Por Oscar Edgardo García.-

El equilibrista devenido en Ministro de Economía en su tránsito por la cuerda que se le afloja cada vez más acaba de tomar varias medidas conducentes a disminuir los índices de inflación, entre las que habilita al Mercado Central, uno de los mercados informales (léase mercados negros) más importantes del país, a importar alimentos con el ilusorio objetivo de reducir el precio de venta al público de los productos frescos.

Mientras un buen número de funcionarios del Gobierno habitualmente se refieren al mercado paralelo del dólar calificándolo de ilegal, Sergio Massa, paradójicamente, le da participación en el combate contra la inflación a uno de los mercados en los que se registra una de las mayores evasiones fiscales del país.

Ésta y el resto de las medidas determinadas van en camino de convertirse en un nuevo fracaso y ponen en evidencia la incapacidad del gobierno para adoptar las disposiciones conducentes a combatir el flagelo que está destruyendo de manera ininterrumpida el poder adquisitivo de los argentinos.

Inflación, estanflación y crawling peg están presentes. El futuro de la economía con Massa se ve tan negro como la actividad clandestina en el Mercado Central.

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