Por Malú Kikuchi.-

Nicolás Trotta es argentino, nació en Buenos Aires hace 44 años, se recibió de abogado en la Universidad de Belgrano, es rector de la Universidad Metropolitana para le Educación y el Trabajo y desde el 10/12/2019, es el ministro de educación de la Argentina. Usted que está leyendo, no sea cobarde, no huya, aunque se hable de educación no se va a aburrir. Prometo.

Usted sabe, porque tuvo una buena educación, que este 2020 ha sido un año perdido para los chicos de todas las edades. En particular los que tiene que ver con la educación pública. Esa que es indispensable que sea de altísima calidad, ya que es el único rasero conocido para equilibrar la sociedad. Para que los vulnerables dejen de serlo. Para dar oportunidades.

Eso, este año no existió. El gobierno decidió que una población amordazada por un tapabocas, encarcelada en prisión domiciliaria y aterrorizada por medios afines y opositores que se especializaron en arrojar cifras de cadáveres y contagiados a toda hora, consiguieran su propósito. La gente tuvo miedo, los chicos no tuvieron clases presenciales. Un mundo feliz.*

El resultado está a la vista. Los datos del Observatorio de la Deuda Social de la Argentina, conocidos hace horas, son la prueba del éxito del gobierno. La pobreza llegó al 44%, los chicos pobres ya son más del 60%. Y ese 60% sin educación. Las madres debieron buscar comida en comederos, o hacer changas a escondidas y en general no estaban preparadas para explicar nada. Miseria.

Miseria en todo sentido, pero la peor de tosas, la miseria en educación. Sin horizontes, sin posibilidad de salir del barro. Gracias Señor Ministro, lo suyo ha sido único en el mundo y con resultados extraordinarios, o sea fuera de lo ordinario, de lo normal, de lo común. Chicos casi analfabetos, preparados para servir como soldaditos narcos y más adelante votar al gobierno.

Porque los chicos privilegiados que tuvieron a mano algún medio electrónico para ver a sus docentes dar clases, no fueron educados, fueron adoctrinados. Y esto no es la opinión de periodistas opositores, es la “DECLARACIÓN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE EDUCACIÓN SOBRE LOS INTENTOS DE MANIPULACIÓN IDEOLÓGICA EN LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS. Bs. As.1/12/2020. Se refieren, como lo hicieran en Agosto 2012 (siempre gobiernos de CFK) al adoctrinamiento en la educación. Y no se puede dudar de la idoneidad de sus miembros, ni de su absoluta autonomía política.

¿Cómo se puede permitir la tergiversación de los hechos históricos o de los conocimientos de educación cívica (se llame hoy como se llamare)? La Academia habla de “Libertad de enseñanza y aprendizaje”, del “Derecho de los padres a elegir”, de “Pluralidad y diversidad”. De eso no hay nada, ni parecido.

Dice la ley de Educación Nacional Nº 26.206, artículo 3: “La educación es una prioridad nacional y se constituye en política de Estado para construir una sociedad justa, reafirmar la soberanía e identidad nacional, profundizar el ejercicio de la ciudadanía democrática, respetar los derechos humanos y libertades fundamentales y fortalecer el desarrollo económico-social de la Nación”. No se cumple, no se quiere cumplir.

Durante el 1º gobierno de Carlos Menem, Domingo Cavallo, entonces ministro de economía, pasó las instituciones de enseñanza a las provincias. Luego la capital federal se convirtió en CABA con rango de provincia y también se hizo cargo de la educación en la ciudad. ¿De qué se ocupa Nicolás Trotta?

Es obvio que tiene buena relación con los gremios de su área. Gremios que niegan permitir dar clases presenciales hasta que se hayan vacunado todos sus afiliados. Por lo tanto la educación de los chicos dependerá de las vacunas y de su eficacia. No de la decisión del ministro. La educación, ¿depende del ministro o de los gremios? ¿O del Poder Ejecutivo Nacional? Porque…

En el artículo 115 de la Ley de Educación Nacional dice que: «El PEN a través del Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, será autoridad de aplicación de la presente ley». Pobre Ministro, entre gremios, llegada y eficacia de las vacunas anti covid-19 y bajo el mandato del PEN.

Decía Ezequiel Martínez Estrada en «Las 40», «Si el caballo piensa se acabó la equitación». Mientras, Nicolás Trotta, trota.

* “Un mundo feliz” (1932), autor Aldous Huxley escritor y filósofo británico,1894/1963.

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