Por Malú Kikuchi.-

El partido peronista “son” muchos partidos. Está el ortodoxo, el del mítico 17/10/1945 de Perón, está el libertario* de Menem y está el seudo revolucionario de los K, en particular el de Cristina Fernández de Kirchner.

Probablemente todos sean auténticos. Y simplemente han tenido la habilidad política de irse adecuando a los cambios y en alguna medida, incitando los cambios. El peronismo es difícil de describir y de explicar.

Dicen que es una doctrina, con lo que tiene algo de religioso, y se sabe que es un movimiento, lo que le permite esos bruscos cambios de rumbo, sosteniendo siempre que son peronistas auténticos. Cristina no tanto.

Ahora, septiembre de 2018, con corridas cambiarias que nos persiguen a los argentinos desde el mes de abril, con muchos errores por parte del gobierno y hechos internacionales que nos afectan, ¿qué hace el PJ?

Aparentemente está divido en dos: de un lado Cristina y su núcleo duro dice que le permitirán al PJ unirse a ellos en las próximas elecciones; y del otro lado (¿?) el llamado peronismo federal, que se enfrenta a CFK.

Desde afuera, parece que la división es real. Se espera que el peronismo federal o “bueno”, se organice, se convierta en un partido con principios institucionales sólidos, alejado del populismo, un partido del siglo XXI.

Esto no está sucediendo. No consiguen organizarse, no se convierten en una alternativa probable para las elecciones del año que viene. Y lo que llama la atención es que siempre, inevitablemente, defienden a Cristina.

Si realmente están enfrentados, a la hora de votar, no se nota. Cuando el kirchnerismo, con el nombre que quiera usar, “Frente para la Victoria” (al perder la presidencia, el nombre ya no sirvió), ahora “Unidad Ciudadana”, no sabemos si es peronismo, pero los votos en el congreso dicen que sí.

No importa tanto lo que haga CFK, su rechazo popular llega al 70%, nunca podría ganar un balotaje y lo sabe. El problema es el PJ “bueno”, que defiende sus fueros, como defiende los fueros del senador Menem.

Y cada vez que la gente de CFK hace algo destituyente, cada vez que se sabe que están detrás de los movimientos sociales que paralizan la ciudad, o de los vaivenes del mercado, el PJ “bueno” nunca dice nada al respecto.

Y es muy difícil entender el porqué de esta posición. Miguel Ángel Pichetto dijo al salir CFK de la presidencia, “ahora puedo pensar”, y una le creyó. Si ahora puede pensar ¿por qué no critica nada de lo que hace o hizo CFK?

Guillermo Moreno (K), como presidente de la Comisión de Economía de diputados, le pidió al FMI que no le adelantara dinero a la Argentina, o sea al gobierno de Cambiemos. El PJ “bueno” ¿va a decir algo al respecto?

No se sabe qué pensar. Puede que los peronistas de cualquier tipo sean siempre y a pesar de todo, peronistas. Puede que teman que los que estuvieron en el poder tengan chances de volver y no quieren enemistarse.

Puede, y esta sería la peor suposición, que los K tengan carpetas para chantajear a los del peronismo “bueno”. Todas las opciones, todas, son malas y no dejan bien al aparente peronismo “bueno”. ¿Todos malos?

O como decía Jorge Luis Borges, “ni buenos ni malos, incorregibles.”

Si el PJ Federal o “bueno”, ese del que espera ingenuamente el gobierno algún tipo de apoyo en el congreso, no hace nunca declaraciones que descalifiquen a los K, ni siquiera un comentario sobre los cuadernos.

La Argentina ha comentado los cuadernos de Centeno, para creerlos o declararlos un invento de la CIA, o el delirio de un escritor frustrado, pero el peronismo “bueno” nunca dijo nada. Ni “¡qué horror!”, ni “es mentira”.

Nada. Y sin decir nada sobre los robos, las coimas, los chantajes, el desmanejo económico; el autoritarismo absoluto, ante un proyecto de ley la orden de “no se cambia ni una coma”, es imposible creer en otro PJ.

Si realmente están divididos, en PJ y cristinistas, que digan algo, públicamente, no en voz baja y entre ellos. Que se lo digan al país, cuestión de creerles. Con este nivel de mutismo, no se les puede creer.

Que acepten la retroactividad en la ley de extinción de dominio. ¿A qué le tienen miedo? ¿Qué les toque a ellos? ¿Qué CFK urda su venganza? De no ser así, demostrarán que TODOS ellos, son los peronistas de siempre.

* Libertario: RAE, ácrata, anárquico.

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