Por Malú Kikuchi.-

El 22/2/2016, el presidente Mauricio Macri firmó el DNU 394/16 sobre ganancias, aumentando el mínimo no imponible a $ 30.000, retroactivo al 1° de enero. Hasta entonces, el mínimo no imponible era de $ 15.000.

El DNU es una norma argentina que sustituye una ley cuando el congreso no está sesionando, o en una emergencia. Es una herramienta en manos del poder ejecutivo, que de acuerdo a la Constitución Nacional, es unipersonal.

En cuanto el congreso comienza a sesionar, tiene la posibilidad de revisar o no el DNU en la Comisión Bilateral Permanente de Trámites Legislativos. Puede hacerlo en un plazo no mayor a los 10 días, para rechazarlo o aprobarlo.

Luego de la resolución de la Comisión Bilateral, esta debe pasar a las dos cámaras que deben a su vez, aprobar o rechazar el DNU, en un tiempo no mayor a los 10 días. También pueden no trata el DNU y entonces este queda vigente.

Si el DNU es rechazado por el congreso, este se cae. El 9/2/16 la Comisión Bilateral rechazó el DNU 394/16. La Comisión está conformada por 8 diputados y 8 senadores, más un presidente. Hoy hay 8 legisladores del FPV y 8 legisladores de Cambiemos, Peronismo Federal y FR. El presidente es el senador UCR por Formosa, Luis Naidenoff, que solo vota en caso de empate.

El miércoles 9 los legisladores FPV votaron en contra del DNU. En cuanto a los demás, 7, votaron a favor y Raúl Pérez, hoy FR (ex legislador PJ de la de la provincia de Buenos Aires), se abstuvo. No permitió el empate que hubiera habilitado que Naidenoff votara a favor del DNU. El martes 15 se tratará en diputados.

Mientras, el DNU sigue vigente.

Es obvio que Pérez se abstuvo por consejo de Sergio Massa, que tiene un proyecto de ley propio sobre ganancias, que sube el mínimo no imponible a $ 60.000. La pregunta es cómo puede renunciar el gobierno al impuesto por ganancias a partir de los $ 30.000, que es injusto, pero necesario ahora que la economía está destruida. Hoy, la medida de Massa es demagógica e impracticable. Desfinanciaría al gobierno. Y Massa lo sabe.

El Frente Renovador, con buenas propuestas, impulsadas por personas competentes en sus áreas y lideradas por Massa, el hombre que ganó las elecciones legislativas del 2013, despertó ilusiones en el electorado. La posición del FR apoyando al gobierno en aquello que comparte y marcando lo que no, es auspiciosa.

Razones por las cuales la actitud de empezar a voltear el DNU de ganancias para presentar la propuesta propia, es por lo menos poco respetuosa con la realidad. Hoy, subir el mínimo no imponible de ganancias a $ 60.000 es inviable para el estado nacional.

En cuanto al rechazo del FVP, se preveía. De todos modos siempre existe la esperanza de que algunos legisladores piensen, antes de votar obedeciendo órdenes provenientes del Calafate. El DNU duplica el piso del pago por ganancias establecido por Cristina Fernández.

Aunque $ 30.000 hoy es “notoriamente escaso”, Raúl Pérez dixit, es el doble del piso que impuso Cristina. Y para el empleado o el operario que gana más de $ 30.000, no es lo mismo pagar ganancias sobre $ 15.000 que sobre el doble.

El FPV antes de las elecciones prometía subir el mínimo no imponible de ganancias. Perdieron las elecciones y se olvidaron del asunto. Quizás no pueden permitir, por ideología o por lo que fuere, que otro partido haga realidad algo que ellos ya no tienen la posibilidad de hacer.

¿Qué les pasa a estas personas que no piensan en LA GENTE? ¡Y dicen representarla! Hay que preguntarse si van a seguir poniendo sus pequeños objetivos delante de los intereses de LA GENTE. Una actitud pobre, esmirriada, egoísta y desagradable, alimenta los votos en contra del DNU.

Un DNU que se quedó corto por culpa de la inflación, heredada en parte del kirchnerismo y en parte fogoneada por la devaluación. Pero de todos modos, el DNU pretende ayudar a aquellos que ganan menos de $ 30.000 y alivia a los que ganan más. ¿Qué es poco? Cierto. ¿Qué no es el momento para establecer el piso ideal? Cierto también.

¿No lo entendieron? ¿Qué les pasa?

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