Por Luis Alejandro Rizzi.-
“Aerolíneas Argentinas anunció el regreso de sus vuelos nocturnos con tarifas súper promo, una iniciativa mediante la cual busca competir contra las líneas aéreas low cost y los colectivos de larga distancia.”
Así comienza la noticia que publicó el diario La Nación, ayer en su portal electrónico.
Según la noticia, son sólo cinco destinos los que tendrán vuelos nocturnos con tarifas tipo “low cost” y supongo con varios “ancillarys”, como suele ser en esa modalidad comercial.
Lo primero que uno piensa es que el objetivo es “hacer caja”, ya que es sabido que la empresa tiene una importante pérdida operativa, que podría amortiguarse, si esa pérdida fuera manejable en un mínimo porcentaje sobre la facturación. Con esta actividad marginal, sería eficiente con cubrir gastos directos.
Pasa que no se conoce el criterio usado para fijar las tarifas, si lo fue teniendo en cuenta el costo del asiento kilómetro ofrecido, “CASK”, que es una relación de ASK y “RPK”, o sólo necesidades financieras. Pienso que se lo hizo con el criterio de actividad marginal, en sólo los costos directos de cada ruta elegida.
Algo parecido había hecho Willy Reynal en Austral, con sus vuelos nocturnos, con la diferencia de que eran vuelos charteados y se aseguraba una ocupación mínima del 90%. Esos vuelos formaban parte de los IT, fuera de temporada y sirvieron además para «democratizar destinos locales, que eran exclusivos para ciertos segmentos sociales. Creo que eso ocurrió a principios de 1970. No fue baja de tarifas sino un uso inteligente de los recursos de los que disponía.
Lo de ARG no parece ser el caso.
Hay otro elemento: ARG vende un servicio diferente al “low cost” y debe competir desde su nivel d calidad, para lo cual debe ajustar su nivel de gastos, que debe converger con su facturación.
En los servicios de transporte aéreo, como en todos los servicios, se trabaja sobre “stocks” futuros que son los ASK y una base de gastos prefijados.
En la industria común, existe el “stock”, que es un activo; en el transporte, “stocks” son los aviones que financieramente son un pasivo, porque su producto el ASK se vende a partir de ahora y, si bien se puede estimar un RPK, dicho “modo almacenero” con la venta de mañana, pago los gastos de ayer, salvo que se haya invertido capital suficiente, en ese caso hay que estimar la amortización y el tiempo.
Ahora bien, mirando cualquier balance de cualquier aerolínea, veremos que se trata de un juego de ingresos corrientes y gastos corrientes, y la clave está en que el ingreso supere al gasto, y ése es el rendimiento de la acción de una línea aérea.
El arte consiste en administrar el flujo de fondos de modo que el malabarismo no se rompa.
El desbalance de gastos con ingresos impide hacer ese malabarismo financiero, que desplaza a segundo plano el análisis económico.
Estimo que más del 70% de los aeroplanos que vuelan por los aires son huérfanos; sus dueños son los depositantes en los bancos y los inversores en acciones y negocios financieros. Podríamos decir que sus dueños son “la nube financiera”.
Estimo que ARG debe facturar un promedio de seis millones de dólares por día, más de eso no debería gastar.
Es cierto que toda empresa que pierde dinero aporta al PBI, pero lo que interesa es su productividad; si pierde, de algún lado salen los fondos que la mantienen, hasta que quiebra, porque no resulta “negocio” bancarla.
El dinero hundido, en el caso de ARG, es dinero de los contribuyentes, o bien deuda contraída; en el primer caso, se hace necesario aumentar la presión fiscal, en el segundo, contraer deuda para pagar perdidas. De locos, ¿no?
Por último, hoy no es privatizable, primero porque el estado debería sanear sus pasivos, lo que requiere un gasto importante. Más dinero hundido, y segundo, porque no es objeto de interés.
Teniendo en cuenta que la Ley Bases suspendió por un año la disolución por pérdida de capital, el estado puede equilibrarla como mínimo gasto; con que no necesite subsidio, sería un éxito.
Pero para eso hace falta una dirección con convicciones y conocimiento del paño.
La alternativa que tiene el gobierno es ajustarla o disponer su liquidación.
Así sería probable que dentro de unos años se la pueda privatizar o fusionar.
El gobierno presenta la posibilidad de privatización como si se tratara de un castigo a su personal o vaya saber a quién.
Se trata de una decisión política que debe ser inteligente, de ninguna manera «ovárica».
04/09/2024 a las 9:43 AM
Hoy el vejete meloso amante d elas wikiquotes literarias no publica anda? se olvido la dentadura postiza en la casa de alguna pata’elana y no puede ubicarla? juazzz
04/09/2024 a las 9:53 AM
jjajajajajaja
04/09/2024 a las 5:16 PM
El abogado Rizzi hace su pregunta: ¿»Aerolíneas Argentinas puede competir con las aerolíneas de bajo costo»?. Siendo empresa estatal y por supuesto «de fomento» para los espacios aéreos argentinos debería siempre poder competir. Si no le es posible, tampoco es posible sostener ese proyecto nacional sin capacidad comercial ni financiera. El Estado debe reprogramar y decidir al respecto.
04/09/2024 a las 7:02 PM
Mientras el Sr. Biró ande dando vueltas y esté en AA, todo virará para cualquier lado; mientras de cada bolsillo nuestro sale el sueldo del ejército de la empresa- Hasta cuando?. Sólo Dios y el coraje del gobierno lo saben.
04/09/2024 a las 11:00 PM
EL AÑO PASADO SE PUBLICO QUE A/A, TIENE 600 EMPLEADOS POR AVION.
SI ALGUIEN CREE QUE SE PUEDE MANTENER UNA EMPRESA SIN ECHAR COMO MINIMO A LA MITAD, EN BREVE TIEMPO, ENTONCES ESTAMOS FRENTE A UNA UTOPIA IRREALIZABLE.