Por Hernán Andrés Kruse.-

En su edición del 12 de junio, Página/12 publicó un artículo de Mempo Giardinelli titulado “Y el Clarín a la carga ordenó”. Sus párrafos salientes son los siguientes: “Tensiones, temores y enojos se notan en estos días en la política bonaerense. Y es lógico” (…) “Todo dependerá-se rumorea-una vez más de ella misma, quien para su tropa es infalible porque no perdió nunca una elección en la que fue candidata” (…) “No hay unanimidad en las filas por su candidatura, que en todos los mentideros se reconoce plagada de riesgos. Algunos todavía sugieren preservar a la dama en esta instancia, incluso para ver en el tablero a ciertos peones con ansias de coronación. Hay entusiastas dirigentes y soñadores, militantes abnegados y de los otros, que hacen cola dispuestísimos a acompañarla. O a sucederla” (…) “Parece inminente que el país todo la vea nuevamente en campaña, pero, como preocupa a muchos, en condiciones harto complejas. Primero porque es difícil entender y tragar que el macrismo siga teniendo una fuerte intención de voto en la PBA, siempre por encima del 30 por ciento y pudiendo crecer. Y segundo porque más o menos un similar 30 por ciento le dan las encuestas al kirchnerismo (aunque en este caso con más pinta de techo que de piso). Lo cual, siendo peligroso, no sería lo peor. Porque lo peor, y sería bueno que alfiles y peones lo recordaran, es la negación de las propias limitaciones y la sobrevaloración de las propias fortalezas. Suele ser letal en política. Por eso ante todo debe ponderarse la fuerza del adversario a vencer. No alcanza con denunciar los excesos, corruptelas y barbaridades que comete el adversario” (…) “No alcanzan el fastidio ni combatirlos apelando a la nostalgia de que fuimos mejores aun con desatinos y torpezas” (…) “La semana pasada empezó a aclararse todo, aunque sin certezas. Pero ya cabe preguntarse si no será que la trampa está servida. El ex ministro silencioso está rodeado, y es cada hora más evidente el apoyo de Clarín y La Nación. Tiene a un especialista susurrándole al oído, uno que fue favorito del kirchnerismo y luego se supo que laburaba para Clarín; que después rodeó a Massa cuando parecía la esperanza blanca y que es el mejor intrigante político en las sombras de este país” (…) “Alrededor del silencioso que desespera por competir hay otros, claro, que desde el kirchnerismo ya votaron macristamente aunque con discurso nacional y popular. Con fondos buitre, endeudamientos o jueces a la Corte se quemaron igual que el eterno senador rionegrino que fue ultramenemista y ultrakirchnerista y hoy ultraquiénsabe” (…) “La unidad es necesaria, hoy, si lo que se quiere es vencer. Y una prueba se tuvo el domingo anterior: en La Rioja y en Chaco se ganó muy bien, pero se perdió la intendencia de Corrientes por una bifurcación como la que ahora alienta el anticristinismo aunque no se quieran llamar así” (…) “Los grandes multimedios-ese gigantesco emporio mentimediático que es el Verdadero Gobierno de este país-están detrás de todo esto. Es evidente que cooptan a troche y moche, y no importa si con dinero, promesas o amenazas. Los tienen de su lado, los protegen y promocionan. Y los usan para el gran objetivo que les queda, ahora que ya se apoderaron del país: destruir a Cristina no por sus fallas sino por sus virtudes. Por eso la odian tanto del otro lado de la grieta que inventaron y profundizan: porque es inteligente, combativa, altanera y dura; porque está del lado de los jodidos; porque aguanta todo lo que le tiran y nunca se rinde. Y porque es mujer y morocha. Es difícil saber si la inminente decisión electoral de la expresidenta será la mejor. Pero lo seguro es que es un riesgo enorme” (…) “Ya no hay tiempo de hacer lo que sí debió hacerse: abrirse de una buena vez hacia el panradicalismo lastimado y convocarlo a la gesta patriótica que muchísimos yrigoyenistas y alfonsinistas aceptarían porque está en su esencia. E idem el millón y pico de socialistas de corazón que en todo el país llevan años desperdigados y desperdigándose” (…) “Los errores de construcción política se pagan, y más si el monstruo es cada vez más grande y pisa cada vez más fuerte. Macanón haberlo subestimado hace años, cuando incluso se coqueteó con él. Después fue imposible vencerlo. Hoy eso es historia. Pero para tenerlo muy en cuenta”.

En la misma edición, Página/12 publicó un artículo de Pacho O’Donnell titulado “Los dos encuentros del Che con Perón en Puerta de Hierro”. Sus párrafos salientes son los siguientes: “John William Cooke… líder de la izquierda peronista, exiliado en Cuba, había convencido al Che de que ningún proyecto revolucionario era viable en Argentina sin el apoyo del general Perón, quien contaba con la idolatría de los sectores populares y de la mayoría de los poderosos dirigentes gremiales de su país, además de ser la indiscutida cabeza del partido político más numeroso” (…) “A su regreso a La Habana de una gira por países africanos Guevara, ministro de Industria, hizo escala en Madrid. El testigo del encuentro fue Julio Gallego Soto, contador, hombre de confianza de Perón en asuntos comerciales” (…) “A fines de abril de 1964 Gallego Soto estaba acostándose para dormir en su lujosa habitación del Hotel Plaza de Madrid…cuando escuchó golpes en su puerta. Al abrir encontró a un desconocido que con mucha precaución y en susurros le entregó un mensaje manuscrito de Perón. En él le pedía que acudiera de inmediato a su residencia de Puerta de Hierro” (…) “Encontró a Perón rodeado por personas con uniformes verde olivo” (…) “Gallego Soto los identificó como cubanos. Después Perón se puso serio y le dijo que lo había “convocado para una tarea que requiere una gran reserva y una buena administración” (…) “Gallego Soto se enteró entonces de que se trataba de administrar varios millones de dólares del fondo de “Liberación”, el organismo que Guevara había creado para apoyar los movimientos revolucionarios en Latinoamérica. Fue entonces cuando Perón se dirigió a alguien que había permanecido en la oscuridad “y para mi sorpresa vi aparecer a un sacerdote capuchino que había estado presenciando la escena anterior y que, al alzar la pantalla de luz, resultó ser el mismísimo Che” (…) “Una de las consecuencias del acuerdo entre el Che y Perón, siempre ducho en los aspectos económicos de la política, sería la habilitación de Villalón para comerciar con exclusividad el tabaco cubano en varios países de Europa. El otro encuentro se produjo en 1966, antes de la experiencia boliviana” (…) “Yo era secretario de Perón en su exilio en Madrid”, me contaría Enrique Pavón Pereyra tomando café en un bar de Buenos Aires, poco tiempo antes de su fallecimiento” (…) “Una mañana muy temprano, serían las seis de la mañana, a través de la ventana veo venir a un hombre extraño y le aviso a Perón. “Es el Che Guevara”, me dice ante mi sorpresa, “hágalo pasar” (…) “Durante la entrevista le contó a Perón su plan de insurgencia en el Alto Perú. Perón se mostró sorprendido y al principio no le creyó, o se hizo el que no le creía” (…) “Después del encuentro lo único que me comentó, como si hablara para sí mismo, fue “pobre Guevara, lo van a dejar solo”. Y tuvo razón porque él también lo dejó solo” (…) “Entonces llegaría el momento de dejarlos solos” (…) “Estoy seguro de que entonces se habló de lo que más le interesaba al Che y también estoy convencido de que Perón le dijo que no estaba en condiciones de darle una ayuda formal del Movimiento Justicialista mientras las acciones se desarrollaran en territorio boliviano” (…) “Cuando la acción del Che se trasladase a territorio argentino entonces podría contar con el peronismo” (…) “Se despidieron muy cordialmente y el General lo acompañó hasta la calle. También me diría Pavón: “No sé si tiene que ver con esto que le conté pero tiempo después Perón me mostró una foto dedicada de Cooke vestido de guerrillero cubano, seguramente se la habría entregado el Che, y me comentó: “Este hombre ha dejado de ser peronista”.

En su edición del 12 de junio, La Nación publicó un artículo de Luis Gregorich titulado “Una campaña positiva es mejor”. Sus párrafos salientes son los siguientes: “La campaña política ya ha comenzado. Nos gustaría que los mediocres debates presenciados hasta ahora en los medios masivos (en especial audiovisuales) elevaran su nivel de interés e inteligencia. Por supuesto, algo peor que un debate rígido y esquemático es la falta total de debate” (…) “Cuando, sin embargo, la reunión de los que piensan distinto se produce, a menudo los interlocutores, en lugar de proponer ideas originales, se desgastan en una previsible confrontación verbal que no llega a ninguna conclusión, en la que gana el que gesticula y sonríe mejor, y en donde el oficialista suele caer en la trampa que le tiende el opositor, que se saltea las respuestas referidas a la corrupción y el desgobierno anterior, y grita sus muletillas sin avergonzarse: “¡Ustedes son la derecha neoliberal”!…A partir de aquí cesa toda razonabilidad en la discusión, la confusión domina la escena y los adversarios ya son enemigos” (…) “Tratemos de descifrar, ante todo y brevemente, qué espera de la próxima campaña el ciudadano anónimo, con cierto interés en la política y de orientación opositora, en su mayoría peronista. Si bien comparte el rechazo de la política económica, acepta las reglas de la democracia y confía especialmente en la marcha hacia la unidad de su partido, con la intención de convertirse en competidor electoral con posibilidades. Se pone violento a veces, pero no es golpista. Quizá sus objetivos apuntan hacia 2019 más que hacia 2017. Si se quieren nombres que se preparan para esta fase (tal vez) republicana del partido populista argentino por excelencia, aquí están Urtubey, Randazzo, Massa, De la Sota, Schiaretti. Su contribución a la construcción de un sistema político estable puede ser importante. No puede decirse lo mismo de los exaltados grupos del régimen anterior, despechados ante el poco éxito de su estrategia para liderar un encuentro de las diversas capillas justicialistas. De todos modos, ellos también tendrán que moderarse. Una derrota de su portaestandarte, la ex presidenta Cristina Kirchner, podría ser el fin de la carrera política de ésta y la extinción del grupo que la sigue” (…) “La campaña no debe ser oscurecida por una ola de denuncias personales. La Justicia, no la política, es la que tiene que jugar, con absoluto rigor e independencia, a quienes hayan cometido delitos o los cometan hoy. Es lícito soñar con una campaña totalmente positiva, en la que el Gobierno se niegue a la confrontación vacua y exhiba sus realizaciones y sus proyectos (realmente) en marcha, y se comprometa a terminar lo que se ha iniciado” (…) “No hay que eludir el debate (positivo), sino provocarlo. Debatir, sí, en busca de un acuerdo republicano que asegure la continuidad institucional y abra la puerta a las reformas económicas y sociales que el país requiere. Y por lo menos tengamos la ilusión de que las próximas elecciones de medio término, en las que no cambiarán demasiado los números en el Congreso y todo el mundo se verá obligado a negociar, nos sirvan para mejorar los modales de la política, si no las cuestiones de fondo”.

En la misma edición, La Nación publicó un artículo de Alberto Benegas Lynch (h.) titulado “Para proteger el planeta hay que cuidar la propiedad”. Sus párrafos salientes son los siguientes: “(…) A todos nos interesa el futuro del planeta, puesto que en él vivimos y nos afectan las perspectivas para el bienestar de nuestros descendientes. Sin embargo, debemos estar atentos a lo que se ha dado en denominar “la tragedia de los comunes”, que puede resumirse en la siguiente idea: lo que es de todos no es de nadie. La asignación de los derechos de propiedad, en cambio, hace que cada uno cuide lo suyo. Quien no lo hace adecuadamente pierde patrimonio. Esto es importante, porque no pocos ambientalistas se basan en “el derecho difuso” y la “subjetividad plural” para intervenir en la propiedad del prójimo aunque no haya nexo causal con una lesión al derecho de quien demanda. Este canal comenzó a utilizarse después del derrumbe del Muro de la Vergüenza en Berlín, como un modo de estatizar. Con el pretexto de cuidar la propiedad del planeta se destruye la institución de la propiedad” (…) “Respecto del agua, indispensable para la vida del hombre, el premio Nobel en Economía Vernon L. Smith escribe: “El agua se ha convertido en un bien cuya cantidad y calidad es demasiado importante como para dejarla en manos de las autoridades políticas”. El planeta está compuesto por agua en sus dos terceras partes, aunque la mayoría es salada o está bloqueada por los hielos. Sin embargo, hay una precipitación anual sobre tierra firme de 113.000 kilómetros cúbicos, de la que se evaporan 72.000. Eso deja un neto de 41.000, capaz de cubrir holgadamente las necesidades de toda la población mundial. Sin embargo, se producen millones de muertes por agua contaminada y escasez. Tal como ocurre en Camboya, Ruanda y Haití, eso se debe a la politización de la recolección, el procesamiento y la distribución del agua” (…) “En cuanto a la polución, no se trata de eliminarla por completo: respirar supone la exhalación de monóxido de carbono. Se trata de proteger los derechos de propiedad que se infringen cuando se emiten gases tóxicos en cierta escala. En este caso deben preservarse los pulmones y castigar a los infractores, tal como se hace si se arroja basura al jardín del vecino o si altos decibeles molestan al vecindario” (…) “Por su parte, la lluvia ácida se traduce en precipitaciones que incluyen ácido nítrico y ácido sulfúrico provenientes de algunas industrias. Especialmente, de plantas eléctricas que generan emisiones de dióxido de sulfuro y óxido de nitrógeno, que afectan los vegetales e incorporan acidez en los ríos y lagos, con consecuencias negativas para las especies que allí se desarrollan. El efecto invernadero, al igual que los otros casos mencionados, es controvertido” (…) “Según estas opiniones (Robert C. Balling, Donald R. Leal…), “en las últimas décadas hay zonas donde se ha engrosado la capa de ozono que envuelve el globo en la estratósfera. En otras se ha debilitado o perforado. En estos casos, los rayos ultravioletas, al tocar la superficie marina, producen una mayor evaporación y, consecuentemente, nubes de altura, que dificultan la entrada de rayos solares. Esto conduce a un enfriamiento del planeta, que se verifica con adecuadas mediciones tanto desde la tierra como desde el mar” (…) “En resumen, no cabe repetir un lado de la argumentación por el hecho de que el poder de lobby sea mayor, como el que se pone de manifiesto en el Acuerdo de París. En cambio, debemos analizar con detenimiento las distintas posiciones, sobre todo cuando se trata de un tema tan delicado. A veces la arrogancia impide advertir que los cambios más radicales en el planeta tuvieron lugar antes de la Revolución Industrial, lo cual incluye las notables bajas en el mar (se podía cruzar a paso firme el estrecho de Bering y las especies y las temperaturas se modificaron grandemente). En estos debates es necesario prestar atención a los diversos andamiajes analíticos y despejar telarañas mentales. Tampoco encerrarse en la creencia de que los aparatos estatales deben intervenir, apartándose de su misión específica en una sociedad libre en relación con la protección de los derechos de propiedad. En este contexto, cuando hay lesiones a los derechos, los responsables deben ser penados. Si el Estado se entromete en otras direcciones, habrá desajustes y arbitrariedades. Esperemos que no ocurra, como apunta Gustave Le Bon: “No es más fácil discutir con el poder de las muchedumbres que con los ciclones”.

En su edición del 12 de junio, el portal Infobae publicó un artículo del ex presidente uruguayo Julio María Sanguinetti titulado “Comunismo y Venezuela: el túnel del tiempo”. Sus párrafos salientes son los siguientes: “En mi larga vida política, tuve siempre una relación franca y respetuosa con la dirigencia comunista. Fui amigo de Rodney Arismendi y de José Luis Massera, figuras de enorme talento con las que era un gusto discutir y discrepar, porque nunca caían en agravios personales ni en bajezas políticas. Eran marxistas dogmáticos y todo lo observaban desde el prisma de esa concepción ideológica, que los dejó hundidos en el desconcierto cuando la Perestroika cambió los fundamentos del sistema” (…) “Han pasado los años y la vieja Rusia ha renacido para instaurar una economía liberal y un sistema político autoritario pero no socialista. Todo el resto del mundo comunista, europeo y asiático, se ha caído. Las solitarias excepciones son Cuba y la excéntrica Corea del Norte” (…) “¿Después de la caída del Muro, alguien puede proclamarse comunista, pensar que la lucha de clases es el motor de la historia y que sólo por el camino de la abolición de la propiedad privada podrá llegarse a ese sueño que alguna vez acuñaron? ¿Es posible que gente inteligente ignore un fracaso histórico tan rotundo como el del comunismo, tanto en lo económico como en lo social y político? Cuesta creerlo pero, sin embargo, nuestro Partido Comunista sigue al pie de esas ideas y, aunque sigue apoyando al Frente Amplio, mantiene viva su vieja idea: estamos ante la “crisis orgánica del capitalismo” y “una contraofensiva del imperialismo para uniformar el ajuste global”, en virtud de lo cual “más que nunca es necesaria la superación revolucionaria del capitalismo”. Esos son algunos de los conceptos estampados en la resolución general del XXXI Congreso del PCU del pasado 4 de junio” (…) “Sobre el caso venezolano, Eduardo Lorier dijo: “Nos quieren hacer creer que Estados Unidos no está detrás de la mayor reserva de petróleo del mundo y de América Latina” (…) “¿En qué se basa para tamaña afirmación? Pues en nada. E ignora lo fundamental: ¿Es el imperialismo el que le mandó a Hugo Chávez a cerrar los medios de comunicación democráticos, como Radio Caracas, por ejemplo? ¿Es el imperialismo el que centralizó el comercio exterior y el manejo de divisas, llevando al país a una crisis de desabastecimiento sin parangón en el mundo occidental?” (…) “El hecho es que esa concepción convive con un gobierno que no solamente no ha cambiado la matriz productiva del país, como se reconoce, sino que, al revés, ha concentrado más la riqueza e incluso ha extranjerizado la tierra como nunca… El ministro Danilo Astori, por otra parte, defiende el equilibrio fiscal con los mismos razonamientos que se hacían para condenar al vilipendiado Consenso de Washington” (…) “La verdad es que al velorio del capitalismo nos han invitado varias veces en el último medio siglo y el muerto nunca apareció. Al revés, se fue fortalecido como sistema, al punto de que la mayor potencia aún nominalmente marxista se ha adherido a él. Por otra parte, si se mira en perspectiva, se observa que ningún régimen mató más gente y condenó a más a la pobreza que el marxismo en sus variantes diversas; así como, a la inversa, la economía de mercado ha sacado de la pobreza a miles de millones de personas”.

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