Por Nicolás Márquez.-

Me despierto hoy 28 de junio inusualmente temprano (las madrugadas no suelen ser un hábito corriente en los escritores) y advierto que las redes sociales ardían con la tendencia “Martínez de Hoz”. Al indagar en Twitter, leo que cientos de papanatas se encontraban “indignados” ante la noticia de que el actual gobierno nombró al Dr. José Alfredo Martínez de Hoz (h) (es decir al hijo del ex Ministro de Economía), para que dentro del Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI) dirija la oficina de marcas y patentes.

Pues bien, los comentarios insistían en la queja que rezaba “no se puede nombrar al hijo de un asesino”, malestar que los quejumbrosos no sintieron de igual forma cuando el régimen de la bodeguera Cristina Kirchner le proveía de fondos al hijo de Mario Firmenich para que éste comande la filial de La Cámpora desde España, o cuando Juan Manuel, es decir el endurecido sobrino del homicida Fernando Abal Medina fue nombrado como Jefe de Gabinete de la propia Cristina, ni tampoco cuando Wado de Pedro, hijo de la montonera que asesinó a Paula Lambruschini, fue consagrado como Diputado Nacional del FPV. Tampoco hubo quejas similares cuando el parricida Sergio Schoklender fue nombrado como apoderado de la banda de ladrones popularmente conocida como “Madres de Plaza de Mayo” para administrar fondos públicos en beneficio propio y a expensas de los sectores postergados.

Pues bien, todo este asimétrico contraste viene a comento, dado que el sinfín de cibernautuas que pululaban posteando enojadas consignas progresistas no se dieron cuenta de cuatro cosas fundamentales:

El hecho de que una persona haya tenido un padre asesino no convierte al hijo en heredero de esa conducta.

José Alfredo Martínez de Hoz (padre) no sólo no fue ningún asesino sino que fue un funcionario que prestó desde un Ministerio un trabajo técnico-profesional y de las 14 causas judiciales que a él le inventaron sus enemigos, en las 14 salió exculpado.

Como Ministro de Economía supo además brindar un eficiente y provechoso servicio al país, mal que le pese al grueso de la embrutecida opinión pública, siempre presta a consumir historiografía de supermercado.

Al que le quepa alguna duda sobre esto último, lo invito a leer mi columna escrita hace casi un lustro y que luego sea refutada: “Demonizar es fácil: ¿pero alguien sabe quién fue Martínez de Hoz?

Retrucadas una por una todas las objeciones expuestas, quedaría una sola duda: ¿José Alfredo Martínez de Hoz (h) tiene el currículum suficiente como para ocupar un cargo de esa responsabilidad?

Repasando someramente su trayectoria creemos que éste al aceptar ser hoy funcionario público no hizo más que dejar a un lado su acomodada vida personal/profesional y decidir sacrificar tiempo y dinero para el bien del país, en tiempos en donde la Patria clama por gestos de grandeza y desprendimiento:

José Alfredo Martínez de Hoz (h) Se graduó como el mejor de su clase en la Universidad Católica Argentina en 1980. Obtuvo un master “M.C.L., Master of Comparative Law”, en la Universidad de Illinois, ILL., Estados Unidos de América en 1982, con las máximas calificaciones en todos los cursos.

Es profesor de post-grado en petróleo y gas en la Universidad de Buenos Aires, y también ha sido profesor de cursos de grado en la Universidad Católica Argentina. Es disertante en seminarios y conferencias sobre cuestiones de energía y arbitraje.

Ha sido director del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires durante los períodos 2002-2005 y 2010-2013, co-fundador de la Comisión Pro Bono del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires y director de la Revista de ese Colegio Profesional.

Desde mayo de 2014, es el director de RADEHM, Revista Argentina de Derecho de la Energía, Hidrocarburos y Minería, publicada por Ábaco, Buenos Aires, Argentina (www.radehm.com.ar).

Es miembro de la Corte Internacional de Arbitraje de la CCI en representación de la República Argentina y miembro de la Asociación Internacional de Mediadores sobre temas petroleros (AIPN) .

Es también miembro de la Asociación Latinoamericana de Arbitraje, del Grupo Latinoamericano CCI de Arbitraje, del Club Español de Arbitraje y del Consejo Internacional de Arbitraje Comercial (International Council for Commercial Arbitration).

Adicionalmente, José Martínez de Hoz (h.) es miembro del Comité Argentino de Arbitraje Nacional y Transnacional (CARAT), del Centro Empresarial de Mediación y Arbitraje (CEMA), del Centro de Mediación y Arbitraje de la Cámara Argentina de Comercio) (CEMARC). Es también árbitro en CEMARC, CEMA y en el Centro de Arbitraje de la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CEAR-CBHE).

¿Quedó clarito?

Nosotros no tenemos nada más que agregar: excepto repetir por milésima vez que la lucha contra las insistentes mentiras del progresismo cultural no puede ni debe tomarse respiro ni vacaciones.

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