Por María Delicia Rearte de Giachino.-

1982 – 35º ANIVERSARIO – 2017

Es bien sabido que la memoria suele sernos inocentemente infiel y que el olvido es siempre acabadamente traicionero…

Así como exaltamos las vivencias dolorosas suavizadas con la pátina dorada de los años; así también con la herrumbre corrosiva de esos mismos años las destrozamos…

Memoria y olvido en la vida de los hombres, de los pueblos, de los estados, de las naciones, de las conciencias…

Memoria y olvido en nuestra Patria, asolada por el dolor de la falsa memoria y enredada en el olvido traidor de la mentira…

Hoy, a 35 años de aquel 2 de Abril de 1982, el olvido intenta destruir la memoria y es así que hoy asistimos, inermes, a una falsa memoria vengativa y sucia y a un olvido denigrante y doloroso… ¿Qué otra cosa puede ser el reciente olvido de nuestras islas en el mapa de saludo de la ANSES al Mercosur en su día el 26/3? ¿O tal vez que otra cosa podría ser ese mismo incalificable olvido de Carolina Stanley, Ministra de Desarrollo Social, en su saludo del pasado fin de año a los argentinos?

Malvinas, con su gloria, con su honor, con su sangre y sacrificio, debe olvidarse y relegarla al cajón de los diálogos pseudo diplomáticos, donde la gloria es algo abstracto, el honor un adorno de los de turno, y la sangre y el sacrificio una corona de laureles en algún monumento del ignoto lugar del mundo donde se debaten entre recepciones y papeles, la gloria y el honor y la sangre y el sacrificio de un pueblo que tiene memoria y que no olvida…

Malvinas es hoy, en un año despiadadamente electoral, la pulga en la oreja de candidatos y proyectos de candidatos. En un desconocimiento culpable del auténtico pueblo argentino, se ensucia la memoria y se recurre al olvido, llegando a extremos absolutamente degradantes como el de querer profanar las sagradas tumbas de aquellos que solo Dios conoce y que dejaron un hueco honroso en la vida de quienes los amaron en la tierra…

Con fines lesivos a la dignidad de un soldado que peleó una guerra, sea cual sea su grado o su desempeño, presencias indeseables han pisado esa turba todavía húmeda por la sangre caliente y joven y no para besarla sino para denigrarla convirtiendo el Amor en odio… el deber en tortura… el valor en cobardía…

Inglaterra sigue militarizando las islas y en un afán descontrolado por estrechar unas relaciones utópicas con los isleños, la Cancillería minimiza los hechos y espera que una vez que desaparezcan las actuales generaciones de uno y otro lado, todo será distinto como lo acaba de manifestar un ex ministro plenipotenciario argentino que, en soledad, las visitó recientemente…

Esta memoria deformada de la situación actual de la Causa Malvinas, buscando relegarla a un olvido culpable, ha dado como nefasto resultado una ciudadanía indiferente y confundida, y entre los hombres que la protagonizaron una incomprensión dolorosa y enfermiza que no sólo los ha separado profesionalmente, sino que expone sus vidas a una muerte prematura como se ha dado en este año en que alrededor de treinta Señores Veteranos han ido a ocupar su lugar de honor en ese batallón de valientes que sólo Dios comanda y que NUESTRA SEÑORA DE MALVINAS, MARIA DE LUJAN, en el esplendor de su Divina Realeza acoge en sus brazos de Madre, después de haber sido profanada en su sitial de Gloria

Seguramente las grandes preocupaciones económicas de los gobernantes en un país devastado les impide ver esa trágica realidad que vive una importante masa de sus gobernados, hombres y mujeres, totalmente ignorados como se comprobó en la importante manifestación del 9/3 de VGM, sus familias, sus amigos, en perfecto orden y que ningún medio registró ocupados en como están en lograr el nuevo «ellos y nosotros» cuyas nefastas consecuencias estamos sufriendo todavía…

Si una guerra no bastó para unirnos, como van a unirnos los enredos económicos… Sin seguridad, sin trabajo, sin educación, sin moral ni vergüenza, sin Dios ni Patria, en la frivolidad de promesas, en la oscuridad de componendas, MALVINAS debería erigirse como el faro que divisa en su agonía el solitario navegante y que sabe que allí estará su salvación…

Malvinas ,con sus grandezas y sus bajezas, que arrastra 35 años de MEMORIA y OLVIDO, debe ser la prenda de unión de los argentinos y para que esa unión sea verdadera y perdure, los VGM deben unirse en un bloque indestructible, vivos y muertos, en la tierra para invocar a los del cielo y los del cielo para dar fuerza a los de la tierra…y al lado de ellos, sus mujeres para honrarlos si no están y aliviar sus pesares si los tienen.

Entonces el ciudadano común entenderá que esas tumbas son de soldados y no de desaparecidos; que los VGM son soldados y no pordioseros; que Malvinas no fue el desvarío de un borracho sino el mandato sanmartiniano de un juramento inscripto con letras de sangre en la Historia contemporánea de un pueblo que no encuentra su rumbo…

Entonces el ciudadano común, al que le robaron la memoria veraz y auténtica y lo sometieron al olvido cómodo durante 35 años bajo distintos sellos partidarios, bajo sórdidas componendas, tras logros materiales serviles, con aberrantes consignas morales, sin FFAA, sin Dios, sin Patria, sin sueños de grandeza, encontrará sentido a aquellas palabras que hoy ni siquiera pronuncia sino que abuchea: «CORONADOS DE GLORIA VIVAMOS O JUREMOS CON GLORIA MORIR…» (Himno Nacional Argentino).

¡¡¡MALVINAS, VOLVEREMOS!!!

¡¡¡VIVA LA PATRIA!!!

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