Por Paul Battistón.-
Cuarenta años y un primer leve resarcimiento a la clase media traicionada (aun cuando durante buen tiempo -algunos aún no lo logran- no entendieron exactamente en qué fueron traicionados)
El resarcido Alfonsín con nostálgicos recuerdos, con títulos espontáneos, con adjetivos firmes a su gestión liviana, con premios históricos a su mirada tuerta, él nunca resarció su engaño. Quizás no tuvo tiempo, se fue antes de lo previsto. Aunque su velocidad y trayectoria no indicaban que en sus 5 meses incumplidos de mandato hubieran mostrado una sustancial diferencia.
Se fue, lo fueron en el medio de la hecatombe. Padre del progresismo que nos parió como socialdemocracia miserable. Sus semillas atravesaron ese pequeño oasis para surgir con más fuerza como pretendida solución a los males con que se inculparon a esa pequeña ausencia de socialismo berreta.
Alfonsín traicionó a una clase media que mucho no entendía de las técnicas adecuadas para concretar ese aspiracional de paz, progreso y normalidad que le habían pedido con su voto a alguien por fuera de la doctrina de la vulgaridad. A cambio de su voto ólo fueron salamereados con progresismo berreta.
Una minicasta de leguleyos instruida en direccionar una justicia asimétrica y un naufragio de gestión con un leve atisbo de dirección correcta titulado Sourrouille, que fue dejado en banda sin el cimiento político necesario para un arribo a buen puerto. El rebote fue intenso, le costó su sillón y a la clase media su primera cuota de miseria instantánea.
¿Qué es una foto? Es la ausencia de movimiento. Es el mojón entre el antes y el después. ¿Por qué habríamos de recordar el antes y el después?
Un muchacho en actitud rebelde apoyado en una barra consumiendo alcohol con una guitarra a su lado. La pura juerga retratada de forma pintoresca e intrascendente en blanco y negro. El después hizo trizas lo de intrascendente y la foto es histórica, coleccionable, con un joven Sandro apoyado en la barra de La Cueva durante un 1964 agitado. El después lleva un trazado de historia y convierte la instantánea en histórica, valiosa, un vistazo del nacimiento de la cultura que ocuparía las tres décadas siguientes. La cultura de la rebeldía montada en lo que sería el Rock nacional. Y era la foto sólo de un muchacho de juerga pero en el lugar y en el tiempo acertado, sólo que con la actitud y la fortuna premiando la misma.
La foto está y el momento es bisagra. Tiene la incomodidad de contener la agitación putrefacta de una conducción en dirección de discordancia con lo que la conciencia les dicta. Los tiempos iniciados por la antipolítica de Milei les pone un aura de actitud. El tiempo podrá convertir la foto de los radicales disidentes (apuntaladores del veto) en sólo un detalle o en esa instantánea histórica del momento y el lugar justo donde algo nace. Por lo pronto, ha nacido un ápice de resarcimiento hacia esa clase media que del radicalismo nunca obtuvo nada. Y que para peor ahora entiende que ese aspiracional de paz y progreso está totalmente divorciado del maquillaje progre.
El bloque radical disidente de su konducción (perdón, quise decir conducción) ha comenzado (mínimamente) a resarcir a esa clase media eludiendo la buena intención progresista para en su lugar dar apoyo a una medida que ayuda a sostener el camino del equilibrio hacia algo duradero, la eliminación del déficit algo que ni Alfonsín ni De la Rúa intentaron. El primero incumpliendo la política tras la economía de Sourrouille y el segundo abandonando a López Murphy en la red del recorte.
El apoyo al veto de Milei a la recomposición de las jubilaciones es una pelota dejada picando en el área lista para que cualquier formato de izquierda intente marcar su gol de la hipocresía, y afrontar esta situación tiene algo de valiente.
¿Tras esta foto, los muchachos disidentes trazarán el camino de Alem o sólo la dejarán en una instantánea pintoresca?
20/09/2024 a las 11:22 AM
Sin duda que «el camino de Alem» solo conduce hacia «el suicidio». Así se desempeñó la Unión Cívica, la Unión Cívica Radical, la Unión Cívica Radical Intransigente, y todas las demás escisiones del originario partido político que siempre quiso atribuirse la representatividad de la clase media.
Su fatal error es que ningún Partido (club político) puede representar «intereses de clase»: el Comunismo es ejemplo de ese despropósito.
21/09/2024 a las 9:30 AM
Tal ves tengan la sensación de que se pretende eliminar no solo déficit, sino también a la clase media. En el mejor de los casos sería un efecto no deseado de la gestión económica.
22/09/2024 a las 12:51 PM
Como pudimos haber aceptado votar a Lousteau, en JXC para que sea senador por 6 años en el 2019, especialmente despues de que el muñequito habia sido ministro de economia de los K, y una actuacion lamentable como embajador(!!!!!!) en EEUU?????
INEXPLICABLE….
Somos responsables del desastre de la UCR, hoy con este tipo, como presidente(!!!!!!!!!!!) mas Morales, Yacobiti, Tetaz, etc. un desastre de personajes que no creo que representen al votante tradicional del radicalismo.
Terminaron entregando,en los ultimos 5 años particularmente, el sello de goma de la UCR, al peronismo, como previamente y desde 2002 lo hicieron traidores como Moreau, Santoro, etc.
La UCR termino con dirigentes espantosos en los ultimos 35 años, que se caracterizaron por su doblez de procedimientos y escasas ideas… solo sirvieron para destruir y mejorarse ellos en lo personal…. gente descartable…..
El futuro de esta nueva division inexorable del radicalismo, esta en estos disidentes que acompañaron a Milei en las votaciones del Congreso, con el agregado de los que lo acompañen de ahora en mas…., que por lo que trasciende…, son muchos mas de los pensados…..
No creo que el futuro de las restos de la UCR, pasen por estos que se vendieron a los peronistas…..