Por Hernán Andrés Kruse.-

En su edición del 22 de mayo, Página/12 publicó un artículo de Mempo Giardinelli titulado “Embrutecer, pero que no se note”. Sus párrafos salientes son los siguientes: “En materia educativa la restauración neoliberal a cargo del macri-radicalismo gobernante ha empezado a ejecutar las políticas más retrógradas de los últimos 100 años. Si bien en el kirchnerismo hubo políticas contradictorias, y otras resultaron incompletas, el hecho relevante en materia educativa fue que durante 12 años el acento se puso a la vez en lo salarial, lo legislativo y lo social, puesto que en 2003 todo eran urgencias. Además sus políticas de lecturas sentaron las bases para que las nuevas generaciones tuviesen pensamiento crítico e hiciesen culto de la memoria y el espíritu patriótico” (…).

“Los estafadores que hoy gobiernan pavimentan el camino hacia una educación empresarial, que pagarán “los que puedan” y no recibirá la mitad de la población. Para eso, con prisa y sin pausas, vienen cerrando todos los programas de lectura que durante años crearon nuevos lectores. He aquí todo lo que discontinuaron en menos de un año y medio: a) La compra y distribución de libros para bibliotecas escolares y colecciones de aula, que entre 2003 y 2015 entregó 96 millones de libros de texto escolar, técnicos, pedagógicos y de literatura, lo que además dio impulso a la industria editorial y cuya selección se hizo mediante procesos transparentes de licitación y con participación de especialistas de todo el país. b) La edición, compra y distribución de libros para el Programa “Libros y Casas” del Ministerio de Cultura, que entregaba bibliotecas en cada vivienda social, así como las ediciones del Programa “Primeros años” del Ministerio de Desarrollo Social para comedores comunitarios, guarderías, hospitales y espacios afines. c) La publicación y distribución de colecciones que conformaron un patrimonio común de lecturas en escuelas y bibliotecas de todo el país, como “Leer por leer” (4 millones de ejemplares en 5 tomos con 180 textos de literatura universal para los 180 días de clase), “Leer la Argentina” (7 tomos con 290 textos de autores de todas las regiones del país) y varios más. d) La publicación y distribución de libros de lecturas para estudiantes y docentes, como “Para seguir creciendo” (5 tomos de lecturas literarias para egresados de cada nivel) y “Palabras con vos” (libros de cuentos de entrega domiciliaria a todo el padrón de docentes del país). e) Cientos de publicaciones literarias breves y en formato económico con cuentos y poemas de autores de cada provincia y de los países del Mercosur, distribuidas en escuelas, colonias de vacaciones, canchas de fútbol, taxis, ómnibus, trenes, peluquerías, balnearios, hospitales, comedores, parques y plazas, de los que se repartieron más de 40 millones de ejemplares. f) La dotación anual de colecciones de libros a cada aula de todas las escuelas públicas del país y cada sala de niños de 3 años con una bebeteca. g) El programa de intensificación de la enseñanza de la lectura “Leer con todo” y el “Programa de Desarrollo Profesional en Alfabetización Inicial”. h) Toda la política de fomento a la lectura a través del Plan Nacional de Lectura, así como la financiación de planes provinciales que desarrollaron acciones propias, incluyendo encuentros de escritores, ilustradores y especialistas con niños, jóvenes y docentes en todo el territorio nacional. Y con el cierre del PNL la política de cercanía y contexto de su estructura federal (5 coordinaciones regionales con sus equipos) que garantizan coherencia a la política nacional de lectura proveyendo recursos y acompañando a los equipos provinciales. i) Y también los seminarios de capacitación para la formación de docentes mediadores por parte de especialistas y equipos del PNL; la instalación de Bibliotecas Abiertas en las cárceles de todo el país; la edición y distribución territorial de lecturas en lenguas originarias; la apertura de la Biblioteca Nacional con talleres de lectura y escritura, debates, conferencias temáticas y rescate del patrimonio literario y de la prensa gráfica. Y obviamente es repudiable la discontinuación del fomento de la lectura digital que produjo el vaciamiento del Programa Conectar Igualdad” (…).

“Pero ahora, como frutilla de postre envenenado, viene lo peor: el Ministro Bullrich impone una aberrante propuesta que significará la destrucción lisa y llana del extraordinario avance en la lectura logrado en lo que va del siglo. Por circular enviada a fines de 2016 a todas las provincias, se exige ahora que los ministerios provinciales cumplan el así llamado “Plan Federal de Fomento de la Lectoescritura”, enunciado que delata una grave confusión conceptual porque la lectoescritura es proceso de enseñanza y no práctica a fomentar. Sin dudas diseñado con criterio marketinero y propagandístico antes que pedagógico, este Plan es presentado como “Cadena Federal de Lectura”, está escrito en un absurdo castellano neutro y su propuesta central es organizar sesiones de 24 horas de duración junto a un “Lectomóvil” que visitará las provincias…Ordena el “diseño de la ruta federal lectora que mejor satisfaga criterios operativos, logísticos y presupuestarios”, que deben hacerse “en lugar público, simbólico, de fácil acceso, seguro y que no entorpezca el tránsito para aparcar…” (…) “Para esta “cadena” lo fundamental es el control de los textos, por lo que ni siquiera se priva de disimular la censura previa: “Evitar incluir títulos que posean un lenguaje inapropiado (por ejemplo, uso de malas palabras o groserías), una temática incompatible con el Programa (por ejemplo, manifiestos políticos partidarios) o que provengan de autores que generen conflictos o suspicacias” (…) “La lectura para estos tipos no está vinculada a lo que el leer es (un camino hacia el conocimiento y el pensamiento propio) sino a mostrar “escenas de lectura” en forma de “eventos” como los concursos de escritura para estudiantes de sexto de primaria, cuyo texto ganador será objeto de lectura en un estadio de fútbol…Tan obtusa propuesta busca engañar a la opinión pública con fotos de gente leyendo. Pero, sobre todo, embrutecer a las próximas generaciones de estudiantes argentinos, sin que se note demasiado”.

En su edición del 21 de mayo, Página/12 publicó un artículo de Edgardo Mocca (“La crisis de la Corte Suprema y la diferencia argentina”) y otro de Alfredo Zaiat (“En estado de shock”).

Los párrafos salientes del artículo de Mocca son los siguientes: “El vértigo de la agenda política argentina tiende a envejecer prematuramente acontecimientos cruciales y de alcance histórico. No es, claro, un vértigo inocente. La coalición política gobernante-la verdadera, no la cada vez más irrelevante alianza con el radicalismo sino la que conforma el macrismo con los grandes medios de comunicación y con la corrupción judicial-maneja los ritmos y los relieves de los acontecimientos. Por eso parece que el tsunami político que provocó el fallo pro-indulto de la mayoría automática de la Corte Suprema hubiera pasado hace mucho y no hubiera dejado ninguna huella importante en la política argentina. Sin embargo, está muy claro que estamos ante una larvada crisis institucional, cuyo curso y desenlace forma parte central del futuro de la democracia en nuestro país. La cúpula de uno de los tres poderes constitucionales está hoy absolutamente vaciada de legitimidad. Su decisión ha impactado en uno de los consensos políticos centrales construidos en nuestro país durante los dieciséis años de vigencia ininterrumpida del estado de derecho: el de la necesidad de la memoria, la verdad y la justicia respecto de los crímenes del terrorismo de Estado” (…).

“Algunas de las consecuencias político-institucionales están a la vista, otras insinúan escenarios problemáticos a corto plazo. La Comisión Bicameral de Control y Seguimiento del Ministerio Público postergó la convocatoria a la Procuradora General Alejandra Gils Carbó. Como es de práctica, se ensayaron excusas formales para la postergación, pero no hay forma de desligar el cambio, impulsado por el macrismo, de la tormenta que se desata sobre la cúpula judicial” (…) “Pero a la crisis institucional le esperan nuevos episodios. Tal vez el más inmediato y dramático es el papel que los cortesanos han recibido justamente de la Procuradora General, el que fundamenta con sólidos argumentos jurídicos la necesidad de poner en libertad a Milagro Sala, cuya ilegal detención dura ya más de dieciséis meses” (…) “Es una decisión muy dramática para la cuestionada Corte. Si ratifica su prisión habrá reforzado su divorcio de la ciudadanía” (…) “el sesgo autoritario y represivo de las decisiones de la cúpula judicial quedaría convertido en una certeza política y las consecuencias de esto no podrían reducirse a un escrutinio circunstancial de la opinión pública. Se habría sellado de ese modo la atadura irreversible de la Corte a la imprevisible suerte del gobierno de Macri. Para aflojar la tensión social a su alrededor, la Corte podría validar el dictamen de Gils Carbó y ordenar la liberación de la luchadora social. Pero en ese caso estaríamos ante una circunstancia crítica para la coalición formal entre Macri y el radicalismo, casi inexistente en la práctica de gobierno pero de importancia crítica en las muy próximas elecciones legislativas” (…) “¿Puede la Corte sencillamente no hacer nada y aplicar la terapia política del paso del tiempo? Eso ya hubiera sido problemático antes del fallo a favor de los genocidas; luce muy problemático en medio de la incierta situación político-institucional en la que está hoy la Corte” (…).

“La crisis institucional tiene su centro en la Corte Suprema pero claramente no se limita a ella. La masiva respuesta popular tiene implícito un mensaje muy importante para el actual gobierno. Es la puesta en escena de la “diferencia argentina”, de aquello que a través de muchas décadas, de persecuciones, proscripciones y dictaduras, mantuvo en pie una voluntad y una capacidad popular de movilización ampliamente reconocidas como rasgo distintivo en cualquier comparación internacional. A propósito, en las últimas horas el funcionario Alejandro Rozitchner recurrió a la palabra “resentimiento” (adjudicada nada menos que al flaco Spinetta) para caracterizar a todos los que no reconocen “las cosas sensacionales que está haciendo este gobierno”. Es decir que para el pintoresco “filósofo”, los millones de argentinos y argentinas que protestan y luchan contra el saqueo corporativo del país que está en marcha son nada más que resentidos” (…) “La diferencia argentina no es el resentimiento. Es la dignidad y el coraje para defenderse en las condiciones más adversas y así se manifiesta hoy en las múltiples resistencias a la política de Macri y sus CEOS”.

“Hace más de tres décadas el presidente Raúl Alfonsín decía en su campaña presidencial que la Argentina tenía que unir las dos tradiciones populares que construyeron su historia durante el siglo XX, la de la defensa del estado de derecho y la de la justicia social” (…) “Por encima de las circunstancias coyunturales en las que se inscribió ese mensaje de Alfonsín, su vigencia actual parece difícil de discutir” (…) “Y la vigencia de esta idea tiene alcances dramáticos en nuestros días. Las huellas más dolorosas del accionar del macrismo en estos meses son las pérdidas de derechos y de condiciones de vida de los sectores más débiles y vulnerables de nuestro pueblo” (…) “La represión de la protesta social, el incumplimiento de leyes como las que obligan a la paritaria docente, la reversión de leyes transcendentes como la de medios de comunicación por vía de decretos-leyes, la utilización del Poder Judicial para la persecución y estigmatización de adversarios políticos, constituyen la forma necesaria de un proyecto de vaciamiento nacional y de concentración de riqueza en el diminuto polo de los poderosos”.

Los párrafos más salientes del artículo de Zaiat son los siguientes: “Existen shocks externos negativos difíciles de prever y existen otros probables. La burbuja especulativa de los créditos sub prime no era advertida y cuando estalló en 2008 sorprendió a casi todos. La crisis política y económica de Brasil era fácil de adelantar porque estaba a la vista” (…) “Una cuestión en clave local para analizar los shocks externos negativos, ya sean la crisis internacional o la brasileña, es detectar cómo está preparada la economía para absorber los costos ineludibles de esos cimbronazos. Identificar qué tipo de política económica se despliega para saber si minimiza o agudiza los impactos provenientes de un acontecimiento externo desfavorable” (…).

“En 2009, cuando la debacle financiera empezó a castigar a las economías periféricas, el gobierno instrumentó una serie de medidas para proteger el empleo y el mercado interno. Tuvo éxito en esa tarea porque la economía aguantó ese inmenso coletazo externo con una caída del PIB no mayor al 2,5 por ciento…y con una fuerte recuperación al año siguiente. Hubo una política de protección al empleo con los Repro, una estrategia de acumulación de reservas, una administración cuidadosa del flujo de importaciones para no perjudicar la industria nacional y dos medidas estructurales que brindaron un inmediato colchón financiero y social: a fines de 2008 se puso fin al fabuloso negocio especulativo de las AFJP, medida que abrió paso para que en la segunda mitad de 2009 naciera la Asignación Universal por Hijo. Todas esas iniciativas pueden definirse como una política contracíclica. Ahora, en cambio, la crisis brasileña como cualquier otro shock externo que pueda suceder…encuentra a la economía local más vulnerable por la política deliberada de apertura comercial y desregulación financiera. No hay un marco de cobertura para el empleo…las importaciones de bienes de consumo final siguen aumentando desplazando a la industria nacional en un mercado local recesivo, los tarifazos están minando el ingreso disponible de la población y generando estrangulamiento de costos en comercios e industrias y la dolarización de los activos se ha intensificado con la desregulación financiera y de la cuenta de capital. Todas estas medidas pueden definirse como una política procíclica”.

“El resultado es una recesión que continúa pese a que el Gobierno y sus voceros oficiosos estrujan las estadísticas para mostrar el comienzo de un ciclo de recuperación” (…) “La red de propaganda pública y privada ha empezado a advertir que la economía no crecerá tanto este año por el agravamiento de la crisis política brasileña. Es una excusa más para encubrir que la economía no arranca” (…) “La vulnerabilidad de la economía argentina no fue provocada por la denuncia contra Michel Temer, sino por las propias medidas implementadas por el gobierno de la alianza macrismo-radicalismo. Agudizaron las fragilidades ante shocks externos con una dinámica de endeudamiento descontrolada, que exigirá necesidades de financiamiento externo crecientes y, ante la eventualidad de un endurecimiento de los mercados globales de capital, puede convertirse en un factor muy perturbador” (…) “El gobierno de Mauricio Macri realizó un mal diagnóstico de la situación de la economía argentina, lo que derivó en la duplicación de la tasa de inflación en un año y la dificultad de disminuirla en lo que va de este. También hizo una pésima lectura del contexto internacional. Se abrazó a la candidata demócrata que perdió las elecciones, luego penó un encuentro con el presidente Donald Trump, mostró como trofeo la autorización del ingreso de limones argentinos a Estados Unidos y en los últimos días esa posibilidad volvió a quedar pendiente de una instancia judicial. Se arrojó a cobijar al presidente brasileño surgido de un golpe institucional, audacia que no replicaron otros países, y ahora no sabe cómo disimular ese desatino” (…).

“Existe un mundo más proteccionista más allá de los encuentros del G-20, de la OMC, del FMI y Banco Mundial, organismos multilaterales que siguen postulando el libre comercio para los países en desarrollo” (…) “El comercio internacional ya no aumenta al ritmo que duplicaba la tasa de crecimiento de la economía mundial; hoy lo hace al mismo nivel. En ese contexto, la apertura comercial es devastadora para la producción nacional y, por consiguiente, para el empleo. Si además se complementa con la desregulación total del mercado cambiario y la cuenta capital, con un endeudamiento externo que coloca a la Argentina como el principal emisor de deuda de países emergentes, la vulnerabilidad de la economía se acentúa. Los shocks externos negativos castigan las economías, pero lo hacen mucho más cuando, atrapados por el fanatismo ideológico, la incomprensión política o los intereses de negocios corporativos se eliminan o debilitan las escasas defensas de protección del mercado interno”.

En su edición del 21 de mayo, La Nación publicó un artículo de Jorge Fernández Díaz titulado “Un peronismo de caras y caretas”. Sus párrafos salientes son los siguientes: “(…) El vocablo “renovación” se ha puesto de moda, pero de un modo banal y equívoco, y es utilizado hasta por La Cámpora: nosotros somos la “renovación generacional”; afirman quienes sólo buscan radicalizarse. Los peronistas deben hacer un mea culpa, porque hasta ahora el único error que admiten es haber perdido. Sin una autocrítica y sin su consiguiente repudio a los “herminios” de la fase anterior, será difícil que los votantes entiendan qué los diferencia del cristinismo: la doctora parece tener un modelo de país en la cabeza (Venezuela); sus oponentes, en cambio, deambulan sin brújula ni discurso”.

“Un Manual de la Restauración Peronista no podría olvidar el principal conflicto que asoma en Occidente: los herederos de Perón, ¿seguirán jugando en el equipo del “antisistema” o ayudarán a formar un nuevo sistema político que los contenga? Los genes del Movimiento, redivivos en los años 80, provocaron que la Argentina viviera al menos un cuarto de siglo en el experimento fatal del “antisistema” (…) “Figuras como Schiaretti, que lidera la liga de gobernadores, o como el senador Pichetto, que nuclea a los moderados, parecen estar convencidos de que el kirchnerismo fenece, el peronismo debe recuperar su centrismo desarrollista, es necesario garantizarle gobernabilidad a Cambiemos mediante un Pacto de la Moncloa, y urge dejar atrás los trajes extremos y escasamente institucionales del pasado. Luis D´Elía, que habla por orden de su jefa, cree exactamente lo contrario” (…) “¿Y qué piensa Randazzo? En la intimidad, se lo ha escuchado decir que la administración Scioli fue la peor de la historia, y que muchos de los problemas que atraviesan Macri y Vidal son producto de los lamentables errores cristinistas” (…) “Tampoco Cristina termina de decir lo que ha dicho en privado. Que el PJ es un conjunto perimido, que las organizaciones sociales tienen un rol menor y que la CGT está dominada por burócratas reaccionarios” (…) “Sergio Massa, por su parte, parece haber renunciado a conducir al peronismo sosteniendo contra viento y marea su asociación con Margarita Stolbizer, una Carrió socialdemócrata que le veta impresentables y le propone implícitamente una coalición espejo del frente oficialista, donde al final el justicialismo ocupe el lugar del radicalismo, y el Frente Renovador, el sitial de Pro” (…).

“A grandes rasgos podría afirmarse, por lo tanto, que el peronismo troncal…debe tomar una decisión dramática acerca de si expresará al Perón prehistórico o encarnará a un Perón moderno; si propenderá a un nuevo nacionalismo mesiánico al estilo de Cristina, o si tenderá a un socialcristianismo republicano y dialoguista como impulsaban Bordón y Cafiero” (…) “Lo dijo Sarlo: nos guste o no, el peronismo es tan indispensable en la política como Borges en la literatura. Y pase lo que pase en octubre, el Gobierno precisará un peronismo razonable que lo sostenga contra los destituyentes, lo acompañe en las reformas y eventualmente lo suceda en el comando. Es un asunto muy serio, una obra de teatro en la que no hay espacio para sainetes venezolanos ni para argumentos que sigan confundiendo las caras con las caretas”.

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