Por Hernán Andrés Kruse.-
Luego de dar su discurso inaugural-de espaldas al Congreso-el 10 de diciembre pasado, Javier Milei pronunció las siguientes palabras desde el balcón de la Casa Rosada (fuente: Casa Rosada-Presidencia):
“Hola a todos. ¡Viva la libertad, carajo! ¡Viva la libertad, carajo! ¡Viva la libertad, carajo! (Gritos de viva y presidente). Le quiero dar las gracias a cada uno de ustedes, por venir y haberme acompañado, en este día de tanta alegría, en la jura de un presidente liberal y libertario. (APLAUSOS)
Ustedes saben, que he construido mi carrera política sobre decirles siempre la verdad, pero ustedes saben que prefiero elegir una verdad incómoda, antes que una mentira confortable. (APLAUSOS). Es por eso, que quiero que tengan conciencia, que vamos a empezar la reconstrucción, de Argentina, luego de más de 100 años de decadencia, pero volviendo a abrazar las ideas de la libertad y si bien vamos a tener que soportar un período de dureza vamos a salir adelante.
Es por eso, que hoy, los argentinos de bien hemos decretado el fin de la noche populista y el renacer de una Argentina liberal y libertaria. (APLAUSOS)
Por eso, es que -antes de finalizar estas palabras – quiero que nos vayamos con las palabras, que definen a nuestra forma de pensar, a nuestra línea de pensamiento, lo que va a ser el lineamiento de nuestro gobierno, fundado en las palabras, de nuestro máximo prócer de la libertad, Alberto Venegas Lynch (h), quién dijo que: “el liberalismo es el respeto irrestricto del proyecto de vida del prójimo, basado en el principio de no agresión, en defensa del derecho a la vida, a la libertad y a la propiedad, cuyas instituciones son la propiedad privada, los mercados libres de intervención estatal, la competencia, la división del trabajo y la cooperación social, donde solamente se puede ser exitoso sirviendo al prójimo, con bienes de mejor calidad, a un mejor precio”.
Por lo tanto, argentinos, pongámonos de pie y hagamos – nuevamente – grande a la Argentina. (APLAUSOS). Por lo tanto, abracemos estas ideas hasta ser una potencia.
Que Dios los bendiga y que las Fuerzas del Cielo nos guíen para ser en hacer el mejor gobierno de la historia.
¡Viva la libertad, carajo! ¡Viva la libertad, carajo! ¡Viva la libertad, carajo!”. Muchas gracias. (APLAUSOS)
Luego de extenuantes e insufribles meses de gobierno libertario, emerge en toda su dramática magnitud la colosal mentira del presidente. En efecto, si hubiera que sintetizar en una oración el engaño de Milei al pueblo, sería la siguiente: “el feroz ajuste que nos veremos obligados a implementar no recaerá, en esta oportunidad, sobre las espaldas de los sufridos trabajadores sino sobre las espaldas de la casta política”. Tal como aconteció en nuestro país cada vez que el gobernante de turno impuso un ajuste ortodoxo para congraciarse con el FMI, el ajuste libertario apuntó sus cañones contra los trabajadores y, fundamentalmente, contra los jubilados, es decir, contra los sectores más débiles de la sociedad, contra quienes son incapaces de oponerse al poder del estado.
En estos extenuantes e insufribles meses de gestión libertaria, la pobreza e indigencia se multiplicaron de manera vergonzante, al igual que el desempleo. Mientras tanto, el presidente dedicó gran parte de su tiempo a viajar por el mundo para congraciarse con la ultraderecha mundial, convencido de que está marcando un punto de inflexión, no sólo en la Argentina, sino en el mundo. A tal extremo llega su megalomanía.
En estos extenuantes e insufribles meses de gobierno anarcocapitalista, los grandes beneficiados gracias al ajuste impiadoso impuesto sin anestesia por Caputo fue, como siempre ha sucedido en nuestra patria, los miembros del círculo rojo, del poder económico concentrado. Estamos en presencia de un gobierno oligárquico, insensible e inhumano, de un gobierno que goza cuando se producen despidos a mansalva, cuando cierran pymes, cuando denigra a sus oponentes.
La pregunta que seguramente todos nos formulamos es la siguiente: ¿Por qué aceptamos con mansedumbre que un gobierno como el de Milei se ensañe con nosotros? Creo que si hoy tenemos un presidente como el libertario es porque los gobiernos que lo precedieron fracasaron estrepitosamente. Me refiero especialmente a los gobiernos de Macri y Alberto. La inmensa mayoría del pueblo se hartó de la política tradicional y decidió en las urnas entregar el destino del país a un desquiciado, olvidándose de aquella sabia máxima de Albert Einstein: “Locura es creer que se pueden obtener resultados diferentes utilizando los mismo métodos”.
A continuación paso a transcribir un artículo de Marcelo Figueras cuyo título es “El verbo y la carne” (El Cohete a la Luna, 21/7/024), en el que analiza el tema que me ocupa y preocupa. Se trata de la posición de un hombre de izquierda, cargada, por ende, de ideología. Personalmente discrepo con varias de sus posturas. Sin embargo, aconsejo su lectura ya que, me parece, ayuda a entender el drama de nuestro tiempo: nuestra incapacidad de rebelarnos ante el destrato, la violencia verbal y la tortura psicológica.
“Para ser sincero, no nos entiendo.
Durante décadas, cada vez que me propuse comprender por qué la sociedad argentina regaló su consentimiento tácito a la dictadura de los ’70 —por qué la toleró en un silencio que el tiempo tornó vergonzante—, caía siempre en la misma explicación. Me decía que el miedo había jugado un rol fundamental. La casta militar había dejado en claro que, con tal de sostener el orden que preservaba los privilegios de la oligarquía y de los Estados Unidos, era capaz de hacer cualquier cosa: censurarnos, proscribirnos, apalearnos, fusilarnos, bombardearnos. Y por eso nadie deseaba malquistarse con la inquieta muchachada de uniforme, a la que el Estado por ella secuestrado concedía licencia para cagarte a golpes, amordazarte y encerrarte, sin necesidad de explicarse ante la Justicia.
Pero lo que me parecía determinante era otro elemento. Yo pensaba —insisto: lo pensé durante décadas— que lo que explicaba la apatía aparente, la inacción ante el autoritarismo de un gobierno cuyas únicas credenciales eran la fuerza bruta, era el hecho de que la dictadura se había tomado el trabajo de ocultar sus medidas más salvajes. Nos habíamos bancado al régimen militar, como si esa dictadura hubiese sido apenas una más de la serie conocida, tan sólo porque ignorábamos que estaba secuestrando, torturando, violando, asesinando y desapareciendo cadáveres de hombres y mujeres, de viejos y de adolescentes, de monjas y de curas, de militantes comunes y de figuras excelsas en el campo profesional, artístico y político. Esa hipótesis le confería lógica a la docilidad de la sociedad de entonces. El cagazo que inspiraban los milicos sugería prudencia, temerles equivalía a ser realistas. Pero lo que explicaba la falta de reacción ante el horror era el desconocimiento, la completa ignorancia respecto del genocidio que estaban llevando a cabo. No hubo reacción expresa contra la criminalidad del régimen —pensaba yo— porque el grueso de la sociedad no sabía lo que estaba pasando. Y no puede esperarse de nadie que replique a una ofensa, cuando no es consciente de haber sido ofendido.
Sin embargo hoy, a casi medio siglo cronológico de distancia, la sociedad argentina —que se renovó, pero no por completo: muchos de los de entonces seguimos estando, y pensando, acá— está en manos de otro régimen. Y una de las características salientes de este nuevo régimen es que no hace esfuerzo alguno para disfrazar la tarea de destrucción que perpetra sobre el territorio y el bienestar del pueblo argentino. Al contrario, la exhibe como una bandera. Se vanagloria de su eficacia como bola de demolición, al servicio del capital internacional.
Por supuesto que entiendo que este régimen y aquel otro no son lo mismo. Aquel fue el producto de un golpe institucional contra la democracia, y torturó y asesinó a decenas de miles del modo más literal, mientras implementaba su programa de fondo: volver a una Argentina para pocos, una aristocracia económica de facto, rodeada por un mar de servidumbre en mansedumbre. En cambio este régimen de hoy tuvo su origen en la formalidad de una elección democrática, y no está torturando y matando gente, por lo menos mediante instrumentos materiales diseñados ad hoc. (No todavía, advirtamos.) Pero el daño que está infligiendo a millones cuyas vidas cotidianas se convirtieron en un campo de batalla —para quienes, desde que despuntó el año, el día es una sucesión interminable de impotencias seguidas de humillaciones— es concretísimo, y por ende mensurable. Su programa de fondo está a la vista, porque no lo disimulan: la disolución de Argentina como nación, como entidad política, cultural y social, para ser reemplazada por una suerte de Las Vegas, donde lo único que existe son un montón de casinos / negocios a los que viene a timbear y enriquecerse la gente de afuera. En el marco de este plan, parte del pueblo se reconvertiría como personal de servicio de los casinos / negocios, mientras que al resto no le quedará otra que integrarse al ejército narco.
Y sin embargo, no hay reacción. La gente sigue moviéndose por inercia, como si lo que está ocurriendo fuese normal y no una emergencia declarada, una circunstancia límite — un bombazo atómico que amplía el radio de su devastación minuto a minuto.
Así como digo que el daño que causa este gobierno es mensurable, admito también que, por un lado, la velocidad a que lo despliega desafía el ritmo de las calculadoras y que, por el otro, incluye rubros cuyo estrago es prácticamente invaluable. ¿Cómo medir el perjuicio que, por ejemplo, causa el cierre de la plataforma pública Cont.ar, que permitía acceso gratuito a contenidos culturales? En un país donde cada vez es más difícil, por lo oneroso, disfrutar de creaciones culturales, ¿no es una forma más de empujar al pueblo a depender tan sólo de la TV y de las redes, que están cada vez más tóxicas? ¿Cómo dar cuenta del daño que producen las medicaciones que dejan de consumirse, porque la guita ya no alcanza para darse el lujo de pisar una farmacia? No se hacen autopsias de cada persona que muere, y aun cuando se las realiza, la nula o insuficiente ingesta de medicamentos no es un causal del que queden registros.
Lamentablemente, el resto de las formas que privilegia este régimen a la hora de arruinarnos la vida está a la vista. Se come menos y peor. Se educa menos y peor. Se sana menos y peor. Se vacuna menos, perdonando la vida de los bichitos que generarán las futuras epidemias. Hay menos puestos de trabajo, peor pagos. Hay una crisis furibunda en materia de viviendas, el precio de los alquileres se puso inaccesible para muchos. Hay más gente —más familias— viviendo en las calles. La Nación está cada vez más endeudada, y sus ciudadanos individuales también. Y mientras tanto, el topo que se precia de horadar al Estado por dentro roe infinidad de sus antiguas funciones: suspende o espacia el mantenimiento de rutas, calles y puentes, elimina controles bromatológicos, descuida los tendidos de las redes eléctricas y del gas. (En pleno invierno, Cammesa acaba de abrir el paraguas para anunciar potenciales cortes masivos —el adjetivo lo escogieron ellos, no yo— durante el verano que se viene. Si todo sigue así, cuando promedie enero este país debería ser rebautizado «El Congo Verga».) Así, cierto día, más temprano que tarde, la vía por la que solés circular, el funcionamiento de tu casa y hasta tu estómago implosionarán y entonces te atormentarás, en el caso de que hayas tenido la suerte de salir vivo, preguntándote qué corno acaba de pasar.
La forma más gráfica y realista de describir lo que está ocurriendo sería imaginar una invasión, liderada por un nuevo Atila al mando de una horda de salvajes que viene a apoderarse de lo ajeno, sin el menor prurito respecto del pueblo invadido, puro pillaje y destrucción. Eso es lo que están haciendo, sin necesidad de exagerar: lo están rompiendo todo, saqueando hasta hartarse, vaciando los cofres del Estado y de los ciudadanos también, a consciencia de que cuando se retiren quedará tierra arrasada, un páramo donde ya nada funcionará como debía. Y lo están haciendo a la vista del mundo, como ocurre en las películas donde el bárbaro se apodera de tu casa, bebe tu vino, se limpia el culo con tus sábanas y esclaviza a tus hijos.
¡Si hasta lo anuncian con desparpajo! El ministro Caputo acaba de decir que la idea es que a la gente no le quede otra que vender sus dólares para pagar los impuestos. ¿Y qué va a pasar cuando se acaben esos dólares? ¿Y qué será de las mayorías que no tienen un dólar que vender? ¿Les van a embargar los ojos? ¿Irán a parar a cárceles de deudores, como el padre de Dickens en la Inglaterra pre-victoriana? En circunstancias como esas, la venta de un órgano o de un crío comenzará a sonar casi razonable.
Sin embargo, mirás alrededor y no parece que estuviese pasando algo similar. Todo finge seguir su curso, mientras la gente imposta una normalidad que ya está más allá de su presupuesto. Pero claro, las señales de la disonancia entre la pretensión y la realidad se multiplican, afectando el verosímil. Hay gente hurgando en el container de mi cuadra, en plena mañana helada de domingo. Circulan personas vestidas con gorros y ponchos improvisados a partir de plásticos y colchas, que caminan porque no tienen mejor modo de combatir el frío. El chino está vacío la mayor parte del tiempo, y cuando hay compras son minúsculas. La brecha entre la cantidad de autos y carritos cartoneros se agosta. Dos de cada cuatro timbrazos que alteran la paz del hogar son para pedir comida y ropa. Los umbrales se llenan de pendejos pero también de adultos que no tienen dónde ir y que, a medianoche, después de horas de fumar cualquier cosa, ya no están en condiciones de decir ni cómo se llaman. Hace horas me enteré de que un pibe pidió el encendedor Bic de un miembro de mi familia, porque lo necesitaba para —ningún disimulo, acá— fumar crack”.
09/08/2024 a las 4:10 PM
ES COMO EL «VACUNATE»
AHORA SE DAN CUENTA?
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ES COMO EL CELULAR EN LA ESCUELA
AHORA SE DAN CUENTA?
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HABÍA QUE PENSAR HACE 20 AÑOS COMO VOTAR.
09/08/2024 a las 5:51 PM
Difundieron las primeras fotos y chats de la denuncia de Fabiola Yañez contra Alberto Fernández
Página/12
9/8/024
Anoche finalmente comenzaron aparecer las primeras imágenes de Fabiola Yañez con marcas de golpes en un ojo, en la cara y en los brazos. También se difundieron mensajes de chats con el expresidente Alberto Fernández. «Venís golpeándome tres días seguidos», reprochó ella en uno de los mensajes más duros de una sucesión donde la referencia a la violencia aparece de manera constante. «Todo el tiempo me golpeas», dice ella en otro tramo. Pagina/12 consultó con abogadas especializadas en los derechos de la mujer y decidió no publicar las fotografías de la exprimera dama porque sin su autorización implican una revictimización.
Fabiola decidió nombrar este jueves a una nueva abogada en la causa contra el expresidente por violencia de género, en la que denunció golpes físicos y «terrorismo psicológico». En lugar de Juan Pablo Fioribello, señalado por violación de secreto y por asesorar a ambos a la vez, su representación como víctima será asumida por Mariana Gallego, una especialista en derecho de familia conocida por haber estado al frente de casos vinculados con celebridades como Mirtha Legrand y Juana Viale. Mientras tanto, el juez federal Julián Ercolini ordenó reforzar su custodia y mandó a Madrid dos efectivos de la Policía Federal para eso.
Los chats entre Yañez y Fernández
La serie de chats fueron difundidos anoche tarde por el portal Infobae, que no aclaró cuál era su procedencia.
— Esto no funciona así –escribió ella en uno de los diálogos de la serie. «Todo el tiempo me golpeas. Es insólito», continúa en otro tramo. Y luego: «No puedo dejar que me hagas esto cuando yo no te hice nada y todo lo que trato de hacer con la mente centrada es defenderte y vos me golpeas físicamente. No hay explicación».
En las capturas también aparecen respuestas del exmandatario. «Pero terminá de discutir –le dice–, al final terminamos peleando nosotros por todos los demas. Por favor, vení». Ella responde a su vez. Le dice: «Me volves a pegar. Estas loco». Y él replica: «Me siento mal». En ese contexto aparece aquella respuesta del inicio. Ella dice: «Venis golpeándome tres días seguidos», durante un intercambio que por momento suena incoherente y en el que ella le dice acto seguido: «Cuando me samarreaste me dejaste moretones».
La sucesión de mensajes publicados anoche con la serie de fotografías y diálogos entre los dos en distintos momentos de la relación de pareja provocó un nuevo tembladeral político en las redes con Fernández apuntado en primera línea. Los trolls del oficialismo y primeras líneas del Gobierno no tardaron en salir rápidamente a buscar rédito político como desde el primer día del escándalo.
Cambio de abogado
En tanto, este jueves por la mañana Yañez mantuvo una entrevista por videoconferencia, desde España, donde vive, con profesionales de la Unidad Fiscal Especializada en Violencia contra las Mujeres (UFEM), a cargo de Mariela Labozzetta, según informan profesionales de la Dirección General de Acompañamiento, de Orientación y Protección a las Víctimas (DOVIC). Ya el fiscal Carlos Rívolo, que tiene delegada la investigación, le había informado la posibilidad de recibir contención y acompañamiento de estos equipos, que dependen de la Procuración General de la Nación. Le había explicado también los pasos a seguir.
Fioribello había sido abogado de ambos en el expediente judicial sobre la fiesta en Olivos. Fue a quien contactó el juez federal Ercolini cuando en medio de la investigación sobre la contratación de seguros de Nación Seguros por parte de organismos del Estado, fueron hallados chats entre Fabiola y María Cantero, secretaria de Fernández, que darían cuenta de hechos de violencia de género. Cantero y su marido están imputados por la cuestión de los seguros. Lo que hizo el juez fue informar la existencia de ese material, que incluiría fotos, para que Yáñez decidiera si quería hacer la denuncia. Fioribello relató que a raíz de que esto se hizo público Fabiola le había hecho referencia a una discusión fuerte de pareja, pero no a golpes, y que no denunció. Pero esta semana la propia Fabiola se contactó con el juzgado para denunciar y ahí el abogado dijo a los medios que ella le había comentado «no aguanto más, lo acabo de denunciar». Que le habló de golpes y amenazas de parte del expresidente. Describió que estaba muy angustiada.
Hasta ahora el expresidente no designó abogado, pero es inminente. Al hacerse pública la denuncia de su exesposa difundió un comunicado que decía: “Enterado por los medios de comunicación de la denuncia de Fabiola Yáñez en mi contra, quiero expresar que la verdad de los hechos es otra. Solo voy a decir que es falso y que jamás ocurrió lo que ahora me imputa. Por la integridad de mis hijos, de mi persona, y también de la propia Fabiola, no voy a hacer declaraciones mediáticas, sino que aportaré ante la justicia las pruebas y testimonios que dejarán en evidencia lo que realmente ocurrió”.
El abogado Fioribello admitió que estaba en una encrucijada frente al código de ética que regula la actividad de los abogados/as dado que los había asesorado a los dos, aunque en este caso sostuvo que estaría del lado de Fabiola, como víctima. Otro abogado, Jeremías Rodríguez, lo denunció ante el Tribunal de Disciplina del Colegio Público de Abogados de Capital Federal. El escrito que presentó lo señala por «violar el secreto profesional de sus clientes, asesorar simultáneamente a dos personas con intereses opuestos y ventilar hechos en un expediente de carácter reservado, en la denuncia de violencia de género realizada por la señora ex primera dama….».
La nueva estrategia
A la abogada Gallego –pareja del mediático abogado Mauricio D’Alessandro– le toca ahora elaborar la estrategia. Yáñez tendrá que ratificar su denuncia y describir en detalle los hechos para que avance la investigación. Ante Ercolini había explicado su decisión de concretar la denuncia porque estaba «padeciendo lo que definió como ´terrorismo psicológico´ por parte de la persona denunciada, así como acoso telefónico, de manera diaria. Dado que el presunto agresor se contactaba mediante mensajes telefónicos amedrentándola psicológicamente». Así lo explicaba la resolución del juez que le prohibió a Fernández salir del país y le puso una perimetral que le impide acercarse a Fabiola a menos de 500 metros.
En tanto, Ercolini libró oficio al Ministerio de Seguridad el martes pasado para reforzar la custodia. Ayer se supo que tras el pedido, el Gobierno aceptó instrumentar de manera rápida el relevo del personal que actualmente está en la capital de España en función de custodia y sumar un efectivo más. “Van a salir entre esta noche y mañana”, revelaron fuentes del caso. Desde el ministerio, trascendió que el juez sólo les pidió las custodias. El tema de la custodia sigue estando a cargo de la Secretaría General de la Presidencia, es decir de Karina Milei, pero hasta ayer había discusiones porque las partidas corresponden al presupuesto del ministerio de Bullrich.
Alberto Fernández sigue recluido en su departamento del edificio de Puerto Madero. Según trascendió uno de sus hermanos se acercó a acompañarlo. Cada vez más aislado, anoche el exmandatario insistía que las fotos eran falsas.
10/08/2024 a las 2:28 AM
AVISO para Hernán Andrés Kruse (incluso para «hernán Andrés Kruse»): Luego de su artículo de opinión publicado en cada oportunidad, últimamente sus agregados «comentarios» suelen diluir e incluso desmerecer el esfuerzo del autor que pretende enriquecer su crítica «transcribiendo» artículos publicados por diversos medios (generalmente de izquierda, además de algunos otros de mera orientación comercial).
El Doctor en Ciencia Política seguramente entiende que «Lo poco agrada, en tanto que lo mucho enfada».
¿Entonces?
09/08/2024 a las 6:05 PM
Cristina Kirchner habló sobre la denuncia de Fabiola Yañez contra Alberto Fernández: “Las fotos delatan lo más sórdido y oscuro de la condición humana”
Infobae
09 de Agosto, 2024
Cristina Kirchner se refirió por primera vez a la denuncia por violencia de género contra el expresidente Alberto Fernández, realizada por la ex primera dama, Fabiola Yañez. En un largo posteo publicado en sus redes sociales, sostuvo que las fotos que reflejan las agresiones “delatan lo más sórdido y oscuro de la condición humana”.
A su vez, aseguró que Fernández, dirigente que ella misma postuló para ser Jefe de Estado y a quien acompañó en la fórmula en las elecciones, “no fue un buen presidente”.
Con relación a la denuncia presentada por Yañez, la exvicepresidenta de Fernández sostuvo que “la misoginia, el machismo y la hipocresía, pilares en los que se asienta la violencia verbal o física contra la mujer, no tienen bandera partidaria y atraviesan a la sociedad en todos sus estamentos”.
Por otro lado, hizo un comentario autorreferencial y sostuvo que ella fue y sigue siendo objeto “de las peores violencias verbales y políticas”. “Hasta la máxima experiencia de violencia física, como fue el intento de asesinato del 1 de septiembre del 2022″, recordó. “Expreso mi solidaridad con todas las mujeres víctimas de cualquier tipo de violencia”, indicó.
El texto completo
“Alberto Fernández no fue un buen presidente. Tampoco lo fueron Mauricio Macri o Fernando De La Rúa, sólo por mencionar a los que desempeñaron su mandato en lo que va del siglo XXI. Seguramente la lista sería más larga si extendiéramos la cronología”.
“Pero las imágenes que vimos ayer por la noche transmitidas por los medios de comunicación en virtual cadena nacional, en lo que constituye una verdadera revictimización de la denunciante, SON OTRA COSA”.
“Las fotos de la Sra. Fabiola Yañez con hematomas en su cuerpo y rostro, junto a los chats publicados que revelan el diálogo entre ella y el expresidente, no sólo muestran la golpiza recibida, sino que delatan los aspectos más sórdidos y oscuros de la condición humana. Permiten comprobar, una vez más y dramáticamente, la situación de la mujer en cualquier relación, se desarrolle ésta en un palacio o en una choza”.
“La misoginia, el machismo y la hipocresía, pilares en los que se asienta la violencia verbal o física contra la mujer, no tienen bandera partidaria y atraviesan a la sociedad en todos sus estamentos”.
“En lo personal y como mujer que ha sido objeto (y lo sigue siendo) de las peores violencias verbales y políticas, hasta la máxima experiencia de violencia física, como fue el intento de asesinato del 1 de septiembre del 2022, expreso mi solidaridad con todas las mujeres víctimas de cualquier tipo de violencia, sin olvidar las palabras que Francisco me dijo al día siguiente de aquel hecho: “toda violencia física siempre es precedida de violencia verbal”.
Otras reacciones políticas
Tras la denuncia y el cimbronazo que representó en el ámbito político, la palabra de Cristina Kirchner era esperada con ansias. Antes ya se habían pronunciado otros dirigentes del peronismo y del kirchnerismo, como el gobernador bonaerense, Axel Kicillof. “Por supuesto que todos (estamos) muy shockeados por esta situación, esperando que se resuelva rápidamente, que actúe rápidamente la Justicia y lo resuelva”, planteó hoy.
La intendenta de Moreno, Mariel Fernández, se había referido al tema antes de que se conocieran las fotos de la ex primera dama con golpes. “Como en todos los casos, lo importante es acompañar la decisión de la persona que sufre violencia de género. Fabiola contás con mi cariño y apoyo”, aseguró.
Por su parte, la ministra de Mujeres, Género y Diversidad Sexual de la provincia de Buenos Aires, Estela Díaz, planteó anoche en declaraciones a A24 que “las figuras públicas con más razón tienen que tener una coherencia entre su práctica personal y la política. Hemos dicho que no es de índole privada”.
La ministra de Kicillof también describió que la violencia de género “es una violación de los derechos de las personas” y exigió que haya “ley, políticas, cesar la violencia y pagar quién la haya ejercido”. También defendió al feminismo al marcar que el caso del expresidente “es un debate público por las acciones que el feminismo históricamente ha hecho que plantea que es intolerante la violencia de género la ejerza quién la ejerza”, y que “más grave es si el que lo hace son figuras de alto rango político”.
En esta línea, Mayra Mendoza, referente de La Cámpora e indendenta de Quilmes, señaló: “Alberto Fernández traicionó a Cristina y a la militancia, como lo expresó Ofelia (Fernández). Lo militamos, hablamos de él, confiamos para que pueda hacer de la Argentina lo que habíamos propuesto”.
10/08/2024 a las 8:06 PM
Es que ya estábamos en el suelo don Kruse.
11/08/2024 a las 2:24 AM
EL INEFABLE KRUSE, LOS CULORROTOS DE PÁGINA DOCE,
LA VILLERA MAYRA MENDOZA Y EL PAJERO ABOGADO
FIORIBELLO, QUEDARON MÁS DESUBICADOS QUE UN
CHUPETE EN EL CULO.