Por Víctor E. Lapegna.-

Son quienes vaciaron al Partido Justicialista (PJ) de doctrina, pensamiento estratégico y sobre todo de participación y debate político de sus afiliados y lo degradaron a la condición de una cáscara vacía al servicio de los intereses espurios del “Frente para la Victoria”, que en las elecciones de diciembre pasado se convirtió en “Frente para la Derrota”.

Ahora, encabezados por el ex gobernador de Jujuy, Eduardo Fellner (que se atribuye ser presidente del PJ) y el ex diputado por la Provincia de Buenos Aires, Jorge Landau (que detenta la condición de apoderado partidario) convocaron a una reunión que harán el miércoles 3 de febrero en la sede del supuesto Consejo Nacional de Matheu al 200 para convocar a los congresales nacionales –cuyos mandatos están vencidos– y armar una “lista única” con quienes serían designados como nuevas autoridades partidarias por ese Congreso trucho sin hacer elecciones internas y quieren concretar esa maniobra tramposa antes del 8 de mayo, cuando el PJ quedaría acéfalo y debería ser intervenido por la Justicia Federal con competencia electoral.

Se proponen mantener fuera del PJ a los millones de peronistas que en el último proceso electoral acompañamos a Sergio Massa, José Manuel De la Sota y Adolfo Rodríguez Saá, muchos de los cuales votamos en el balotaje por la fórmula que encabezó Mauricio Macri por considerar que era el mal menor ante la alternativa “cristinista” que expresaban Daniel Scioli y Carlos Zannini.

Buscan silenciar también a las voces peronistas que, habiendo apoyado desde diversas posiciones a los gobiernos que presidieron Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner, hoy proponen asumir y rectificar los errores y horrores que llevaron al resultado electoral de diciembre pasado.

Contra lo que dijo e hizo Juan Domingo Perón, los responsables de esta maniobra continuista se inspiran en aquella concepción reaccionaria de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, autor de El Gatopardo, cuando proponía “que algo cambie para que todo siga igual” y así quieren mantener privilegios indebidos y soslayar su responsabilidad en el vaciamiento del PJ.

Pretenden validar esa operación ilegal en lo jurídico e ilegítima en lo político mediante la complicidad de gobernadores y dirigentes territoriales que en las últimas elecciones legitimaron su representatividad con el voto popular mayoritario así como de algunos dirigentes sindicales y la postulación de César Gioja, dirigente peronista respetable y respetado, a la Presidencia del PJ.

Por nuestra parte militamos por una verdadera renovación del Justicialismo, que asuma la vigente riqueza del pensamiento estratégico que nos legó Perón, esté abierto al diálogo con la realidad, con el pueblo y entre nosotros y nos constituya en la organización política democrática y republicana que exprese en unidad, la diversidad que es propia de la identidad peronista que sigue siendo mayoritaria entre los argentinos.

Para avanzar en esa perspectiva debe reorganizarse en serio el Partido Justicialista, lo que implica, entre otras cosas, revisar la alianza que lo subsumió en el llamado Frente para la Victoria, declarar la caducidad de las afiliaciones actuales y proceder a una reafiliación que permita contar con un padrón veraz y transparente, con el cual convocar a elecciones internas en las que el voto de todos los afiliados decida quienes son los dirigentes y establecer una representación proporcional de mayorías y minorías en los organismos de conducción partidario.

Creemos posible y necesario recorrer ese camino y tenemos la esperanza de que los dirigentes territoriales más lúcidos, incluido el compañero Gioja, no se presten a ser utilizados en esta maniobra continuista que denunciamos y ante la cual, de concretarse, la Justicia Federal con competencia electoral deberá actuar para evitarla.

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