Por Manuel Lichtenstein.-

Si alguna duda o reparo sobre lo que tendría que decidir acerca de los efectos de todo lo heredado del cristinismo, cuando asumió Mauricio Macri, es no demostrar debilidad o liviandad en la ardua tarea de limpieza total que, siguiendo lo preanunciado en su campaña electoral y que por supuesto son las motivaciones que lo llevaron a un triunfo que, si no lo asume en todas sus implicancias, terminará por ser una victoria a lo Pirro.

Si analizamos en profundidad la performance de los Kirchner, especialmente el camino recorrido como Presidenta, por Cristina, todo es objetable, ya que hasta los planes sociales tienen en su propuesta, la clara intención de alimentar a un clientelismo con el propósito de consolidar los votos que sumados a los de los alcahuetes y mercenarios beneficiados por prebendas y ventajas, son un toma y daca perverso.

De manera que en el orden interno, desde la puesta en marcha la Ley de Medios, cuyo instrumento de base es el AFSCA, cuya cabeza directriz perteneció a un fanático estalinista, declarado enemigo del libre comercio, como es Martín Sabbatella, que atrincherado en un despacho, le costó reconocer que no es mas su reducto, por ética debió abandonar, sin más trámite que llevarse sus petates, y a otra cosa mariposa.

Con esta actitud, no dejó de demostrar sus claras tendencias totalitarias, sobre todo cuando da vuelta los hechos, acusando al nuevo gobierno de Macri de fascistas, reaccionarios y anti populares.

Ya que se impone una tarea de limpieza imprescindible para sanear la República, nada debiera ser medianamente resuelto, o sea que los que tienen que someterse al rigor de la Justicia, que son muchos ya deben estar poniendo las barbas en remojo, ya que no caben medias tintas para consolidar la estabilidad de un gobierno que se propuso cumplir con todo lo prometido, que no es poca cosa, ni vanas, ni imposibles de llevar a cabo, si fuera que estamos hablando en serio.

De manera que al eliminar las tapaderas de las tremendas inmunidades de las que se valió la ex Presidente, todas las imputaciones que merecen por falta de cumplimiento a su deber que no solo son fácilmente demostrables, sino que el solo hecho de detentar una riqueza garrapiñada durante sus mandatos kirchnerianos, y que el daño infringido a la ciudadanía por las mentiras y los engaños con propósitos ruines, deben ser castigados sin ninguna otra opción, caiga quien caiga.

Por otra parte, evaluando lo que se perjudicó el país en todo su contexto al adherirse a un aislacionismo nefasto y agravado porque todo estuvo signado por increíbles manejos cuya impronta germinan con lo sembrado por las influencias de un energúmeno, enemigo del progreso y el desarrollo, como lo fue el mal recordado ex Presidente de la Hermana Venezuela, Hugo Chávez, que hoy revolotea, vaya uno a saber en qué oscuros senderos del Infierno.

Mauricio Macri la tiene bien clara, e inteligentemente sabe bien que si se aparta, aun apenitas, de su propuesta, será otro mas que no habrá cumplido con lo que prometió, ilusionando a un pueblo ávido de sentir en la piel y en los corazones, el Cambiemos.

Si así fuera, los hombres y mujeres de la Patria se lo demandarán, al lado de Dios, Nuestro Señor y guía. Amén.

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