Por Hernán Andrés Kruse.-

En visita al Hotel Llao Llao para exponer ante los empresarios más poderosos del país su plan de gobierno, el candidato presidencial de Avanza Libertad, Javier Milei, confirmó su intención de dolarizar la economía para solucionar todos nuestros problemas. Las reacciones de todo el arco opositor fueron unánimes en sentido negativo. Lo que intenta la clase política es, qué duda cabe, cortar de raíz el intento del libertario por situar la dolarización en el centro del debate político.

Hasta ahora, me parece, Milei se está saliendo con la suya. En consecuencia, vale la pena que de a poco nos vayamos interiorizando acerca de la naturaleza de la dolarización porque no vaya a ser que el libertario asuma como presidente el 10 de diciembre (algo no sólo posible sino altamente probable) y mediante un DNU nos la imponga sin anestesia.

Lo primero que cabe acotar es que se trata de un tema muy técnico, muy complicado para quien carece de formación económica. Tal es mi caso. A pesar de ello, me parece que el tema debería comenzar a ser debatido públicamente porque, reitero, quien enarbola la bandera de la dolarización puede sentarse próximamente en el sillón de Rivadavia.

Buceando en las profundas aguas de Google me encontré con un ensayo titulado “Fundamentos de la dolarización”. Su autor es el economista senior Kurt Schuler (*). El escrito data de 1999 y lo más notable es que hace referencia a la República Argentina, en ese entonces gobernada por Carlos Menem. Estamos hablando de julio de aquel año y en aquel entonces Menem y su gobierno tenían serias intenciones de dolarizar la economía. Quizá ello explique la devoción de Milei por el riojano.

A continuación paso a transcribir algunos párrafos del ensayo del economista senior Kurt Schuler. Se trata, me parece, de una sofisticada y académica apología del colonialismo.

INTRODUCCIÓN

“La dolarización ocurre cuando los residentes de un país usan extensamente el dólar de los Estados Unidos u otra moneda extranjera junto a o en vez de la moneda local. La dolarización extraoficial se produce cuando los individuos mantienen depósitos bancarios o billetes en moneda extranjera para protegerse contra la alta inflación de su moneda local. La dolarización es oficial cuando un gobierno adopta la moneda extranjera como curso legal exclusivo o predominante. La dolarización extraoficial ha existido en muchos países por años. Esto ha sido motivo de estudio por los economistas, pero ha recibido menos atención de los políticos porque, hasta cierto punto, esta fuera del control de los gobiernos. La dolarización ha estado en las noticias últimamente debido al interés en la dolarización oficial. El gobierno argentino ha declarado que pretende un acuerdo formal con los Estados Unidos para dolarizarse oficialmente. Argentina puede dolarizarse oficialmente aun sin un acuerdo formal, pero su gobierno prevé beneficios económicos y políticos como resultados de un convenio. La acción de Argentina ha provocado la discusi6n sobre la dolarización oficial en otros países latinoamericanos. El país independiente más grande que actualmente esta dolarizado oficialmente es Panamá. Sin embargo, potencialmente la dolarización tiene amplia aplicaci6n en países en desarrollo porque pocos tienen monedas que se han desempeñado tan bien como el dólar de los Estados Unidos. Efectuemos una simple prueba, que conste de tres partes, sobre la calidad de la moneda a partir de 1971 (el último año del patrón oro) al presente: ningún año de inflación sobre el 20 por ciento, pérdida de valor contra el dólar de no más del 25 por ciento, y ninguna restricción sobre compras de moneda extranjera desde el fin del patrón oro. Los Estados Unidos pasan la prueba, pero entre los países en desarrollo que son miembros del Fondo Monetario internacional (FMl), solo Panamá aprueba. Esto indica que muchos países en desarrollo pudieron haber tenido monedas de más alta calidad reemplazando la moneda emitida localmente con el dólar. Si no hubieran querido usar el dólar, también les hubiera ido mejor usando el marco alemán o el yen japonés, las otras dos monedas internacionales importantes. Hasta que Argentina empezó a considerarla, la dolarización oficial no recibió prácticamente ninguna atención porque se la consideraba una imposibilidad política. En consecuencia, la información publicada sobre este tema es muy escasa. Para hacer la dolarización más ampliamente disponible, este reporte explica las características básicas de la dolarización: las variaciones que toma, donde existe, cómo funciona, cuales son los costos y beneficios de la dolarización oficial y cuales son los problemas que surgen al implementarla. Un reporte anterior del Comité de Asuntos Económicos del Congreso de los Estados Unidos (JEC 1999) enfocó la dolarización oficial desde el punto de vista de los Estados Unidos y únicamente discutió la «dolarización» en términos del dólar de los Estados Unidos. Este reporte tiene un enfoque más amplio: dolarización aquí se refiere a cualquier moneda extranjera que se use junto a o en vez de la moneda local, sea que se use en forma oficial o extraoficial. Sin embargo, la dolarización oficial usando el dólar de los Estados Unidos recibirá un énfasis especial por cuanto es la variedad de dolarización más relevante para la discusión de políticas en los Estados Unidos. Este reporte se enfoca en los aspectos prácticos de la dolarización. Un reporte del Comité de la Banca del Senado de los Estados Unidos (Stein 1999) analiza los argumentos económicos a favor y en contra de la dolarización oficial.

CÓMO FUNCIONA LA DOLARIZACIÓN

1-Dolarización extraoficial.

La mayoría de los estudios que han efectuado los economistas sobre la dolarización han sido sobre la dolarización extraoficial, especialmente la fase de «sustitución de la moneda». (Esta es la fase en la cual la gente usa moneda extranjera para pagar artículos caros aún cuando legalmente se supone que deben usar la moneda doméstica). Los resultados de estos estudios varían ampliamente porque la dolarización extraoficial tiene efectos contrapuestos. Por una parte, puede hacer inestable la demanda de la moneda local. Si la gente cambia a la moneda extranjera repentinamente, puede ocasionar que la moneda doméstica se deprecie, iniciando una espiral inflacionaria. Cuando la gente mantiene cantidades sustanciales de depósitos en moneda extranjera, un cambio en las tasas de interés doméstica o extranjera puede producir grandes movimientos de una moneda a otra, como una manera de especular con la tasa de cambio. Estos cambios de posición complican la labor de un banco central que esta tratando de apuntar a la oferta de dinero doméstica. Por otra parte, la dolarización extraoficial ofrece una protección contra la inflación de la moneda doméstica y puede aumentar la estabilidad del sistema bancario. Permitir a los bancos domésticos que acepten depósitos en moneda extranjera significa que los depositantes no tienen que enviar su dinero fuera del país cuando quieren cambiarlo a una moneda extranjera. Por lo tanto, disminuye el riesgo de que una devaluación cause una corrida bancaria. En algunos casos, el «efecto inestabilidad» en la demanda de dinero es mas importante, mientras en otros casos el «efecto estabilidad» en el sistema bancario es más importante. Consecuentemente, los economistas están divididos en cuanto a si es deseable o no la dolarizaci6n extraoficial o semioficial (ver Revista 1992).

2-Dolarización oficial.

La dolarizaci6n oficial es más fácil de analizar que la dolarización extraoficial porque mediante la eliminación de la moneda doméstica, se eliminan los problemas que surgen por cambios de la moneda doméstica a la extranjera. En vista de que la alta inflación y otros problemas monetarios en los países en desarrollo a menudo se originan más en la moneda domestica que por el mayor uso de monedas extranjeras, la dolarización oficial elimina esos problemas. Un país dolarizado oficialmente es parte de una zona unificada de moneda con el país cuya moneda usa, llamado el país emisor. Repitiendo, Panamá tiene en su mayor parte la misma relación con Nueva York que tienen Pennsylvania y Puerto Rico. Un país dolarizado oficialmente renuncia a una política monetaria independiente e «importa» la política monetaria del país cuya moneda usa. Dentro de la zona de moneda unificada, el arbitraje-compra y venta para tomar ventajas de las diferencias en precios-tiende a mantener los precios de bienes similares dentro de un rango estrecho. Si una computadora cuesta $500 en los Estados Unidos, en Panamá no puede costar más de $500 además de los impuestos adicionales y los costos de envío, de otra manera resultaría más rentable embarcar computadoras de los Estados Unidos a Panamá hasta que la diferencia de precios desaparezca. Lo mismo es verdad con respecto al comercio de computadoras entre los Estados Unidos y México, pero como México tiene una moneda separada, los riesgos de la moneda imponen un costo extra al arbitraje que no existe en el comercio entre los Estados Unidos y Panamá. Debido a que el arbitraje tiende a mantener los precios de bienes similares dentro de un rango estrecho en toda la zona de moneda unificada, las tasas de inflación tienden a ser bastante similares a través de toda la zona. La inflación no tiene que ser necesariamente la misma en toda la zona, sin embargo, los precios de bienes que no se mueven fácilmente, en particular bienes raíces y mano de obra, pueden subir mas rápido que el promedio en áreas de rápido crecimiento, reflejando el hecho de que el crecimiento económico está haciendo los bienes mas valiosos. No hay nada fuera de lo usual en eso; lo mismo pasa en diferentes regiones de un mismo país. Las tasas de interés también tienen la tendencia a ser bastante similares a través de la zona: si las hipotecas a 30 años tienen una tasa de interés de 8 por ciento en los Estados Unidos, la tasa no puede ser más alta en Panamá, de otra manera sería más rentable para los bancos prestar dinero para hipotecas en Panamá hasta que la diferencia desaparezca. Alguna diferencia en las tasas de interés puede persistir, sin embargo, debido al riesgo país (factores políticos que afectan la seguridad de los derechos de propiedad). Las tasas de interés se sincronizarían más estrechamente si hubiera integración financiera, la que discutiremos a continuación. Lo mismo que en una región dentro de un país, en un país oficialmente dolarizado la oferta de dinero se determina automáticamente por la balanza de pagos, la cual en sí misma refleja las preferencias de las gentes por mantener el dinero en vez de gastarlo. El país emisor determina la cantidad de base monetaria en existencia (billetes y monedas en circulación, además de las reservas bancarias). La base monetaria entonces pasa a poder de las manos de la gente en varias regiones o países de acuerdo a la intensidad de su demanda. Si la gente desea adquirir más billetes en moneda extranjera, tienen que gastar menos, si las condiciones se mantienen; si ellos tienen más billetes en moneda extranjera que las deseadas, se deshacen de ellos gastando más. Para una región, sin embargo, la balanza de cuentas corrientes (el intercambio en bienes y servicios) no determina rígidamente la oferta de dinero, porque la gente puede también adquirir o deshacerse de su poder de gastar a través de transacciones en la cuenta de capital (intercambio en activos financieros; en otras palabras, obteniendo o haciendo préstamos). Asumamos que en un año Panamá ha vendido $6 mil millones en bienes y servicios al resto del mundo pero ha comprado $7 mil millones; en consecuencia, su déficit en cuenta corriente durante el año es $1 mil millones. Eso no significa que su oferta de dinero debe contraerse en $1 mil millones. Si durante ese mismo año los panameños no invirtieron fuera del país y los extranjeros invirtieron $2 mil millones en Panamá, el exceso en la cuenta capital es $2 mil millones, haciendo el surplus combinado $1 mil millones, lo que significa que la oferta de dinero puede expandirse en vez de contraerse. Un país oficialmente dolarizado no puede responder a los choques económicos, tales como un aumento en el precio del petróleo, alterando la tasa de cambio de su moneda. Sin embargo, tiene otros métodos de ajuste a su disposición: flujos de capital dentro o fuera del país para compensar el choque, cambios en el presupuesto del gobierno, y cambios en precios y salarios. El país que experimenta un choque económico «real» en última instancia tiene que ajustarse experimentando ganancia o perdida «real». Alterando la tasa de cambio tal vez suaviza, pero no evita la necesidad de un ajuste real.

3-Integración financiera.

Si la dolarización oficial no va mas allá de usar una moneda extranjera, no logra todos sus beneficios potenciales. Un país oficialmente dolarizado tiene una moneda unificada con el país emisor, pero no necesariamente un sistema financiero integrado. Para alcanzar una integración financiera, el país debe permitir a las instituciones financieras extranjeras competir con las instituciones financieras nacionales. Una integración financiera completa se produce cuando la ley permite a las instituciones financieras una amplia libertad de acción para competir y no discrimina contra instituciones extranjeras. En particular, significa que las instituciones financieras extranjeras pueden establecer agencias, aceptar depósitos y hacer préstamos, comprar hasta un cien por ciento instituciones nacionales, y mover fondos libremente dentro y fuera del país. La integración financiera más la dolarización oficial, usando una moneda internacional prominente (el dólar, euro, o yen), hace al país parte de una gran fuente internacional de fondos líquidos. Consecuentemente, el sitio donde se hacen los préstamos no tiene necesariamente que estar conectado cerca del sitio donde están los depósitos. El Citibank, por ejemplo, no necesita balancear sus préstamos y depósitos en Panamá, de la misma forma como no necesita balancear sus préstamos y depósitos en Pennsylvania. Puede adquirir dinero en préstamo donde el costo de los fondos es más bajo y a su vez prestar dinero donde los beneficios potenciales ajustados al riesgo es más alto en cualquier parte de la zona dolarizada. La habilidad del sistema financiero para mover los fondos sin los riesgos de tasas de cambio entre un país oficialmente dolarizado y el país emisor reduce los periodos de bonanza y depresión de capital extranjero que ocurren a menudo en países con política monetaria independiente y sistemas financieros no bien integrados al sistema mundial. También ayuda a estabilizar la tasa de cambio real (una medida de los efectos de la tasa de cambio y la inflación en la competitividad de las exportaciones [Moreno-Villalaz 1999, pp. 422-4]). Además de ayudar a estabilizar la economía, la integración financiera mejora la calidad del sistema financiero porque permite a los consumidores acceso a las instituciones financieras que han probado su competencia internacionalmente. Eso obliga a las instituciones financieras locales a ser de alta calidad para poder competir con las instituciones extranjeras. Por otra parte, las instituciones financieras extranjeras pueden prestar fondos a las instituciones locales cuando a éstas les falta liquidez. Un acceso rápido a fondos extranjeros ofrece al país dolarizado un sustituto a las funciones del Banco Central como prestamista de última instancia.

¿CUÁLES PAISES SON CANDIDATOS PARA LA DOLARIZACIÓN OFICIAL?

Al considerar los costos y beneficios de la dolarización oficial surge la pregunta de que países se podrían considerar candidatos posibles para la dolarización oficial. La respuesta envuelve consideraciones de índole económica y política. Hay que enfatizar que la dolarización oficial será una decisión voluntaria de parte del país que dolariza. Sería inapropiado que los Estados Unidos o cualquier otro país presionara un país para que dolarice.

1-Consideraciones económicas

La principal consideración económica que convierte a un país en particular en un candidato posible, es una historia de pobre desempeño monetario que deteriora la credibilidad de su moneda. Como hemos mencionado anteriormente, la mayoría de los países en desarrollo tienen una historia similar. La falta de credibilidad obliga a los prestatarios en esa moneda a pagar altas tasas de interés y reduce el crecimiento económico. La otra consideración económica importante que hace de un país un candidato potencial es que cobra poco señoraje por emitir su moneda doméstica debido a que la dolarización extraoficial esta ya extendida. La dolarización oficial involucraría comparativamente una pequeña perdida de señoraje, y la pérdida sería aún menor si el país emisor comparte el señoraje. Muchos economistas proponen usar la «teoría de áreas monetarias óptimas» para juzgar si la dolarización es deseable. De acuerdo a la teoría, una economía es parte de un área monetaria óptima cuando un alto grado de integración económica hace más beneficiosa una tasa de cambio fija que una tasa flotante. Desafortunadamente los economistas no están de acuerdo en la definición de las áreas monetarias óptimas en la práctica, aunque generalmente reconocen que un área monetaria óptima existe donde hay un país grande que tiene una moneda dominante y en donde una parte considerable del comercio, mano de obra e inversión fluye entre él y sus vecinos más pequeños. La falla con la teoría de áreas monetarias óptimas, en la forma como la aplican los economistas, es que los economistas asumen la determinación de los costos y beneficios para los consumidores, en lugar de reconocer que son las evaluaciones de los consumidores que determinan los costos y beneficios que los economistas deben considerar. Si los argentinos prefieren mantener dólares, eso indica que para ellos Argentina es parte de un área de moneda óptima con los Estados Unidos, sin importar lo que piensen los economistas (ver White, 1989). No obstante, esta teoría es útil en cuanto hace notar los problemas que pueden surgir cuando países vecinos tienen políticas cambiarias radicalmente diferentes. La dolarización oficial funcionaria mejor en Argentina si Brasil, su socio comercial más grande, estuviera también dolarizado, porque entonces los empresarios argentinos no tendrían que preocuparse por los riesgos cambiarios cuando negocian con Brasil. Como no parece factible que Brasil se dolarice oficialmente, a Argentina no le quedan sino opciones que involucran dificultades. Si adopta la moneda de Brasil, Argentina estaría sujeta a los muchos problemas que experimenta Brasil. Si adopta una tasa de cambio flotante para el peso argentino, podría correr el riesgo de repetir la hiperinflación que sufrió antes de aplicar el sistema similar al de una caja de conversión en 1991. Permanecer en el sistema similar a la caja de conversión o establecer la dolarización oficial parece la mejor opción a pesar de los problemas posibles ocasionados por más depreciación de la moneda brasileña.

2-Consideraciones políticas.

La consideración política más importante que hace que un país sea un candidato posible para la dolarización oficial es que la gente no considere la moneda doméstica como un elemento indispensable de la identidad nacional (cuando existen manifestaciones de deseos de mantener una moneda doméstica como un elemento de identidad nacional, la emisión de moneda doméstica fraccionaria es una solución potencial). La dolarización oficial promueve la globalización, aumenta la influencia de fuerzas económicas internacionales con respecto a las fuerzas políticas nacionales. El debate en varios países sobre si es deseable o no se ha centrado en el concepto de soberanía nacional. Hasta ahora, sin embargo, los participantes en el debate muy raras veces han definido precisamente qué significa soberanía nacional, tampoco han explicado por qué debería ser más importante que el principio de «soberanía del consumidor» (la libertad de elegir que sustenta la economía de mercado). Además, la soberanía nacional está perdiendo su antiguo e incuestionable status como base para el diseño de política monetaria. A medida que avanza la globalización, las reglas políticas de la política monetaria están cambiando su énfasis de la soberanía nacional a la integración regional. El ejemplo más notable es el advenimiento del euro para reemplazar las monedas nacionales en 11 países europeos occidentales a principios de este año. El interés en la dolarización oficial es otra manifestación de estos cambios.

3-Países donde se ha considerado recientemente la dolarización oficial (Argentina)

Últimamente se ha considerado en forma muy seria la dolarización oficial en varios países, y en forma preliminar en otros. El caso más prominente de una consideración seria ha sido Argentina. Por su sistema similar a una caja de conversión, Argentina ya tiene una tasa de cambio fija en relación con el dólar (1 peso argentino = un dólar de Estados Unidos) y mantiene suficientes reservas en dólares para una dolarización inmediata si así lo quisiera. Argentina ha permitido una amplia dolarización extraoficial, al punto de que la mayor parte de los depósitos y préstamos bancarios se hacen en dólares. En enero de 1999, el Presidente Carlos Menem anunció que el gobierno estaba estudiando la posibilidad de la dolarización oficial. Él se vio obligado a hacerlo debido a crecientes dudas sobre la credibilidad del sistema similar a la caja de conversión. A pesar del buen desempeño del sistema, Argentina ha experimentado saltos súbitos en la tasa de interés en 1992, durante las crisis monetarias de México en 1994-95, y de Asia y de Brasil a partir de 1997. Funcionarios del gobierno argentino han discutido con los del gobierno de los Estados Unidos la posibilidad de establecer firmemente la dolarización oficial mediante un tratado de asociación monetaria con los Estados Unidos. Argentina pretende tres objetivos: compartir el señoraje producto del uso del dólar en Argentina; acceso de los bancos argentinos a la ventana de descuento del Sistema de Reserva Federal, lo que les permitiría prestamos en caso de problemas; y cooperación en la supervisión de los bancos. Además, ellos piensan que un acuerdo formal haría políticamente más firme la integración económica. (BCRA 1999, Castro 1999). Como hemos indicado anteriormente, los funcionarios del Tesoro de los Estados Unidos y del Sistema de Reserva Federal han indicado que los Estados Unidos no otorgarán acceso a la ventana de descuento ni supervisarán los bancos de los países dolarizados, pero sí están abiertos a la posibilidad de compartir señoraje”.

(*) Reporte del Comité de Asuntos Económicos del Congreso de los Estados Unidos (Joint Economic Committee) Oficina del Presidente del Comité, Senador Connie Mack.

Share