Por Juan José de Guzmán.-

Con la difusión de los índices de pobreza que el INDEC publicó esta semana a Cambiemos se le ha esfumado la última posibilidad de revertir los resultados de las PASO.

No existe ya ninguna razón para que el votante, sea del espacio que fuere, pueda querer optar por una más que improbable reelección suya, Sr. Presidente.

Quién no recuerda aquella conferencia de prensa del 28-09-16 (después de más de 2 años sin publicar datos, el nuevo INDEC revelaba que la pobreza en Argentina alcanzaba al 32,2%) donde usted se enredaba en soflamas como “Hoy sabemos cuál es la realidad, júzguenme por los resultados, cuando termine mi mandato, sobre si pudimos reducir la pobreza, durante mi gobierno”.

Los resultados son inapelables, 35,4% es el número de pobres que hoy, a 3 meses de finalizar su gestión, deja su gobierno y que será mayor aún, cuando se conozcan las mediciones a diciembre de 2019.

Como argentino le pido que deje a un lado lo que en su círculo áulico se califica como perseverancia y tome conciencia de que sólo se trata de obstinación.

Su tozudez nos hará retroceder a “la década perdida”, a la que no queremos volver. Su renunciamiento a la reelección (no a la presidencia) posibilitará que el tercero, que hoy está muy lejos del porcentaje para aspirar a un ballotage, pueda heredar esos votos y podamos “todos” soñar con el fin de la grieta y pensar entonces en un “acuerdo nacional” entre ganadores y oposición donde la educación tenga prioridad máxima y el trabajo vuelva a ser una posibilidad “para todos”.

Piénselo, la historia entonces, es probable que le guarde un lugar como “alguien que supo leer la realidad y actuó con patriotismo, desinteresadamente”.

Eso sí, cuánto antes lo haga mejor será, no hay tiempo que perder.

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