Por Oscar Edgardo García.-

Javier Milei últimamente ha cometido algunos desatinos que han disminuido su nivel de aceptación, al menos momentáneamente.

Las personas más cercanas a su entorno observan esta circunstancia con cierta preocupación por lo que se han abocado a planificar acciones para que tales dislates sean pasajeros y no se transformen en una continua declinación de la imagen del líder libertario.

Todo ello es producto de las reglas que el propio Milei ha elaborado en su batalla contra la casta política.

En el futuro debería exteriorizar su capacidad de pensar y obrar con buen juicio, prudencia, reflexión, sensatez y responsabilidad por lo que sería altamente recomendable que tuviera muy presente algunas de las reglas generales que el magistral Sun Tzu establece en su libro «El Arte de la Guerra», como por ejemplo las siguientes:

1.- Es mejor conservar a un enemigo intacto que destruirlo. Capturar a sus soldados para conquistarlos y dominar a sus jefes.

2.- La victoria completa se produce cuando el ejército no lucha, la ciudad no es asediada, la destrucción no se prolonga durante mucho tiempo, y en cada caso el enemigo es vencido por el empleo de la estrategia.

Ambas sentencias son importantes pero el empleo de la estrategia es un factor vital para todos los efectos y para aplicarla es necesaria la cordura.

Milei debería dejar de lado su soberbia y atender con raciocinio estos conceptos básicos para que sus tropezones no lo lleven a transitar por un camino sin retorno. Lo contrario le dará como resultado una pérdida del equilibrio con la consecuente y fatal caída de la que no podrá levantarse para obtener los objetivos que persigue.

Su propio accionar y el transcurso del tiempo descorrerán el velo que cubre su nivel de aceptación y liderazgo futuro.

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