Por Hernán Andrés Kruse.-

En las últimas horas, la Fundación FIEL publicó su Índice de Producción, que brinda un panorama sombrío de la producción industrial. Los números son francamente desalentadores. En junio la producción industrial retrocedió un 8,2% en relación con junio de 2015. Se trata del quinto retroceso en lo que va de 2016, una performance muy pobre. Sólo febrero se salvó registrando un crecimiento de la manufactura a raíz de la liquidación de la cosecha. El resto de los sectores-automotor, metalmecánica, siderurgia, químicos y plásticos-cayeron de manera estrepitosa. Según FIEL durante el primer semestre de 2016 la caída de la producción industrial se situó en el orden del 3,6%. Ello se debe fundamentalmente al adverso panorama internacional, al declive económico brasileño y la política económica del gobierno nacional, que se centró en el enfriamiento del mercado interno, en el fin del Estado como actor que estimula la economía y la apertura indiscriminada a las importaciones.

En enero la caída de la producción industrial fue del 2%. En febrero hubo una suba del 3,9%. A partir de allí la caída no se detuvo: marzo (baja del 1,7%); abril (baja del 6,8%); mayo (baja del 4,9%); junio (baja del 8,2%). La de junio es la caída más fuerte de los últimos 16 meses. El futuro inmediato es por demás desalentador ya que se prevé un deterioro de las condiciones industriales. En el segundo trimestre del año la actividad industrial cayó un 2,3% en relación a los primeros tres meses. Estos números no hacen más que desmentir la promesa del gobierno de un segundo semestre de despegue de la economía. Si en algo coinciden todos los economistas es en el declive de la actividad económica durante el resto de 2016. FIEL reconoció que “en el corto plazo las perspectivas continúan sin cambios, prolongándose la fase recesiva que se mantiene extendida entre la mayoría de los sectores”.

El sector que más sufrió la caída fue el automotor (19,9% en junio). Según Adefa, en junio se fabricaron 41.655 unidades, lo que indica un retroceso que ya lleva diez meses consecutivos. Entre enero y junio de 2016 se produjeron 224.038 vehículos, un 14% menos en comparación con el mismo período del año pasado. El derrumbe de las ventas a Brasil es considerado la principal causa de la caída. En materia de exportación de vehículos el panorama tampoco es el mejor: en junio se exportaron 14.472 vehículos, un 47,1% menos en comparación con igual mes del año pasado. El sector siderúrgico también anda a los tumbos. La producción de acero bajó 16,2% interanual en junio y durante el primer semestre del año su caída fue del 15,4%. La Cámara Argentina del Acero así lo explica: “La crisis del sector se enmarca en un exceso de oferta a nivel mundial, en la caída del precio internacional del petróleo, la recesión de Brasil y una menor demanda de las empresas locales de la cadena metalmecánica”. Según CAME, las ventas de electrodomésticos sufrieron en junio una caída del 19,2%. Por su parte, FIEL calculó la caída de la actividad metalmecánica del orden del 9,8%.

Al sector de minerales no metálicos tampoco le fue mejor pese a que en junio experimentó una mejoría del 0,4%, lo que le permitió recortar su declive del semestre al 4,1%. Es un sector por demás importante ya que es el que produce insumos para la construcción, actividad que, según el Índice Construya, sufrió en junio una caída de 21,3%. Por su parte, el sector de químicos y plásticos cayó 12,8%, mientras que los cigarrillos cayeron un 6,5% (para la salud esto es una buena noticia). Los porcentajes de los combustibles (0,5%), pasta y papel (1%), son, en comparación con los restantes, los más estables. El sector textil sufrió una merma en junio del orden del 0,4% creciendo un 0,3% en el primer semestre, según lo informa FIEL. Según el Indec, en el semestre las importaciones en general sufrieron una merma del 5,8% mientras que las importaciones de bienes de consumo se incrementaron un 10,2%. El textil fue el sector más afectado por las importaciones. Finalmente, el sector de alimentos registró en junio una caída del 5,6%, con lo cual finalizó el primer semestre del año con una caída del 0,5% (fuente: Javier Lewkowicz: “Por un tobogán hacia el segundo semestre”, Página 12, 28/7/016).

Comerciantes e industriales pymes se mostraron contrarios al proceso de liberalización comercial puesto en ejecución por el ministerio de Producción y la AFIP con el restablecimiento del denominado “servicio puerta a puerta” para la adquisición de productos del exterior. Lo que aquellos cuestionan es el impacto profundo que la nueva política económica, de neto corte neoliberal, está produciendo sobre la industria local. Ariel Aguilar, presidente de la Cámara Industrial de las Manufacturas del Cuero y Afines (CIMA), manifestó: “Es un golpe más a las industrias y comercios pymes intensivas en mano de obra como la marroquinería, la actividad textil y el calzado. Es competencia desleal”. “Bajo este sistema compiten una industria o un comercio que dan trabajo y pagan impuestos con un producto que llega sin impuestos y con costos de fabricación que ejercen dumping social”. “Es una medida más que apunta al corazón de la industria, la producción y el trabajo que generan las pymes argentinas”, sentenció. Vicente Lourenzo, vocero de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME) señaló que “no estamos en contra de las compras online porque eso es el futuro. Pero esto es como volver a los 90, es regalar el mercado argentino a los chinos”. Francisco Dos Reis, presidente de la Central de Entidades Empresarias Nacionales (CEEN) manifestó que “preocupa a las pymes el nuevo régimen de compras a través de Internet y la apertura irrestricta de importaciones, por el daño que provoca en la industria y el comercio la competencia desleal con países como China”. Consideró además que “la preocupación está fundada en despidos y cierres de empresas que ya están sucediendo, fundamentalmente en los sectores más sensibles de la economía, como el textil y el calzado”. En junio hubo un incremento de las importaciones de bienes de consumo del orden de los 552 millones de dólares, lo que implica un aumento medido en cantidades de 28,6% en relación con el mismo mes de 2015. Según el Indec, durante los primeros seis meses de 2016 las compras de bienes finales, que generan conflictos para el empleo nacional, sumaron 3445 millones, lo que significa un incremento del 22,2% en relación con igual período del año pasado. La invasión de productos importados engloba tanto a los juguetes, la indumentaria, los textiles y los calzados, como al complejo de la metalmecánica en toda sus ramas y al sector automotor en general. También la importación de productos foráneos ha repercutido negativamente en los rubros maquinaria agrícola y línea blanca (fuente: Página 12, 28/7/016).

Pero este derrumbe de la economía parece tenerlo sin cuidado al presidente de la nación. Hoy por hoy, su única preocupación-obsesión, podría decirse-tiene nombre y apellido: Marcelo Tinelli. El conductor televisivo es uno de los hombres más influyentes de la Argentina, a tal punto que el ex presidente De la Rúa siempre culpó a las imitaciones que hizo Tinelli de su figura de su estrepitosa caída en diciembre de 2001. Quizás ello explique por qué las recientes imitaciones del presidente Mauricio Macri encendieron la luz roja en el gobierno nacional. De ahí, probablemente, la decisión presidencial de recibir a Tinelli en la Casa de Gobierno para “sellar la paz”. El encuentro, que tuvo carácter reservado, duró aproximadamente una hora y se desarrolló en paz y armonía. A tal punto fue así que derivó finalmente en un gracioso video que se hizo público a través de una de las redes sociales preferidas por el sector adolescente de la sociedad. El presidente y el poderoso conductor televisivo aplicaron el Snapchat para intercambiar sus máscaras, dando por concluido un período signado por el enojo y el reproche.

Hubo tres cuestiones que provocaron la “reunión cumbre”: a) el malestar que provocó en el gobierno la imitación que hizo Freddy Villarreal (el mismo actor que ridiculizó a De la Rúa en 2001) del presidente de la nación; b) la denuncia de Tinelli de una campaña oficial en su contra; y c) el largo conflicto por el control de la AFA. Desde la Casa Rosada salieron a apaciguar el incendio: “nunca hubo guerra, por ende mal se puede hablar de sellar la paz”. Según trascendidos habría sido el propio Tinelli quien habría solicitado días pasados una audiencia con el presidente de la nación, la que finalmente tuvo lugar horas antes del viaje de Macri a Perú para asistir a la asunción de Pedro Pablo Kuczynski. Fuentes gubernamentales remarcaron la larga amistad que une a Macri con Tinelli-y viceversa-, pero lo cierto es que el vínculo se habría enfriado bastante a raíz de la pública toma de posición de Tinelli de cara al balotaje del año pasado. Su explícito apoyo a Daniel Scioli habría molestado sobremanera al candidato de Cambiemos y a partir de entonces se habrían declarado la “guerra fría”. La sátira que hizo Villarreal del presidente tensó la cuerda, con lo cual de la guerra fría pasaron a una casi declaración de guerra. Más adelante, el conductor televisivo denunció una campaña en su contra ejecutada por el macrismo bajo el hashtag “TinelliMercenarioK”. Por si ello no hubiera resultado suficiente, se lanzó a través de Twitter una campaña para boicotear su programa televisivo con la consigna “apagón a Tinelli”. Ello no dio resultado alguno porque el lunes pasado Tinelli fue lo más visto en televisión. El gobierno nacional aseguró que jamás ordenó realizar operaciones de ese tipo, aseguró no tener vínculo alguno con ejércitos de trolls y negó cualquier enfrentamiento con Tinelli. A pesar de ello, en una nota publicada por Morales Solá el presidente reconoció su malestar con Tinelli porque lo había ridiculizado frente a tres millones de teleespectadores. Desde las usinas gubernamentales dijeron que lo que sucede es que Tinelli está enojado con Macri porque quedó al margen de la conducción de la Asociación del Fútbol Argentino. Pese al hermetismo reinante, las redes sociales fueron las encargas de difundir lo poco que se supo del “cónclave” (fuente: Página 12, 28/7/016).

El encuentro del presidente con Tinelli ha demostrado, casi de manera dramática, que el proceso de farandulización de la Argentina iniciado en los noventa sigue más vigente que nunca. Que Mauricio Macri haya priorizado a Tinelli demuestra varias cosas: a) que siente temor por el poder de fuego del famoso conductor; b) que un importante sector de la sociedad siente fascinación por Tinelli; c) que la educación sigue siendo una materia pendiente; y d) que en el orden de prioridades del presidente no figura la cuestión social.

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