Por Malú Kikuchi.-

El 1° de mayo en casi todo el mundo (hay excepciones), es el día del trabajador. Prácticamente es el día de todos, excluyendo niños (desgraciadamente no a todos) y aquellos que reciben planes no trabajar.

Pero para los argentinos, debería ser nuestra efeméride más importante del año. Es el día de la Constitución Nacional, que fuera sancionada el 1° de mayo de 1853, en Santa Fe, por el Congreso General Constituyente.

El 3 de febrero de 1852, en la batalla de Caseros, Justo José de Urquiza venció a Juan Manuel de Rosas. Para julio de ese año, Urquiza ya pensaba realizar un congreso constituyente, ya que las provincias del Río de la Plata se merecían una Constitución que las constituyera en Nación.

Fueron 24 los constituyentes, los representantes de la provincia de Buenos Aires no formaron parte, ya que no aceptaban federalizar los ingresos de la aduana del puerto de Buenos Aires (en el fondo a eso se reduce la historia argentina). No todos los constituyentes representaron a sus provincias. Pero todos lo hicieron bien. Muy bien.

Las 13 provincias -se recuerda que Buenos Aires no firmó entonces la Constitución Nacional-, se bajaron de sus eternas luchas internas, renunciaron a sus privilegios, abolieron sus aduanas y con gran generosidad y visión de futuro, decidieron congregarse bajo un gobierno federal que respetara sus individualidades, y todas juntas, aunadas en un proyecto común, decidieron “adoptar para su gobierno la forma representativa republicana federal”.

Pasaron los años y los hechos, las sucesivas reformas, 1860 (se suma Buenos Aires), 1866, 1898, 1949, 1957 y 1994. A pesar de todo, el espíritu sigue siendo el mismo. Y si todos juntos creemos en: “constituir la unión nacional, afianzar la justicia, consolidar la paz interior, proveer a la defensa común, promover el bienestar general, y asegurar los beneficios de la libertad para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los hombres del mundo que quieran habitar el suelo argentino, invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia…”

Si lo creemos, si lo cumplimos; si el gobierno representado por sus tres poderes lo cree y lo cumple, cada uno desde su lugar, recuperamos la Argentina que alguna vez fue y que debería volver a ser. De todos depende.

P.D.: Se siguieron los lineamientos de las “Bases y puntos de partida para la organización política de la República Argentina”, de Juan Bautista Alberdi, escitas en Valparaíso, Chile, en 15 días, y publicadas por la imprenta del diario El Mercurio, ¡oh casualidad!, el 1° de mayo de 1852.

¡Qué gran día es el 1° de Mayo!

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