Por Manuel Lichtenstein.-

No es aventurado afirmar que Mauricio Macri habrá de ser nuestro próximo Presidente, ya que todas las señales que se nos muestran después de la elección del 25 de octubre anticipan cuál habrá de ser su desenlace.

¿Cuáles serán sus prioridades en su plataforma de gobierno mas sus políticas de estado una vez ungido Presidente de todos los argentinos, condición sine qua non como motor del insistente anunciado cambio?

¿Tendrá en cuenta que son innumerables las asignaturas que Cristina le deja pendiente mas las que surgen de su propia iniciativa, habida cuenta que per se, está obligado a respetar al pie de la letra el Cambiemos?

Mauricio sabe bien cuáles son las cosas que este gobierno hizo bien y cuáles son las que hizo mal. De la corbata para adentro, sabe que este gobierno propiamente a lo Cristina, que no dejó de señalar que desde su gestión se multiplicaron los resultados que superan en tan corto plazo de doce años todo lo actuado y realizado por los gobiernos anteriores desde la Revolución de Mayo, que enfáticamente Cristina no dejó remarcar en el uso y abuso de la cadena oficial.

Una muestra de la ineficacia del los Kirchner, son los planes trabajar que Macri en su fuero íntimo, sabe que son una pesada carga fiscal que sin embargo para nada solucionaron el problema de la pobreza y lo que es mucho peor, todo lo que tenga que ver con la indigencia.

De manera que, si su futuro gobierno, calculando su triunfo en el balotaje, no pega un volantazo para convertir en realidad lo anticipado durante la campaña del PRO, y logre salvar los difíciles laberintos de tamaña empresa, lo primero que debe encarar conjuntamente con todos los gobernadores de provincias, es una redistribución poblacional proporcional a las medidas de sus territorios.

Ése debiera ser el primer paso para emprender la desconcentración habitacional en las arias de Buenos Aires y su con urbano, apuntando como metas la explotación de sus recursos naturales, mineros, agropecuarios e industriales y que a su vez le incorporaran el valor agregado a los productos primarios de cada región.

No me gustaría aparecer como que le quisiera vender naranjas a los paraguayos, pero poco y nada se toca sobre esta crucial y primordial asignatura que todo gobiernos con miras al desarrollo y crecimiento de la Nación, debiera encarar.

Otro flor de tema, pero de eso no se habla, tiene que ver con los militares presos que lisa y llanamente están a la deriva y ni tampoco cuentan la mano de Dios.

La justicia, para ellos no existe y los Derechos Humanos son para los otros, para aquellos que en la década del 70 con actitudes criminales y a la manera del Che y de Fidel a la cubana, quisieron transformar a la República Argentina en una segunda Cuba, proyecto abortado por los milicos del desgobierno de Isabelita, pero de eso, tampoco no se habla.

Aun así y a pesar de lo que no se habla, mantengo calientes mis entusiastas expectativas por el cambo que se viene, por lo tanto creo que a Mauricio lo tenemos que ayudar entre todos si pretendemos ver surgir a esta Argentina cual Ave fénix, tantas veces lastimada. ¿Podrá Mauricio? ¿Lo dejarán?

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