Por Oscar Edgardo García.-

Aníbal Fernández manifestó pública y enfáticamente que «las calles van a estar regadas de sangre y de muertos» si la oposición gana las elecciones.

Una afirmación de esta índole genera una gran preocupación por provenir del Ministro de Seguridad de la Nación y conlleva a plantear varias interpretaciones así como también a hurgar sobre los motivos y las intenciones que hay detrás de ella.

Considerando la personalidad y las inaceptables conductas de este funcionario podemos asumir con total seguridad que su manifestación no es casual sino que existen razones ocultas detrás de ella por lo que cabría al menos formular un interrogante: ¿es su diagnóstico de una futura guerra civil en el país?

En los tiempos que corren todo puede resultar posible y la respuesta solo la puede dar Aníbal Fernández, pero no lo hará porque es habitual que arroje la piedra y esconda la mano.

El tiempo tendrá la última palabra y será finalmente quien nos develará al responsable de derramamientos de sangre y muertos, si es que los hubiera.

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