Por Alberto Buela.-

Fuentes fidedignas nos informan que:

«…las tolderías mapuches no están en las Salinas Grandes ni en ningún valle cordillerano sino en la «Pérfida Albión», la misma que nos manda a Greenpeace o a Amnesty International, y mas precisamente en 6 Lodge Street, ciudad de Brístol, Inglaterra, Tel/Fax: + 44-117-9279391… sobre 19 dirigentes de apellido predominantemente anglosajón o francés hay uno que se llama Mariqueo, con sospechas de poder ser mapuche.

Hasta el jefe de de la resistencia mapuche Jones Wallace, se cambió el apellido y se puso Huala. Como enseña el Martín Fierro: “aquel que cambia de nombre tiene algo que ocultar”.

Además la denominación mapuche es no sólo moderna, sino también falsa, porque siempre fueron araucanos. Y más falso aquí en territorio argentino, pues sus tolderías estaban en Chile. De este lado habitaban los teuhelches.

Estos mapuches de ahora no son otra cosa que operadores de la CIA para generar represión.

Maldonado que desapareció hace un mes, cuya vida como la de todo ser humano es un fin en sí mismo, es utilizado políticamente, como un medio, por el kirchnerismo y la izquierda para sumar votos para la elección de octubre.

Jones Wallace, ¡qué ascendencia india que tiene! Posee documento de identidad argentino pero se declara no serlo. Es una facultad del presidente de la nación poder declararlo apátrida. Que lo haga y listo el pollo. ¿A ver a dónde va después y cuantos indios lo siguen? Pero Macri carece de imperio, es decir, tiene la formalidad del poder pero carece de actoritas, que se funda en el saber, y él no sabe.

El uso que se hace de Maldonado es ruin, y una ruindad fue la que hizo Ctera y su principal gremio Suteba, colocándole a los alumnos del primario la máscara de Maldonado.

La sanción, si quiere ser efectiva tiene que venir del ministro de trabajo de la provincia de Buenos Aires, que debe suspender la personería gremial del sindicato. La repuesta va ser una huelga, pero como tienen la personería gremial suspendida ésta se transforma en ilegal. Si así ocurriera, el ministro de justicia le retira la personería jurídica e intervine eo ipso todos sus bienes. ¿Vamos a ver después quién lo sigue a Baradel? Pero los funcionarios de Cambiemos, está visto, que no trabajan y no quieren correr el riesgo de sus decisiones.

Así estamos hoy los argentinos de a pie, entre dos alternativas falsas: unos que mienten y mienten, sabiendo que siempre algo queda y otros que no actúan, porque jugando el quedo (como en el billar cuando la carambola es difícil) quieren seguir en el gobierno.

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