Por Ricardo Bustos.-

Estos «cráneos» que nos tienen encerrados ya me tienen un poco cansadito… Para no ser irrespetuoso y decir cómo estoy. Ahora esta mañana, una Dama que todos los días nos dice cuántas personas se han contagiado y cuántas, lamentablemente ya no están con nosotros, nos recomienda que no cantemos, no debemos sonreír o hablar en voz alta. Es la misma Dama que el día del niño apareció en TV con una mujer payaso, cantando, sonriendo y bailando mientras nos daba la cifra de muertes y contagios por Coronavirus. O son descerebrados y están ocupando un lugar en el sistema de salud que no les preocupa mucho o vivo en otro planeta y no sé cómo salir. Esta semana, dos chicas no se pudieron despedir del Padre, cuyo desenlace era inminente por su enfermedad terminal, ya que la Provincia de San Luis lo impidió. Hoy en una localidad de la misma Provincia, todo el personal de salud de un Hospital, participó en una despedida de soltera de una profesional Médica, bailando, cantando, sonriendo y, seguramente hablando en voz alta. Están «basureando» la poca dignidad que nos queda y se adueñaron de nuestras vidas generando terror cada día, mientras ellos hacen de sus vidas una fiesta continua con reuniones políticas permanentes, en espacios cerrados sin respetar las distancias sociales o sin utilizar barbijos, empezando por el pésimo ejemplo que nos da el Presidente de la Nación haciendo actos innecesarios en medio de la Pandemia con gente que no toma ninguna precaución. Así estamos en el país con más días de cuarentena y la mayor cantidad de infectados en medio de una miseria generalizada que ni sabemos a cuántos hermanos está dejando en ruinas. Esto de las ideologías no es nuevo en Argentina y el final, los veteranos de otras batallas ya lo conocemos. Dios quiera que no se repita la historia. Lamento mucho que las generaciones jóvenes se dejen engañar por una sonrisa política mientras el dolor vive al lado de sus propias vidas.

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