajo ese título es significativa pues se dirige primariamente a los jueces” (…) “El legislador norteamericano quiso evitar con esta disposición que se impute cualquier delito como traición a la Nación, como hacía el derecho inglés, que colgaba lords con generosidad en las torres de Londres” (…) “La razón por la cual el artículo se dirige primeramente a los jueces proviene de esas arbitrarias extensiones por parte de los jueces en la jurisprudencia británica” (…) “En el derecho constitucional norteamericano pesaron nada menos que las palabras de Blackstone apoyado en Montesquieu” (…) “Basta-dice Montesquieu-que el crimen de lesa majestad sea vago, para que el gobierno degenere en despotismo”. Y sin embargo la vieja ley común deja al arbitrio de los jueces una gran latitud para determinar lo que es o no es traición” (…) “Si alguna indicación faltaba para verificar que la definición precisa de la traición a la Nación es una garantía que se remonta al iluminismo, basta la cita de Montesquieu a la que remite Blackstone. Las leyes de China-escribe Montesquieu, eludiendo hablar así de las de Francia-mandan que quien falte el respeto debido al emperador sea castigado con la muerte. Como no definen en qué consiste esa falta, cualquier cosa puede dar pretexto para quitarle la vida a una persona a quien se tenga mala voluntad, y para exterminar a una familia entera” (…) “El constituyente argentino de 1853 copió a la letra esa disposición” (…) “Entre los constitucionalistas argentinos, quien se expresó con meridiana claridad a este respecto fue Joaquín V. González. En cuanto al delito en sí-escribe-, la Constitución quiere que no esté jamás en el arbitrio del legislador ni de los jueces el definirlo, como ocurrió en Inglaterra en la época en que la justicia fue instrumento servil del despotismo del Parlamento o de los Reyes” (…) “Según este autor, la Constitución rechaza la arbitrariedad practicada en nuestra historia, que confundía la traición con los delitos comunes de rebelión, sedición, resistencia a la autoridad y otros menos graves, por lo que la Constitución ha limitado el poder de la ley a los términos de su propia definición para evitar que ni ella, ni los jueces puedan nunca ultrapasar los límites marcados, y fijando una línea clara de división entre los poderes de legislar y los de administrar justicia” (…) “En síntesis: la constitución expresa como garantía para todos los ciudadanos que la traición a la Nación es lo que su texto dice en términos estrictos y nada más. Cuando la Constitución emplea la palabra “únicamente” al definir en qué consiste la traición, ha expresado…su voto porque la justicia no se convierta en auxilio de la opresión” (…) “El artífice del Código de 1921 lo expresó claramente, reiterando lo que con anterioridad habían afirmado Rivarola, Piñero y Matienzo en el proyecto de 189111: El Congreso Nacional no puede en esta materia usar la amplitud de facultades con relación a la casi totalidad de los otros delitos, pues por excepción y como lo ha hecho en contados casos, la Constitución ha dicho cuándo existe el delito de traición” (…) “El tipo objetivo del delito de traición contiene un elemento de delimitación temporal: la opinión unánime de la doctrina penal argentina exige que este delito se cometa en tiempo de guerra internacional. Así lo expresó el propio Rodolfo Moreno (hijo) con meridiana claridad conceptual: Este delito entre nosotros no puede cometerse en tiempo de paz. Para que exista se requiere: o que se tomen las armas contra la Nación, o que se unan los agentes a los enemigos de la misma. Tomar las armas contra la Nación es hacerle la guerra, y unirse a los enemigos supone ese estado, pues la República no los tiene durante la paz” (…) “Nunca la república Argentina estuvo en guerra con Irán; tampoco se preparó para producir una situación bélica, para atacar a Irán, jamás hubo un estado de guerra formal ni informal” (…) “Cabe citarlo (Carlos Creus) por extenso porque es clarísimo: Pero no constituye guerra internacional el ataque restringido a personas o grupos de nacionales en el país o en el extranjero (que puede ser motivo de una guerra, pero que no lo es todavía, salvo que se realice dentro del marco prospectivo de un conflicto bélico internacional). La guerra internacional existe cuando se ha declarado formalmente, según las disposiciones constitucionales y el derecho internacional, o cuando se han producido hostilidades que ya importan la guerra, aunque no se la haya declarado formalmente y termina cuando se ordena el cese de las hostilidades, aunque permanezca vigente el estado de guerra hasta la celebración formal de la paz. El delito sólo se puede dar entre el comienzo y el final de la guerra” (…) “Conforme a la sangrienta enseñanza de la historia, la Constitución ha consagrado la prohibición de que nadie-al calor de cualquier circunstancia- vuelva a tocar la estricta definición de traición a la Nación, sabiamente limitada desde 1853, porque implicaría abrir las compuertas a las venganzas políticas ilimitadas y a la legitimación de la guerra civil” (…) “Llegamos aquí al punto de quiebre de nuestro Estado de Derecho: esta es la prueba de fuego. El art. 269 del Código Penal conmina pena de multa e inhabilitación absoluta perpetua (y de tres a quince años de prisión si es en sentencia penal) al juez que dictare resoluciones contrarias a la ley expresa invocada por las partes o por él mismo. Se trata del delito de prevaricato de los jueces. En este caso, la ley es expresa conforme a la clara voluntad del legislador, y nada menos que del constituyente y, además, dirigida en particular a los jueces” (…) “Nada autoriza a considerar que un delito o una agresión es una guerra, no pudo haber guerra con un país con el cual se mantenían relaciones diplomáticas, sólo hay letra expresa de la ley que no deja lugar a dudas. Apartarse de esa letra, integrar el concepto, asimilar un delito o una agresión a una guerra, es caer en una integración analógica que viola la letra expresa y, por ende, cae en el tipo de prevaricato judicial” (…) “No creemos que los jueces de segunda instancia, los de casación, los ministros de la Corte Suprema, todos, estén dispuestos a caer en el prevaricato, violando la letra expresa, clara, jamás discutida, del artículo 119 de la Constitución Nacional. Eso importaría la quiebra total del Estado de Derecho, su Poder Judicial caería como un castillo de naipes. Hasta el revanchismo tiene límites, y lo peor es que genera contrarevanchismo, difícil de contener cuando el anterior es desmesurado”.

Escribió la Comisión de Economía de Carta Abierta: “La avalancha de reformas que el gobierno ceocrático aspira a desplegar, fluye desde una férrea vocación: afirmar un poder clasista que destruya derechos de las mayorías populares, recomponga ganancias de la minoría que lo concentra y discipline a los trabajadores. El gobierno de Cambiemos no se propone sólo el objetivo de redistribuir ingresos y riquezas a favor de los ricos, sino que también persigue el castigo a un pueblo que mejoró sustantivamente sus condiciones de vida durante una década, progreso que devino del acceso a más derechos y más ciudadanía” (…) “Se pretende una redefinición de la inserción de la Argentina en el mundo, acorde con los intereses de las empresas multinacionales y del capital financiero, y alejada del conjunto de países e instituciones que en los últimos años se han mostrado interesados en la definición de un orden mundial más equilibrado” (…) “La reforma laboral que el gobierno se propone implementar resulta clave en esta regresión emprendida, está fundada en la cultura empresaria que descansa…en el aprecio de los dirigentes patronales y rentistas a la disciplina en los lugares de trabajo y la estabilidad política. Su pulsión de clase les previene respecto del pleno empleo duradero, al que ven poco conveniente desde su punto de vista, mientras los tranquiliza que el desempleo forme parte integral del sistema capitalista normal, a la vez que promueven que las inversiones necesarias para mantener e incrementar sus beneficios provengan del estado de confianza empresarial y no del estado cuya dirección podría recaer en liderazgos populares” (…) “El proyecto de ley sobre flexibilización laboral ingresado al Senado fue negociado con una cúpula de la CGT en una reunión con el ministro de Trabajo celebrada en la sede de la Sociedad Rural” (…) “Así para precarizar el trabajo y desindustrializar al país el proyecto de flexibilización laboral establece una verdadera “industria del despido” (…) “El proyecto significa un gran retroceso del derecho al trabajo y por lo tanto es violatorio del Pacto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, de la Convención Americana de Derechos Humanos…Avasalla la constitución nacional que incluyó esos pactos y revela una recurrencia del gobierno de Macri a manejarse fuera del Estado de Derecho” (…) “La ley flexibilizadora se articula con la política monetaria del Banco Central de “Metas de inflación”, que también omite el respeto del Estado de Derecho y se despliega sin respeto de la ley vigente que dispone objetivos múltiples, entre los que figura taxativamente la promoción del empleo. Contrariamente, la lógica de estabilización de precios de ese régimen impulsa una dirección contraria. La elevadísima tasa de interés de referencia del Banco Central promueve la retracción del crédito que persigue la caída de la inversión, en busca de una reducción del Producto, de la demanda y del consumo, dinámica que tiene como objetivo una reducción del empleo para debilitar el temple de los asalariados en la puja distributiva” (…) “El Banco Central abandona la orientación del crédito y la promoción del desarrollo. El gobierno se encomienda para ello al mercado y la confianza del mundo de los negocios” (…) “La política clasista de la Ceocracia desplegó a raudo ritmo durante estos dos años una apertura comercial y financiera inédita y radical. Esa apertura financiera con la mencionada tasa de referencia de inusitado nivel, da lugar al crecimiento explosivo de las ya popularizadas Lebac que atraen y rentabilizan al capital financiero internacional” (…) “La liberalización comercial acaricia el infinito, los exportadores de granos ya no deberán liquidar sus divisas en el mercado argentino, aunque si quieren podrán hacerlo” (…) “La liberalización comercial expandió también el mundo de las importaciones, las de consumo vienen creciendo enérgicamente destruyendo producción nacional, la pequeña y mediana industria y decenas de miles de puestos de trabajo” (…) “La apertura financiera permite el ingreso irrestricto de capitales y su egreso sin límites. El entusiasmo por las Lebac alimenta el primero, el endeudamiento privado a bajas tasas internacionales también” (…) “El 75% de los dólares ingresados y que hoy adeuda la Nación se esfumaron en fuga de capitales, financiamiento de turismo al exterior, remisión de utilidades de las empresas extranjeras y otras salidas improductivas” (…) “Así el objetivo de la desorganización del trabajo y de los trabajadores se ensambla con la dinámica desindustrializadora, el estímulo a la reprimarización y la pérdida del control estatal sobre las finanzas. Además, la construcción de un proceso de endeudamiento exponencial desembocará en las condicionalidades del FMI para habilitar refinanciaciones con la consecuente pérdida de soberanía que devendrá de esa injerencia. Luego seguirá la posterior hecatombe macroeconómica con las recurrentes condonaciones de obligaciones al empresariado concentrado junto a las garantías que proveerán las ingenierías de repago a los rentistas financieros. Habrá nuevas cargas a los sectores populares como consecuencia de los desquicios de esas crisis tan anunciadas como buscadas y provocadas. Se puso en marcha una política clasista que se dirige a destruir a la Nación” (…) “El objetivo de una Argentina para pocos, desnacionalizada y transformada en un espacio de negocios de la globalización se expresa en la reforma tributaria. Este proyecto tiene un claro carácter ofertista, marco teórico en que se apoyaron las políticas de los noventa y concepción clave de las reformas neoliberales que fue constitutiva de la reagonomics en Estados Unidos y de las políticas de Cavallo. El proyecto consagra un hito más en el desarmado de las estructuras tributarias que desplegó el primer peronismo y cuya primer desarticulación profunda se produjo durante el terrorismo de Estado” (…) “En el marco de la reforma fiscal, los cambios impositivos que el gobierno aspira a legalizar se acompañan con las reducciones de gastos y personal en el sector público nacional, que significarán una devaluación de la presencia estatal en la economía y el aumento de la tasa de desempleo que busca engrosar el ejército de reserva que presione el salario a la baja. La misma intencionalidad caracteriza a los proyectos de Ley de “responsabilidad fiscal” y de “consenso fiscal” incluidos en el paquete aprobado por la mayoría del Senado y cuya imposición aceptaron todos los gobiernos provinciales, con excepción del de San Luis” (…) “La continuidad en la reducción de los subsidios económicos a la energía y el transporte, que acentuará la regresividad de la reforma fiscal por los aumentos de tarifas abusivos que conllevan, aportará al descenso del gasto público, cuya reestructuración y caída es el núcleo de la reforma fiscal” (…) “El objetivo de esta reforma fiscal es el ajuste del Estado que se anuncia eufemísticamente como “modernización”, y se dirige más que al ahorro de recursos a la reasignación de los mismos, pues el endeudamiento para financiar el déficit devenga altos intereses que ya ocupan una porción destacada del gasto total y la reforma pone un “cepo” al social” (…) “Corona el conjunto de proyectos la reforma previsional, que ya tiene media sanción, incluye un cambio en la fórmula de ajuste de las jubilaciones que provocará una reasignación de más de 100 mil millones de pesos anuales desde los jubilados, los perceptores de la Asignación Universal por Hijo, los discapacitados y otros beneficiarios del gasto social hacia los acreedores de deuda y los empresarios aliviados de presión tributaria” (…) “Por lo pronto, la historia, la justicia y la dignidad obligan a una resistencia enérgica porque este programa económico y social es contra los trabajadores y el pueblo, y devastador de la Nación. Avanzan arrasando con la independencia económica y a cualquier costo”.

En su edición del 10 de diciembre, La Nación publicó un artículo de Jorge Fernández Díaz titulado “Crimen moral y traición a la democracia”. Escribió el autor: “Asistimos a un nuevo episodio en la larga serie de desavenencias conyugales entre el peronismo y el Código Penal. El manual de toda la vida indica, en esta clase de apuros, que garpa más ser el payador perseguido que el reo en regla. Y la experiencia enseña que en una sociedad con síndrome de Estocolmo, donde cada paisano se considera una víctima, siempre hay gente predispuesta a identificarse con el caído y a comerse el amague; a clamar lastimeramente contra la impunidad y a derramar a los cuatro vientos que en la Argentina es imposible avanzar sobre los culpables, y cuando por fin alumbra un fallo, a reaccionar con temor, desconfianza y gataflorismo intelectual” (…) “El titular de la DAIA definió la magnitud histórica de esta resolución: “Se ha demostrado que lo que decía Nisman era verdad”. Los arrestos son, por supuesto, harina de otro costal, aunque hay en esto dos bibliotecas jurídicas en pugna” (…) “Y en todo caso, ¿cuál sería la actitud que debería adoptar Mauricio Macri en el terreno? ¿Llamar por teléfono a Comodoro Py y torcer sus criterios, citarlo al presidente de la Corte Suprema y exigirle que cancele la “doctrina Irurzun”, o directamente advertirles a los magistrados a través de la prensa los sesgos y jurisprudencias que deberían adoptar? Si diera cualquiera de esos pasos, le caeríamos encima con nuestros puñales de pureza por violar la independencia de poderes. Mientras no lo haga, se lo acusará de cómplice. Así es el juego” (…) “Otro problema político que se discute, aquí y ahora, es si corresponde que aquellas decisiones gubernamentales adoptadas por Cristina Kirchner sean judicializadas” (…) “También en este punto anidan controversias leguleyas, pero en todo caso una vez más nos distraen de lo más relevante: la gran tragedia radica precisamente en que las tentativas y los tristes sucesos se consumaron cuando una presidenta tuvo en un puño a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Esa abominable anomalía, que propició desvaríos autoritarios y un imperdonable seguidismo justicialista, es la que precisamente permitió el giro copernicano en las posiciones internacionales, un escandaloso intento de exculpación para imputados de terrorismo, la convalidación legislativa automática de todo este dislate, la protección judicial de los autores ideológicos de la movida, el acoso y tal vez el asesinato del fiscal que los denunciaba, la posterior operación de descrédito del muerto que se llevó a cabo de manera sistemática desde aquella ominosa Jefatura de Gabinete y el encubrimiento de los hechos que tuvo socios y amigos fundamentales en los rincones más poderosos de la burocracia, el poroso fuero federal y el inframundo del espionaje” (…) “Quizás la figura de “traición a la patria” resulte en efecto insostenible desde un punto de vista penal, pero no lo es desde una idea más amplia, ética y filosófica. Porque ciertamente el kirchnerismo traicionó a la democracia. Y todo este repugnante festival nos refresca la patología que nos gobernó durante años, el espeluznante consenso social que tuvo y la complacencia progre que justificó toda aquella traición”.

En su edición del 9 de diciembre, Página/12 publicó artículos de Luis Bruschtein (“De traidores”), Ricardo Forster (“Las paradojas de la libertad”) y David Cufré (“Zona amarilla”).

Escribió Bruschtein: “La traición a la Patria tiene prosapia, condimento obligado de mitos patrióticos argentinos, junto con el sacrificio, el drama y las metas imposibles que se enhebran en el collar de los grandes relatos nacionales. Es la figura dramática del héroe argentino que irremediablemente se sacrifica por una patria que no lo comprende en su momento y lo repudia. El general José de San Martín fue acusado por Rivadavia de corrupto y traidor a la patria por haberse robado el Ejército del Norte para la aventura libertadora continental” (…) “Estando en Montevideo no quiso involucrarse en la guerra civil, pero obsequió su sable corvo a Juan Manuel de Rosas, que cometió el pecado de enfrentar a las potencias europeas en La Vuelta de Obligado y fue declarado a su vez traidor a la patria” (…) “En 1956, después del golpe del 55, la Libertadora declaró traidor a la patria a Juan Perón, el hombre que había desafiado a los restos del viejo feudalismo oligárquico para lanzar a la Argentina a la modernidad y convertirla en el país socialmente más avanzado de América Latina. Con estos precedentes desmesurados, en 1994 introdujeron correcciones en la Constitución para evitar esos abusos y se estableció que el país tenía que estar en guerra para habilitar esa acusación. El juez Claudio Bonadio estipuló esta semana que el país estaba en guerra con Irán e inscribió a Cristina Kirchner en esa galería de líderes excepcionales que con sus claroscuros y genialidades contribuyeron a construir la Nación Argentina. Si algo le faltaba a Cristina Kirchner para encarnar ese relato épico tan argentino, la furia macrista acaba de otorgárselo” (…) “Estos paralelismos parecerán exagerados o un rasgo de fanatismo. Por el contrario, es una evaluación realista y casi elemental. Se trata de una ex presidenta de la República. Cada hecho, cada palabra, cada acusación y hasta cada detalle que la involucre se amplifica y se traduce en historia y sucede lo mismo con lo que haga Mauricio Macri. Rivadavia, como ahora Macri con Cristina Kirchner, tenía el poder de acusar de traidor a San Martín con la intención de destruirlo, pero cuando dejó el poder y cuando pasaron los años, esa acusación se revirtió en su contra” (…) “Existen otros paralelismos porque Bernardino Rivadavia fue el primer gran tomador de deuda de la historia. Y por supuesto fue un negociado impresentable. Y el gobierno de Mauricio Macri ha convertido a la Argentina en uno de los cinco países que más se han endeudado en el mundo en estos dos años. Hay más paralelismos. Porque San Martín fue acusado de traidor a la patria, y también de corrupto. Esa acusación se repitió contra todos los gobiernos populares” (…) “El cargo de traición a la patria parece un capricho de los funcionarios judiciales que lo han impulsado. Es muy difícil de probar y más en este caso donde se trata de una decisión que fue aprobada por el Congreso. Le resulta útil al gobierno en lo inmediato con el circo que ha generado con las detenciones del ex secretario de legal y técnica Carlos Zannini, otra vez en la madrugada, de manera humillante y con la insólita presencia de los medios de comunicación” (…) “Todo el circo le sirve para echar una cortina de humo sobre el estrambótico manejo oficial de la crisis del hundimiento del submarino ARA San Juan y para sortear el mal clima que se extendió en la sociedad por las reformas laboral y previsional” (…) “El gobierno sabe que cada vez que sacude a la imagen de Cristina Kirchner levanta polvo y tapa agujeros. La causa que elige para promover la detención de la ex presidenta es la de traición a la patria” (…) “Cuando se caiga esta acusación, todo el peso de esa desmesura caerá sobre la figura del fiscal Alberto Nisman, que promovió este desatino legal presionado por los servicios de inteligencia locales y extranjeros que intervenían en la investigación del ataque terrorista a la AMIA, para presentar una denuncia sin pruebas y sin solidez jurídica”.

Escribió Forster: “La capacidad del sistema para capturar el sentido común de la época constituye uno de los problemas ineludibles a los que debe enfrentarse el pensamiento emancipatorio, aquel que todavía piensa en términos de la dialéctica “individuo-colectivo”, que quiere seguir apostando a una sociedad en la que se puedan conjugar los deseos de libertad con las demandas de igualdad. Ese “sentido común” que hoy parece corresponderse con una claudicación de los principios de la igualdad en detrimento de lo común, de lo público y de lo participativo-político, tiene uno de sus pilares en la naturalización de la idea de libertad asentada en la tradición del viejo y del nuevo liberalismo. La hipérbole de un individualismo salido de cause, absolutamente autorreferencial y de espaldas a lo común, constituye el centro de la deflagración de la vida social contemporánea” (…) “En la exacerbación de este carácter egoísta se monta la estrategia de un sistema que no ha dudado en dinamitar la relación, siempre compleja y no exenta de conflictos, entre la tradición igualitarista y la tradición de la libertad individual. Ese llamado al goce paga el precio de transformar al individuo, no en el centro de una sociedad capaz de seguir arbitrando los vínculos intersubjetivos a partir de la defensa de lo común, sino como puro mecanismo de un poder económico fragmentador que busca despolitizar, a la par que mercantiliza, todas las relaciones en el interior del mundo social” (…) “La ideología funciona allí donde no se trata sólo del engaño, de la falsa conciencia o del error sino de la proyección de una “verdad” interiorizada en el individuo como si fuera la esencia indiscutible de su travesía como especie, es decir, bajo la forma de su naturalización. No se trata, entonces, de la ignorancia servil de una sociedad atrapada en las mentiras del sistema o de una falsa conciencia que espera el momento de la “iluminación”, ese “para sí” capaz de sacar a los seres humanos de las oscuridades de la caverna; se trata, antes bien, de la confluencia entre ideología del dominio y proyección imaginaria de subjetividades propositivamente inclinadas a sentirse productoras de “su” libertad. Por eso, no suele haber nada más escandaloso, para ese status quo del individuo contemporáneo, que las amenazas que se yerguen contra la libertad desde los proyectos de matriz popular-democrática, es decir, populistas e igualitaristas que han venido…a constituirse en la nueva bestia negra de la época. El populismo recuerda vagamente al individuo del “goce infinito” que una amenaza indescriptible surge del reclamo de igualdad y de derechos de esa multitud indiferenciada y negra, según su visión alucinada, que está allí, a su alrededor, para limitar sus fantasías. El odio y el rechazo, unidos a la descalificación y el revanchismo, fueron la materia prima que alimentó tanto el repudio de los años kirchneristas como su arrojarse a los brazos envenenados de la restauración neoliberal que le prometía, a ese sujeto del goce, una carambola a dos bandas: por un lado, permitirle ejercer su libertad de consumir…por el otro, gozar infinitamente, aunque al precio de su propio empobrecimiento y servidumbre, con el triunfo sobre los “negros de mierda” que, ahora sí, volverían al redil del que nunca debieron haber salido” (…) “Reflexionando sobre el tema de la libertad en el espacio digital y de las redes sociales cada día más personalizadas y liberadas de toda responsabilidad que agreda y limite el goce personal Slavoj Zizek…nos interroga sobre la cuestión de la apropiación “ideológica” de la libertad por el propio sistema” (…) “Pocas cosas más dramáticas y farsescas que el autoconvencimiento del individuo contemporáneo de ser el artífice de su vida, el gerente administrativo de su tiempo y de sus bienes, el constructor “libre” de su destino” (…) “Puesto que la libre elección se eleva a un valor supremo, el control y la dominación sociales ya no se ven como algo que viola la libertad del sujeto, sino que han de verse (y sustentarse) como la mismísima experiencia del individuo como sujeto libre” (Zizek). Es aquí, en este núcleo del sistema que ha logrado penetrar muy profundamente al individuo de la sociedad contemporánea, donde Zizek descubre el significado disolvente de la libertad, porque esta “falta de libertad a menudo aparece so capa de su opuesto” (…) “Incapaces de romper este círculo vicioso por nosotros mismos, como individuos aislados, puestos que cuanto más actuamos libremente, más nos esclaviza el sistema, necesitamos despertar de este sueño traumático de falsa libertad zarandeados por la figura del Amo” (Zizek)” (…) “Desde otra perspectiva…Jean Baudrillard contrapone la idea de lo universal a la idea de lo mundial, el punto exacto en el que se abandona la referencia a valores, propia de lo universal, para pasar al dominio de lo abstracto que es propia del intercambio. “En lo mundial-dice el filósofo francés-, todas las diferencias se borran, se desvanecen a favor de una mera y simple circulación de los intercambios. Todas las libertades se esfuman a favor de la desregulación de los intercambios. Mundialización y universalidad no van de la mano, son más bien excluyentes. La mundialización se da en las técnicas, en el mercado, en el turismo, en la información. La universalidad es la de los valores, los derechos del hombre, las libertades, la cultura, la democracia” (…) “Lo mundial, al decir de Baudrillard, se conjuga con lo virtual y con el dominio abrumador de signos sin referencia. “El estadio del espejo ha cedido el sitio al estadio del video. Ya nada escapa a esta especie de tomavistas, de toma de sonido, de toma de conciencia inmediata, simultánea. Ya nada tiene lugar sin la pantalla. Ya no es un espejo. La identidad viviente, la del sujeto, suponía el espejo, el elemento de la reflexión” (…) “Esta diferenciación-continúa Baudrillard-procede de la filosofía moral. Se ha desarrollado toda una historia del sujeto y del individuo en oposición a lo social, pero hoy ese sujeto está hechizado, ha perdido su libertad, ya no es dueño de sus orígenes ni de sus fines, es el rehén de la red. La prioridad está en la red y no en los abonados de la red. La identidad está del lado de la red y no del individuo” (…) “La fantasmagoría-expresa Forster-que recorre la conciencia de la libertad se expresa, bajo las condiciones de la mundialización neoliberal, en que allí donde se supone plenamente libre el individuo queda prisionero de las redes y del mercado”.

Escribió Cufré: “El pecado original de la política económica de pretender resolver la restricción externa con endeudamiento y altas tasas de interés para atraer capitales especulativos ha generado un círculo vicioso del cual el gobierno y los economistas que lo acompañan no saben cómo salir. Sin deuda y sin tasas por las nubes no hubiera sido posible el levantamiento del “cepo” cambiario, ni sería posible el boom de compras de argentinos por el mundo, así como tampoco se podrían pagar importaciones que crecen de manera acelerada. La Argentina no genera los 45 mil millones de dólares brutos que se demandarán este año por compras de divisas de particulares y empresas, ni los 11 mil millones que saldrán por turismo al exterior, ni los 65 mil millones para financiar importaciones, ni los 2 mil millones que se irán por remisión de utilidades de las multinacionales a las casas matrices” (…) “En conclusión, para cubrir el déficit en moneda dura se apela a un endeudamiento desmesurado, al punto que Standard and Poor´s, aliado del gobierno, colocó a la Argentina como uno de los cinco países del mundo más vulnerables por su elevada exposición a las corrientes financieras globales. A su vez, esas altas tasas inhiben una mayor dolarización de carteras por parte de ciudadanos y empresas radicadas en el país. El 60 por ciento del stock de Lebacs está en manos de argentinos. ¿Qué ocurriría si se cortara el flujo de la deuda o se bajaran las tasas? La economía macrista quedaría expuesta a tensiones difíciles de sobrellevar, tal como le sucedió al gobierno de De la Rúa en 2001 cuando se quedó sin financiamiento externo” (…) “Sin llegar a tales extremos…economistas como Domingo Cavallo, Miguel Angel Broda, Alfonso Prat Gay, Carlos Melconian, Claudio Loser y columnistas como Joaquín Morales Solá han empezado a abrir el paraguas con advertencias sobre las inconsistencias del plan” (…) “El razonamiento de Cavallo, Broda y compañía es que la necesidad de tomar tanta deuda y subir tanto las tasas es consecuencia del alto déficit fiscal. La solución que postulan, por lo tanto, es profundizar el ajuste para equilibrar las cuentas públicas. Los tarifazos, los recortes sobre jubilaciones y pensiones y los despidos en el Estado serían sus lógicas medidas virtuosas que habría que instrumentar sin tanto gradualismo. Evitan mencionar las consecuencias de esas decisiones sobre las mayoría populares y no dicen una sola palabra sobre que la baja de retenciones al agro, la industria y la minería y la disminución de impuestos a sectores acomodados castigaron la recaudación” (…) Mercedes Marcó del Pont señala que “es notable advertir cómo el crítico y creciente desequilibrio macroeconómico sigue siendo evaluado por la visión económica convencional como un problema que se resuelve bajando el déficit fiscal. Desde nuestro punto de vista, aún en el hipotético caso de que se lograra reducir drásticamente el déficit del sector público, la insuficiencia estructural de dólares que aqueja a la economía argentina continuaría siendo el factor desestabilizador más potente”. En función de ello, agrega, “los grados de libertad para una convergencia virtuosa en el actual marco de desregulación de la cuenta capital y apertura comercial son básicamente inexistentes” (…) “La imposibilidad del Banco Central de reducir en forma sostenida las tasas de interés es una prueba de esa falta de libertad o, dicho de otro modo, de la dependencia del capital especulativo”, expresa Cufré” (…) “El costo sobre la economía real de mantener tasas tan elevadas es un desincentivo a la inversión productiva, mientras que el aumento de la deuda genera una carga de intereses que conspira contra las metas fiscales y obliga-en el razonamiento oficial-a profundizar el ajuste de otros gastos. Eso también tira para abajo las posibilidades de crecimiento económico. A dos años del inicio del mandato de Macri, ni la actividad, ni el empleo, ni el poder adquisitivo de salarios y jubilaciones, ni la inflación, ni las cuentas fiscales y mucho menos las del sector externo han mejorado respecto del nivel con que Cambiemos tomó la posta en 2015, en tanto que el endeudamiento y las tasas de interés escalaron de modo alarmante. Tal vez esa situación explique por qué el gobierno se ha lanzado de un modo tan temerario a la caza de opositores y a perseguir a quienes ofrecen resistencia a sus políticas”.

En su edición del 9 de diciembre, La Nación publicó un artículo de Héctor M. Guyot titulado “La verdad de Nisman se impone al final”. Escribió el autor: “La separación de poderes es un ideal difícil de alcanzar. Más todavía en la Argentina. No debería sorprender que el inevitable proceso de depuración que puso en marcha el nuevo gobierno bajo el mandato del voto tenga avances y retrocesos, claros y oscuros. Un primer problema es que habíamos caído muy bajo: una sola persona casi estraga las instituciones” (…) “El segundo problema es que en estas tareas de saneamiento que por hartazgo promovió la gente participan muchos de los protagonistas del viejo orden. Que, por esa razón, sigue entre nosotros” (…) “En suma, aquí la política mal entendida y los tribunales siguen siendo muchas veces la misma cosa” (…) “Hace 23 años hubo en Buenos Aires un atentado en el que murieron 85 personas. En todos los años, la causa pasó de un juez a otro sin mayores resultados, aunque quedó demostrado que fue el régimen iraní quien organizó el ataque. En 2013, la presidenta que quería tragarse las instituciones le hizo votar a su Congreso un pacto con Irán para exculparlo del atentado. El fiscal que investigaba el ataque denunció a la presidenta por encubrimiento en enero de 2015 y a los cuatro días apareció muerto. Tarde, dos años después, la justicia determinó que al fiscal lo habían asesinado. Y tarde también, dos años después de formulada, esa denuncia, primero desoída por un juez hoy en apuros, fue avalada anteayer por otro juez que pide el desafuero y la detención de la ex presidenta bulímica. Por traición a la patria” (…) “Las conclusiones a las que llevaron las investigaciones del fiscal Pollicita confirman que el segundo gobierno de Cristina Kirchner…alcanzó picos de alienación difíciles de imaginar. Esas cumbres del extravío, tan altas como los niveles de corrupción, fueron revestidas siempre por un relato alucinado lleno de épica y victimización. Más o menos, el mismo al que apeló el jueves para aventar el fantasma de la detención que había alcanzado por la mañana el juez Bonadio” (…) “En el Congreso, todos parecen sentirse más o menos cómodos detrás de la llamada “doctrina Pichetto”: el desafuero sólo procede cuando existe condena firme. No parece la decisión más acertada si se trata de depurar las instituciones. Con dos condenas a cuestas, Menem no sólo eludirá la pena por sus delitos, sino que votará las leyes de la Nación” (…) “Pichetto es el líder de la bancada más numerosa del Senado. Tiene la llave que garantiza la libertad de su vieja patrona, ahora convertida en su enemiga. Es su turno de hacerle sentir el efecto del poder. Al gobierno, la decisión de Bonadio le vuelve a plantear un dilema: ¿qué hacer con Cristina? Promover un desafuero desataría tensiones que pondrían en peligro las reformas en marcha. Una Cristina libre obstruye además la reconfiguración del peronismo y le devuelve al gobierno, por contraste, su mejor imagen. Pero hay algo que Macri no debería desestimar: un contrato que selló con la sociedad, refrendado en octubre. Ese contrato dice que llegaron la separación de poderes y el fin de la impunidad. Traducido, que todos los ciudadanos somos iguales ante la ley”.

En su edición del 8 de diciembre, Página/12 publicó artículos de Mario Wainfeld (“La yunta político-jurídica”) y Eduardo Aliverti (“Irán por todo y todos”).

Escribió Wainfeld: “El juez federal Claudio Bonadío anticipó el fin de semana largo con una ristra de resoluciones, todas abusivas y contrarias a derecho. La decisión de mayor gravedad institucional es la prisión preventiva, con pedido de desafuero, para la ex presidenta y hoy senadora Cristina Fernández de Kirchner” (…) “Buscar un precedente del infausto cargo penal de “traición a la patria” contra opositores políticos (peronistas, siempre) fuerza a remontarse al pasado más de 60 años, durante la Revolución Libertadora” (…) “Se acentúa la persecución a la principal fuerza opositora, a la única presidenciable del pan peronismo que fue la candidata más votada el 22 de octubre” (…) “Nada indica que el kirchnerismo sea la única presa codiciada por Cambiemos aunque de momento es la primera y principal. Otras oposiciones, en especial la izquierda con o sin representación parlamentaria y las organizaciones sociales están en la mira” (…) “Para quienes, con candor o mala fe, intentan circunscribir los hechos a la esfera del Poder Judicial vale agregar que ayer mismo el juez federal Daniel Rafecas debió concurrir al Consejo de la Magistratura para defenderse en un juicio político impulsado por el gobierno de Mauricio Macri” (…) “La iniquidad de la prisión preventiva a rivales políticos es un clásico de la etapa macrista. Se la barlotea sin condena, en el mismo comienzo de los expedientes. Funciona como pena anticipada que puede prolongarse durante años” (…) “Dibujar asociaciones ilícitas sirve para agravar las penas potenciales por los presuntos delitos. Construcción meramente intelectual, es sencillo inventarla, probarla sería muy costoso si mediaran garantías al derecho de defensa” (…) “Criminalizar una decisión política, no judiciable, es mala praxis…se ha tornado regla. El Memorándum de entendimiento con Irán, discutible por cierto, fue aprobado por el Congreso, funcionando regularmente. No produjo ninguna de las consecuencias pretendidamente buscadas por el gobierno kirchnerista: no hay impunidad para los presuntos terroristas, las célebres alarmas rojas de interpol jamás se interrumpieron” (…) “Es casi imposible que un Estado entregue a sus nacionales para ser juzgados en otros países. Y, vale la pena consignar, el avance de la causa AMIA fue entre lentísimo e imperceptible en el extenso lapso corrido entre el atentado y la firma del Memorándum” (…) “El coctel entre asociación ilícita, acusaciones exorbitantes y prisión preventiva se explica por vindicta política y no por el derecho penal” (…) “El auto de prisión preventiva es apelable pero el recurso no suspende la aplicación de la medida. La Cámara Federal de Apelaciones debería darle trato preferencial al trámite, por su relevancia. Claro que los términos procesales insumen tiempo, no acortable. La inminencia de la sagrada Feria judicial puede impactar en el desarrollo” (…) “Para conceder el desafuero se requieren dos tercios de los miembros presentes, 48 si hay quórum” (…) “Cambiemos reaccionó con un reflejo idiosincrático: sobreactuar preocupación y sorpresa. El senador Federico Pinedo se animó a escribir dos tuits cautelosos, en su estilo: propone no apurarse, obrar con responsabilidad y sin partidismos. Palabras edificantes aunque es sabido que Pinedo no participa en la toma de decisiones de la Casa Rosada” (…) “El bloque peronista definirá, pues, lo que se decida en la Comisión de Asuntos Constitucionales y en el recinto. Su presidente, Miguel Pichetto, ratificó ayer su palabra, empeñada cuando aprobó el ingreso de Menem a la Cámara. Se opone a desafueros sin mediar sentencia firme. No hay motivos para confiar ciegamente en la palabra de Pichetto. Sí debe reconocérsele astucia y sentido de la oportunidad: cuando se pronunció sobre Menem sabía que el pedido de desafuero a Cristina era una fija” (…) “La primera percepción es que Cambiemos impulsará el desafuero y que no le darán los números” (…) “Como el oficialismo es magistral en el arte de mandarse y retroceder cuando la correlación de fuerzas es adversa, los porvenires imaginables se bifurcan” (…) “En cuanto al calendario, lo más factible es que la candente cuestión se postergue hasta las sesiones ordinarias de 2018” (…) “Cristina Kirchner se mostró calma en la conferencia de prensa, leyó más de lo que acostumbra. Agradeció apoyos de otras fuerzas políticas. Acusó a Macri de ser el mentor de la ofensiva política-judicial, lo pintó como el director de la orquesta en la que el juez sería un instrumentista” (…) “¿Por qué ahora (el desafuero) y no durante los dos años en que, por voluntad propia, no tuvo fueros? La interpretación, razonable, es que se la quiere desacreditar y acallar, tenerla con la espada de Damocles sobre su cabeza” (…) “La persecución política y la represión a la protesta social son objetivos estratégicos del macrismo, más importantes que la disputa por “las tapas de los diarios” en la que (además) cuenta con sobradas adhesiones incondicionales” (…) “El gobierno avanza en yunta con el Poder Judicial” (…) “Lo cierto es que juegan en tándem y que las resoluciones de ayer son funcionales al oficialismo. Tanto como la brutalidad de la Gendarmería y la Prefectura en el Sur o la policial en Plaza de Mayo el primero de septiembre” (…) “El macrismo no es una dictadura pero sí un gobierno legítimamente elegido que degrada instituciones, manda a prisión a sus adversarios, apalea trabajadores. En un período de cuatro meses generó varias represiones salvajes que se llevaron dos vidas de jóvenes” (…) “El número de presos políticos crece, como jamás sucedió desde diciembre de 1983. La historia continuará”.

Escribió Aliverti: “Es literal: están saliendo de caza” (…) “Una decisión política, la del memo de entendimiento con Irán, avalada por el Congreso de la Nación. Desestimada en sede judicial dos veces. Y en primera instancia por el magistrado al que también salieron a cazar y que hoy, justamente hoy, debe presentarse en el Consejo de la Magistratura bajo acusación de haber desestimado el mamarrachesco dictamen de Nisman sobre el que ancla ahora una persecución en masa” (…) “¿Cuál será la reacción de eso que se llama la “clase política”? Gobernadores, senadores, diputados, todos ellos de la oposición “sensata”, “anti K”, y que esta semana fueron título por las roscas de armado de bloques y negociación con el macrismo, ¿qué tendrán para decir? ¿Se tomarán el fin de semana largo, agotados por tanta transa? ¿O habrá varios que conserven todavía alguna capacidad de reacción, que para el caso es lo mismo que decir dignidad? ¿El senador Pichetto, la flamante estrella del firmamento macrista, se anima a escuchar su intervención a favor del memo con Irán?” (…) “Nadie con sensatez puede desentenderse de que esto es puramente venganza. Jamás se vivió una cosa sí desde el recupero democrático. Tiene ingredientes como el circo mediático, o la desviación de agenda en un momento que no parecía favorable a Casa Rosada entre los aumentos de tarifas, el manejo de la tragedia del submarino, las advertencias extendidas sobre el hachazo a los fondos de los jubilados. Pero el nodo es la venganza. También, claro, hay la pregunta de la reacción social. La que haya será sectorial, pero al menos debe haber eso porque si la ecuación fuera que de todos modos seguirán avanzando no hay nada más que decir”.

En su edición del 8 de diciembre, La Nación publicó artículos de Fernando Laborda (“Cristina critica al gobierno y al juez, pero debería estarles agradecida”), Marcos Novaro (“Espíritus ancestrales del Wall Mapu contra el estado liberal”) y Sergio Berensztein (“Consecuencias no intencionales”).

Escribió Laborda: “Es comprensible el silencio del presidente Mauricio Macri tras la orden de prisión preventiva para Cristina Kirchner y el pedido de desafuero al Senado por parte del juez Claudio Bonadio. La respuesta de la Casa Rosada ante los incesantes requerimientos periodísticos puede sintetizarse en un mensaje que apunta a poner las instituciones por encima de cualquier especulación política: “Es un tema que debe resolver el Senado y no el Poder Ejecutivo”. Pero lo cierto es que el Senado ya tiene resuelta la cuestión: prevalecerá la doctrina que ha enunciado el justicialista Miguel Pichetto, según la cual sólo los senadores con condena firme deben sufrir el desafuero” (…) “Altos funcionarios de la Casa Rosada consideran desde hace tiempo que “meterla presa a Cristina sin un proceso impecable sólo ayudaría a victimizarla y a alimentar una máquina vengativa” (…) “Hay también consideraciones electoralistas detrás de la tranquilidad que le daría al gobierno de Macri el hecho de que la ex mandataria no quede detenida. Con Cristina activa políticamente, Cambiemos impulsó la polarización electoral y sumó votos respecto de la primera vuelta de 2015. Y, en adelante, la presencia de Cristina ayudaría a obstaculizar el proceso de renovación del peronismo de cara a los comicios presidenciales de 2019. Hasta hay quienes, para entonces, sueñan en el oficialismo con una competencia por la primera magistratura entre Macri y una Cristina multiprocesada, pero sin condena firme” (…) “Si se sigue la doctrina Pichetto, Cristina podría seguir en el Senado hasta que la Corte la condenara definitivamente, algo que podría tardar muchos años. Y según la doctrina del máximo tribunal aplicada recientemente con Carlos Menem, hasta podría darse el lujo de ser candidata presidencial con alguna que otra condena de primera o segunda instancia a cuestas” (…) “Mientras en el gobierno no son pocos los preocupados para que no vaya presa, Cristina Kirchner retomó el mismo argumento que usaron De Vido y Amado Boudou: hay una persecución inédita y un hostigamiento para terminar con la oposición. Y denunció que todo es una cortina de humo para tapar los proyectos de reforma laboral y previsional” (…) “En el fondo, Cristina debería estarle agradecida al juez, que esperó a que se convirtiera en senadora para ordenar una detención que no se producirá. Y también a Macri”.

Escribió Novaro: “Los mapuches radicalizados aprendieron de los errores cometidos en el caso Maldonado. Mientras que el Estado y el gobierno hasta aquí no parecen haber hecho lo mismo con los suyos. Por eso la situación creada en el lago Mascardi es bastante más complicada que la que se enfrentó en Chubut” (…) “Concentrémonos en el nuevo cariz ideológico del conflicto, porque es el más relevante para su desarrollo futuro. Y porque nos permite además conectarlo con un tema más amplio: ¿será cierto como está de moda decir tras las legislativas que el oficialismo ya ganó la batalla cultural? En algunos terrenos puede que haya avanzado, pero en otros es dudoso” (…) “Los mapuches radicalizados hay que reconocer que encontraron bien rápido la forma de soltar lastre y dejar atrás el papelón de Cushamen: sepultaron a la RAM y ahora los conduce una machi con la cual enfrentan al Estado no sólo en el mundano orden de la apropiación de tierras y la práctica de la violencia, sino sobre todo en el orden del sentido: ¿cómo él no va a reconocer el derecho de cada quién a creer lo que le venga en ganas, por ejemplo que los espíritus ancestrales de todo un pueblo le mandan ocupar un terreno para él infinitamente valioso?” (…) “Con semejante apelación identitaria de su lado los grupos violentos empezaron a romper su aislamiento con la gran masa de las comunidades mapuches. Reemplazaron, de paso, un liderazgo inconveniente como el de Facundo Jones Huala por un colectivo difuso sin nombre ni rostro que actúa como guardia pretoriana de la machi” (…) “Como sea, dejaron en segundo plano el marxismo indigenista promotor de una guerrilla que ya hubiera sonado desubicada en el siglo XX, para levantar la voz de los sumergidos bien siglo XXI: rechazo a la globalización sin rumbo, desconfianza de las masas ante elites que parecen haber perdido la capacidad de convencer y ofrecer un futuro inclusivo, temores ambientales crecientes ante un desarrollo económico cada vez más intrusivo. Sería necio no reconocer allí otra señal de maduración. O no entender el por qué de la sintonía con estos planteos de un sector de la Iglesia católica” (…) “Inútil recordarle lo de “al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. Porque también para él el problema cultural de base es que el capitalismo y los liberales que lo promueven nos empujan a un mundo impermeable a lo espiritual, en que primero los pobres y luego toda la humanidad van camino a naufragar. Se entiende entonces su solidaridad con un grupo que consagra a una nueva mesías, con autoridad para decidir dónde y cómo han de vivir sus seguidores para lograr la comunión entre ellos y con su mundo espiritual, aunque al hacerlo haya que ignorar “de a ratos” las leyes civiles” (…) “Y se entiende también el porqué de la simpatía que esa autoridad despierta en progresistas bien pensantes, en términos generales moderados y liberales, para nada fanáticos, ni K ni de otra familia, pero mucho más ansiosos por mostrarse solidarios con las creencias y raíces culturales de los pueblos originarios que celosos de la obediencia a la ley” (…) “Entre unos y otros colocan al Estado liberal frente al desafío de escaparle al conflicto religioso y a la vez lidiar con el conflicto político, y también con el cultural. Aclaremos por si hace falta que ese Estado no niega ni esa ni ninguna otra creencia” (…) “Sólo se abstiene de asumir preferencias al respecto y, para permitir que ese plural mundo de creencias sobreviva, ejerce un monopolio en otros asuntos: cómo se apropia la gente de tierras y demás bienes, cómo protesta y toma decisiones, etc.” (…) “El Estado liberal no sólo tiene su área de soberanía para preservar la paz, también administra el choque y el debate entre las razones de las partes, las condiciones de validación de sus argumentos, eso tan importante para la convivencia que no surge de imposiciones ni de la espontaneidad social, está en el medio. Y en este terreno las falencias que enfrenta para la batalla cultural en curso se evidencian cuando lidia no con el kirchnerismo residual y su populismo setentista, que se hunden solos, sino con adversarios del siglo XXI: nuevos fanatismos, nacionalismos resucitados, el integrismo religioso y el antielitismo de masas, frutos de un malestar cultural actual y profundo” (…) “Además de validar sus acciones el Estado debe hacer cumplir criterios de validación de sus acciones y dichos a los particulares” (…) “Pero el Estado en lo suyo no puede generar dudas, su trabajo es despejarlas” (…) “En suma, una cosa es que el Estado sea prescindente en asuntos espirituales y otra que no sepa argumentar ni obligar a las partes a validar razonablemente sus argumentos. Si no logra hacerlo se ganará más y más enemigos. Que se convencerán de lo que dijo Juan Grabois para defender a Milagro Sala: que él quiere destruir todo lo que tiene valor en este mundo, los pueblos originarios, la Iglesia de la opción por los pobres, todos quienes luchan por la justicia. Y de lo que suele decir David Choquehuanca, el canciller boliviano, sobre el liberalismo: que ya fracasó suficientes veces en su promesa de un futuro inclusivo y nuestra mejor opción son las culturas por él relegadas. En esta batalla cultural, la que realmente importa, las cosas están lejos de haberse resuelto”.

Escribió Berensztein: “(…) Lo cierto es que la agenda de los gobiernos está plagada de situaciones inesperadas cuyos costos y consecuencias superan largamente los cálculos iniciales. Inevitable la referencia al concepto de “cisne negro” del gran filósofo y matemático libanés Nassim Taleb: acontecimientos altamente improbables que impactan de forma determinante generando efectos sumamente significativos y de larga duración. El ataque a las Torres Gemelas o los atentados de Atocha son dos ejemplos característicos” (…) “Otro caso paradigmático es el Brexit. No solamente terminó con la carrera política de David Cameron, sino que sumió al Reino Unido y a la Unión Europea en sendas crisis muy profundas y con un final aún incierto. En efecto, es tan endeble el equilibrio interno que Teresa May tiene un margen ínfimo de maniobra para administrar su divorcio con Bruselas” (…) “Lidiar con esta clase de acontecimientos nunca es fácil, pues por definición son inesperados y encuentran a los gobernantes no sólo sin respuestas, sino incluso con la guardia baja. La correspondiente improvisación, los errores no forzados y algunos gafes inexplicables suelen complicar aún más situaciones de crisis. Ahora bien, para eso sirven los comités ad hoc, para manejar estas coyunturas tan complicadas y permitirle a la opinión pública acceder, a pesar de la sorpresa y la incertidumbre, a la información chequeada y mínimamente confiable. Estas técnicas de “manejo de crisis” no siempre sirven para aliviar los problemas, pero al menos pueden evitar que se agiganten” (…) “En nuestro país, el caso Maldonado y en general la cuestión del RAM, la tragedia del ARA San Juan e incluso el derrotero de las denuncias e investigaciones que involucran a Milagro Sala han tenido fuerte impacto en el exterior e influido en la imagen que el país viene forjando. Es, sin duda, muy diferente a la que tenía hasta hace dos años, cuando Argentina era vista por el mundo civilizado como la próxima Venezuela. Pero estamos aún muy lejos de despejar las naturales dudas que emanan de una trayectoria secularmente errática. Tantas frustraciones acumuladas, tantos ciclos de ilusión y desencanto han generado un cierto escepticismo, incluso en quienes reconocen los enormes cambios que se vienen dando últimamente. “¿Por qué esta vez será diferente?”, me preguntó estos días un agudo observador de la realidad latinoamericana. Le pedí un par de semanas para pensarlo”.

Desde el 10 de diciembre de 2015 el gobierno encabezado por Mauricio Macri no ha hecho más que hacernos la vida un infierno. Lo notable del caso es que, tal como lo demostraron las elecciones del pasado 22 de octubre, es apoyado con entusiasmo por el 42% del electorado. Lo que viene haciendo Macri desde que asumió no llama para nada la atención. Macri siempre fue un conspicuo representante de la oligarquía o, si se prefiere, del establishment. Está convencido de que tanto él como el resto de los miembros de la oligarquía, nacieron para mandar. Cree sinceramente que por un designio inmutable de la naturaleza o una providencia divina, forma parte de una clase social que considera a la Argentina de su propiedad. Para la oligarquía el país le pertenece. Es un dogma revelado que no admite ningún tipo de discusión. El modelo de país surgido a raíz de la federalización de Buenos Aires en 1880 es el único viable, legítimo. En consecuencia, el resto de la población tiene la obligación de aceptar sus reglas de juego y, fundamentalmente, de aceptar el mando natural de la clase superior. Este sistema de dominación fue impuesto a sangre y fuego por la sencilla razón de que los caudillos del interior del país se negaron a ser esclavos del centralismo de Buenos Aires. Disipado el peligro populista, el orden conservador celebró el centenario de la Revolución de Mayo sintiéndose el dueño del país. Y en verdad lo era. Sin embargo, el emergente radicalismo protagonizó una serie de revoluciones que obligaron a la oligarquía a flexibilizar un poco el sistema electoral. Sáenz Peña, uno de sus cuadros más lúcidos, consideró que lo mejor que podía hacer el régimen era permitir al radicalismo participar en los actos electorales. De esa forma se descomprimiría una situación social altamente conflictiva. El problema surgió cuando en 1916 triunfó Hipólito Yrigoyen. El “peludo” lejos estaba de significar un peligro para el establishment. Sin embargo, la oligarquía no lo quería ya que no lo consideraba como propio. El triunfo radical en 1916 le demostró al orden conservador que el grueso del pueblo no lo apoyaba, puso en evidencia su incapacidad para granjearse las simpatías de las grandes mayorías populares. Con el triunfo de Alvear en 1922 las cosas volvieron a su cauce natural. La oligarquía volvió a sentirse tranquila porque Alvear le pertenecía. Pero seis años más tarde se produjo el retorno de Yrigoyen a la Rosada. El orden conservador no estaba dispuesto a tolerar otros seis años del “peludo”. Dos años después, en septiembre de 1930, apoyó a las Fuerzas Armadas en el derrocamiento del líder radical. Fue la demostración más cabal del espíritu antidemocrático del orden conservador. A partir de entonces y durante medio siglo, el país vivió constantemente sacudido por crisis políticas, institucionales y económicas de magnitud.

El régimen conservador creyó que con el derrocamiento de Irigoyen volverían los buenos viejos tiempos. Craso error. Durante el fraude patriótico la oligarquía se mantuvo en el poder desconociendo los principios fundamentales de la democracia. En 1937 cometió todo tipo de tropelías para consagrar a Ortiz como sucesor del general Justo, un emblema del orden conservador. Pero ya nada sería como antes. El “virus del populismo” se había extendido a lo largo y ancho del país y haría eclosión el 17 de octubre de 1945. Ese día la Argentina cambió para siempre. Un astuto militar, dueño de un carisma inigualable y un maquiavelismo sin igual, llegó a la Rosada por el voto popular en febrero de 1946. El orden conservador, nucleado en torno a la Unión Democrática, nada pudo hacer para evitar el ascenso al poder de Juan Perón. El país había ingresado en una nueva etapa histórica y a partir de entonces la sociedad se movió al compás del ritmo impuesto por Perón. La oligarquía no lo soportó. No toleró el hecho de que los “descamisados” se consideraran sus pares. Era algo inadmisible, inaudito, incalificable. El orden natural de las cosas se había desvirtuado. Los que habían nacido para obedecer estaban mandando. Entre 1946 y 1955 la oligarquía vivió un suplicio. Fue entonces cuando el país se dividió profunda y peligrosamente. La antinomia peronismo-antiperonismo llegó para quedarse provocando una grieta que aún perdura. El odio se instaló en el espíritu de los argentinos y sólo la providencia quiso que en aquella época no se desatara una guerra civil. El país se transformó en una gigantesca olla a presión que estalló el 16 de septiembre de 1955. Ese día las Fuerzas Armadas derrocaron a Perón para dar comienzo a la Revolución libertadora. El general Lonardi quiso apaciguar los ánimos y enarboló la bandera de ni vencedores ni vencidos. El sector más radicalizado del poder castrense no lo toleró y lo eyectó del poder. En noviembre de 1955 comenzó la etapa jacobina de la Revolución Libertadora comandada por Aramburu y Rojas. Su objetivo fue desperonizar el país a como diera lugar. Entre ese año y 1973 se sucedieron gobiernos militares y gobiernos tutelados que fracasaron estrepitosamente. Desde su exilio en Madrid, Perón demostró ser un hábil e impiadoso titiritero que creó pacientemente las condiciones que permitieran su regreso. Fue paciente: esperó 18 años. Su triunfal retorno en 1973 puso dramáticamente en evidencia el fracaso del furioso antiperonismo que gobernó el país durante su exilio. Lamentablemente, el odio y la sinrazón se habían instalado definitivamente en el país. El peronismo fue incapaz de garantizar el reencuentro de los argentinos. Por el contrario, profundizó la grieta hasta límites increíbles transformando al país en un inmenso charco de sangre.

Durante 1975 el orden conservador dio el okey a un nuevo derrocamiento protagonizado, por el poder castrense. La presidente Isabel Perón, pese a no saber dónde estaba parada, tuvo la lucidez necesaria para proponer a los argentinos un adelantamiento de las elecciones presidenciales (segundo semestre de 1976). Nadie la apoyó. Nadie. El 24 de marzo de 1976 fue derrocada y la inmensa mayoría de la población respiró aliviada. El orden conservador había recuperado el control del país. Los militares gobernaron entre 1976 y 1983 y su objetivo fue regenerar el tejido social argentino, curar a la sociedad de un mal muy peligroso: el virus subversivo. Los militares tuvieron éxito pero pagaron un precio altísimo. Los desaparecidos fueron su macabro legado (además de una guerra perdida y un caos económico dantesco). El retorno a la democracia fue la lógica consecuencia de la derrota en Malvinas. Contra todos los pronósticos, el 30 de octubre de 1983 ganó las elecciones presidenciales Raúl Alfonsín, un conspicuo dirigente radical del ala progresista del radicalismo. Al comienzo Alfonsín intentó ejercer el poder sin depender del orden conservador. Dos años después sucumbió y a partir de entonces debió soportar los embates de la oligarquía. Pese a su economía de guerra y los sucesivos planes de ajuste que puso en práctica, jamás logró convencer al establishment. Quien sí lo logró fue su sucesor, Carlos Menem. Hábil e intuitivo, Menem logró convencer a la oligarquía de que era un presidente confiable. Ello le permitió ejercer el poder durante una década y media, algo que ni el propio Perón había conseguido. Durante esa época el orden conservador estuvo tranquilo pese a que en la intimidad seguramente se burlaba del riojano. En 1999 asumió como presidente un discípulo de Alvear, Fernando de la Rúa. La oligarquía se sintió a gusto porque el cordobés era una figura mucho más potable para su paladar que Menem. Lamentablemente, su gobierno fue un desastre. En diciembre de 2001 debió abandonar la Rosada en helicóptero en medio de la peor crisis de la Argentina contemporánea. El país fue un tembladeral entre la caída de De la Rúa y la asunción de Néstor Kirchner en 2003. En ese período el gobierno estuvo manejado por Eduardo Duhalde, un dirigente que jamás logró congraciarse con el establishment. Consciente de ello, buscó por todos los medios ubicar en la Rosada a un político que fuera bien visto por la oligarquía. El destino quiso que su sucesor fuera un dirigente del sur del país, desconocido para la gran mayoría de los argentinos: Néstor Kirchner.

El 25 de mayo de 2003 el patagónico asumió. Había nacido el kirchnerismo, un fenómeno social, político y cultural que enloqueció al orden conservador. Néstor Kirchner fue un caudillo poseedor de una gran capacidad para construir poder. Su problema fue que jamás quiso ser un empleado del establishment, como lo fue Menem. Durante su presidencia tomó algunas decisiones que marcaron a fuego a los argentinos durante una década: el apoyo a los juicios por la verdad histórica, el alejamiento del neoliberalismo, la reconstrucción de la Corte Suprema y el desendeudamiento. La oligarquía odió a Kirchner desde el comienzo. Sin embargo, el patagónico logró gobernar el país durante cuatro años sin sufrir intentos desestabilizadores. Los problemas comenzaron cuando Kirchner bendijo la candidatura presidencial de su esposa, Cristina Fernández. En las elecciones presidenciales de 2007 el electorado apoyó su candidatura y Cristina se transformó en la nueva presidente del país. Nunca antes el sucesor de un presidente fue su esposa. El orden conservador montó en cólera. Ello explica por qué Cristina jamás gozó de un día de paz durante sus ocho años como presidente. Fueron años muy traumáticos, muy complicados, donde la grieta se profundizó otra vez de manera muy peligrosa. La antigua antinomia peronismo-antiperonsimo fue sustituida por la antinomia kirchnerismo-antikirchnerismo. El odio de antaño retornó con una gran virulencia. Era evidente que la oligarquía no iba a permitir que el kirchnerismo durara eternamente. Sin prisa pero sin pausa, el establishment se valió de todo su arsenal bélico para socavar la legitimidad de Cristina. Desde el estallido del conflicto con el campo en 2008 hasta su último día en la Rosada en 2015 Cristina fue víctima de continuos ataques contra su gobierno y su persona, algunos de una violencia inusitada. El odio que los sectores medios y medios altos le tenían a la presidente fue hábilmente explotado por los medios de comunicación y por Jaime Durán Barba, el hábil gurú de Mauricio Macri. Ese odio y algunos errores cometidos por Cristina le permitieron al orden conservador, a través de Macri, conseguir lo que siempre le resultó una misión imposible: acceder al poder democráticamente. Por primera vez en la historia, la oligarquía era votada por un importante sector del pueblo.

El 10 de diciembre de 2015 Macri asumió. Las cosas volvían a su lugar. El país volvía estar en manos de sus genuinos dueños. Pero en esta oportunidad, por decisión de aquellos que siempre fueron objeto de su menosprecio.

Anexo

LAS FUERZAS MORALES de José Ingenieros

Escribió el autor: “La incapacidad de querer engendra miedo de vivir. Tanto se apaga la vida cuanto decrece la voluntad. La pereza y la inacción son los gérmenes de la miseria moral; el hábito de holgar suprime en los parásitos la aptitud para el trabajo. La abulia es el castigo final de los perezosos: no es en ellos una desgracia, sino una culpa. Se adquiere por obra del paciente mismo, como las enfermedades vergonzosas. La vida humana es gimnasia incesante de funciones armónicas. Deber natural del hombre es ejercitar su brazo y su mente; quien viola ese deber comete una inmoralidad. Los órganos se amodorran y el espíritu se envilece. La inercia apoya la vida de los holgazanes, tornándolos incapaces de hacer cosa alguna para sí mismos y para los demás. Cruzarse de brazos ante un mundo moral que incesantemente se renueva, es suicidarse; es morir de sed junto a las fuentes de la vida. Quien haya atentado así contra su dignidad, debe curarse reeducando las funciones de su organismo y de su entendimiento. Para aprender de nuevo a ejecutar lo que se piensa es necesario olvidar la palabra “mañana”. Ahora o nunca. “Mañana” es la mentira piadosa con que se engañan las voluntades moribundas”.

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