Por Luis Alejandro Rizzi.-

Es oportuno analizar estos primeros quince días del gobierno de “Cambiemos”.

Hasta ahora se está manejando con buen criterio la derogación del “cepo cambiario”. No hubo feriados cambiarios ni corridas, ni el tipo de cambio se fue a las nubes, como algunos lo presagiaban; de todos modos, es difícil creer que la actual paridad se prolongue, ya que durante estos días hubo liquidación de divisas pero las importaciones fueron muy escasas. Es decir, hubo oferta de dólares pero casi nula demanda. Es probable que en los próximos días la paridad esté más cerca de los $ 15,00 y después habrá que ver cómo se va actualizando según los nuevos índices de inflación que ahora medirá el “nuevo” INDEC.

Todo estará condicionado hasta que sepamos cuáles serán las políticas para comenzar esta titánica tarea de disminuir el déficit fiscal, causa directa de la desmesurada emisión monetaria.

Podemos decir que en este aspecto vamos bien, lo que no quiere decir que el camino esté libre de obstáculos…

Fue un error, como ya lo expusimos en este portal, el intento de designar a dos magistrados de la Corte Suprema por decreto y en comisión. Parecería que el error ha sido corregido y finalmente se cumplirá con el proceso fijado en la Constitución y en el decreto 222.

Probablemente “Cresta Roja” haya sido el primer test en materia social que tuvo que responder el gobierno de Mauricio Macri. Este problema tiene varios ingredientes: un pasado de presunta corrupción, beneficios indebidos, crecimiento ficticio, una quiebra anunciada y corte de calles, en este caso el acceso al aeropuerto Internacional de Ezeiza y de avenidas de la ciudad.

María Eugenia Vidal demostró falta de “calle” cuando intimó a sus dueños a “pagar los salarios debidos o vender”. Se comportó como los famosos “chicos de departamento” de Rolando Hanglin.

La intimación, desde ya, denotó una peligrosa dosis de ingenuidad política, ya que los que nos ganamos la vida trabajando para empresas sabemos que toda operación sobre empresas en proceso de quiebra o concurso preventivo es complicada y debe respetarse un procedimiento que lleva su tiempo y que se conoce como “cramdown” trámite que en el mejor de los casos llevaría unos 120 días hábiles de duración.

Este procedimiento se inicia si la propuesta de pago hecha por el deudor es rechazada; se abre un registro para que se inscriban acreedores, la eventual cooperativa de trabajo formada por los trabajadores o terceros, los que deberán formular sus propuestas para evitar la quiebra.

Una vez declarada la quiebra, la ley prevé varias formas de liquidación, sea la enajenación de la empresa como tal o la liquidación de bienes o unidades de producción.

Como vemos, la propuesta de María Eugenia Vidal no implicaba una solución inmediata. Esperemos que esta ligereza de juicio sirva como experiencia.

Finalmente, el gobierno logró salir del paso pero no pudo evitar las consecuencias de los cortes, las molestias a la gente y la angustia de los trabajadores.

En este conflicto no hubo rapidez de reflejos.

Es sabido que a uno de los hermanos dueños de la empresa se lo llamaba “Ferragamo”, quizá por su dadivosa inclinación a obsequiar cajas de zapatos, sobre todo luego de percibir un crédito o un subsidio, como lo contó Roberto García en “Perfil”; cajas que en verdad contenían efectivas “efectividades conducentes” que no eran precisamente las de don Hipólito Yrigoyen.

Hay varios aspectos de la historia de esta empresa que deberían ser investigados por la justicia penal y podría resultar que lo que llamamos “capitalismo de amigos” se convierta en “historias de complicidad y de partícipes necesarios” para la comisión de delitos.

A propósito de la ingenuidad a la que hacíamos referencia, tanto el Gobierno nacional como el de la provincia de Buenos Aires deberán enfrentar esa gran cuestión del conurbano de indigencia y miseria, corrupción y narcotráfico. Ambos gobiernos deberán pisar ese fango y la primera ingenuidad los sumergirá en esa ciénaga de los peores vicios humanos.

Por último, donde parece que se están dando los pasos más firmes es en el área de la energía. En ese sector creo que está lo más capacitado de la Argentina, conducido por una persona que mostró sus agallas en los momentos necesarios cuando otros se arropaban al gobierno y sus funcionarios.

La versión opuesta a ese sector es, en mi opinión, la del transporte aéreo, donde parecería que impera la imprevisión, pese a la calidad curricular, ajena a la actividad, que ofrecen las personas seleccionadas, algunas de las cuales ya han dicho “no saber nada del tema”. Esto no es bueno.

Finalmente, pese a que funcionarios de primera línea fueron a Concordia y las zonas inundadas, no fue prudente que Mauricio Macri se haya tomado breves vacaciones o días de descanso en Villa la Angostura.

Más allá de lo dicho, creo que no se puede poner en duda la buena fe con la que se comporta el nuevo gobierno de “Cambiemos”.

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